Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

00

La habitación del Omega JiMin estaba lista desde hace horas cuando el joven lo ordenó entre lágrimas para dormir separado esa noche de su esposo. Al parecer había rumores sobre una fuerte discusión por las mentiras infundadas de una sirvienta que buscaba dejar una mala reputación del Omega frente a todos, y peor aún, sobre su esposo.

—Mi señor, su habitación está lista —le susurró TaeHyung cuando lo vió sentado en un columpio debajo de una fría sombra creada por el espeso árbol sobre su cabeza.

El aire se llevaba con él los pétalos de los cerezos y algunos tocaban delicadamente el rostro de JiMin. TaeHyung sonrió cuando vió varios de ellos sobre los rizos dorados de su señor, se sentó a su lado cuando vio esa melancólica mirada puesta en el lago adornado por los pétalos rosáceos y los peces de una gran variedad de colores nadando libremente por las aguas transparentes que daban una vista completa de las plantas acuáticas que había en el estanque.

—Mi señor —lo llamó dulcemente y obtuvo una mirada triste de esos bonitos ojos azules como el más bello océano—, mi señor, ¿qué ocurre? Dígame cómo ayudarlo y haré hasta lo imposible para borrar esa amargura de su fino rostro.

JiMin le sonrió y antes de que el moreno pudiera decirle algo más sintió que el Omega lo abrazaba y lloraba sobre su pecho, aferrado a sus ropas con fuerza y veía que en las pequeñas manos se marcaban los rojizos nudillos.

—Él... él le creyó a ella, no a mí —confesó casi apenado para el Omega que le estaba dando su apoyo, TaeHyung sintió su cuerpo arder ante la magnitud de esa confesión, sin entender cómo el Lord Min YoonGi le creía más a una chica de la servidumbre que a su propio esposo, con el que había contraído matrimonio por amor y no una mera obligación heredada por su padre, ya que por los innumerables ruegos de Min fue que se le permitió casarse con un chico de un estatus que ni siquiera era «digno» para un lord.

—Mi señor... No voy a justificar a su esposo, pero creo que usted debería tener un poco más de cariño por sí mismo y no dejar que él lo haga sentir culpable por algo que usted claramente no cometió, yo siempre estoy con usted a todas horas y soy un leal testigo de que no hay ninguna acción cometida por usted que afecte a su matrimonio o a su salud —su voz ronca resonaba en los oídos de JiMin al seguir escondido entre su pecho, era cálido y se sentía seguro cuando ese bonito y rico aroma a lavanda y coco le rodeaba al saber que la persona merecedora de su mayor confianza estaba cerca.

—Me cansé de decirle que no le fui infiel, sin embargo, sigue creyendo que esa mujer tiene la razón —se separó lentamente de su amigo y lo vio a los ojos—, realmente no sé qué hacer, es por eso que no dormiré estos días con él para que enfríe sus pensamientos y pueda entenderme al menos un poco.

El Omega moreno asintió feliz, tomando esas pequeñas manos entre las suyas y darles suaves masajes en el dorso, sonriendo en grande cuando el aroma a salvia y glicínias inundó a su alrededor y le hizo saber que el estado de ánimo de su señor había mejorado considerablemente después de oír un poco sus palabras.

—Dime Tae, ¿cómo te va con tu esposo? Me alegre mucho cuando supe que YoonGi autorizo su matrimonio ya que JungKook es un leal soldado suyo.

Las bonitas mejillas del moreno fueron espolvoreadas con el tono carmesí que de manera sublime se esparció hasta sus orejas.

—De maravilla, mi señor, de hecho comencé a tener el presentimiento de que estoy en cinta —confesó rebosante de alegría y JiMin expandió sus ojos tanto como pudo y sus labios rechonchos se formaron en una adorable «O» que le provocó una pizca de gracia.

—¿Lo dices en serio? ¡Eso es maravilloso, Tae! Por Dios, seguramente será tan bonito como tú, espero que tenga tus peculiares pero bonitos ojos y tu sonrisa cuadrada sin duda sería la mayor de sus gracias, ¡O puede tener los ojos de JungKook y tu preciosa sonrisa!

TaeHyung río bajito y puso sus manos en los hombros del Omega para tranquilizarlo, vio que JiMin seguía inquieto y emocionado al saber que lo más seguro era que en poco tiempo su barriga estaría creciendo con el fruto de su amor.

—Habla con tanto amor sobre un bebé que ni siquiera sabemos si realmente vendrá, mi señor —la mirada de JiMin se perdió entre la naturaleza a su alrededor sin atreverse a soltar las tibias manos de TaeHyung.

—Lo que más deseo es un hijo para ya no sentirme solo —esa sonrisa en su rostro lucía normal, pero TaeHyung encontró tantos sentimientos reprimidos que le dolió verlo así de vulnerable—. No me quejo de nada, mi esposo está ocupado casi todo el día y cuando llega a la cama yo ya estoy dormido o cansado por mis deberes, pero muchas veces quisiera poder abrazar a un bebé y darle todo mi amor.

El moreno limpió suavemente esa lágrima que abandono los orbes azules y mojó la mejilla gordita que llevaba encima un sonrojó moderadamente intenso por el frío que comenzaba a sentirse.

—Oh por Dios, TaeHyung no debes estar en el frío si realmente estás en cinta, vamos, puedes irte a casa hoy, dile a JungKook que puede irse también —los ojos de TaeHyung brillaron pero pronto pareció perder su color cuando se dió cuenta que tendría que dejar solo al Omega rubio.

—Mi señor, pero usted se quedará solo y seguramente tendrá problemas por relevar de su turno a mi pareja y...

—Por favor, me haz ayudado tanto que es lo menos que puedo hacer por ti, Tae. Ahora anda, toma algunos de los panecillos que hiciste para mí y cuídate mucho, por favor.

Asintió sonriente sin saber si estaba bien o no abrazar al mayor, pero río bajito cuando ya tenía casi encima al chico rubio y sintió las ligeras caricias en su melena azabache. Lo despidió con una radiante sonrisa y el movimiento de su mano a los lados hasta que lo perdió de vista y pudo sentirse nuevamente en el frío columpio de madera.

Últimamente su matrimonio no iba bien, alguien difundió rumores sobre él y ni siquiera su esposo le creía, lo que llevo al límite que más de algún sirviente del palacio le viera mal o murmuraran cosas hirientes de él a sus espaldas cuando lo único que hizo fue extender su mano ofreciendo su ayuda cuando ellos lo necesitaron.

Escucho que el césped se movía y se giró un poco para ver que era su esposo caminando hacia él, sus ropas negras danzando con la brisa de invierno, la nieve no tardaría en llegar y eso le alegraba tanto como le preocupaba.

—¿Qué haces aquí? El aire está muy frío y sabemos que enfermas fácilmente, JiMin.

Sus rizos dorados se movieron con una ventisca que los rodeo y se llevó con ella los pétalos y hojas caídas de otros árboles.

—Ya estaba por irme —respondió sin más poniéndose de pie e ignorar su presencia para llegar a sus aposentos.

—Nuestra habitación está al otro lado, JiMin. La dirección contraria a la que estás tomando —le recalcó y el Omega se detuvo para darse la vuelta con la molestia reflejada en cada poro de su piel.

—¿Y? No dormiré en la misma cama contigo cuando ni siquiera puedes creer en mis palabras, lárgate a creerle a la servidumbre o mejor aún, lleva a esa chica a dormir contigo si tanto confías en ella como para hacerme ver como un cualquiera frente a todos —bramó infeliz con sus ojos demostrando lo mucho que le dolía el haber sido tratado de la manera más humillante por la misma persona que amaba.

—Por Dios, ¿seguirás negando eso JiMin? ¡Tenías las malditas manchas por todo el cuerpo, desde las piernas hasta el cuello!

—¡¿Y no se te ocurrió que fue por el maldito frío?! ¡Ya sabemos que soy débil YoonGi, ¿acaso no recuerdas que el frío me afecta tanto en la piel que por eso odio está temporada?!

Los ojos de su esposo se abrieron en par y su rostro se puso aún más pálido de lo que ya era, vio que sus manos temblaron y sus pies quisieron moverse para llegar a él, pero antes de que hiciera otra cosa lo detuvo con sus palabras.

—Espero que estés feliz con haberme hecho sentir asqueroso por estás manchas que tanto odio, desconfiaste de mí y le creíste a un tercero, ahora mismo no me siento en las condiciones para estar junto a ti YoonGi, así que por favor dame mi espacio y déjame solo —pronunció adolorido cuando el aire lo golpeó y provocó que esas manchas rojizas de su piel dolieran. El alfa lo vio aterrado, parecía no tener palabras y JiMin tampoco espero una.

Tan sólo se dió la vuelta para encerrarse en esa vacía habitación donde estaría viendo las imperfecciones coloreadas en su piel por la temporada de frío.

Espero que les guste.

Los amo bebés. 💜

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro