Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 15

—¿Dónde estabas? — pregunta Belcebú llegando a mi de un brinco —, estuvimos buscándote por todos lados.

—Lo siento — me disculpo en un largo suspiro —, estaba con Luzbel...

—¿Luzbel? ¿Dónde está él?

—En el abismo... — contesto nada contenta —. Satanás se lo llevó antes de que muriera, han logrado salvarlo y le pedí a Astaroth que me llevase con él.

—¿Estás bien?

—Lo estoy.

—¿Y Astaroth?

—Sigue allá.

—¿Cómo volviste?

—Hécate me trajo...

—¿Dónde está ella?

—Volvió con los demás. Rafael también está allá.

—Te obligaron a regresar, ¿verdad?

—Así es, ahora hay algo nuevo con Uriel, y adivina.

—¿No quieren decirte?

—Exactamente.

—Hmm... creo que tengo ir también, esto suena muy extraño.

—Llévame contigo — pido sin pensarlo un segundo.

—Pues...

—Por favor, ya no soporto más esto, sólo ve lo que me está pasando — digo señalándome. Realmente estos cambios sólo son una excusa, aunque tomando en cuenta que es a Belcebú al que intento convencer, no sé si caiga con eso.

—No sé que es lo que está pasando, sería demasiado arriesgado llevarte.

—No me verán, puedo esconderme mientras hablan, por favor.

—No me refiero a que ellos te vean, sino de lo que estén hablando... no sé específicamente cuál sea el tema, y es peligroso llevarte.

—Pero...

—Sin peros, volveré pronto.

—Bel, ¡no puedes hacerme esto! — reclamo caminando tras de él.

—Corrección, sí puedo — zanja un segundo antes de desaparecer.

—¡Maldita sea! — me quejo haciendo rabietas. 

Definitivamente que esto no puede estar pasándome a mí, ¿de verdad? ¿Incluso un demonio acaba de traicionarme en cuanto eso?

—¿Qué está pasando? — Kate aparece frente a mí antes de que empiece a caminar.

—Muchas cosas, ¡muchas! De verdad que estoy a un minuto de ir y entregarme a los ángeles.

—Qué dices, eso es imposible.

—Como lo oyes, necesito encontrar a alguien — continúo mientras camino en busca de otro demonio al cual recurrir.

—¿A quién?

—A... alguien.

—¿Quién es ese alguien?

—Abaddon.

—¿Y él quién es?

—Un... ya sabes — le susurro.

—Ah, uno de ellos...

—Así es.

—¿Y para qué lo buscas?

—Tengo una sarta de problemas que te mueres si te enteras.

—Dímelo.

—No, no. Necesito buscar a Abaddon ahora.

—¿Ya te diste cuenta de que nos hemos distanciado? — pregunta con tristeza. Dejo de caminar y me quedo quieta donde estoy —. No quiero sonar como la celosa de una relación, sólo que... ya no sé si somos o éramos amigas.

Siento una punzada atravesarme el corazón. ¿Cómo es que pude dejarla y ni siquiera darme cuenta?

—¡Hey tú! — le grito a Gaderel cuando lo veo caminando tranquilamente —, ¡ven acá!

Corro hacia él al mismo tiempo que ya va hacia dónde estoy.

—¿Buscas esto? — pregunta dándome una manzana

—No, no quiero manzanas hoy, necesito que me hagas un favor.

—Favor... — repite saboreando las palabras —, ¿qué clase de favor?

—¿Te agrada espiar a los demás? — pregunto dándole interés genuino a la pregunta.

—Dime más, comienza a sonar interesante.

—Rafael, Luzbel, Belcebú, Hécate, y algunos más están en el abismo, hablando de algo secreto — hago tanto énfasis en la palabra que veo sus ojos brillar curiosos —, me ocultan algo, y no quieren decir una sola palabra de ello, siempre me sacan de donde estén para hablar de algo. Y la verdad estoy harta y tremendamente intrigada, necesito, de verdad, necesito saber qué está pasando.

—Cuenta con ello — acepta chasqueando los dedos —, investigaré, como en los viejos tiempos.

—¿Viejos tiempos?

—Lo hablaremos cuando vuelva.

El demonio me sonríe ampliamente y desaparece.

Bien, sólo hace falta intrigar a alguien para que haga el trabajo por ti.

Busco a Kate con la mirada, sin embargo ya no está donde la dejé. Comienzo a caminar sin dejar de buscarla, ahora que está "resuelto" el tema inicial, puedo preocuparme por el que acaba de surgir con mi amiga.

—¡Kate! — le grito antes de que termine de salir del edificio.

—¡Vete al diablo! — contesta.

—¡Kate, para ahora mismo! — le amenazo corriendo por el pasillo.

Derrapo poco antes de llegar a la puerta, abro de un jalón y veo a la rubia corriendo para huir de mí.

Salgo disparada detrás de ella, si cree que voy a dejarla escapar está aún más loca que antes.

—¡Déjame! — grita sin dejar de correr.

—¡Para ya!

—¡Déjame! — repite.

Quiero reírme por esto. Hace unas horas estaba corriendo peleando con demonios, ahora estoy corriendo detrás de mi mejor amiga.

Sin detenerme respiro profundo, para luego aumentar la velocidad y llegar a Kate de una vez.

Mis piernas se mueven más rápido cada vez, y voy acercándome de una manera imposible. Nunca antes había llegado a esto, y lo peor es que ni siquiera me siento un poco acelerada.

Aumento un poco más todavía, cuando estoy a pasos de Kate me le echo encima y la tacleo.

—Coño — se queja agitada.

—Que cobarde, ¿por qué mierda huyes? Sólo necesito hablar contigo.

—Pensé que estabas con uno de tus nuevos amigos.

—Necesito que hablemos... bueno, lo que en realidad necesito es fragmentarme y poder estar en muchas partes al mismo tiempo. Pero, creo que acabo de conseguir un par de ojos extras para encargarse de mi problema más grande.

—¿El par de ojos pertenece al tipo que aparece manzanas?

—Sí, así es.

—¿Qué hará?

—¿Aceptas charlar conmigo?

—Claro que acepto, ¿por qué no lo haría?

—Por la misma razón por la que huiste de mí.

—Hey, ¿estamos inaugurando equipo de americano? — la voz de Jason nos distrae a ambas de nuestra platica. Él, Brian y Henry están parados mirándonos.

—No — contesta volteándose a mirarme —, pero creo que sí inaugurando el regreso de nuestro equipo.

Todos intercambiamos miradas.

Así es, vamos a volver de una separación de la cual ni siquiera nos dimos cuenta en la que entramos.

—Se oye bien — acepta Jason sonriendo.

—Necesito contarles muchas cosas. Ustedes tienen que saber algo importante de mí — admito con cierto nerviosismo. No sé cómo se tomen todo lo que planeo decirles, pero tengo que hacerlo ahora, ya no puede esperar.

—¿Saber algo? — pregunta Henry enarcando una ceja —, eso suena muy sospechoso.

—Sí... es complicado... — admito suspirando y rascándome la cabeza. No sé cómo voy a decírselos, ya he tomado la decisión, y ahora tengo que contárselos sí o sí. Y no me molesta, incluso no me desagrada, pero me preocupa el futuro, ¿qué van a pensar? ¿Y si simplemente me dan la espalda?

—Es algo fuerte, ¿no? — pregunta Brian.

—Algo... — confieso.

—Bien, digamos que por aquí las paredes escuchan... vamos allá — decide señalando el edificio B con la barbilla.

—Suena bien — acepta Kate mientras Henry le da una mano para pararla.

—Vayamos — acepta ahora Jason extendiendo una mano hacia mí.

—No hay ángeles cerca, ¿verdad?

—¿Temes ser descubierta? — pregunta Brian riéndose.

—No queremos que nadie se entere, ¿no?

—Sí, será lo mejor.

Caminamos a paso rápido por el gran patio que separa el lugar en el que estamos del que vamos. Los cinco vamos mirando para arriba y alrededor como si ocultásemos realmente algo.

Todo está completamente vacío, incluso me sorprende no ver a ningún ángel cerca, nadie vigila, ninguno está cerca.

Corremos los últimos metros que quedan, subimos las escaleras de dos en dos y vigilamos todo mientras Jason abre la puerta.

—Nadie nos sigue — asegura Kate luego de mirar un buen rato por una de las ventanas.

—Perfecto, ¿qué está pasando? — pregunta Brian con ansias.

—Hmm, ¿podemos entrar a un salón? — pregunto mirando hacia ambos lados del pasillo vacío.

—Vamos, entremos a audiovisuales — pide Henry en susurros, como si alguien pudiera escucharlo. Y aunque se vea raro lo entiendo, aún sabiendo que estamos solos ya no podemos confiarnos de que lo estemos completamente.

Todos le seguimos en completo silencio, el edifico está a obscuras, y mientras caminamos veo que todo se ensombrece más, diciéndome que afuera el cielo comienza a nublarse.

Henry abre el salón y se pasa deteniéndonos la puerta para cedernos el paso a nosotros.

Aquí adentro está doblemente oscuro, este salón no es tan grande como los demás, pero dado que antes se hacían proyecciones aquí adentro, está aislado de cualquier luz externa a la de las viejas lámparas del techo, por lo mismo no tiene ventanas y le rodean gruesas paredes de concreto que aíslan el sonido de aquí adentro.

—Bien, ya estamos listos — afirma Kate mirando a los tres chicos, he decidido sentarme al otro lado de la gran mesa para poder mirarlos bien.

—Sí... no sé con que empezar... — confieso nerviosa y jugando con mis manos.

—Con lo que sea, Lía, tal vez debas comenzar con el porqué nos hemos distanciado.

—No, eso no — contradice Brian —, de por sí ya es bastante obvio, no estamos en el mundo de antes.

—Es cierto — apoya Jason —, tal vez deberías empezar con que te atormenta.

—Que atrevimiento decir que algo le atormenta — habla ahora Brian.

—¿No es obvio, bestia? Claro que algo la atormenta, ¿que acaso no escuchaste lo que dijo? — le contesta Henry.

—Bueno ya — interrumpe Kate —, que empiece con lo que guste, tal vez específicamente lo que tiene que contarnos, porque estoy segura de que todos esos problemas y tormentos vienen encadenados a eso.

—Buen punto — acepta Jason —, te hemos dado la respuesta, Lía, empieza.

—Bueno yo... — creo que el verdadero problema es la forma en la que tengo que decírselos.

—Siempre dándole suspenso a las cosas, sólo suéltalo — presiona Brian.

—Si sólo lo suelto se vuelven locos — contesto.

—¿Más? — preguntan los cuatro al unísono.

—Ay, no puede ser.

—Nos conoces de hace años, Lía, sabes que somos tus mejores amigos, y sea lo que sea que tengas que decirnos vamos a seguir apoyándote y estando a tu lado. Nada lo va a cambiar.

—Kate tiene razón, eres nuestra amiga y nada va a cambiar eso — asegura Jason mirándome con cariño.

—Tienen razón — acepta ahora Brian —, llevamos años de ser amigos, por favor, hacíamos pasteles de lodo en el jardín de niños.

—Y Kate de los comía — contesta Henry intentando no reírse, pero termina fracasando y hasta ella empieza a reírse.

—Lía me habló recién me mudé aquí — comienza Jason —, nadie quería hablarme, todos corrían cuando intentaba acercarme, ella fue la única que decidió acercarse a preguntarme si quería ser su amigo.

—Yo fui con Lía — le recuerda Kate.

—Le dijiste que olía a mierda, no fue muy amistoso que digamos — le recuerdo imaginándonos como si hubiese sido a muy poco tiempo.

Las risas de todos llenan el lugar, por un momento, mientras cierro los ojos, siento que estamos en nuestro mundo, en el antes. Ese donde todos los fines de semana nos veíamos en Rae's para comer y terminábamos ebrios acampando en el bosque.

Vuelvo a abrir los ojos para enfrentarme a la realidad, no sólo la de todos, sino la mía que va todavía más allá de lo posible.

—Soy un ángel — suelto sin poder contenerme más. La risa de mis amigos se corta, y puedo ver que todos tienen la mirada sobre mí estupefactos —, lo fui antes — repongo analizando que técnicamente ahora soy humana... o casi.

—¿Qué estás diciendo? — pregunta Kate con calma e inclinándose un poco sobre la mesa —. ¿Eres uno de ellos?

Creo que esto sí logro cambiar nuestra amistad.

—Yo... me enteré hace poco, no lo sabían. No es algo que les ocultara desde siempre, es algo que les oculto desde el día que empezó todo esto, fue ahí cuando me enteré. Ese maldito día, Luzbel me lo dijo, lo hizo antes de tener que ir a edén y... y tener su votación... ahí se decidió que él podía regresar con los suyos.

—¿Estás diciendo que todo pasó por él?

—No, yo... esto es complicado, por favor déjenme decirles todo antes de que me manden a la mierda... Uriel planeaba esto, la verdad aún no sé porqué, no han querido decirme nada, y justo ahora está pasando algo más de lo que tampoco quieren contarme. Uriel nos odia, por eso quiere matarnos.

—¿Él envío a esa cosa que nos persiguió hasta el bosque?

—No. Esa cosa era... era Aram.

—¿El hermano de Luzbel?

—No era su hermano — admito tapándome el rostro con las manos —. Era su hijo.

—¿¡Su qué!? — preguntan al unísono.

—Nos hicieron creer que era su hijo — repongo —. Lilith nos mintió, nos dijo que Aram era el hijo de ella y Luzbel, sin embargo sólo fue un maldito plan en el que caímos. No sé porqué querían hacerme daño, yo soy el maldito problema, y creo que eso tiene que ver con Uriel. Hace unas horas... yo... casi matan a Luzbel, era Uriel. Y Lilith estaba ahí, está de su lado, así que no lo sé, pero comienzo a creer que Lilith hizo todo en combinación con Uriel.

—¿Por qué harían eso? ¿Por qué tendrían que están juntos y hacer algo precisamente en tu contra? — veo a Kate tensa y enojada, lo que me da cierta esperanza es que creo que esta así por lo que le estoy contando justo ahora, y no por lo que soy.

—No lo sé, no sé qué está pasando realmente, pensaba que era una cosa, pero creo que es otra completamente diferente. Sé que quieren respuestas, pero les juro que yo también las quiero.

—Bien, enfoquémonos en los que sabes, por lo que entendí el monstruo come manzanas investigará el resto.

—Es un demonio — corrijo —, y no se las come.

—Me da igual, aparece manzanas.

—Que religiosamente curioso... — comenta Brian.

—Él tentó a Eva para comer el fruto prohibido, por eso mismo las aparece — explico.

—¿Para tentar a los humanos?

—No, aunque no lo creas sólo lo hace en un acto amigable, no puede tentar lo que ya fue corrompido.

—Bueno, no hablamos de eso. Enfoquemos en lo que sabes — interrumpe Kate —. Eres un ángel, ¿y...?

—No lo sé... sólo sé un poco de mi historia, es todo.

—¿Que poco?

—Estuve con Luzbel antes — explico no muy convencida de lo que voy a decir.

—Sí, predecible.

—Y lo engañé con Rafael.

—¡¿Qué?! — pregunta como lo esperaba.

—Eso tiene siglos, ni siquiera sé porqué lo hice... supongo que me enamoré de ambos, pero Rafael se hizo a un lado...

—Bien... no pasa nada... no voy a enojarme por algo que pasó hace años... — niega respirando profundo y calmándose —. ¿Luego qué pasó?

—Me desterraron porque era un desastre, y ahora aquí estoy.

—¿Qué te atormenta de eso?

—Que ya lo sé, y al saberlo todo cambia, mi mente está siendo diferente... está cambiando.

—¿Cambiando?

—Soy consciente de ambas vidas, tengo recuerdo de dos tipos de tiempo pasado... el pasado humano y el pasado ángel — explico tan bien como puedo —. Se supone que ambas memorias están separadas por una fina "pared" que es la que me permite ocupar mi mente humana sin verse intervenida por la ángel. Sin embargo puedo dominar ambas si lo deseo, sólo tengo que forzar ligeramente a mi mente para que atraviese ese muro.

—¿Estás diciendo que recuerdas tu vida pasada?

—Así es, si lo quiero puedo recordarla, o sólo seguir únicamente con mi memoria humana.

—¿Sólo eso?

—No. Hay un problema.

—¿Qué problema?

—Que mis recuerdos antiguos están desplazando a ese muro, y éste a mí memoria actual.

—¿Y eso significa?

—Que si no logro controlar ambas partes una va a suplir a la otra. Y no sólo queda en eso, mientras las cosas avanzan en mi cabeza provocan cambios aún más fuertes. Esos cambios son físicos en su mayoría.

—¿Por eso tus ojos lucen más claros? Y tú cabello igual...

—Así es, eso es lo que está pasando.

—Pero es que no entiendo, ¿por qué pasa eso?

—Creo que me estoy convirtiendo.

(...)

—Es seguro, Belcebú se quedó revisando algunas cosas, y los ángeles se quedarán al cuidado de Luzbel — me informa caminando en mi dirección —, ¿y ellos?

—Ya lo saben — informo para que sepa que pueden oír lo que tenga que decirme.

—Bueno... ha sido demasiada información, pero no puedo dártela toda — admite aventándome una manzana.

—¿En serio?

—Voy a explicártelo, no creas que todos te negamos las cosas, pero si hay algunas que no debes saber por seguridad.

—¿Cómo cuáles?

—No puedo decirte — contesta rodando los ojos.

—Me refiero a por qué.

—Porque son cosas demasiado fuertes para ti ahora, y otras no le ayudarían a los cambios que quieres frenar en ti.

—De acuerdo, dime las que no me pongan en "peligro".

—¿Segura que quieres que ellos oigan?

—No pasa nada, está bien.

—Bueno... Uriel está aliado a Lilith porque comparten un fin en común contigo.

—¿Cuál?

—Destruirte.

—¿Por qué quieren destruirme? Entiendo que Lilith lo quiere porque técnicamente han muerto dos de sus hijos por mi culpa, sin embargo, Uriel... ¿quiere sólo vengarse de su hermano?

—Te equivocas, sólo murió Aram. Aixa, está viva, lograron salvarla. Aunque también eso le ha dado más ganas de querer matarte, la razón real viene de hace miles de años, tu relación con Aixa jamás ha sido buena, tuvieron demasiado problemas, y Lilith también los tuvo contigo, eres su enemiga desde hace mucho tiempo.

—Bien, entonces puedo entender eso, pero, ¿y Uriel?

—Ahí está lo complicado... ¿Sabes por qué te desterraron?

—No, jamás me lo han querido decir realmente.

—Bueno, pues lo haré yo... hmm... eras un ángel muy diferente, rebelde, terca, temeraria, eras guerrera, algo de verdad imposible. Tú temperamento era muy fuerte y digamos que de verdad eras una ángel única... juraste servirle a él, y cumpliste con eso. Sin embargo te enamoraste de tres de sus creaciones.

—¿Tres? ¿Hubo alguien aparte de Rafael y Luzbel?

—Te enamoraste de los humanos, de su raza como tal, te enamoraste de la creación más perfecta del señor. Eso te hizo entrar en contradicción con muchos de los arcángeles, incluso con Luzbel, pues ninguno de ellos quería a los mortales. Tú fuiste la que saboteo cientos de planes para eliminarlos, peleaste con Uriel porque intento exterminarlos, e intentaste matarlo... ese fue uno de lo pecados que cometiste, además de meterte con ambos arcángeles, e ir al abismo sin permiso ni razones apartes, y obviamente a escondidas. Te echaste a varios enemigos encima, pero el peor fue Uriel, gracias a él te sacaron, ya que te acusó de traición con los demonios, pues inventó que los mantenías al tanto de estrategias y planes de las guerras, y por eso mismo los ángeles estuvieron a punto de ser vencidos en varias ocasiones. Pero no, no lo hiciste, Lía, Uriel mintió, por eso mismo Luzbel le tiene tanta tirria a su hermano, porque provocó que expulsaran a su ángel mediante mentiras.

—¿Y para qué quiere matarme?

—El problema es que él no quiere matarte. Quiere mantenerte cautiva un tiempo mientras vence en esta batalla, una vez que gane el juicio final llegará, Uriel pedirá que enjuicien a Luzbel y todos sus sus aliados, y mientras eso pasa, te matará. Tu alma volverá al seol de donde no podrá salir más, pues la raza humana habrá sido exterminada y no tendrás en qué reencarnar; mientras Luzbel termina de ser enjuiciado será suficiente tiempo para que tú al igual que las demás almas sean eliminadas por completo. Y así no puedas volver a edén. Eso le dejaría libre de cabos sueltos, y asumiría el poder de los caídos.

—¿Por qué sería un cabo suelto?

—Porque el señor no te desterró como tal... aunque nadie sabía esto... cuando te expulsaron de edén te dieron una encomienda, ya que serías recibida de vuelta.

—¿Qué clase de encomienda?

—Muchos ángeles se quejaban de los humanos, exigían su muerte y exterminación. Y tú eras la única que les defendía. Así que a él se le hizo una buena idea darte la encomienda de decidir el destino de los mortales una vez que estuvieras de vuelta en edén. Así que eso es lo que no le conviene a Uriel, porque si tú vuelves desmentirás al arcángel frente a su padre, y esa será su derrota.

_______________
Perdón por la tardanza, he estado teniendo muchísimo trabajo con eso de la editorial y mis otros libros ☹️

Siguiente actualización, Martes 23 de abril.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro