Un Rayo de sol que entraba por la ventana me despertó, miré para mi costado y estaba Oliver, únicamente usando unos boxers negros donde se le marcaba todo el bulto y sus abdominales estaban más trabajados que la última vez que los vi.

Lentamente apoyé mi cabeza en su pecho y me volví a dormir. Tres horas después, Oliver estaba despierto y me despertó a mi, sentía muchos besos por toda mi cara, más por mis labios.

-Buen día. Digo abriendo los ojos y mirando los suyos.

-Tus ronquidos me dejaron sordo. Dice riéndose.

-Yo no ronco. Digo indignado pero con una sonrisa.

-¿Estás bien con lo de ayer?. Pregunta Oliver un poco más serio.

Le doy un pequeño beso en sus labios y respondo.

-Estoy más que bien.

-Al final lo único que tenías de hetero era la palabra.

Me sonrojo un poco y me escondo entre las sábanas. Un rato más tarde, nos levantamos para desayunar algo, pero no nos vestimos, ambos bajamos solamente usando nuestros boxers, Oliver se veía exageradamente sexy y yo obvio, visualizaba todo su ser.

-Me vas a terminar comiendo a mi si me seguís mirando así. Dice Oliver haciendo que me ponga hiper Colorado.

-No es mi culpa que seas sexy. Respondo y me pongo serio cuando veo la terrible marca que tiene Oliver en su cuello.

YO HICE ESO?

-Creo que te dejé un chupón en el cuello. Digo sutilmente para que no suene tan grave.

-Ya lo sé, yo también te hice uno.

-QUE!!!?. voy rápido al baño para mirarme en el espejo y si, tenía un chupón Violeta marcado profundamente en mi cuello.

Oliver aparece atrás de mi y me da un beso en este mismo.

-Es normal que tu novio te haga eso. Comentó Oliver y yo abro los ojos sorprendido.

-Mi novio?.¿ sos mi novio?. Pregunto y una mini sonrisa aparece en mi rostro.

-Somos novios, vos sos mi novio y yo soy el tuyo, novios, así de fácil.

Agarro su estúpida cara hermosa y lo beso en los labios, el agarra mi cintura y me apoya contra la pared sin detener el beso, yo no puedo evitarlo y agarro con mis manos sus dos nalgas, las aprieto y el suelta un pequeño gemido.

Cuando sentimos que nuestros bultos estaban duros, Oliver empieza a manosear el mío y por dentro empiezo a sentir un fuego muy caliente. Comenzó a agacharse mientras besaba todo mi abdomen y cuando llegó al boxer, lo bajó despacito con los dientes, eso me excito aún más.

Cuando mi bóxer estaba por mis pies, Oliver toma mi miembro y comienza a chuparlo suavemente, agarro su pelo y lo aprieto contra mi, sentir su lengua jugando con mi pene hacia que las hormonas estén demasiado activas, Lo hacia tan bien, tan rico.

-Venite en mi boca. Dice Oliver y como si fuera automático, me vengo dejando todo dentro de su boca.

Vuelve a subir para estar frente a mi y su lengua se encuentra con la mía en un beso demasiado caliente, no sé que nos estaba pasando pero ninguno quería despegarse del otro.

-¿Vamos a desayunar?. Pregunto entre besos.

-Si, vamos. Responde Oliver y nos dirigimos a la cocina para preparar el desayuno.

Terminamos de desayunar y salimos corriendo hacia la escuela, estábamos casi llegando tarde, si llegábamos muy tarde, no nos dejan entrar a clases. Llegamos y obviamente Julia estaba afuera esperando, al vernos a Oliver y a mi, una sonrisa en su cara se hace notar.

-Hola, ustedes dos juntos, de nuevo eh. Dice y me guiña un ojo.

-Si, otra vez, entremos.

Oliver tuvo la idea de tapar nuestro cuello con base, nos costó un poco tapar las marcas porque eran muy profundas y notorias pero finalmente quedó bien, nuestro cuello ya no tenía nada.

Empezamos a sentarnos juntos en cada clase, excepto en historia, la profesora no tuvo mejor idea que sentarme con Martín. Siento una tensión en el aire, una incomodidad que me hace no verlo a los ojos y tampoco decir una palabra.

-¿Que pasa entre vos y Oliver?. Pregunta Martín y mis nervios se van, ya sé que es lo que quiere averiguar, obvio que le voy a dar el gusto de saber.

-Ahí estamos, por qué?. Pregunto irónicamente.

-Me dejó de hablar por vos, no es así?.

-Preguntale a el.

Martín sonríe pero se nota su enfado.

-Besa muy bien, demasiado bien.

Yo levanto una ceja.

-Lo sé, también coge bastante bien. Le respondo y me retiro del salón a la par de que suena el timbre.

Me lo cruzo a Oliver y le doy un beso en el cachete.

—Adivina con quien le hizo hacer el trabajo la profesora.

—Martín. Responde afirmando.

Yo asiento con la cabeza y el no dice nada.

—Me dijo que le dejaste de hablar por mi, ¿es verdad?. Pregunto y el se ríe.

—Puede ser. Responde y no puedo evitar darle un beso intenso.

Mientras nos besamos, sentimos como alguien se aclara la garganta, era Julia quien nos estaba mirando con una emoción en su cara, creí que se iba a morir en ese momento.

—Estas bien?. Pregunto acercandome a ella.

—Ustedes dos...

Oliver asiente.

—No puedo creer que Apolo, con lo tímido que es, tenga novio.

—Ey. Digo achinando los ojos.

Una vez que terminó el horario escolar, Oliver y yo fuimos a comer algo a un restaurante que estaba a la vuelta de la escuela, con Julia siempre vamos ahí y tienen los platos más ricos de la ciudad, sin exagerar.

—Esta pizza es riquísima. Dice Oliver mientras mastica la mozzarella.

—Te lo dije, todo es rico acá, literal que todo.

—No estas en el menú, fallaron en esa. Dice Oliver y yo me sonrojo.

Después de terminar la pizza, pedimos la cuenta para pagar e irnos, cuando el mozo se acerca, mis ojos y los de Oliver se abren completos.

—¿Martín?. Dice Oliver sorprendido.

Mi cara ya se la imaginan.

—Hola Oliver, trabajo en este lugar,ah, hola Apolo.

《Ah hola Apolo》

Hola tarado.

Me limito a únicamente sonreirle.

—Entonces, están saliendo, que bueno.

Ese sarcasmo en cada frase que sale de su boca me empieza a irritar.

—Si, muy bueno. Digo sin que se note que acaba de arruinar mi lugar favorito para comer.

—Oliver, podemos hablar un momento? Dice Martín y Oliver asiente.

Yo me quedo esperando en la mesa, intento oír algo de lo que dicen pero la musca que está puesta me opaca las voces. Unos segundos más tardes, Oliver tira el dinero en la mesa y me agarra del brazo para salir rápido.

Su cara estaba roja, de furia, no dijo nada hasta una cuadra después del restaurante donde me contó porque esta así.

—Me dijo que vos no me mereces, que el si y que seguramente esto es una fase para vos porque hace algunas semanas todavía eras hetero.

La rabia me subió por todo el cuerpo, estaba igual que tinker bell cuando se enoja, rojo vivo.

—Que idiota es, no le hagas caso, vos sabes perfectamente que esto no es ninguna fase de nada.

Oliver se calma.

—Lo sé, pero igual me enojó lo que dijo.

—Esta resentido porque me quedé con el minito.

Oliver suena una carcajada.

—Sos un tarado, me gustas mucho.

Dice y me besa, el beso fue subiendo de nivel pero nos acordamos que estábamos en la calle y hay que bajarle a las hormonas.

—Seguimos en casa. Comenta oliver y nos dirigimos a la misma.