Oliver:

Es el segundo día que mi primo está en mi casa, lo único que agradezco es que no duerme en mi habitación, sino en la que tiene mi tía cada vez que viene y se queda. Hace dos años que el y yo no nos hablamos, ni hola ni chau, ni gracias ni de nada.

Nuestros padres siempre quisieron volver a unirnos como éramos antes pero yo nunca quise, no después de traicionarme como lo hizo. El fue el motivo por el cual me cambié de esa escuela nefasta para pasar a otra escuela nefasta donde todos eran nefastos.

Hoy mi madre tuvo la peor idea de todas: quiere que Paul y yo vayamos juntos al colegio, que le pasa señora!!!.

—Voy con Apolo, lo siento.

Mi madre me mira intentando que afloje un poco mi amargura.

—Vas todos los días con tu novio, Oliver.

Revoleo los ojos—Justamente porque es mi novio, voy con el, adiós. Y salgo de mi casa.

Unos metros después siento que alguien sale de mi casa, Era paul que agarró la calle que va para la escuela, me molesta todo de el, por más que ni nos hablamos desde que llegó, me molesta su presencia, me pone de mal humor su nombre y escuchar su voz me  hacen querer ser sordo.

Llego a la casa de Apolo y ahí estaba el, con su pelo perfectamente despeinado y su ropa oscura que le queda demasiado bien, llevaba un buzo negro y unos jeans comunes con unas Converse.

—Hola lindo, tenes novio? Digo con una sonrisa pervertida.

—Si, este lindo que tengo frente a mi. Responde el.

Se acerca y me da un beso intenso pero suave y rico—Hola bebé. Le digo entre besos.

—Como estas?. Pregunta el.

—Arranque la mañana para atrás pero lo acabas de compensar con esos besos que siempre me das. Digo y vuelvo a besarlo.

—Porque no aflojas un poco con el? Quizás en estos dos años cambio.

Me río irónicamente—Las personas como el no cambian nunca, no quiero hablar de él, vamos a la escuela.

El asiente y agarra mi mano para irnos. Hoy teníamos examen de literatura, Apolo y yo habíamos estudiado en mi casa, a el no le costó mucho pero a mi si, no soy de leer y el ya me recomendó 100 libros, en fin, lector. Antes de recibir el examen, me llegó un mensaje de Martín.

《El ayudante del profe está muy bueno, quizás me lo tire》

《Suerte con eso》le respondo y miro su cara de decepción, es obvio que intentó ponerme celoso, lo que el no sabe es que Paul, es mi primo y no se lo pienso decir.

Al terminar el examen, Apolo y yo lo entregamos al mismo tiempo y volvimos a nuestros lugares, le mostré lo que me había mandando Martín y no pudo evitar reírse fuerte.

—Sigue intentándolo. Dice mirándolo.

—Que siga participando. Digo y le doy un beso a Apolo en la mejilla.

Al salir de la escuela, Julia nos invitó a una fiesta que haría hoy por el cumpleaños, estuvo esperando sus dieciocho años siempre y prometió hacer una gigante fiesta.

—Invité al ayudante del profesor de biología. Dice Julia haciendo que mi cara cambie completamente.

—No hiciste eso. Dice Apolo mirándome de reojo.

—Que tiene?. Pregunta Julia sin entender nada.

—Desgraciadamente es mi primo. Respondo y sus ojos se abren de sorpresa.

—Jodeme. Dice Julia y Paul pasa frente a nosotros sin siquiera mirarnos.

Yo revoleo los ojos y empiezo a caminar para el lado contrario, Apolo y julia empiezan a caminar atrás de mi y trato de cambiar el tema de la conversación anterior.

—Yo puedo llevar vodka para los juegos.

Julia me guiña el ojo y Apolo sonríe picaron.

—El vodka me trae malos recuerdos. Dice apolo agarrándose la cabeza.

—Espero que no estés a los besos con cualquiera. Suelto y Apolo me mira.

—Pensaba andar a los besos con vos pero si no queres.

Me paro frente a el y lo beso—Conmigo si, yo no soy cualquiera.

—Claro que no lo sos. Dice y me devuelve el beso.

Julia se aclara la garganta—Acá los pobres tenemos hambre, dejen de comer.

—Perdón. Decimos ambos y nos dirigimos a la casa de Julia para ayudarla a preparar todo para la noche.

Habían muchas cajas sobre la mesa, en una de ellas habían luces, en otras guirnaldas y globos para inflar. En otra caja más chica habían vasos rojos envueltos en bolsas, eran nuevos.

Dos horas después, habíamos terminado de decorar toda la casa, las luces estaban puestas y los globos junto a la puerta de entrada. Apolo estaba poniendo las bebidas en la mesa junto a los vasos y algunas papas para picar antes de la comida.

Algunas personas empezaban a llegar a la casa de Julia, eran compañeros de clases y yo no los conocia mucho, en esa fila estaba Martín, había traído dos botellas de tequila y las puso en la mesa con las otras. Al notar mi presencia, se acercó para hablar conmigo.

—Hola Oliver.

—Hola. Le respondo.

—Afloja un poco, ya entendí que estas con Apolo. Dice cruzándose de brazos.

—Hoy no parecía cuando intentaste ponerme celoso. Le respondo y me alejo de él.

Julia vio la situación y se acercó a donde estaba Martín.

—No lo molestes más, esta muy bien con Apolo. Le aclara ella a martin. El solo asiente y se va para tomar algo.

Apolo trajo pizzas recién sacadas del horno y las apoyó sobre la mesa.

—La comida!!!. Grita llamando a todos para comer.

Un rato después ya se había llenado de gente, algunos estaban empezando a tomar y repartían una jarra para que todos tomen. Me senté en el sillón junto a mi novio y me apoyé mi cabeza sobre su hombro, el giró para mi lado y me depositó un beso en mis labios.

—Esa remera te marca todo el abdomen. Dice Apolo sonriendo.

—Donde estas mirando Apolo? Pregunto pervertido.

—A todo lo que me quiero comer. Dice el y me agarra del brazo para subir las escaleras.

—¿A donde vamos?. Pregunto sabiendo perfectamente a donde me lleva.

—A la habitación de Julia. Dice el con una sonrisa.

Al llegar al último escalón, Apolo me besa con un beso intenso y sus manos se apoyan en mi abdomen, abrimos la puerta sin separar nuestros labios pero no nos dimos cuenta que ya había alguien en la habitación. Giramos ambos para ver quienes estaban y nos tomamos una sorpresa gigante.

—Paul? Digo sorprendido al ver que estaba pegado a los labios de Martín.

—Oliver que carajos haces entrando así?. Grita el separándose de martin.

—Estaba abierto y pensamos que no había nadie. Respondo aún sorprendido.

—No lo puedo creer. Dice Apolo mirándolos a ambos.

—Me voy. Dice Paul y nos pasa por al lado para bajar las escaleras.

Automáticamente empiezo a seguirlo y dejo a Apolo con Martín arriba.

—Al final te lo tiraste. Dice Apolo para Martín.

—Antes tenia a alguien que me gustaba pero me lo robaron. Dice quejándose.

—Estás habiando de Oliver?. Pregunta Apolo.

—Si, de Oliver, te quedaste con el cuando yo lo vi primero. Dice Martín levantándose de la cama.

—Esto no es una competencia Martin.

—Ya lo sé, pero me dejaste fuera de juego. Dice el y se aleja.

Paul salió de la casa de Julia y yo estaba  atrás de él.

—Qué pasó con eso de que los gays estamos enfermos?. Le pregunto poniéndome frente a el.

—Cállate Oliver, no pasó nada. Responde el intentando correrme del camino.

—Te tomaste el trabajo de divulgar que yo era gay por toda la escuela y al final sos igual que yo. Digo ya un  poco enojado.

—No soy igual a vos, nunca voy a ser igual a vos. Dice el en un tono más fuerte.

—Qué pasaría si yo ahora mismo divulgó que mi querido primito homofóbico de mierda estaba a los besos con un chico?.

—No lo harías. Dice el.

—Obvio que no lo haría, porque no soy tan hijo de puta de meterme en la vida de alguien más y arruinarlo. Respondo gritando ya con toda la furia en mis venas.

—No fue mi intención y te pido perdón.

—metete el perdón en donde te entre, quizás hace dos años no me animaba pero ahora si. Hago una pausa—No quiero que te metas más en mi vida, no quiero que opines sobre mi y que tampoco hables de mi porque te vas a encontrar con alguien al que no querés conocer— agrego y me voy dejándolo atrás.