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010

La cafetería estaba particularmente bulliciosa ese mediodía, con estudiantes buscando mesas y charlando animadamente. Jimin entró junto a Allegra, una compañera de su clase de Marketing que, a pesar de ser nueva en su vida, parecía llevar consigo una confianza desbordante que rompía cualquier barrera. Estaban buscando algo para almorzar cuando sus ojos, sin buscarlo, tropezaron con los de Jungkook.

Él estaba sentado en una mesa junto a Frank y Kaurna. La risa de sus amigos parecía llenar el ambiente, pero los ojos de Jungkook estaban completamente enfocados en Jimin. Durante un breve momento, el ruido de la cafetería desapareció. Había algo en esa conexión visual que lo desarmaba, como si Jungkook estuviera diciendo con la mirada todo aquello que Jimin intentaba evitar escuchar.

Jimin recordó las múltiples veces que Jungkook había intentado hablar con él a lo largo de la semana, y cómo él mismo lo había evadido con excusas torpes o simplemente ignorándolo. Aunque no podía negar que el chico le gustaba, no dejaba de dudar...

¿Y si solo estaba jugando con él?

Era una posibilidad que no podía ignorar, y la idea de salir mal librado lo aterraba. Pero entonces, había esos momentos en los que Jungkook le hacía cuestionar todo. Como justamente ahora.

—Mmh, tienes buen gusto —dijo Allegra de repente, interrumpiendo sus pensamientos.

Jimin parpadeó, desconcertado, mientras Allegra le daba un ligero empujón en el brazo, sonriendo con picardía.

—¿Qué? No sé de qué hablas.

Allegra rodó los ojos.

—¡Claro que sí! Te vi. Esos ojitos tuyos estaban completamente conectados con los de Jones.

—No seas ridícula —respondió, fingiendo indiferencia mientras avanzaba hacia el mostrador para pedir su comida.

Allegra se limitó a reír, divertida, mientras seguía su camino tras él. Después de pedir lo suyo, ambos se dirigieron a una mesa cerca de la ventana. Una vez sentados, Allegra, con la sutileza de un rinoceronte, echó un vistazo descarado hacia la misma mesa de antes.

—Oh... creo que ya lo entiendo. —Asintió para sí misma.

—¿Qué cosa?

—Según veo, eres bastante popular con los chicos —apuntó con convicción—. Ahora no solo es Jones quien te observa.

Jimin, tratando de no ser obvio, echó una mirada rápida hacia la mesa de Jungkook. Allegra tenía razón: tanto Jungkook como Kaurna estaban mirando en su dirección. Se encontró con los ojos de Kaurna por un momento y, sintiéndose atrapado, lo saludó de manera amistosa, como para disimular. Luego se giró hacia Allegra, tratando de mantener la compostura.

—Kaurna es solo un amigo, no confundas las cosas.

—Ajá. Así que él es solo un amigo. —Allegra levantó las cejas con una sonrisa maliciosa—. ¿Pero qué hay del otro?

Jimin sintió cómo el calor subía a sus mejillas por el rumbo de las cosas que estaba tomando la chica.

—No sabes lo que dices... —musitó.

—Oh, claro que tengo una idea. No es por nada, pero parece que traes loco a más de uno.

Jimin no pudo evitar reír ante lo directa que era Allegra. Aunque apenas estuviesen entablando un vínculo, su energía positiva y su capacidad de hablar sin filtros lo hicieron sentirse cómodo.

—Estás imaginando cosas —dijo, dándole un sorbo a su refresco.

—Claro, claro —respondió Allegra con tono sarcástico—. Pero cuéntame; ¿qué pasa con el chico que te estaba mirando como si fueras el último pan en el estante?

—¿No era "la última Cocacola del desierto"? —inquirió, divertido.

—Prefiero la Pepsi —respondió, mediante una nueva sonrisa—. Ya, pero hablando en serio, ¿sucede algo con Jones?

Jimin dudó un momento antes de responder. Quizás era por la misma forma tan despreocupada de ser de Allegra, que decidió no evadirla.

—Ciertamente, no lo sé. Me atrae, pero no lo conozco mucho y tampoco estoy seguro de sus intenciones conmigo.

Allegra pareció meditar sobre sus palabras por un segundo.

—¿Es por lo de su ex?

—¿Su ex? ¿De qué hablas? —Jimin frunció el ceño, confundido.

—¿No lo sabías? ¡Oh, tienes que actualizarte! —Miró discretamente a su alrededor antes de continuar—: Hace como un año, hubo un escándalo con él. Resulta que, según los chismes, su exnovia rompió con él porque supuestamente "le fue infiel". Luego, dos días después, se filtró una foto suya... ya sabes, bastante comprometedora. —Hizo un par de gestos con las manos para darse a entender mejor.

Jimin abrió los ojos con sorpresa.

—¿Y qué tiene que ver Jungkook con eso?

Allegra se inclinó un poco hacia adelante, bajando la voz como si estuviera revelando un gran secreto.

—Dicen que fue él quien filtró la foto, como venganza. Pero, bueno, todo es chisme. —Se apresuró a aclarar—. Según tengo entendido también, ellos habían quedado en buenos términos, por lo que no existía "motivo" para que Jones lo hiciera.

Jimin no sabía qué pensar. Aunque Allegra había expresamente dicho que solo se trataba de rumores, la información lo dejó inquieto. Su mirada se desvió automáticamente hacia Jungkook, como tratando de descifrar algo en su expresión o gestos.

Jungkook estaba riendo por algo que Frank había dicho, pero cuando sus ojos se encontraron nuevamente, su sonrisa se suavizó. Jimin sintió un pequeño nudo en el estómago.

¿Realmente era alguien capaz de hacer algo así?

Allegra, al notar la expresión de Jimin, le dio un leve codazo.

—Oye, no te lo tomes tan en serio. La gente siempre inventa cosas. Además, si te interesa, no está de más que le preguntes directamente, ¿no crees?

—No puedo simplemente preguntarle eso —respondió Jimin, sacudiendo la cabeza.

—¿Por qué no? —cuestionó Allegra, encogiéndose de hombros—. Si tiene buenas intenciones contigo, no debería tener problema en aclararlo.

Jimin suspiró, tomando un bocado de su comida mientras intentaba ordenar sus pensamientos. Allegra tenía razón en algo: si quería averiguar las verdaderas intenciones de Jungkook, eventualmente tendría que hablar con él.

(...)

La clase de Finanzas Corporativas tenía fama de ser un hueso duro de roer, pero lo que Jimin sentía ahora era algo completamente diferente y distante a la materia. ¿Ansiedad? ¿Nervios? ¿Miedo de enfrentarse a Jungkook? Probablemente una combinación de todo.

Había llegado temprano al aula, decidido a sentarse lejos de cualquier distracción. Sin embargo, tan pronto como se acomodó en su asiento y colocó los auriculares para disfrutar de su playlist de relajación, una sombra familiar se proyectó sobre él.

—¿Podemos hablar? —la voz de Jungkook era baja, pero cargada de intenciones.

Jimin suspiró audiblemente, sin molestarse en mirar hacia arriba.

—No es el momento, Jungkook. Quiero estar tranquilo.

Y con esa respuesta, subió el volumen de su música y clavó los ojos en la pantalla de su celular, como si estuviera revisando algo importante, aunque en realidad solo estaba viendo memes.

Pero Jungkook no iba a rendirse tan fácilmente. En un movimiento que desafió toda lógica, se deslizó lentamente en el asiento vacío junto a él.

Jimin, al sentir el peso a su lado, pausó su música. Luego se giró de manera pausada hacia él.

—¿En serio? —preguntó, arqueando una ceja.

Jungkook le dedicó una sonrisa inocente, esa que probablemente le había ganado varios corazones a lo largo de su vida.

—Solo quiero sentarme aquí y lo hice de manera tranquila —señaló, divertido.

Jimin bufó y rodó los ojos.

—Hay muchos asientos vacíos, Jungkook. ¿Qué te cuesta irte a otro?

—No quiero otro —respondió con sinceridad desconcertante, acomodándose aún más en su silla y poder verle mejor—. Solo quiero que hablemos.

Jimin no podía creer la terquedad de Jones. Decidido a no lidiar con eso, al menos no por ahora, comenzó a recoger sus cosas. Si Jungkook no se iba, entonces él lo haría porque siendo sincero, no se sentía listo para hablar con el chico tras lo que le había comentado Allegra hace un par de horas.

Pero cuando se levantó, vio algo en los ojos de Jungkook que lo desarmó por completo: una mezcla de resignación y algo más, que no supo descifrar en ese instante.

—Está bien, Jimin. —Jungkook tomó su mochila y se puso de pie—. Creo que ya es suficiente.

Su voz no sonó enojada ni desafiante. Al contrario, tenía un matiz de derrota que hizo que Jimin se quedara inmóvil. Jungkook caminó hacia uno de los asientos de adelante y se dejó caer sin mirarlo de nuevo. Jimin mordió su labio inferior con frustración, preguntándose si había sido demasiado duro. Pero antes de que pudiera pensar más en ello, el profesor entró al aula y comenzó la clase.

La lección avanzó con relativa normalidad, hasta que el profesor anunció el nuevo trabajo en parejas.

—Para este proyecto, deberán desarrollar un plan de inversión para una empresa ficticia. Incluirá decisiones como qué proyectos financiar, cómo obtener financiación y evaluación del rendimiento esperado —explicó—. Las parejas ya están asignadas. Así que proseguiré a nombrarlas —continuó el profesor, ignorando los suspiros de decepción de quienes esperaban elegir por sí mismos—; King y Walker, Morris y Carter...

Jungkook y Jimin, quienes habían estado mirando fijamente su cuaderno, apenas escuchaban los nombres.

Claro, hasta que llegó el momento fatídico.

—Jones y Park.

Jimin levantó la cabeza de inmediato, como impulsado por un resorte. Su mirada se encontró al instante con la de Jungkook, quien ya lo observaba, compartiendo ambos una expresión que oscilaba entre la sorpresa y una esperanza apenas disimulada.

Sí, esto no podía ser más que la oportunidad de oro que necesitaban... o una mala jugada del destino.

𐙚: no me juzguen mucho al jimeno hddkjk.
y perdón por tardar con las actus, pero es que me he estado sintiendo un poco mal, gente TT

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