Nieve
Intenté prestar atención a la película que se reproducía en la televisión,siendo franca no sabía ni de que trataba pero había accedido a verla porque Robbie me lo había pedido.
Robbie es mi novio y la verdad no me puedo quejar, porque sin exagerar él era perfecto para mi.
-Bella ¿Me estás escuchando?-salí de mi ensimismamiento al oírlo.
-la verdad no, lo siento.
-¿Siquiera estás viendo la película?-preguntó un poco fastidiado
-no.
-no entiendo,creí que querías verla-se pasó una mano por el cabello
Desvié la mirada un segundo hacia la ventana, algo llamó mi atención y quise ir a ver.
Se trataba de la nieve, había decido caer tapando los caminos y dejando blanco todo lo que tocaba.
Lo que sucede es que ha llegado el invierno y con ello el espíritu navideño, que podía observarse en cada esquina y lugar al que entraras.
Desde pequeña me ha gustado el invierno, sobre todo correr por la nieve, formar ángeles con mi cuerpo y hacer muñecos. Por la tarde tomar un rico capuccino frente a la chimenea y ver una película acurrucada en la cama o sillón.
Volteé a ver que hacia Robbie, solo se había dedicado a quitar la película y poner un partido de fútbol.
-¿Amor?-me senté junto a él
-¿Mh?-ni siquiera volteó a verme
-¿Te gustaría salir?-pregunté admirando su bello rostro, sus ojos verdes se clavaron en mi
-¿Bromeas? ¡Está nevando!-señaló con su pulgar la ventana
-esa es la gracia-dije con un tono obvio
-¿Es lo que quieres?-asentí entusiasmada-entonces ve a abrigarte-tomó mi rostro con su mano y me beso suavemente.
Estaba que gritaba de la emoción por lo que, corrí a la habitación y me abrigué en tiempo récord.
Cuando ambos estuvimos listos salimos afuera, tomé la mano de Robbie y tiré de él hacia la nieve. Todo estaba congelado y cubierto de escarcha haciendolo ver como una puesta romántica.
Nos lancé a ambos al piso y giré para abrazar a Robbie.
-nunca te había visto tan feliz en la vida-dijo muy sonriente-me gusta verte así
-a mi me gusta como te queda el gorrito azul-acaricié sus mejillas
-¿Enserio?-levantó una ceja-entonces lo usaré más seguido.-ambos sabíamos que no sería así, a él ni le gustaba ponerse cosas en la cabeza.
-¡Ven!, aún tenemos mucho que hacer.
Nos levantamos y recorrimos un poco, admirando la belleza natural que se nos presentaba.
Más a lo lejos, en un parque distinguí un lago congelado que se convirtió en pista de hielo, me odie por no traer patines pero en mi defensa no pensé que pudiera haber alguno por aquí.
-¿Te gustaría ir a la pista de hielo?-ambos miramos aquel lugar lleno, en su mayoría de niños con sus padres.
-no traje mis patines-formé un pequeño puchero con mis labios
-no hace falta-me llevó hasta la pista y con cuidado nos dejamos deslizar por el hielo, todo se salió de control cuando decidí soltarme de Robbie, porque hasta hace un momento veníamos tomados de la mano. Resulta que me quise hacer la que sabía patinar y terminé llevándome por delante a mi novio.
-¿Estás bien?-pregunté entre carcajadas
-la pregunta es si tú estas bien-dijo luego de calmar su risa
-lo estoy-suspiré-lamento haberte tirado-me levanté y le tendí mi mano, pero cuando la tomó comenzamos perder el equilibrio
-no te caigas-Robbie casi que me suplicó
-eso intento-chillé, haciendo un esfuerzo por salir de la pista sin matarnos.
-Bella, ya falta poco por favor no...-tarde, ambos terminamos en el piso sentados-te caigas
-lo siento-reí-¿Y si salimos gateando?
-¿Tengo cara de bebé?-levantó su ceja
-¿Te digo la verdad o te miento?
-no te atrevas-me miró serio, pero al momento una sonrisa se extendió por sus labios
-¡Ven aquí!-tiré de él provocando que se pusiera frente a mi y lo besé, aprovechando me colgué de su cuello y cintura.-ahora tienes que sacarme de aquí.
-¡Eso no es justo!-intentó pararse conmigo a cuestas-pesas mucho
-nooo ¿Me llamaste gorda, Kay?-fingí molestia
-no, no quise decir eso-me miró nervioso-lo siento, tu sabes que yo...
-no pude evitar reír-solo bromeaba-admití besando otra vez sus labios y bajandome de su espalda
-vámonos a casa ¿Sí?-apoyó su frente contra la mía-¿Qué dices?
-volvamos a casa-accedí
No pude evitar sentirme feliz por este día que pasé con Robbie en la nieve, uno de mis sueños de cuando era pequeña era el de bromear con mi novio cuando nevara y pude cumplirlo.
Agradezco no haberle prestado atención a la película y sí a la ventana porque sino no hubiera vivido lo de hoy.
-¡Gracias, amor!-exclamé ni bien nos metimos en la cama, tras llegar y darnos un baño de agua caliente
-¿Por qué?-frunció el ceño sin entender
-por pasar este maravilloso día conmigo.
-tu sabes que puedes contar conmigo para lo que sea-me abrazó
-lo sé.
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