
XXXIV
- Vaya, te extrañe Onee-san..
Mi cuerpo estaba paralizado, no podía estar escuchandolo y... que sea igual. Lo escuche soltar una risita y acercarse más hacia la luz, la cual no tardo en reflejar su rostro.
-M-Mahito- tartamudee, las lágrimas ya salían de mis ojos y no daban indicios de querer parar. Seguro mis piernas temblaban y no tenía voz para hablar.
- ¿Ahora te dedicas a esto?- pregunto con cierta burla levantando las manos, vi que en una llevaba una bolsa- pero que mentira...
-¿Como?... yo creo que...
- No, no morí- contestó y abrió sus brazos- vendrás a recibirme- dijo sonriendo. Seque mis lágrimas y solté una risita, iba a acercarme pero entonces recordé los cadáveres.
Pare mi andar y mire por sobre su hombro otro cadáver, también no encontraba otro signo de energía maldita más que la suya. Mire el cadáver y volví la vista a él.
- O vamos!- dijo bajando si brazos- es sólo un humano- respondió restandole importancia.
- Humano o no está vivo, Mahito- dije- sea lo que sea que estés haciendo está mal, deja de hacerlo no te llevará a ningún lado...
- Lo dice la que exorciza maldiciones- hablo levantando un poco la voz- y a donde quieres que vaya si dejo los planes, ¿contigo?- pregunto burlón.
- Puedo arreglarlo, le diré a Satoru que...
- Tn, vives en tu mundo, la realidad es diferente- me interrumpió- me exorcizaran por que no soy humano, además de que mate a muchas personas...
- Pero yo tampoco soy humana!!- grite-. Además Itadori es el recipiente de Sukuna.
- A ti no te exorcizan por que no saben tu naturaleza- respondió- pero aún así te vigilan como si fueras ganado... No sospechaste el porque esa mujer te miraba y analizaba todo el tiempo...
- Mahito...
- Tu deberías venir conmigo, este no es tu lugar... al mínimo error van a borrar tu existencia- dijo ahora más bajo- no quiero eso, pero necesito que te des cuenta por ti misma.
- Yo...- baje la cabeza, no quería había algo que me impedía salir de aquí, y cada vez que cerraba los ojos, se reflejaban esos Iris azules como el cielo, que brillaban en la oscuridad.
- Te enamoraste- dijo bajo- te enamoraste de ese hechicero- suspiro- debo irme, y espero que te des cuenta de la verdad antes de que sea tarde.
Escuche el quejido de un hombre atrás por lo que gire mi vista para verlo, estaba herido y tenía mucha sangre. Cuando volví mi vista hacia donde estaba el peliceleste, este ya no estaba.
Me acerqué rápido al hombre y le ayude con la herida. Lo lleve hacia afuera. Comencé a atenderlo para que no se desangrara más, Por suerte pude detener la hemorragia.
- ¿Sabes cuantas personas había adentro?- pregunté, este negó- de acuerdo, mantente quiero y apretando la herida, seguramente no tardarán en llegar...
No logré terminar de hablar. Levanté la vista, la barrera ya no estaba y el destello púrpura junto a una explosión y el temblor del suelo fue todo lo que se logró ver y sentir.
-¡TN!- grito una voz conocida. Me gire y vi a la enfermera.
- Ieiri- llame.
-¿Qué paso?- pregunto acercándose y atendiendo al hombre.
- No lo se, la maldición en el bosque me tomo y avento hacia aquí, caí en el lago- apunte el mencionado- después vi los cuerpos y lo encontré herido.
- De acuerdo, gracias por ayudarlo, pero ahora necesito que vayas con el resto de alumnos- dijo ella. Asenti y comencé a correr. A los minutos llegue. Estaban saliendo del bosque, la mayoría estaban heridos.
- ¿Se puede saber donde estabas?- pregunto una voz sería desde atrás. Me tense ante su tono. Me sentía pequeña y débil.
- Yo...
- Luego hablaremos al respecto- me gire y este se estaba colocando la venda en los ojos- me alegro que estés bien- susurro.
No dijo nada más y se dio media vuelta caminado. Luego paro su andar y giró un poco su rostro, creo que me miraba de reojo.
-¿Vendrás o te quedarás allí parada?- pregunto con cierto tono burlesco. Sonreí y me adelante unos pasos quedando a su lado.
Llegamos hasta la sala de descanso, al lado del comedor. Allí Ieiri nos atendió a todos y luego se fue con Satoru, al parecer tendrían una reunión de emergencia.
Nos quedamos allí. No se por cuánto tiempo peronhabia llegado el hora de ir a dormir, por lo que cada cual se fue a su respectivo cuarto. Al llegar, me cambie por algo más cómodo y sólo cerre los ojos para luego caer en brazos de Morfeo.
Me desperté de golpe al sentir el colchón a mi lado hundiéndose y unos brazos rodearme la cintura, acercandome a un cuerpo notablemente más grande al mío.
- Perdón si te asusté- susurro cerca de mi oído. Su voz era medio somnoliento.
- Cerre con llave- murmure para que escuchara. Por eso me había asustado. Lo escuche reír levemente para luego sentir como apollaba su frente en mi nuca.
- Tengo llave- dijo- mañana depende se como vayan las cosas- comenzó a murmurar más bajo, se estaba durmiendo- quiero invitarte a una cita.
Mi corazón comenzó a latir rápidamente y sonreí para mi. Pero rápidamente la imagen y lo dicho por Mahito además del hecho de que seguía vivo apareció y se reprodujo en mi mente.
- Satoru...- llame más bajo.
- Mhmm
-¿Tu me amas?- pregunté.
- Más que a nada...
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Me acabo de dar cuenta... no falta nada para que está historia termine 😱 tal vez unos cinco o seis capítulos, no más.... ya estoy llorando :"D
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