Jimin despertó en la habitación de YoonGi, se estiró en la cama sintiendo la tibia caricia de las sábanas. Sin embargo, algo faltaba. Se sentó en la cama, mirando a su alrededor y dándose cuenta de la ausencia del mayor. La curiosidad y la necesidad de ver a Min le impulsaron a ponerse de pie, ajustando su cabello desordenado.

Siguiendo su intuición, Jimin llegó a la cocina donde encontró a YoonGi sumido en la tarea de preparar el desayuno. La escena era cautivadora; el mayor se movía con una destreza natural, concentrado en cada detalle de la preparación. La luz matutina se filtraba a través de las ventanas, iluminando su figura y haciendo que su cabello pareciera dorado.

Jimin no pudo evitar admirar la apariencia de YoonGi en ese momento, su expresión concentrada pero relajada a la vez. Lo encontraba irresistiblemente atractivo y varonil, un hombre que sabía cuidar de sí mismo y de los demás. La combinación de su habilidad culinaria y su presencia magnética lo dejó sin palabras.

YoonGi levantó la vista al sentir la mirada de Jimin sobre él, y sus labios se curvaron en una sonrisa mientras continuaba con su tarea. El aroma del desayuno americano llenaba el aire, añadiendo un toque delicioso a la escena.

—Buenos días, pequeño.

Jimin se acercó, apoyándose en la encimera mientras observaba a Min trabajar. A pesar de la tranquilidad del momento, su corazón latía con fuerza. La conexión entre ellos era palpable, una energía que se transmitía incluso en el silencio.

—Pensé que podríamos pasar el día juntos. —Habló aún concentrado en el desayuno.

Jimin arqueó una ceja, con una sonrisa coqueta en los labios.

—¿Pasando el día juntos? ¿No estamos haciéndolo ya?

YoonGi se rió suavemente, volteando hacia Jimin con una mirada llena de significado.

—Tienes razón. Pero me refiero a disfrutar el día como una pareja.

—¿Pareja? —Preguntó sorprendido por la mención de YoonGi. —No recuerdo alguna propuesta. —Murmuró en un puchero. La palabra resonó en su mente, y antes de que pudiera ocultar su sorpresa, sus ojos se encontraron con los de YoonGi.

No quería que pasara desapercibido y que Min diera las cosas por sentado.

YoonGi dejó a un lado la sartén y se acercó a Jimin, mirándolo con ternura.

—¿Debería ponerme de rodillas? —Preguntó curioso ante el sonrojo del pequeño.

—Solo pregunta, diré que si.

La sonrisa de YoonGi se ensanchó mientras se acercaba a acariciaba suavemente la mejilla de Jimin. —¿Puedo ser tu novio?

Jimin sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal, su corazón latiendo con fuerza en su pecho. La simple idea de que YoonGi quisiera ser su novio lo llenaba de emoción y alegría.

La diferencia del puedo ser tu novio, y el quieres ser mi novio. Nunca lo había pensado, así que solo se quedó en silencio mientras sentía mariposas en su estómago y sus mejillas sonrojarse cual adolescente.

No era la primera vez que le hacían una propuesta. Pero la forma en que se lo hizo lo convirtió en un momento único y diferente.

—Entonces, ¿somos oficialmente novios? —Indagó, al no escuchar respuesta de Jimin.

Jimin asintió con una sonrisa radiante, los ojos brillantes de felicidad.

—Sí, YoonGi. Somos novios. —Confirmó, intentado esconder su sonrojo.

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Jimin se hallaba sentado en el regazo de Min, la luz tenue de la televisión iluminando su rostro. La película de horror se desplegaba en la pantalla, y aunque los sobresaltos y sustos eran inevitables, Jimin encontraba cierto consuelo en el hecho de que podía abrazarse a YoonGi cada vez que la tensión crecía.

En medio de una escena especialmente intensa, Jimin sintió los brazos de Min rodeándolo con suavidad. La voz de YoonGi resonó en su oído, llenando el espacio con una mezcla de cariño y diversión.

—¿Debería abrazar a mi pequeño asustadizo?

Jimin sonrió a pesar del nerviosismo inducido por la película. La pregunta era retórica, un guiño cómplice entre ellos. Antes de que pudiera responder, los labios de YoonGi encontraron su cuello, dejando un suave beso que hizo que su piel se erizara.

—Creo que sí, sería una buena idea. —Respondió cómplice del momento.

YoonGi mantuvo a Jimin cerca, sus brazos brindando una sensación de seguridad y protección. La película continuaba con intriga y suspenso, pero en ese momento, la atención de Jimin estaba centrada en la calidez que le brindaba el mayor y en cómo cada toque parecía disipar cualquier rastro de miedo.

A medida que la película avanzaba, los besos de YoonGi se convirtieron en una dulce distracción. Sus labios se deslizaban por la piel de Jimin con ternura, dejando un rastro de sensaciones que lo hicieron olvidar momentáneamente el horror ficticio en la pantalla.

Jimin permitió que su cuerpo se relajara por completo en los brazos de su novio, su mente enfocada en la cercanía compartida. Aunque el terror de la película seguía presente, la tranquilidad y el amor que sentía en ese instante eran más poderosos.

La combinación de susurros reconfortantes, caricias suaves y besos afectuosos formaban un vínculo íntimo entre ellos, algo que trascendía la pantalla de televisión y el miedo superficial. Era una unión entre dos corazones que encontraban consuelo y amor en medio de la oscuridad ficticia.

Al concluir la película, Jimin se volvió hacia YoonGi con una sonrisa juguetona.

—¿Qué te parece si compartimos la cama esta noche?, quiero sentirme amado. —Confesó en un puchero.

YoonGi devolvió la sonrisa, asintiendo con agrado.

—Suena como un buen plan.

Justo en ese momento, el teléfono de YoonGi vibró, anunciando un mensaje entrante. Jimin observó la expresión de YoonGi mientras leía el mensaje, y pudo percibir un toque de preocupación en sus ojos.

—¿Pasa algo?

YoonGi alzó la vista, encontrándose con la mirada de su joven y lindo novio. Se mordió ligeramente el labio antes de responder.

—Es una cena de trabajo para mañana. Es importante.

Jimin asintió comprensivamente, sabiendo lo dedicado y serio que Min era en su trabajo.

Cenas de trabajo, las conoce perfecto, después de cerrar un trato importante, se dirigirían a un bar donde disfrutarían del alcohol y mujeres, su padre solía hacerlo antes de ser un adicto a las apuestas.

—Bueno, si es importante, deberías ir. —Bufo alejándose de Min mientras hacía un berrinche.

YoonGi sonrió por el gesto infantil de Jimin, una parte que no conocía.

—Tengo una idea...

Jimin alzó una ceja curiosa, esperando a que YoonGi continuara.

—¿Qué tal si vienes conmigo a la cena? Podríamos disfrutar de una buena comida juntos y luego podemos pasear juntos.

Jimin se iluminó con una sonrisa, encantado por la propuesta de YoonGi.

—Eso suena genial. Me encantaría acompañarte."

YoonGi asintió, satisfecho con la respuesta de Jimin.

—Entonces, será una cita de trabajo para nosotros dos."

Jimin se rió suavemente, y ambos comenzaron a prepararse para ir a la cama. A medida que se arropaban bajo las sábanas, la cercanía y el afecto entre ellos seguían creciendo.

—¿Que celebraras? Quiero decir que temas de trabajo se tratan en una cena...

—Es sobre una pequeña empresa que he querido adquirir, el dueño recién acepto mi oferta. —Explicó restándole importancia.

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Papá.
Ponte un traje, iremos a una
cena con el nuevo socio a
las 7:00 paso por ti, y Taehyung
deja de estar molesto con papá.

Taehyung.
Esta bien papá.