Los últimos tres días habían sido difíciles para él, ya que Min había estado notablemente distante desde aquel beso. Sentía que algo había cambiado y eso le estaba volviendo loco.

Frustrado y molesto por la distancia que había sentido de Yoongi en los últimos días. Sus emociones se estaban acumulando y necesitaba desahogarse de alguna manera. Comenzó a soltar insultos al aire, expresando su enojo y decepción.

—Min Yoongi, eres un idiota sin sentimientos. —Murmuró con amargura, dejando que sus palabras cargadas de frustración llenaran la habitación. Cada palabra tenía un tono de dolor y desilusión, reflejando la incomodidad que sentía por la falta de comunicación entre ellos. —Creí que nos estábamos enamorando.

En medio de sus murmuraciones de frustración, escuchó su puerta ser tocada, llamando su atención de inmediato. Al ver que era Yoongi, su corazón se aceleró y se sintió sonrojado.

—¡Por fin te decides a venir a verme después de tres días! ¿Tienes idea de lo frustrado que he estado?, creí que te habías olvidado de mi. —Confesó aun molesto.

—Lo siento, Jimin. El trabajo me ha tenido bastante ocupado y, sí, algo estresado. No quería que mi estrés te afectara o te incomodara, estoy a punto de cerrar un negocio importante. —Explicó con un tono tranquilo y juguetón a la vez.

Jimin, a pesar de su molestia, no pudo evitar sentirse un poco derretido por la preocupación de Yoongi.

—¿Así que simplemente decidiste ignorarme y dejar que mi mente divagara por todos lados? —Soltó en un reclamo.

—No era mi intención. Pero déjame aclarar algo: He pensado en ti, y tus labios.

Jimin sintió cómo su corazón se derretía aún más ante esas palabras.

—¿En serio has pensado en mí?. Bueno, espero que puedas compensar estos días de ausencia. Quizás con una cita o algo así. —Sugirió deseando tener una primera cita.

Una real con Min YoonGi.

—Eso suena como una excelente idea. Pero... Tendrás que esperar. —Explicó señalando su pequeña maleta. —Necesito cerrar un trato en Daegu y visitaré a mi madre. —Explicó para evitar malos entendidos otra vez.

—Si te vas, me iré. —Amenazo molesto. —Me iré lejos. —Rectificó con el corazón apretado y la frustración burbujeando en su pecho, la noticia de que saldría de viaje solo intensificaría su enojo.

No podía evitar sentirse abandonado en esos momentos y sus emociones eran difíciles de controlar.

Yoongi, reaccionó de una manera sorprendentemente tranquila y sabía exactamente cómo jugar con las emociones de Jimin.

Un coqueto y juguetón tono llenó su voz mientras se acercaba a los labios de Jimin.

—Si te vas, ¿quién te besará como yo? —Susurró con picardía, provocando un escalofrío que recorrió la espalda de Jimin.

Sintió cómo sus ojos se cerraban automáticamente, esperando el toque de los labios de Yoongi sobre los suyos.

Pero el beso nunca llegó.

Jimin abrió los ojos con sorpresa al no sentir los labios de Min sobre los suyos.

Sin embargo, antes de que pudiera procesar completamente la situación, se lanzó a los brazos de Min,  quien lo recibió con fuerza. Sus piernas se enredaron en la cintura de Yoongi, obligándolo a cargarlo mientras sus labios se encontraban en un beso ansioso.

La sensación de los labios de Yoongi contra los suyos hizo que todos los pensamientos de enojo y frustración se desvanecieran. Jimin se aferraba a Yoongi como si su vida dependiera de ello, dejando claro su deseo y su necesidad de estar cerca de él.

Yoongi respondió al beso con la misma pasión, sosteniendo a Jimin con firmeza mientras permitía que su deseo mutuo los envolviera. La tensión acumulada entre ellos se liberó en ese beso, y el mundo a su alrededor pareció desvanecerse mientras se sumergían en el calor del momento.

Finalmente, se separaron con aliento agitado, sus ojos conectándose en un entendimiento silencioso.

Jimin no necesitaba amenazar con irse para demostrar lo que sentía, y Yoongi había encontrado la manera perfecta de hacerlo saber.

—Aceptable... Tus besos son aceptables. —Respondió con el mismo tono juguetón que Min había usado. —Tal vez espere a tu regreso.

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TaeHyung seguía buscando a Jimin por todas partes, preocupado y angustiado al no tener noticias de su amado desde hace varias semanas. Su corazón latía con fuerza mientras recorría las calles, preguntando a conocidos y revisando los lugares que solían frecuentar juntos.

—¿Has visto a Jimin? ¿Alguien sabe dónde puede estar?"

—Lo siento, Tae, no he sabido nada de él en estos días. ¿Está todo bien?

La desesperación se apoderaba de TaeHyung mientras seguía buscando sin descanso. Se reprochaba a sí mismo por no haber estado al tanto de lo que estaba pasando con Jimin, sintiendo que había fallado en cuidarlo y protegerlo.

Las llamadas de TaeHyung no tenían respuesta, lo que aumentaba su preocupación. Su mente se llenaba de pensamientos oscuros y temores de lo que podría haberle sucedido a Jimin.

—¿Dónde más podría estar? ¿Por qué no me ha llamado? —Se preguntó a si mismo.

Las dudas y el miedo se apoderaban de él mientras continuaba buscando sin descanso.

La idea de haber lastimado a Jimin de alguna manera lo atormentaba, sin poder encontrar consuelo en medio de la incertidumbre.

Finalmente, TaeHyung decidió volver a la casa de Jimin, esperando encontrar alguna pista de su paradero. Al llegar, notó que la casa estaba vacía y se preocupó aún más.

Con el corazón acelerado por la preocupación, Taehyung decidió tomar medidas y enfrentar directamente la situación. Sabía que necesitaba obtener respuestas y aclarar las cosas con Jimin, así que se dirigió a la casa de Hoseok, el mejor amigo de quien supone es su pareja. Con cada paso que daba hacia la puerta de Hoseok, la ansiedad crecía en su pecho, pero estaba decidido a descubrir la verdad.

Después de tocar la puerta, Hoseok finalmente abrió, revelando una expresión de sorpresa al ver a Taehyung en su puerta.

—Hola. Necesito hablar contigo sobre Jimin. ¿Puedo entrar?

Hoseok parecía dudar por un momento, pero finalmente asintió y abrió paso a Taehyung. Ambos se dirigieron a la sala de estar, donde la tensión en el aire era palpable.

—¿Qué pasa, Tae? No esperaba verte aquí.

—Estoy realmente preocupado por Jimin, estoy empezando a sentirme perdido. ¿Sabes dónde está?

Hoseok suspiró y se pasó una mano por el cabello debatiéndose sobre encubrir a su amigo o dejar que las cosas fluyeran

—Se dónde está, pero no creo que sea el momento adecuado para que se vean.

Hoseok le miró con una mezcla de empatía y preocupación.

—Tae, sé que estás preocupado, pero las cosas están complicadas ahora mismo. Jimin necesita tiempo para ordenar sus pensamientos y emociones. —Confesó recordando que hace días Jimin le pregunto cómo enamorar a alguien más.

—No puedo simplemente quedarme de brazos cruzados sin saber nada. Por favor, ayúdame.

Hoseok lo miró fijamente, captando la desesperación en los ojos de Taehyung.

—¿Qué quieres que haga?. —Preguntó soltando un largo suspiro.

—Organiza una reunión con Jimin. Necesitamos aclarar las cosas, hablar sobre lo que ha estado sucediendo. Y sobre nosotros.

Hoseok parecía considerar la solicitud de Taehyung por un momento antes de finalmente asentir.

—Está bien, hablaré con Jimin. Pero prométeme que serás paciente y comprensivo, ante cualquier cosa que pueda decirte.

Taehyung asintió, sabiendo que necesitaba ser paciente para poder resolver las cosas.

—Gracias.

—Haré lo que pueda para organizar esa reunión.

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Jimin llegó al restaurante con una mezcla de emociones, preparado para tener una cena con Hoseok que esperaba que fuera divertida y relajante, mientras le contaba su historia con Min YoonGi.

Sin embargo, al entrar al lugar y buscar a su amigo con la mirada, se encontró con una imagen que lo dejó completamente sorprendido y sin aliento.

Allí, en el mismo restaurante, estaba su ex amor.

Kim TaeHyung.