#NARRADOR OMNICIENTE#

—¡Quiero que los maten a todos!, ¡Quiero sus Cabezas!—vociferaba Gretchen Bladel desde la Central de Robotic Inc.

Los guardias fueron hacia la celda donde mantenían encerrado a Keynes, luego de darle una golpisa como de costumbre, lo llevaron con la rectora para que finalmente aceptará trabajar para ella.

—Y jovencito..., ¿Seguirás encubriendo a tus amigos o trabajarás para mí?—sonreía la mujer más hermosa y malévola a la vez.

—Está bien, lo haré, solo déjenme de torturar.— espetó Keynes quién tenía el labio partido y un ojo morado por los golpes, el joven estaba traumatizado.

—Muy bien, guardias quitenle las esposas de las muñecas.—solicitó la rectora del complejo.

—Gracias maldición.—decía Keynes moviendo las muñecas adormecidas.

—Coloquenle una tobillera, no vaya a ser, que intentara escapar.—Gretchen clavó la mirada en Keynes indicándole así, que no intentará irse.

Así, Morrison, realizaba su plan, poder infiltrarse más cerca de los siniestros dirigentes de la compañía tecnología de Robotic Inc. Pero mientras tanto, en otro lugar, los sobrevivientes luchaban por seguir con vida y culminar de una vez por todas con el caos apocalíptico.

                     #POR STEPHAN#

Esto era la guerra, una guerra cibernetica, estábamos cansados, temerosos de lo que pudiera suceder, quizás podríamos morir, pero nos librariamos del virus tecnológico a toda costa, cueste lo que cueste, aún sí ese valor nos costara la vida misma. Luego del secuestro de Keynes, no había nada más que pudiera perder o detenerme. Ibamos a salvar el mundo, pero también quería devuelta a ese chico que en tan poco tiempo había conquistado mí corazón robotico.

Carrie y yo íbamos en los únicos monopatines del bunker donde estábamos anteriormente resguardados, el resto iba a pie, los jodidos bots malignos empezaban a acercarse, los que estábamos armados, intentábamos proteger a los indefensos, pero cada vez eran más y más, los disparos se efectuaban rápidamente, ya no podíamos controlar la horda de bots, tuvimos que separarnos en pequeños grupos para dispersarnos y poder volver a agruparnos.

Por un lado El doc y hannah, luego Mark y Marcus,
Carrie y yo en los monopatines y por último, Isabella que iba a pie como los demás; sin tanta suerte, también se nos acercaban algunos de los oficiales de Robotic Inc que habíamos reducido cuadras atrás.

—Chicos, mantengan encendidos los walkie talkie, nos estaremos comunicando.—decía Antonie mientras disparaba hacia los bots.

—Entendido, Doc.—sentencie.

—De acuerdo, nos vemos en breve.—enunciaban Mark y Marcus.

—¿Puedo ir con ustedes?—preguntaba Isabella a Hannah y Antonie entre el mefio del caos.

—Si, andando.—consolidó Hannah.

Así cada grupo, incluyéndome con el hermano menor de Keynes, nos dispusimos a correr en diferentes dirección para quitar del centro a todos los que nos perseguían, incluyendo a los empleados de Robotic Inc, necesitábamos despistarlos y evitar que nos siguieran hacia nuestro siguiente refugio. Cada quién, tomó una dirección distinta, Este, Oste, Sur y Norte, de ese modo podríamos tener una idea de donde comenzar a buscar si a alguno le sucedía algo.

                     #POR HANNAH#

Las melodías palpitantes del corazón, cual Arte Pop, corrían al tempo y compás de nuestras pisadas en el suelo. Antonie Blake y yo efectuabamos todos los disparos posibles, detrás nuestro Diez bots, pudimos derribar a más de la mitad, pero el resto nos alcanzó, uno de ellos se abalanzó sobre Isabella, dos estaban encima del Doc, otro forcejeaba conmigo. Usando las tácticas de defensa personal, doblé uno de sus brazos roboticos y de un tirón se lo arranqué por completo, haciéndolo perder el equilibrio, allí entonces tomé mi arma que había caído al suelo, disparé una, dos, tres, cuatro veces. De ese modo, había acabado con los bots que estaban a punto de asfixiar a mis colegas e incluso al que intentaba matarme.

—¿Sé encuentran bien?—pregunté a Isabella y Antonie.

—Todo en orden, gracias por salvarnos.— contestaba Antonie agradecido.

—Sabes defenderte muy bien, gracias, Hannah.—
continuaba Isabella, nuestra contadora bancaria.

—No es nada, vayamos a ayudar a los otros.—sentencié firmemente, pero que dirección tomar..., mirábamos a todos lados, solo había oscuridad.

                          #POR MARK#

Estábamos aterrados sin duda alguna, el chico que se encontraba a mí lado era el único que podía hacer que ese temor cesara, nos hallabamos rodeados por 7 agentes de Robotic Inc. Ante ese miedo, como instinto tomé fuertemente la mano izquierda de Marcus Thompson y el respondió de igual forma tomando mi mano derecha.
Nos sentíamos atrapados, si intentábamos hacer algún movimiento íbamos a morir indudablemente.

—Levanten sus manos lentamente, las armas en el suelo.—nos exigían los oficiales.

Quizás estábamos alucinando, pero detrás de los oficiales de la empresa tecnológica, estaban ubicados Hannah y Antonie Blake. Estaba claro que tenían un plan, con Marcus hicimos caso a lo que nos ordenaban los sujetos, pero en ningún momento soltamos las armas, fue cuestión de segundos para que Hannah y Antonie iniciarán un tiroteo con los anteriormente mencionados, el chico a mi lado y yo nos pusimos de pie, para ayudar en la redada, así acabábamos con todos ellos.

—¿Están bien chicos?—dijo Isabella preocupada, quién salía de esconderse detrás de un arbusto.

—Todo más que bien Isa.—respondía Marcus.

—Perfectamente, linda.—dije bromista a Isabella.

—Nos vamos o que...—formulaba Hannah.

—Gracias, por cierto.—expresé dirigiendo mi mirada a quién hablaba y Antonie.

—No hay porqué.—contestó el susodicho.

Por el momento faltaban sólo Stephan y Carrie, íbamos ahora en su apoyo, no queríamos que nadie más del grupo fuera capturado o que le sucediera algo.

          #NARRADOR OMNICIENTE#

Stephan y Carrie iban en sus monopatines intentando escapar de 20 bots que los estaban siguiendo desde varias cuadras atrás y que poco a poco los iban alcanzando en velocidad, mientras tanto y por obra divina, suena el walkie talkie.

—Chicos, solicitamos ubicación.—formulaba Antonie.

—No sabría explicarlo, pero desde donde nos separamos estamos cerca de otras diez cuadras. —comenté mientras disparaba contra los bots.

—Bien, haremos lo posible en ir a ayudarlos.— inquirio Hannah.

—No nos vendría nada mal Doc.—comentó Carrie desde el otro monopatín.

—Resistan vamos en camino.—dijo Mark Bloch.

—Intenten de venir hacia nosotros.—finalizó Marcus Thompson.

Bajar un kilómetro hacia el Este retrasaría la llegada al nuevo Bunker y Robotic Inc, no se quedaría de brazos cruzados esperando a que sus guardias atraparan a los jóvenes sobrevivientes.

       #NARRACIÓN POR CARRIE#

El amigo de mi hermano mayor, Stephan Blake, a decir verdad, era un buen robot, podría considerarlo como otro hermano, es más, el día que Keynes fue capturado, fue quién supo el dolor intenso que se siente perder a un ser querido, derramó tantas lágrimas. Al parecer eran muy buenos amigos. Por eso, siendo Stephan
el único que estaba siempre a mi lado, era como mi nuevo hermano. Solo que no sabría si se lo pudiera decir, nuestros jodidos monopatines habían dejado de funcionar, ahora los bots malignos venían hacia nosotros.

—No quería hacer esto, pero toma y dispara en la cabeza.—dijo Stephan en un intento de salvarnos la vida, entregandome su arma.

—De acuerdo, pero que harás tú.—pregunté mientras miraba al frente efectuando los disparos.

—Solo dispara cuantas veces puedas.— alegó Stephan.

Stephan se inclinó al suelo un instante, era una mochila de metal que llevaba consigo, de allí sacó lo que parecía ser una especie de detonador y cuando menos lo esperé, lo lanzó a los bots que estaban a 3 metros de distancia. Así, Stephan se abalanzó encima mío para cubrirme de la explosión que vendría a continuación, aquel aparato redondo y casi diminuto era una granada de alta complejidad perteneciente a la nueva era tecnológica. Los bots habían quedado destruidos,
pero nosotros también, de algún modo nuestras fuerzas se habían agotado y caímos desvanecidos en pleno pavimento a la suerte de que el grupo nos encontrará.

CONTINUARÁ...