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Reunión familiar (DeathMask) parte 3

En la casa de los Cáncer unos rayos se filtraron por la ventana de un cuarto en especial, dándole de lleno en la cara al castaño que descansaba en la cama.

-Mmmm- se quejó Aioria abriendo un poco los ojos. Sin muchos ánimos, el castaño se estiro y de forma inconsciente busco a su novio. Gran sorpresa se llevó al no sentirlo a su lado, por lo que se enderezó súbitamente, aunque se relajó de inmediato al ver una nota en la mesita de noche.

No era la primera vez que su novio le dejaba una nota para avisarle de su ausencia en la cama, de hecho era una practica muy común entre ambos debido que el castaño tenía el sueño muy pesado. Cuando se sentía realmente exhausto o tenía jornadas de trabajo muy largas, no había forma de despertarlo una vez caía en manos de Morfeo.

Sonara ridículo, pero era verdad, Aioria no despertaba ni con un terremoto cuando recuperaba fuerzas, por lo que Ángelo opto por dejarle notas para así avisarle si salía o si estaba ocupado y de esa forma no preocupar al castaño, cosa que de hecho resulto ser una excelente forma de comunicación.

Junto a la nota, había un platito de galletas con un vaso de leche, cosa que le puso una sonrisa en su rostro. Tampoco era la primera vez que su novio le dejaba algún bocadillo junto a su respectiva nota, por lo que no perdió el tiempo y empezó a comer de esas pequeñas galletas en forma de moño.

-Qué rico- exclamo encantado al probar la primera galleta. Para ser galletas de mantequilla, un sabor que no era particularmente de su agrado, sabían muy bien.

-Es verdad, la nota- pensó Aioria al notar que ya casi se acaba las galletas y la leche.

"Querido Aioria:

Me fui a revisar los cultivos con mi viejo. No te preocupes, tú descansa y baja a desayunar cuando quieras. Si necesitas algo, mi tío estará en la casa para ayudarte.

Te quiero.

A."

Aioria leyó la nota un poco extrañado, más que nada porque en ninguna parte venía lo de las galletas, pero tras recordar como actuó el señor Manigoldo considero que no le dio tiempo a su novio para escribir sobre ese detalle.

Entonces Aioria acabo la leche y las galletas, se fue a bañar, se puso ropa limpia, arreglo la cama y bajo a la cocina con el vaso y el plato sucio para poder lavarlos.

Al entrar en la cocina se encontró con el señor Virgilio, quien parecía estar cocinando algo.

-Buenos días, Aioria- le saludo con una cálida sonrisa.

-Buenos días- regreso el saludo.

-¿Tienes hambre?- le pregunto el mayor.

-Un poco, si- respondió un poco avergonzado.

-Siéntate, en un momento estará el desayuno-

-No es necesario, yo...-

-Tranquilo pequeño, tú y yo no seremos los únicos en desayunar. En un momento mi hermano y mi sobrino nos acompañaran- lo tranquilizo con un tono suave y maternal.

-¿Cómo? ¿no han desayunado?- pregunto Aioria confundido.

-No exactamente- le contesto arrastrando un poco las palabras- Nosotros siempre nos despertamos temprano y comemos algo ligero para ir a trabajar y ya por esta hora desayunamos como se debe- le explico mientras terminaba de ordenar unas cosas- ya no deben tardar, pero si tienes hambre te puedo servir algo antes, no hay problema-

-No hace falta, yo...- Aioria hablo mientras mostraba su vaso y plato vacíos.

-Oh, veo que te gustaron- le interrumpió el mayor para sorpresa de Aioria.

-¿Disculpe?- pregunto Aioria confundido.

-La galletas- respondió señalando el plato.

Aioria miro el plato y tras unos segundos en silencio entendió que no fue Ángelo quien le dejo las galletas, fue el señor Virgilio.

-¡¿Fue usted quien me dejo las galletas?!- exclamó nervioso.

-Um pues si- contesto el mayor sintiendo el nerviosismo de Aioria- Ángelo me pidió no despertarte, pero luego de unas horas sin saber si ya habías despertado, decidí subir para ver como estabas. Como seguías dormido, pensé que sería buena idea dejarte un bocadillo para que amanecieras con el estómago vacío- le explico un poco apenado. No pensó que fuera malo entrar al cuarto, ya que tocó la puerta y llamó al joven varias veces antes, pero al no obtener respuesta fue que tomó la decisión de entrar.

Con esas palabras, Aioria sintió pánico ¿y si el señor Virgilio vio algo que no debía y si había descubierto que tuvieron sexo la noche anterior? No podría mirarlo a los ojos después de eso.

Entonces su mente hizo un esfuerzo sobre humano para tratar de recordar cómo despertó y cómo estaba el cuarto cuando sucedió eso.

En primera, recordó que estaba bien tapado con las cobijas porque sintió frio cuando se enderezó, así que no era posible que lo viera desnudo. ¿El cuarto? Estaba ordenado así que Ángelo debió recoger la ropa de ambos de irse con su padre.

Por un segundo, Aioria se relajo porque estaba a salvo su "secretito", al menos hasta que recordó que las ventanas estaban cerradas y había posibilidad que el cuarto oliera a sexo. Aioria empezó a sudar frio, obviamente no pudo distinguir el olor porque durmió allí, pero tampoco salió y entro para notarlo. Si todavía seguía el olor, el señor Virgilio se habría dado cuenta y eso sería sumamente vergonzoso para él. ¿Cómo mirarlo a la cara luego de algo tan humillante como eso? No, no, no

-¿Aioria?- le llamó el pelirrojo al notarlo tan ido- ¿Aioria, estas bien?- le pregunto tocándole el hombro, cosa que lo hizo saltar del susto- oh, perdona ¿te asuste?- le pregunto al ver la expresión de miedo que le dio el castaño.

-N no, para nada- le contesto tratando de sonar tranquilo.

-Oh- exclamo el mayor pensando que al chico si le debió haber disgustado que entrara al cuarto cuando estaba dormido- por favor perdóname, no quise ofenderte- se disculpó sinceramente.

-¿Por qué se disculpa? No hizo nada malo- Aioria estaba confundido por esa repentina acción.

-¿No estas molesto porque entrará al cuarto? Ahora que lo pienso fue muy invasivo de mi parte y no quiero que pienses que somos unos entrometidos o que queremos hacerte algo malo- le comento DT genuinamente afligido.

-Bueno, admito que si me sorprendí saber que fue usted quien entro y dejo las galletas, pero no estoy molesto. Soy yo quien se disculpa si mi comportamiento le hizo creer eso- ahora fue Aioria quien se sentía apenado por ofender al tío de su pareja.

-No, yo lo siento. Estaba tan emocionado por tener a mi bebé de vuelta y supongo que regresaron viejos hábitos míos- se trató de explicar el mayor un poco apenado.

-¿Así que usted siempre le llevaba el desayuno a la cama?- pregunto Aioria ahora curioso.

-Cuando podía...yo viajaba mucho cuando mi pequeño ángel era un niño, así que trataba de consentirlo, llevándole galletas a su cuarto- rio tímidamente el pelirrojo.

-Eso de hecho explica porque a Ángelo le encanta desayunar en la cama- comento Aioria recordando todas las veces que Ángelo le llevaba desayuno para comer en el cuarto, eso lo hacia sobre todo en época de frio- veo que es cosa de familia- sonrió ampliamente, genuinamente feliz por saber de donde venía ese detalle de su novio.

-Si claro, aunque me gustaría que se hubiera dado en mejores condiciones- murmuro el señor en un tono triste.

-¿Disculpe?- pregunto Aioria

-Ah, creo que es muy lindo que pienses eso- hablo DT apresuradamente- bueno, en general se ve que eres un chico muy dulce, mi pequeño tiene suerte de tener a un chico tan lindo, además de ser muy guapo- dijo volviendo a su tono jovial y agregando un toque pícaro para cambiar el tema completamente.

-Ay, no es para tanto- dijo Aioria rascándose una mejilla con pena. No era muy fan de recibir elogios por su físico, era muy tímido en ese aspecto.

-Tío, ya volvimos- se escuchó la voz de Ángelo en la entrada.

-Pasen- contesto DT con un tono dulce.

-Aioria- Ángelo se sorprendió al ver a su novio ya despierto y en la cocina.

-Buen día- le saludo el castaño al momento que entraba Manigoldo.

-Buen día muchacho- le regreso el saludo el mayor de los peliazules.

-Siéntense, ya está el desayuno- hablo DT con platos en las manos.

Los cuatro se sentaron y comieron omelette de champiñones con queso y unas tiras de tocino, acompañados de café.

-Eso estuvo delicioso-agradeció el castaño al terminar de comer.

-Que bueno que te gusto- le dijo el pelirrojo feliz porque a su huésped le gustara su comida.

-Gracias hermano- también dio las gracias Manigoldo- recoge rápido los platos, que todavía tenemos mucho trabajo que hacer- se dirigió a su hijo con un tono más serio.

-Lo que sea- dijo Ángelo levantándose de su lugar y cumpliendo el encargo de mala gana.

-¿Desea que yo los ayude con su trabajo se...Manigoldo?- pregunto Aioria

-¿Por qué no llevas a Aioria contigo tío?- pregunto Ángelo para sorpresa de todos los presentes- digo, así le puedes mostrar tu taller mientras conoce el pueblo- aclaro la razón de la sugerencia.

-De hecho, creo que es una maravillosa idea- dijo Virgilio con una emoción creciente- ¿tú qué dices Aioria?- se dirigió al castaño.

-Yo...-Aioria estaba confundido y no sabía que decir. Por un lado quería estar con su novio, pero por otro, vio ese viaje como una oportunidad para trabajar sin ser regañado por Manigoldo, y, con suerte, poder hablar más con el señor Virgilio y saber mas sobre el pasado de Ángelo- me encantaría-

-No se diga mas- exclamo DT sumamente feliz- te encantara mi taller, solo deja voy por mi caja de herramientas y nos vamos ¿de acuerdo?-

-Claro- contestó con una sonrisa fresca.

-Bueno, pues ya esta todo dicho- dijo Ángelo antes de irse a lavar los trastes sucios. Dejando a su padre y novio mudos por diferentes razones

Cuando DT regresó, se llevó a Aioria con él.

-Y yo qué pensé que mantendrías a tu novio pegado a ti en todo momento- comentó Manigoldo con cierta sorna.

-¿Y obligarlo a aguantar toda tu basura? No gracias- le respondió con el mismo tono.

-No sé de qué hablas, soy todo un caballero- dijo el mayor con un tono de broma, tal vez en un intento de aliviar un poco el ambiente.

-Ah si, olvidaba que solo actúas como un idiota cuando se trata de mí- si bien Ángelo también le dijo en tono de broma, se podía sentir resentimiento en sus palabras.

-No empieces niño tonto- le contesto Manigoldo captando esa segunda intención en sus palabras.

-¿O qué? ¿vas a golpearme con el látigo de tu indiferencia, me encerraras en mi cuarto, me alejaras de mis amigos o me vas a correr de la casa? Ay no, que ya hiciste todo eso antes de que cumpliera los 15 años-

Manigoldo solo pudo mirarlo con una mueca y con un tic en el ojo.

-¿Y entonces por qué regresaste?- fue lo único que pudo articular.

-Pensé que sería obvio, lo hice por Aioria- le respondió más tranquilo.

-¿Así que mi hijo se volvió el perro faldero de un niño bonito?- pregunto indignado.

-Si- respondió el menor para sorpresa de su padre- ¿qué quieres que te diga? lo amo más que a mi vida- continuo hablando ya mas fresco- pero no estoy aquí porque él me lo haya pedido, quiero decir, ya tenía tiempo queriendo conocerlos, pero esta visita no fue algo que me pidiera explícitamente- le explico con una sonrisa en la cara.

-¿Entonces qué te trajo de regreso a casa? Pensé que no querrías volver a verme- siguió preguntando su padre curioso por la repentina visita de su hijo prodigo.

-Bueno, ya te dije una razón, Aioria quería conocerlos y pensé que sería lindo complacerlo-

-¿Nada mas?- el hombre no creía solo en la buena voluntad de su retoño.

-También vine para arreglar unos asuntos que tenía pendiente desde hace años- le respondió sin dejarse llevar por las insinuaciones de su padre.

-¿Qué asuntos?- pregunto Manigoldo en un tono más autoritario.

-Lo sabrás cuando pase- fue lo único que dijo- bueno, esos cultivos no se van a revisar solos ¿cierto?-

-Esto no quedara así ¿oíste?- le dijo en tono de regaño, fuera lo que fuera su hijo no iba ocultarle las cosas por mucho tiempo, de eso se aseguraría.

-Lo que digas anciano- finalizo la plática secamente- tal vez, no pueda solucionar todo, pero al menos hare el intento- pensó con cierta resignación, tal vez no todos le dejen arreglar sus problemas antes de empezar de nuevo.

Ambos hombres entonces salieron de la casa.

Mientras tanto, Aioria iba en el lado del copiloto de la camioneta de DeathToll quien conducía feliz en dirección al pueblo.

-Te va a encantar el pueblo Aioria- comentó el pelirrojo- es pequeño, pero tiene mucha belleza, aunque puede que no a todo su esplendor debido a que vinieron en otoño-

-No importa, estoy seguro que será un hermoso lugar-

A los pocos minutos, la camioneta entró al pueblo y tal como dijo Aioria, se trataba de un lugar muy hermoso. Los edificios eran rústicos, las calles algo angostas y el ambiente era pacifico. Había pequeños locales por todas partes y se veía a la gente hacer sus actividades cotidianas.

-Buenos días señor Virgilio- le grito un muchacho no mayor a los 20 años desde una de las esquinas, por lo que el pelirrojo freno y le devolvió el saludo.

-Buenos días Bruno- le hablo cuando el chico ya estaba frente a su auto.

-¿Va a su taller?- le pregunto antes de notar que el mayor no iba solo en su auto.

-Así es ¿Qué necesitas?- le pregunto el mayor con un tono dulce- ¿Qué sucede?- pregunto al notar que el chico no le respondía y en su lugar, inclinaba la cabeza ligeramente hacia un lado. Fue entonces que DeathToll recordó que Aioria estaba en el otro asiento- Oh pero que distraído soy- exclamo un tanto apenado- Bruno, él es...-

-Veo que por fin se consiguió a su modelo rubio y de grandes músculos- dijo el muchacho conteniendo una risilla traviesa.

Ambos adultos que quedaron petrificados por unos segundos.

-¡Ay pero que cosas dices!- exclamo el pelirrojo como si de una adolescente se tratara. Su rostro se puso rojo, tanto que casi competía con el tono de su cabello. Por su parte, Aioria se cubrió la boca con una mano para cubrir la risa que le causaba esa reacción en el mayor.

-No te rías, no te rías- se repetía mentalmente el castaño para no dejar escapar ni un sonido. Era cierto que le parecía divertido ver a un hombre de la edad del señor Virgilio reaccionará de esa forma tan tierna e infantil, pero también sabía que esa acción sería una falta de respeto hacia el tío de su novio por lo que intentaba controlarse para no ser grosero con tan amable hombre.

Quien sí se rio con soltura fue el muchacho de la broma.

-Así que si es verdad ¿eh?- continuo con su broma.

-No, no es lo que crees- interrumpió Aioria con la intención de detener todo ese malentendido.

-Está bien, solo bromeaba- dijo el chico calmando su risa- su invitado sí que es una persona muy noble señor Virgilio- comentó sin ningún ápice de malicia.

-Ahí te equivocas pequeño- le respondió el mayor de los presentes- Aioria no es mi invitado...sino de él- esa última frase sorprendió de sobre manera al muchacho.

-¡¿Habla en serio?!- grito el chico- ¿en verdad volvió? Por favor dígame que no bromea, porque esto es muy serio.

-Es verdad, finalmente regresó a casa- le contesto DT con una expresión tranquila y gentil.

-¡¿De verdad?!- volvió a gritar, pero esta vez con un tono alegre, claramente emocionado por la noticia.

-Si- le confirmo el pelirrojo enternecido por la reacción de Bruno.

-¡Qué bien, que bien, que bien!- grito feliz- debo contarle a mis hermanos- pensó en voz alta- ¿sabe dónde está ahora?- pregunto sin poder quedarse quieto.

-Me temo que mi hermano lo tiene secuestrado por hoy, pero estoy seguro que ira a visitarlos a la primera oportunidad que tenga. Yo que tú estaría al pendiente- le comentó con un guiño.

-Si, eso hare- comentó feliz por las palabras del mayor- iré a decirle a mis hermanos- no había dado tres pasos cuando regreso- por cierto, en un rato le entregamos su pedido, tuvimos un pequeño retraso- le aviso un poco apenado.

-Esta bien, no te preocupes. De todos modos yo también estoy un poco atrasado. Pasa cuando puedas ¿de acuerdo?-

Bruno asintió y se fue por donde vino.

-Hasta luego señor Virgilio, hasta luego chico modelo- se despidió Bruno con una sonrisa en la cara.

Ambos hombres en el auto lo despidieron con la mano y continuaron su camino.

-Lamento si te dio una mala impresión, Bruno es un buen chico, pero a veces sus bromas son bastante pesadas ¿me pregunto de quién lo aprendió?- habló DT disculpándose por la broma del joven.

-No hay problema- respondió Aioria con una sonrisa- pero ¿usted está bien?- pregunto al mayor un poco preocupado.

-Si, no te preocupes- le respondió rápidamente y con otro fuerte sonrojo en la cara- así nos llevamos- le aclaro moviendo una mano de forma horizontal.

-Oh, bueno- exclamó Aioria- ¿puedo preguntar de que pedido hablaba?-

-Ay claro- le respondió cambiando sus gestos por una gran sonrisa- Bruno y su familia trabaja en la florería del pueblo y digamos que yo soy su cliente favorito, y no solo porque soy una increíble persona sino también porque soy quien mas les compra.

-¿Le gustan muchas las flores?- preguntó Aioria inocentemente.

-Me encantan- exclamó radiante- pero no son para mí, son para mi taller-

-Pues ¿a qué se dedica en su taller?- preguntó Aioria intrigado.

-En un minuto lo sabrás jo jo- rio el pelirrojo de una forma teatral.

Tal como lo dijo el mayor, no tardaron en llegar a un gran edificio, que más parecía una bodega.

Ambos bajaron del auto y Aioria miro el lugar tratando de adivinar en que trabajaba el señor Virgilio mientras el pelirrojo abría la puerta.

-Aioria- le llamó- ¿puedes por favor entrar con mi caja de herramientas mientras conecto el switch para encender las luces?-

-Claro ¿Dónde la dejo?- pregunto mientras tomaba la caja.

-Donde sea, en la primera mesa que veas está bien- le contesto rápidamente antes de irse al otro lado del edificio.

Aioria entonces entró y notó que el interior del lugar estaba muy oscuro, apenas se podía ver las mesas y otros muebles que Aioria no pudo distinguir. Con mucho cuidado, el castaño se adentro al edificio y se acercó a lo que parecía una mesa con una enorme caja encima. Sin embargo, cuando dejo la caja sobre la mesa se dio cuenta de que el objeto que pensó que era una caja, no era una caja, bueno, si lo era, pero una muy diferente a la que él imagino.

-¡Un, un ataúd!- pensó el de ojos verdes totalmente aterrado.

-Oh, veo que si pudiste moverte en la oscuridad- se escuchó la voz de DT detrás de Aioria. Fue tan repentina su llegada, que Aioria no pudo evitar sentir un fuerte escalofrío que lo hizo respingarse, especialmente por su descubrimiento.

DT entonces encendió las luces y se acercó a Aioria muy feliz.

-¿Y qué te parece?- le pregunto emocionado por compartir su trabajo con alguien- ¿Aioria? ¡Santo cielo! ¿estas bien?- le pregunto muy preocupado por la cara que tenía el castaño, estaba muy pálido.

-Si, si, estoy bien- le contesto el de ojos verdes tratando de no sonar asustado, incluso carraspeando la garganta- es un lugar muy grande- comentó aun nervioso, especialmente cuando noto que todo el lugar estaba lleno de ataúdes.

-Je je como puedes ver, lo necesito para crear estas bellezas- contestó DT entendiendo que su invitado estaba abrumado por descubrir los ataúdes por lo que le aclaró todo un tanto apenado.

-¿Así que usted construye ataúdes?- pregunto Aioria ya mas tranquilo.

-Si, son hechos a mano-

-Guau, no, no esperaba eso- pensó el castaño en voz alta.

-Creo que debí decirle antes de venir- se lamentó el mayor en sus pensamientos. Ese muchacho no llevaba ni un día ahí y ya lo había espantado dos veces. Eso no era una buena señal.

-¿Puedo?- pregunto Aioria señalando los ataúdes.

DT entendió que le estaba pidiendo permiso para verlos más de cerca.

-Si, claro- contestó nervioso por la mala impresión que estaba causando al novio de su sobrino.

Aioria entonces camino entre las mesas y observaba con detenimiento cada ataúd, estaba sorprendido de la gran variedad de ataúdes que había. La mayoría eran sencillos, hechos de madre sin muchos adornos o trabajo de relieve, pero también había varios que se veían ostentosos, claramente hechos de madera más fina, barnizados y con adornos tallados finamente trabajados. También, había unos de formas cilíndricas que le parecieron raras, más no dijo nada, realmente estaba impresionado por todo el trabajo hecho ahí.

-¿Tiene gente que trabaja con usted?-

-No, yo trabajo solo-

-¿De verdad?- Aioria no podía creer que una sola persona hubiera fabricado tantos ataúdes y menos porque varios mostraban ser muy trabajados.

-Si, tengo mucho tiempo libre y es terapéutico para mi alma- le contesto sobándose un brazo algo nervioso y con un tono algo melancólico.

-¿Por qué terapéutico?- esa última frase le llamo poderosamente la atención.

-Bueno, yo...tengo una pesada carga sobre mi conciencia y esta es la forma en que puedo lidiar con ella- toda la buena energía que el mayor mostraba se fue apango con esas palabras dejando solo una persona con una enorme tristeza.

-Ay perdone- se disculpó Aioria apresuradamente- le juro que no quise ser un entrometido, es que soy demasiado impulsivo y no mido mis palabras cuando tengo curiosidad de algo-

-No me equivoque- dijo el mayor para sorpresa del castaño- en verdad eres una buena persona, mi sobrino tiene suerte de estar con alguien así- le dijo con una sonrisa enternecida.

-Yo- nuevamente, Aioria se sonrojo, era muy vergonzoso para él que lo alagaran de esa forma.

-Y no digas que no, que no tengo buen ojo para juzgar a la personas- dijo el pelirrojo orgulloso de sus instintos- especialmente con los hombres- le guiño el ojo de forma coqueta antes de mover los brazos lleno de felicidad, realmente le agradaba la pareja de su niño, ahora estaba seguro.

-No soy nada eso- dijo Aioria con una gota en la cabeza.

-Y además de ser apuesto, también eras muy humilde jo jo- se siguió divirtiendo DT.

-Por favor deténgase- le pidió el de ojos verdes, su cara ardía y no quería seguir sintiéndose así.

-No tienes porque sentir vergüenza- DT le hablo dejando su tono bromista a un lado- realmente fui sincero con mis palabras y hablo muy en serio cuando digo que me agradas Aioria-

-Gracias, digo lo mismo- Aioria le mostro una sonrisa genuina- la verdad es que aun no entiendo porque Ángelo tardó tanto en presentarme con ustedes-

La sonrisa del mayor entonces se borró y se volvió a mostrar serio, o mas bien afligido.

-¿Qué tanto de ha dicho o te ha contado sobre nosotros Aioria?-

-Si puedo ser honesto, nada. Ese es el problema, en todo el tiempo que hemos sido pareja, apenas y los mencionaba- le explico tras dar un fuerte suspiro- es por eso que me sentí muy nervioso cuando los conocí, porque literalmente no sabía que esperar de ustedes- le confeso rascándose la nuca.

-Por favor, no culpes a mi sobrino por ser tan...hermético sobre su vida familiar-

-Es que, es frustrante porque él ya conoció a mi familia, desde hace tiempo en realidad, y a veces creo que no le importo lo suficiente como para compartir ese tipo de cosas conmigo- el castaño finalmente le contó a alguien su sentir sobre ese asunto. Nunca se había podido desahogar con otra persona, siempre se guardo esos sentimientos para si mismo.

-Que puedo decirte Aioria- todo se combino para que él se volviera así- en parte es culpa de nuestra naturaleza que parece que se asemeja a la de los cangrejos- rio un poco el mayor- pero gran culpa la tenemos nosotros por como lo educamos- esa ultima frase estaba cargado de dolor.

-No diga eso-

-Es la verdad Aioria- DT se mostraba triste- mira, no puedo hablar sobre la vida de Ángelo como, estoy seguro, que tú quisieras porque ha vivido muchas situaciones delicadas que no se pueden tocar así nada mas- le aclaro- lo único que puedo decirte por ahora es que provenimos de una línea de militares Aioria, desde la primera mundial de hecho, y aunque no lo creas, eso nos ha afectado de formas que no te imaginas- su voz se quebró un por un momento y eso hizo sentir mal a Aioria- pero confió en que mi sobrino te ama con todo su ser y que mas temprano que tarde abrirá su corazón para poder entregártelo sin vacilaciones- le brindo la mejor sonrisa que tenía.

-Pues él ya tiene el mío así que yo también creo que lo hara- dijo Aioria también con una sonrisa, una que estaba acompañada por tristeza, pero también con esperanza.

OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

Hola lectores, por fin he vuelto. Así es, no estaba muerta andaba de parranda, bueno no, en realidad estuve trabajando en mi servicio social de la universidad y terminando las ultimas materias de la misma. Lo bueno, es que ya la terminé y me siento feliz por ello. Lo malo es que ahora se viene lo difícil porque falta mi tesis (chan, chan, CHAN)

Pero ya es algo, cuando menos lo esperen seré Licenciada XD

Pues les dejo la continuación que le tenía pendiente, como pueden todavía falta por concluir la historia, tal vez en 2 capítulos mas podremos ver el final. Espero no tardarme tanto, pero tampoco subiré tan rápido mas que nada porque quiero terminar ya un par de historias que he dejado abandonadas. Ya falta poco por terminarlas y me siento mal que me escriban y yo ni he tocado esas historias desde hace un año, más o menos.

Pero espero ya tener todo en orden pronto.

Una pregunta, tengo una historia que me anda picando, pero quiero saber ¿quieren que primero acabe esta o puedo escribir otra entre medio? Sean honestos por favor.

Pues, creo que no serán necesarias las aclaraciones esta vez, ya bastante trabajo me costo continuar la historia porque ya la estaba trabajando cuando aumento mi trabajo de la escuela y no recordé como iba. Creo que quedó bien, pero ya saben, dudas, quejas o simples comentarios son todos bienvenidos.

Por favor, no olviden votar y comentar si les gusto porque en serio los aprecio mucho y me ayudan a no dejar de escribir.

Hasta la próxima. Prometo que no tardare tanto.

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