Ay niños, no son hermosos, con sus extraños juegos que inventan cada dos por tres, siempre activos y enérgicos.

La verdad es que a Krest le encantaban los niños, pese a su porte serio y refinado, adoraba ver jugar a los infantes, escuchar sus gritos, ver sus muecas y oír sus tontas excusas cuando perdían, simplemente le parecía entretenido y tierno.

Tal vez por eso veía con cariño como su "niño" hacía un puchero por haber perdido el juego.

Ese fin de semana habían salido junto a sus amigos, a un pequeño almuerzo en el centro, Zaphiri no quiso ir ya que el y sus compañeros tenían pendiente un pequeño juego de baloncesto. El almuerzo fue agradable, un desayuno continental acompañado de una amena charla.

Cuando regreso ya pasaba del medio día, su mascota de seguro se estaría muriendo de hambre...y sus hijos perrunos también.

Dió media vuelta y bajó por una empedrada, una pequeña calle llena de diminutos departamentos, bajaba las escaleras cuando un ruido captó su atención, había una pequeña multitud haciendo circulo.

-y ahora...que será.

Se acercó a la orilla del escalón, cuidando no caer, ya que si bajaba no podría ver bien. Enorme fue su sorpresa al ver a Zaphiri en medio de la multitud, el bicho estaba...jugando con la cuerda.

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El partido había sido divertido, Sage y Hakurei eran muy buenos jugando, pese a no ser tan altos como Aeras, Francisca o Itia, habían logrado ganar el juego.

Cuando terminaron decidieron ir por una soda a una pequeña tienda que quedaba a unas cuadras, en una especie de cerrada donde había varias casitas, ahí una señora ya mayor preparaba una rica bebida con jugo y refresco.

Estaban cansados por lo que se sentaron en la pequeña placita a beber su soda. Había una gran cantidad de niños jugando ahí, pequeños que vivían en los departamentos de la colonia.

Algunos niños jugando fútbol, otros a los super héroes, algunas niñas pintando sus uñas y hablando o mensajeando en sus teléfonos, la verdad es que el lugar se veía lleno de vida.

-je, recuerdo cuando tenías que hacer tu portería con piedras.

Sage señalaba a los mocosos que jugaban futbol, con unas pequeñas porterías hechas de tuvo y red.

-ni que lo digas...siempre hacías trampa y colocabas las piedras muy cerca.
-no es cierto 😣
-pues yo jugaba con mis amigos en la calle...claro que en ese entonces no estaba pavimentada y...en una ocasión me hize una cortada con un cacho de vidrio que alguien dejo por ahí.
-si, gente sucia. Yo una vez me resbalé con una tapa de yogurt y terminé con la frente abierta.
-almenos ya hay alumbrado, antes solo podías jugar hasta que anochecía.
-pero era más seguro...no había tantos carros... verdad Zaphiri.

Pero el bicho no estaba prestando atención a lo que sus amigos decían, su vista se encontraban clavada en dos pequeñas de cabello verde azulado atado en colitas.

Las niñas a las que Zaphiri veía eran dos chiquillas de unos diez años, flaquitas y bajitas, una de ellas con unos enormes lentes de fondo de botella y la otra con frenos que parecían hechos para caballos.

Las niñas traían una cuerda para saltar y esperaban que alguien se animará a jugar con ellas, se lo pidieron a algunas niñas, pero estas solo las vieron feo y las corrieron, los niños...¡Pfm! Por favor, saltar la cuerda es juego de niñas. Por lo que a las dos nenas no les quedó de otra más que amarrar un extremo a un barandal y jugar solas.

A Zaphiri esto le causó molestia ya que...bueno la verdad de pequeño él era muy gordito y algo torpe por lo que casi nadie quería jugar con él, por lo que se sintió reflejado en esas dos.

-hey chicos...vamos a jugar.
-😓😓😓😓😓

Integra y paradox se asustaron un poco cuando el bicho se acercó a saludar y se ofreció a jugar con ellas, su mamá siempre les había dicho que no era bueno hablar con extraños, pero ese sujeto les inspiraba confianza...y se sentían felices de que alguien quisiera jugar con ellas.

Sus amigos estaban algo shokeados pero accedieron a jugar, en especial después de la mirada amenazante que el alacrán les mandó, era jugar ahora o tener una pierna rota después. Por lo que no les quedó más remedio que ponerse a saltar.

Comenzaron normal por varios minutos hasta que en un turno Hakurei hizo una marometa para entrar y salir, solo para demostrarle a su hermano que aún podía saltar y no estaba tan viejo cómo se la paso diciéndole.

Y cómo es de esperarse, en menos de lo que canta un gallo, lo volvieron en una competencia, claro que solo entre los gemelos, Francisca y Zaphiri, Aeras e Itia preferían mantenerse al margen y solo girar la cuerda.

Aunque las pequeñas no se quedaban atrás, las nenitas entraron por lados opuestos e hicieron un par de giros antes de salir, dejando a los adultos con la boca abierta.

Pero no señor, ellos, soldados experimentados, no perderían frente a unas infantes😤

No tardó mucho para que los demás niños se acercarán a ver...valla, quién diría que brincar la cuerda era tan divertido.

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Con mucho trabajo Krest logró filtrarse entre la multitud que se había formado, incluso algunos les lanzaban monedas pensando que era un espectáculo callejero, monedas que Aeras había recogido en una bolsa, de dónde la saco quién sabe.

Ambos cangrejos entraron brincando de espalda, hicieron algunos pasos combinados, una que otra payasada y salieron. Después siguieron las dos pequeñas, la niñas fueron más ingeniosas e ingresaron con una vuelta de carro, se miraban de frente haciendo algunos pasos de...ballet, sin perder el equilibrio o pisar la cuerda, al final un doble splint, que dejó a los hombres con la boca abierta, no si hacían eso adiós a sus futuros hijos, para después salir con gracia y elegancia.

Cuando fue el turno de Francisca y Zaphiri lo hicieron más osados, brincando desde la espalda de sus compañeros, que por un momento temieron perder la cabeza, pero por fortuna solo fue el susto y que la gorra de Aeras se bajará un poco.

La verdad es que lo hacían muy bien, un par de mortales al frente e inversa, uno que otro paso de break dance y fingir correr, estaban por salir cuando la gorra de Aeras resbaló un poco más y nublo su visión, ocacionando que trastabillara un poco y no la lanzará al mismo tiempo que Itia, por lo que el pie de Zaphiri se terminó enredando.

-¡Pisaste,pisaste!

Cual niños pequeños los gemelos no tardaron en burlarse y señalar.

-¡Perdieron!
-¡Si, perdieron!
-¡Qué! No espera, no se vale.
-si, Aeras la giro mal...eso es trampa.
-no, pisaste, es legal.

Los "niños" se pusieron bajo discutir sobre lo legal o no de que el bicho pisará la cuerda, unos mofandose y otros reclamando sobre lo injusto, en especial porque el que pisará disparaba los helados.

Krest veía todo, le pareció muy gracioso las muecas de enojó que su compañero hacia, así como el berrinche por perder, incluso hasta le quitaron la cuerda a Itia y dijeron que ya no iban a jugar, mientras hacían boca de pecesito.

Al final al pobre toro y alacrán no les quedó de otra más que invitar la golosina, se despidieron de las niñas y fueron a su casa a comer, antes de que sus "mamis" les regañaran por llegar tarde. Pero las pequeñas no se quedaron solas, ya que después de él espectáculo algunos de sus vecinos se acercaron a jugar con ellas, si brincar la cuerda se veía divertido.

-ya, quita esa cara...solo era un juego.
-pero hicieron trampa😣
-zaphiri.
-no fue mi culpa la gorra de Aeras se cayera.
-por dios, solo era un juego.
-pero estaba ganando😭

Ah, niños...tan mimados y berrinchudos, pero pese a ello, su niño era muy lindo cuando hacía pucheros.