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Cap. 26

De vuelta a la vida:

Jacob:

Otra semana más, ya no sé cuánto ha pasado, ¿tres meses? ¿cuatro?, entro a la enfermería y veo a Zeng junto a Kim He con una libreta haciendo apuntes frente a un microscopio, son los que más trabajan, el resto solamente ayudan.

—¿Qué han encontrado?.

—Este es el antepenúltimo análisis— avisa Zeng observando por el microscopio —mira como pelean como ballenas luchando por su territorio— Kim va a apuntar pero se detiene y rueda los ojos, la miro en busca de una explicación.

—Despreocúpate que él es así— hace un gesto con las manos —un apasionado de la ciencia.

—Es el último round— el médico loco sigue hablando sin dejar de observar el microscopio —el virus da todo lo que tiene, para él es una lucha a ciegas, la base de la cura tiene poco para defenderse pero se esfuerza, no quiere perder.

»El virus avanza, está a punto de cruzar la línea cuando el factor inmune lo sorprende y lo destroza haciéndolo pedazos que danzan exhaustos buscando la redención y se desaparecen como diminutas partículas de células muertas.

Creo que así entendí mejor el proceso de cómo funciona esto de virus y cura.

Deja de ver el microscopio y nos mira, a Kim He y a mí —Lo tenemos— menciona con los ojos brillando —hice los estudios requeridos con los monos, realicé mezclas, uniones que al principio de nada sirvieron hasta que decidí usar el ARN de el factor inmune en una pequeña proporción— Kim apunta a toda velocidad —recuerden que todo en exceso hace daño, pero eso ya lo saben, lo que no saben es que ese ARN en pequeña dosis unido a otra pequeña dosis del virus— empieza a caminar de un lado a otro —aquí se emplea el conocido refrán "darle a probar de su propia medicina"— hace movimientos con las manos —y resulta que ese maldito virus no aguantó, algunos monos murieron pero con los que sobrevivieron sobra y basta.

»Esa mezcla creó nuevos glóbulos, todos con el doble de refuerzos— sonríe —esto es como la caballería  del rey Arturo, los refuerzos llegan para derrotar de una vez por todas la malignidad— acaricia el microscopio —el virus trató de pelear contra lo peor de sí mismo, osea, la unión del ARN y una parte de él pero fue mucho y al final salió vencido— finaliza agitado.

—No me digas que tú apuntaste todo eso que dijo ahí— la voz de Aniela entra en escena y la china ríe.

—Lo hice, sí, pero con palabras más científica, yo entiendo su forma de expresarse con respecto a la ciencia cada vez que se emociona.

—Eh que estoy aquí— habla el médico, yo me quedo en silencio —en conclusión— la enfermera se prepara para volver a escribir —normalidad absoluta, sin alteraciones en los glóbulos— dicta a Kim dándose toques en la barbilla con el dedo índice —linpieza total sin ningún virus ni bacteria, cantidad de proteínas exactas— alza ese mismo dedo —listo para ser inyectado.

Kim se acerca a los monos para darles de comer y yo voy hacia la cabina sintiéndome un poco mejor.

—¿Algo nuevo?— inquiero.

—Todo está en calma, no hay barcos ni submarinos que quieran atacar— bromea Gamboa.

Al volver de Madagascar pedí seguir avanzando, ya casi tenemos la cura, así que necesitamos llegar a Estados Unidos cuanto antes.

El día pasa y cuando Zeng va a aplicarle la dosis a Melou estoy presente.

—Ahora hay que esperar una reacción— Zeng tira la jeringa a un cesto de basura que hay cerca.

Me siento y recuesto la cabeza del espaldar, Zeng sale y Amanda entra.

—¿Ahora qué?— la enfrento.

—No me has buscado más.

—Por algo será ¿no?.

—¿Hice algo mal?.

—Amanda— alzo la cabeza y la miro —me recomendaste que probara, probé y no me gustó así que métetelo en la cabeza, no te quiero ni a ti ni a nadie, quiero a esa mujer que está ahí— señalo a Melou y ella sale con la cabeza en el suelo.

×××

Llega otra semana y el estado de Melou está igual, le han empezado a salir pequeños granos infectados en la piel.

—Es raro— comenta Kim mientras le hace la revisión de siempre.

Melou comienza a toser de repente, la china trata de calmarla, no para y tose sangre.

—¿Qué está ocurriendo?— empiezo a desesperarme.

—¡Alcánzame el oxígeno!.

Corro hasta la mesita al otro lado de la cortina, tomo la inyección con el oxígeno, Melou continúa tosiendo y temo a que se ahogue con su propia sangre, le doy la jeringa a Kim He quien se la inyecta y al instante se estabiliza, le limpia la sangre en su boca y nariz.

—¿Qué fue eso?.

—La cura le ha dado reacciones adversas.

—Dijeron que estaría bien.

—Lo sé, aquí falta algo, ahora vengo— se va y yo me dejo caer en el asiento.

×××

Al otro día:

—A la cura le faltaba un 0,4 % de oxígeno— explica William —decidimos agregarle el suero que creamos al inicio y que ha mantenido viva a Melou hasta ahora— vuelve a inyectarle otra dosis a Melou —estoy seguro de que con eso funcionará—  se arregla los anteojos y se va.

Prácticamente Melou ha formado parte en el desarrollo de esa cura.

Los días pasan y los granos en el cuerpo de Melou van desapareciendo, no me separo de ella en ningún momento, Amanda sigue cayéndome atrás y ya no la soporto, eso me pasa por andar de calenturiento.

Estamos cerca de Arabia Saudita, llegando a Egipto, donde nos detendremos para abastecer el barco de combustible en el Cairo.

×××

Cuatro días después:

La respiración de Melou está mejor aunque aún no se le quita el oxígeno ya que en unos estudios generales que le hizo Zeng el virus le ha dejado secuelas como la enfermedad de los bronquios, palabras dichas por él.

Los labios están retomando su color, no salgo de su lado, solo para ir a mear, Aniela la sigue visitando junto a Robert y los demás.

×××

Una semana después:

Llegamos al Cairo, el barco se detiene y solo bajamos tres con los trajes puestos ya que es el primer lugar poblado que visitamos después de tanto tiempo y no quiero situaciones.

No se ve a nadie por los alrededores y es extraño pero a la vez se sobreentiende debido a que el virus de seguro hizo de las suyas.

Vamos hacia el abastecedor de petróleo, instalamos la manguera desde ahí hasta el barco y comienza a drenar.

—Demos una vuelta— les ordeno a los otros dos guardias —de seguro encontramos comida o algo y pase lo que pase no se quiten los trajes.

Ellos asienten y nos separamos en lo que el barco se llena de combustible.

Llego a un caserío donde hay cruces rojas por donde quiera, todo está vacío como en uno de los tantos libros que me veía obligado a escuchar cuando a Malibú le daba por leerle a Melou, creo que se llama Asfixia.

Me adentro en un centro comercial abierto, abro la mochila que tengo y empiezo a meter comida de todo tipo, latas de carne, potes de helado, paquetes de galleta, todo lo que se coma.

Veo un estante donde hay condones y me da por coger una caja, voy a alcanzarlo cuando tropiezo con algo, bajo la vista y es un cadáver. Acabo de coger los preservativos, miro la fecha de vencimiento, aún no lo están, salgo.

Cuando vuelvo junto al abastecedor los guardias ya están ahí.

—¿Qué encontraron?.

—Habían cadáveres en una parte de la calle— responde uno.

—Y carteles en rojo avisando de zonas prohibidas, prohibido el paso y todo eso— alega el otro.

Asiento y me siento en el suelo en espera de que el barco termine de llenarse.

Seis horas después ya se hizo de noche y el barco está lleno con el petróleo, recogemos la manguera y subimos partiendo sin perder rumbo.

×××

Cuatro semanas, cuatro semanas y la recuperación de mi Odalisca es lenta pero segura, ya le han quitado el oxígeno pero a veces se atasca su respiración, su piel ha tomado vida, ya no tiembla, no delira y sí, tampoco despierta.

Nos hemos comunicado con las capitales de Libia y España, son países que nos ayudarán a multiplicar y propagar la vacuna y la cura, un buque enfermero nos alcanzará en la costa de Turquía. No se puede confiar en nadie pero yo me fío más de esos países que de las grandes potencias.

Aniela se queda cuidando a Melou y yo subo a la cubierta donde me encuentro con Nicole.

Me paro frente a la barandilla a su lado, nos quedamos en silencio hasta que...

—Feliz cumpleaños, limoncito.

Respiro profundo —Sí, feliz cumpleaños para mí— miro hacia las luces que se ven a lo lejos, supongo que de los edificios en las ciudades.

—Quién lo diría ¿eh? Casi un año en el mar, con ataques, muertes, traiciones, lágrimas, pero aquí estamos, hemos sobrevivido— silencio —¿cómo estarán los nuestros?.

Mi mirada se pierde en la lejanía, le pedí a los que saben de mi cumpleaños que no comentaran nada, no estoy para celebración.

Entre esos están Malibú, Nicole, Gamboa y Lion.

Son tantos momentos, tantas desgracias y desdichas que no vale la pena celebrar esta fecha.

Dejo a Nic y bajo, entro al laboratorio y Aniela está arropando a Melou.

—Vete, yo me quedo— le digo.

Ella medio sonríe y sale, el cuerpo de Melou está libre del virus así que se puede bajar sin traje, los doctores y los de la enfermería del barco desinfectaron todo y ya podemos ir de un lugar al otro sin tener que colocárnoslo, solamente los usamos cuando vamos a bajar del barco.

Melou está en una especie de coma donde Zeng me aclaró que es un tipo de sueño que presenta para preparar y fortalecer su organismo debido a lo débil que el virus la dejó.

Me acuesto a su lado en la camilla, ya no tiene cables por ningún lado, lo único que está conectado a ella es el medidor del ritmo cardíaco.

Cojo una de sus manos entre la mía y la otra la pongo en su mejilla en una caricia suave.

—¿Cuándo vas a despertar?— susurro cerca de su oído.

Silencio como siempre, solo se escucha los latidos de su corazón por medio de la máquina a su lado.

De momento tose, rápido me incorporo, la reviso pero no tiene nada, vuelve a toser, sigo mirando, trato de soltar su mano pero no me deja apretándola.

Mi corazón se salta mil latidos, aún no abre los ojos, pero su tacto sólido está ahí, me quedo observándola como bobo y... abre los ojos ¡Ella abre los ojos!.

Entreabro los labios, tose nuevamente, el equipo que mide su pulso se dispara, vuelvo a ver el gris abrasador de esos ojos.

—Hola, limoncito— susurra con una tos y la voz ronca.

—Mi Odalisca.


______________________________

¡Ahh! ¡Yey! ¡Yey! Emocionémosno que nuestra Odalisca ha despertado.

¿Cómo están? De seguro los aburrí con el capítulo y toda esa explicación, espero que hayan entendido porque la que me dieron a mí fue el triple de aburrida, traté de aligerarla para que se les hiciera más fácil digerir el capítulo.

Cúidense mucho y los amo ;)

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