—Guardaste todo?. Preguntó Oliver.

—Si, mi armario quedó vacío. Respondí.

—La estantería ya está allá?.

—Si, me encargué que llegara todo bien. Contesté.

Seguro no estarán entendiendo nada, pero aceptamos la oferta de mi abuela y después de él año que pasó, hoy mismo viajamos a Canadá. Son las 11 a.m. y el avión sale a las 15 hrs, tendremos tiempo de despedirnos de todos. Mi abuela organizó una fiesta de despedida en su casa y antes de irnos, vamos a almorzar ahí.

Por parte de Oliver Irán su madre, su tía y Paul con Martín. De mi parte obvio Irán mis padres, mi abuela porque es la dueña de la casa y Julia con Judith. Había mozos preparando la mesa y de la cocina salía mucho olor a comida, el chef debe estar a las apuradas, que mi abuela sea tu jefa debe ser un trabajo duro.

Julia empezó a salir con Judith la semana pasada, sus padres aceptaron su relación, ellos siempre le han dicho a Julia que yo pateaba para ambos lados y no se equivocaron. Eso es culpa de Oliver, si el no hubiese aparecido quizás yo seguiría soltero, gracias a jisus que el llegó a mi vida.

La sensibilidad estaba en el aire, todos moqueando y con los ojos llorosos, despedirte de las personas que estuvieron en tu vida siempre es difícil, más cuando hemos pasado por situaciones que nos volvió más cercanos.

El chef trajo la comida y nos sentamos en la mesa, una de las chicas puso champagne en un balde con hielo y abrió la botella para servirnos en las copas. Una vez que todas las copas estaban llenas, mi abuela se levantó de su silla y levantó la copa.

—Quiero brindar por la unión, porque gracias a ella, mi nieto Apolo irá con su novio a estudiar, gracias a la unión. Mi hijo que tiene a su compañera de vida, esa unión hizo que trajeran al mundo a mi nieto. Gracias a la unión. Y también quiero agradecer por esta unión, algunos se van, algunos ya se fueron y otros se quedarán, pero la unión estará siempre, Salud.

—Salud. Dijimos todos al unísono y empezamos a comer.

Quise comer despacio, sentía que si terminaba rápido, esta reunión también lo haría. Una parte de mi está feliz por la gran oportunidad que tenemos con Oliver, pero también pienso en que ellos estarán lejos, que nosotros estaremos lejos y eso se notará mucho.

Al terminar la comida, mi abuela dio la señal que era hora de ir al aeropuerto, todos nos levantamos con desgano de la mesa y con Oliver fuimos a buscar las valijas para poder irnos. Le avisé a Julia para que vayamos al auto pero ella negó con la cabeza.

—No podemos ir todos, nosotros nos quedamos. Dijo ella y con nosotros se refiere a ella, Judith, Paul y Martín.

La angustia de saber que tenía que despedirme de ellos en este momento, hizo que las lágrimas empezaran a caer por mi rostro. Empecé a saludar a martin, auque no llegamos a ser tan cercanos, era mi amigo, al igual que Paul, era mi primo político e iba a extrañar a ambos. Después seguí por Judith que me sonrió y le devolví la acción. Y llegué a Julia, mi mejor amiga, mi hermana de toda la vida, sin duda ella me hará muchísima falta en Canadá y eso se nota cuando al abrazarnos, ambos no podemos evitar llorar.

Después fui a donde estaba la madre y la tía de Oliver, ambas también estaban llorando y nos abrazamos entre tres.

—Gracias por ser todos los días la sonrisa de mi hijo. Me dijo su madre durante el abrazo.

Oliver se acercó a ellas y se abrazaron mientras las lágrimas seguían cayendo. Mi padre puso las valijas en el baúl del auto y el con mi madre se subieron al auto. Antes de subirnos a este e irnos, mi abuela nos tomó una foto, la ultima foto que íbamos a tener por un largo tiempo, al llegar allá, voy a ponerla en un portarretrato y colocarla en mi mesa de luz junto con otra que tengo con Oliver.

Desde el auto, mi padre toca la bocina para avisar que teníamos que ir ahora mismo al aeropuerto. Le dimos un último saludo con la mano a los demás y nos fuimos. Cuando el auto arrancó, todos corrieron tras el hasta que empezamos a alejarnos más y ya no los veíamos.

Tomé la mano de Oliver y le di un beso, era una aventura para nosotros, ir a estudiar a otro país, a la misma universidad y lo mejor, que estábamos juntos.

—Apolo, agarraste el pasaporte?. Pregunta mi madre.

Yo asiento con la cabeza y ella mira a Oliver como si le hiciera la misma pregunta y el también asintió, teníamos todo, hasta comida, eso lo guardé yo porque seguramente me agarre hambre en todo el viaje y me quiera comer el brazo de Oliver si no hay nada.

Veinte minutos después, llegamos al aeropuerto, faltaba cinco minutos para que abordemos y yo estaba abrazado a mis padres. Sin duda a ellos los voy a extrañar más que nada, es la primera vez que voy a vivir sin ellos, se va a extrañar que mi madre me rete por dejar la ropa sucia tirada por toda la habitación y que mi padre pregunte si Oliver y yo nos cuidamos, aunque ahora que lo pienso, solo extrañaré que se preocupe y no sus preguntas sexuales que me hacen poner como un tomate.

Y como si no hubiera pasado ni un minuto, era la hora de abordar, los cuatro éramos un océano de lágrimas, pero el vuelo nos obligaba a irnos rápidamente sino lo perderíamos. Saco el pasaporte de mi bolsillo y se lo muestro a mi madre para que se quede tranquila, ella sabe que a veces soy muy descuidado con las cosas y me las olvido por ahí.

Subimos a las escaleras mecánicas y al mirar a mis padres, veo a mi tío Nicanor junto a ellos. El estaba feliz, sonriendo y con mucha luz, se que el me va ayudar y estará conmigo en cada paso que yo de, ojalá estuviera, pero está, se que está.

    ADIOS ARGENTINA,HASTAPRONTO.

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7 AÑOS DESPUÉS...

—OLIVER MORRIS. Grito para que se dé cuenta que realmente estoy furioso, no, no furioso, estoy con ira.

—Apolo te escucho gritar desde el patio de atrás, que pasa?. Pregunta Oliver sin entender nada.

—No le firmaste el cuaderno a Isra. Le dije señalando la hoja.

La maestra de Israel dejó un comunicado en su cuaderno que va a actuar en la obra escolar a fin de mes y hoy la tenía que llevar firmada para que la maestra vea que le dimos el permiso. Cualquiera de los dos puede firmar, pero mi trabajo me toma mucho tiempo y Oliver es el que más está en la casa.

—Lo leíste bien?. Pregunta el.

—Si, lo leí, dice "llevar firmado para el día miércoles... hoy es martes. Digo al darme cuenta que me confundí de día.

—Necesitas descansar amor, ya lees cualquier cosa. Dice el acercándose a mi para darme un beso en los labios.

—Entre mi trabajo, y terminar lo de la Adopción de Israel, me tiene de acá para allá, no quise gritarle, lo siento. Digo disculpándome con Oliver.

El me sonríe y yo le devuelvo la acción. La adopción de Israel no fue fácil, como siempre sucede, que acepten que un matrimonio del mismo sexo adopte, lleva tiempo, hay muchos prejuicios, tienen que ver que somos capaces de ser padres, que tenemos un hogar apto para ello y que el niño pueda estar cómodo con sus padres adoptivos.

Israel hace un año que es nuestro hijo adoptivo, después del casamiento no dudamos ni un segundo en que queríamos ser padres, pero como dije antes, no fue para nada fácil para nosotros. Tuvimos crisis, tanto papeleo y vueltas nos ponían de mal humor, a veces terminábamos muy estresados, pero pudimos y fue la mejor decisión que hemos todamos.

Israel tiene 7 años, el nombre que le dieron los padres biológicos era ese. Su historia no fue la típica que lo abandonaron cuando nació, el tenia 4 años cuando en una tormenta, los padres de el quedaron bajo agua con la crecida del río y no logramos sobrevivir. Israel quedó en la casa donde vivían y por dos días estuvo ahí sin que nadie sepa que estaba solo pero gracias a una vecina que lo encontró y pudo rescatarlo.

El sigue preguntando por ellos, el va a una psicóloga todos los martes, pero Isra tiene una capacidad diferente, nació sordomudo, con Oliver tuvimos que aprender lengua de señas para poder comunicarnos con el, mis padres también aprendieron y en su colegio igual.

No quiero despedirme otra vez, pero ahora me toca hacerlo con ustedes, nuestra historia se cierra así, ustedes conocen nuestra historia, nos conocen a nosotros y también conocen los momentos que hemos pasado a lo largo de esta historia.

Se preguntarán que pasó con nuestros amigos, Julia y Judith están viviendo juntas, Julia es diseñadora de moda, el siguiente mes estará en la semana de la moda en Milán, gracias a que su talento llegó a varios países del mundo. Paul es profesor de educación física en la escuela que estudiábamos y Martin, aunque no lo crean, es el director de esta misma.

Mis padres siguen viviendo en Barcelona, hemos pasado varias navidades y año nuevo allí y ellos acá en Canadá, también hemos ido a Argentina donde esta mi abuela, ya no está como hace 7 años atrás, el cáncer de mama la dejó un poco más débil que antes, pero su humor sigue estando intacto.

La vida se trata de enfrentar momentos, de vivir momentos y de superar momentos, A veces cuesta seguir adelante, pero lo importante es no caer, tenemos que sacar las fuerzas para poder gritar en alto quienes somos, quienes fuimos y quienes queremos ser. No dejemos que los obstáculos se interpongan en nuestros deseos, y si lo hacen, hay que enfrentarlos y seguir adelante, no te rindas, volve a intentar, de eso se trata la vida, de superarse día a día.

Yo sé que pueden, yo sé que podes.

      -Nicanor Valdés.