Capítulo 41 | Secreto Mortal
Seguimos corriendo aún más desesperados, en busca del lugar donde ese hombre y las criaturas tienen a Kyle. Rebecca miraba su radar y nos guiaba junto a Adler quien estaba alerta a todo a nuestro alrededor y creando planes mientras tanto. Miré a Ray, notaba muecas de dolor en su rostro, pero lo intentaba disimular. Sujetaba su costado y daba leves apretones de dolor. No pude soportarlo más y me acerqué a él.
-Ray ¿Estás bien? -pregunté directamente.
-Sí... ¿Por qué no lo estaría? -responde con una sonrisa que le costaba mantener. Flaqueaba.
-No lo sé, ¿será porque noté que algo te duele? -respondí dándole a entender que es imposible que pudiera mentirme, aun así lo intenta.
-Claro que no, estoy bien.
-¿Entonces me crees ciega? -rodé los ojos.
-Am... sí -sonríe para molestar y lo consigue, le di un golpe de broma y comienza a reír pero su costado pareció dolerle más, ya que se lo agarró con más fuerza y se quejó-. Mierda.
-Muéstrame -sentencié dejando las bromas finalmente.
-¿Qué cosa?
Lo miré con severidad para que dejara de mentir, él se rinde y levanta la remera para mostrar su costado. Abrí los ojos de par en par y retrocedí un paso por el asombro y preocupación.
-¡Ray! -susurré para no llamar la atención de los demás-. Te han herido, ¡¿por qué no lo dijiste?!
Miraba con horror su herida. Estaba volviéndose negra y apenas sangraba pero el negro se esparcía como venas por su piel.
-No era el momento... debemos salvar a Kyle. Además... no quiero preocupar a Serena.
-Ray... -lo miré con lástima y odiando la idea de que solo yo fuera inmune a esas cosas, ¿por qué no estuve allí para llevarme su herida? ¡Joder! No hay forma de detener la transformación y eso me preocupa más.
-Estoy bien. Recuerda que cuando no es una mordida esto es más lento, puedo seguir.
-Pero tarde o temprano te volverás uno de ellos... -mis ojos se cristalizan, pero me negué a llorar-. Hay que decirles a los demás.
-No. No se los digas. Te lo he dicho no quiero asustar a Serena y tampoco a Rebecca... Nisha, prométeme que no se lo dirás a nadie, por favor... no quiero ser una carga para nadie -suplica sujetándome por los brazos. Lo miré a los ojos, estaba esperando que se lo prometiera y no me dejaba otra opción.
-Ray, no eres ninguna carga para nadie. Pero está bien, yo no se los diré, tú deberás hacerlo en algún momento. Solo espero que lo hagas antes de transformarte -aparté sus manos y le di la espalda al no poder verlo más.
-Gracias...
-Debemos alcanzar a los otros -murmuré
-Vamos.
Volvimos a correr hasta llegar con los demás, quienes nos reclaman por haber desaparecido así. Dejamos eso de lado cuando Ray cambia de tema preguntando lo que han encontrado. Lo miré deseando decirles a todos lo que estaba ocurriendo con él. No puedo creer que Ray nos quiera ocultar esto. Rebecca estará destrozada al saber que a su hermano lo han herido y se está transformando en una de esas criaturas lentamente. Igual que Serena, ¿cómo le dices a alguien que su novio, la persona a quien más ama, la perderá para siempre?
Ojalá hubiera una cura... Deseo tanto llegar con el científico y saber que existe algo que detenga la transformación. Quiero salvarlo... Fue mi mejor amigo desde la infancia junto a Rebeca. No quiero perderlo. Aunque ellos no recuerden su infancia conmigo, sigo apreciándolos desde niños...
Miré a Adler, necesitaba más que nunca estar con él ahora aunque no pudiera decirle lo que pasaba, quería su apoyo. Me acerqué a él quien miraba el cielo estrellado hasta que comenzó a hacer muecas de dolor y a sujetarse la cabeza.
-¿Adler? -me acerque a él rápidamente con temor de que haya sido herido igualmente, pero no... no era eso...
Adler seguía sujetándose la cabeza con dolor, sin tener forma de calmarlo solo pude estar a su lado, sujeté su cabeza y lo hice acostarse en mi regazo, buscó mi mano y al encontrarla se aferró a mí como un niño asustado. Está recuperando sus recuerdos.
Lo abracé y besé su frente para intentar calmarlo mientras murmuraba palabras de apoyo. Los demás se reúnen a nuestro alrededor con preocupación e intentando entender lo que le pasaba a Adler, él cierra sus ojos con fuerza al igual que aprieta mi mano. Solo pude permanecer a su lado, aunque también quería quitarle el dolor.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro