El viaje de regreso a casa transcurrió en un silencio incómodo, con el mayor concentrado en la carretera y Jimin buscando las palabras adecuadas para romper la tensión que llenaba el espacio entre ellos.

—YoonGi. —Jimin decidió romper el silencio.

El mayor se volvió hacia él, y antes de que pudiera decir algo más, YoonGi habló con voz cargada de emoción.

—'YoonGi'... ¿Es todo lo que dirás? He estado esperando una explicación. —Balbuceó, la frustración y el enojo en su voz eran evidentes... Llevaba todo el camino imaginado escenarios del porqué su novio era besado por otro. —Me refiero a que es confuso para mi... necesitaba entender lo que estaba pasando.

YoonGi suspiró, sintiendo la intensidad sus emociones en el aire.

—Lo siento, YoonGi. No quería que esto se convirtiera en una situación así. —Susurro luego de un momento, eligiendo sus palabras con cuidado.

YoonGi lo miró, esperando más que solo disculpas. Jimin continuó, esta vez con más sinceridad. —Es alguien a quien solía conocer... El me gustaba, Taehyung fue mi novio.

—Entiendo. —Murmuró sin sentirse capaz de escuchar más.

De escuchar a su novio hablar de sus ex amores, le lastimaba el orgullo.

El resto del camino a casa transcurrió en un ambiente silencioso y un poco incómodo.

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Después de tres semanas de silencio, YoonGi había estado sumido en su trabajo y en su necesidad de arreglar las cosas con su socio quien dejó abandonado en su primera reunión de trabajo.

Sin embargo, al regresar a casa y ver el traje rojo que había comprado para su cita con Jimin, sintió que todo estaba mal. El traje, que había sido elegido con cariño y anticipación, ahora parecía un recordatorio de las cosas que habían salido mal entre ellos.

Con el corazón un poco más tranquilo y decidido a enfrentar la situación, YoonGi se acercó a la habitación de Jimin. La tensión en el aire era palpable cuando entró, pero sabía que debía abordar el problema en lugar de evadirlo.

Al ver a YoonGi, Jimin fue directo al grano, como siempre. —¿Quieres terminar? Lo entiendo, me iré por la mañana. —Sus palabras resonaron en la habitación y en el corazón del mayor.

YoonGi sintió un apretón en el pecho ante esas palabras. La idea de perder a Jimin no era algo que pudiera soportar. Rápidamente negó con la cabeza y se acercó a él.

—No, Jimin. No quiero terminar. —Declaró con firmeza. —Pero quiero entenderlo mejor. Quiero saber qué ha pasado y por qué todo esto ha afectado nuestra relación.

Jimin asintió, comprendiendo que YoonGi merecía una explicación completa. Se sentaron en el borde de la cama, y Jimin comenzó a contar su historia.

—YoonGi... Taehyung era mi novio pero todo termino antes de conocerte, cuando vine contigo perdí el contacto con todos, incluso dejé de asistir al colegio, Taehyung estaba confundido, el me vio a tu lado, quería explicaciones y me beso sin yo quererlo... lo que teníamos es solo un recuerdo. —Dijo con sinceridad. —No hay nada entre Taehyung y yo ahora.

—Taehyung... Tengo que admitir que me enojé al verte con él. Pero no fue solo eso. Fue ver que alguien más podría tenerte... y eso me asustó.

Jimin lo escuchaba atentamente, sintiendo su corazón latir más rápido mientras YoonGi le confesaba su enojo, lo hacía de una manera linda y llena de madurez.

—Me encantaría tenerte a mi lado, pero quiero que sepas que tampoco quiero que sientas que estás atrapado conmigo... Incluso por lo de tu padre, de todas formas no pensaba amararte a mi toda la vida solo por que tienes un padre adicto, cuando el anuncio su apuesta creí que era una broma, pero al verlo en sus ojos lo supe, él hablaba enserio, incluso sin conocerte no quería que terminaras con un loco. —Confesó, manteniendo la calma en cada una de sus palabras. —Quiero que estés aquí, junto a mi porque quieres estarlo, no porque te sientas obligado.

Jimin asintió, entendiendo las palabras de YoonGi y apreciando la belleza en sus palabras.

—No me siento obligado. —La sonrisa que se formó en el rostro de YoonGi fue genuina y reconfortante. Finalmente, las tensiones comenzaban a disiparse. —Me quedo por que me gustas... Siento que te amo.

—Eso es todo lo que necesito escuchar, Jimin.

—¿Es aquí donde me besas? —Indagó. —Extraño tus besos.