Narra Nisha

Abrí los ojos ante las peticiones de Kyle mientras nos sacudía a todos, solté quejidos por el dolor muscular mientras me apoyaba en mis brazos, hasta que sentí una mano en mi cabeza.

-¿Estás bien? -pregunta Adler apenas despertando al igual que yo.

-Sí, creo... -respondí.

-¡Chicos! Finalmente... -suspira Kyle aliviado.

-Kyle, estás bien... te ves bien -menciona Adler.

-Sí, hasta ahora no me han hecho nada. ¿Y a ustedes? Se ven destruidos -menciona con una ligera sonrisa para calmar un poco el ambiente.

-Kyle... -la voz de Rebecca lo hace prestarle toda su completa atención.

Inmediatamente estaba a su lado, ayudándola a sentarse y asegurándose de que estuviera bien, ella, al verlo de nuevo, lo abraza con alivio porque no le haya ocurrido nada. Los demás también comienzan a despertar, y justo en ese momento se abre la puerta de la habitación reducida en la que nos habían metido, ese hombre entra a la habitación, cojeaba un poco, pues le había alcanzado a disparar en la pierna antes de desmayarme.

-Bien, ya están despiertos -menciona con una sonrisa-. Antes que nada sería mejor presentarnos, ¿no creen? Aunque... yo sé todo sobre ustedes, ya que han sido mi mejor creación hasta ahora.

Adler se coloca frente a mí y mira por encima del hombro a todos los demás. Me aferré a su brazo y miré al hombre.

-Mi nombre es John, y yo fui quien les dio sus increíbles habilidades.

-¿Por qué? -pregunta Adler, pues esa es la pregunta que todos se han estado haciendo.

-Es una muy buena pregunta... ¿Te gustaría responder? Nisha...

Tragué con dificultad mientras todas las miradas se posaron en mí, Adler frunce el ceño y vuelve a mirar a John con molestia.

-¡Deja de jugar! Responde porqué nos has hecho esta mierda.

-Te aseguro, Adler, que no es un juego. Nisha sabe la razón, en verdad, sabe quién soy y todo lo que ha pasado desde que los traje a todos aquí -me mira fingiendo sorpresa-. ¿No se los has dicho? Eso fue muy malo de tu parte, Nisha, tu hermano habría dicho la verdad en un instante... si pudiera, claro.

-¡Cállate! -espeté-. No te atrevas a hablar de mi hermano, no después de lo que le hiciste, ¡hijo de puta!

-Solo hice lo que él quería, después de todo...todo lo hizo por ti.

-¡Es mentira! Él nunca habría querido esto.

-Nisha... entonces -miré a Rebecca-. ¿Tú supiste todo desde el inicio? ¿Sabías lo que nos pasó y quien causó todo esto?

Aparté la mirada y apreté las manos en un puño por la frustración. Volteé la mirada a John quien sonreía ampliamente.

-Sí. Lo sabía.

-¿Por qué? ¿Por qué no nos lo dijiste? -pregunta Serena incrédula-. Todas las respuestas que buscábamos... las tenías tú.

-Su habilidad se llama "inmunidad" debió darles una pista, a no ser... que también les hayas ocultado tu poder -menciona John.

-Nisha... -Adler se levanta del suelo a mi lado-. ¿Por qué no lo dijiste antes?

-¿Qué hubiera cambiado si se los decía? De todas formas nuestro objetivo siempre fue llegar a la zona segura, no enfrentarnos a este psicópata. No tengo ni idea de porqué los eligió a ustedes para sus experimentos, así que ¿qué querían que les dijera?

-Queríamos la verdad, si tú sabías todo debiste decirnos -dice Adler molesto.

-Pero no lo hizo... -John da unos pasos hacia nosotros-. ¿Por qué será? ¿Quizás... porque... querías comprobar si aún perdiendo sus recuerdos tu amado volvería a enamorarse de ti otra vez? Qué egoísta eres, Nisha.

-Eso no es... -me di vuelta, pero John me sujeta por el rostro y me obliga a mirar a Adler, quien a pesar de estar enfadado conmigo siente la necesidad de protegerme, solo que John lo mantiene a raya amenazando mi cuello con un cuchillo.

-Admítelo, Nisha. Lo único que querías era sentirte apreciada por alguien, que no te cambiaría por nada en el mundo y que volvería a amarte aún si sus recuerdos fueron alterados hasta olvidar tu existencia. Porque nunca sentiste ese amor, solo de la persona que más detestas... porque eres una persona horrible y egoísta.

Aunque no quisiera, sus palabras me afectaban tanto que mi pecho comenzó a doler, mis ojos de cristalizaron hasta que las lágrimas comenzaron a desbordarse, John me suelta y yo caí al suelo de rodillas, abrazándome a mí misma y agachando la cabeza.

-Lo siento... Lo siento tanto, chicos. Es verdad... Quería decirles todo, pero por egoísta no lo hice y dejé que todo esto pasara. Lo siento... -repetí una y otra vez que lo sentía mientras sollozaba hasta que me giré hacia el hombre de la cicatriz-. John... yo soy a quien necesitas. Yo fui quien despertó más habilidades aparte de la inmunidad, los demás no lo han hecho, ellos no te serán de utilidad. Úsame como tú quieras, haz lo que deseas... Pero déjalos ir, te lo suplico. Si les borras la memoria de nuevo no volverán a molestarte y yo haré lo que digas. Por favor...

-Nisha. ¿Qué estás diciendo? -Adler me mira aún más confundido-. ¿Despertar más habilidades? ¿A qué te refieres?

-John nos puso a prueba en todo este tiempo, por eso nos regresó a la vida cotidiana, pero arreglando las cosas para que nos conociéramos -empecé a explicar mientras me levantaba-. Quien despierte más de una habilidad será el experimento perfecto junto al A.8, él nunca ha sido una falla, John lo ha hecho así. Y necesitaba a otro más para ser el más fuerte y usarlo para conquistar todo lo que quisiera. Aunque eso signifique dejar nuestra humanidad y conciencia atrás...

-Sí, tú y el A.8 serán mis armas especiales, mientras él crea guerreros, tú crearás súbditos. Obligarás a todos a adorarme como a un Dios -sonríe John acercándose-. Si es así, entonces acompáñame, querida.

Me tiende la mano esperando a que yo fuera con él por decisión propia, que por mi cuenta abandonara a mis compañeros, esta vez para ya nunca volver a reconocerlos siquiera. No iba a poder engañarlos, estaba bien... de todos modos no merezco estar a su lado cuando despierten y no recuerden nada otra vez.

-Adiós, chicos. Y no se preocupen, no tienen que perdonarme -les sonreí antes de tomar la mano de John, este sonríe más ampliamente y me deja el paso libre para salir de este lugar.

-Hablas de despertar más habilidades... -la voz de Adler nos detiene-. Dime, ¿qué otra habilidad tienes?

-Adler, por favor...

-No tienes ninguna habilidad, ¿cierto? -se responde con seguridad y atrayendo la atención de John-. Las poseo yo.

-No -me di vuelta enseguida, pues sabía que era verdad.

-¿Qué otra habilidad posees? -pregunta John intrigado. Adler lo mira con asco, pero responde sin dudar.

-Tuve la fuerza suficiente para lanzar a Serena hasta una de tus criaturas cuando intentaste secuestrar a Rebecca.

-Adler, basta. No sabes lo que estás diciendo -me acerqué a él pero me aparta hacia los chicos y se enfrenta a John quien estaba pensativo.

-También he caído de lo más alto y al golpearme contra el suelo no me ha pasado nada. Fuerza y resistencia, eso sé hasta ahora, Nisha no tiene nada más que su inmunidad. Ella no te servirá de nada, úsame a mí en su lugar.

-No lo hagas, te lo suplico... -sollocé.

-Bien. De todos modos no funcionaría con Nisha si es verdad, su inmunidad pudo haberme causado problemas... pero que bueno que decidiste ser honesto. Eres mucho mejor persona que ella -responde John con una sonrisa-. Andando.

John se da la vuelta para irse, Adler nos mira por encima del hombro, me mira por último.

-Ni piensen en detener esto. No podrán hacerlo.

Agaché la cabeza sollozando, miraba mis manos contra el suelo, estaba temblando, escuché los pasos de Adler comenzando a alejarse de nosotros, negué con la cabeza y me levanté de inmediato. Antes de que ellos pudieran reaccionar crucé a un lado de Adler, el cual intentó detenerme sin alcanzarme. Llegué hasta John que se dio la vuelta y la di una patada en la herida de su pierna que lo hizo caer al suelo con un quejido de dolor. Sacó un dispositivo de su bolsillo pero lo golpeé y aparté de él hasta pisarlo y destruirlo, manteniéndolo inmovilizado contra el suelo.

-Que malo eres, Adler. Esta iba a ser mi forma de redimirme... -mencioné-. Además... te recuerdo que tú a mí no me das órdenes fuera del sexo.

Este se veía impresionado y un poco alegre y divertido que incluso deja ver una leve sonrisa de lado. Sonreí un poco y ajusté mi agarre en John para que no pudiera moverse.

-Váyanse. Deben salir de aquí. Salgan, ahora.

Todos se levantan y cruzan la puerta junto a nosotros. Adler me mira un momento antes de salir con los demás. John comienza a reír a carcajadas.

-No lograrán salir. Mis mascotas los estarán esperando.

-Podrán con ellos, siempre han podido con lo que sea -respondí segura de mis palabras.

-No si un detonante los detiene.

-¿De qué hablas?

-¡Ray! -abrí los ojos de par en par al escuchar el grito de Rebecca.Miré hacia los chicos y vi a mi mejor amigo retorcerse en el suelo mientrasaquella negrura se esparcía por su cuerpo hasta hacerlo agonizar.