Saludos lectores, tanto nuevos como viejos. Aquí la autora con una nueva historia, una que se aleja de la temática, o más bien del fandom, de la que he estado trabajando. ¿Por qué? ninguna razón en especial, me he reconectado con un anime muy especial para mi últimamente y las musas han querido que escriba algo de esto...que puede que no sea muy bien recibido por algunos. Como ya debieron ver por el título, esta será una serie de oneshots e historias cortas de una pareja poco común del Fandom de Saint Seiya.

La verdad, entenderé que no muchos le den una oportunidad, ¿por qué lo harían? Solo es un ship crak que no tiene ningún sentido, ya que ni en el manga ni en el anime cruzan siquiera una palabra.

Discord: Exacto, es una cosa rara, sin sentido y no es más que una pérdida de tiempo. Ademas, tú no eres de las que shipea solo porque si...te has denigrado como fan de algo.

Yo: Es verdad, yo suelo shipear con personajes que al menos han compartido pantalla, que han interactuado y que para mi demuestran cierta química o lindura, cosa que parece que no es caso de este ship. Afortunadamente para mí, si existe un poquitito de esa clase de material tanto en papel como en animación, cosas oficiales, pero no canonícas. La primera esta en el manga Episodio G, un spin off aprobado por Kurumada, el creador del manga original. Y la segunda esta en el anime Soul of Gold, un anime corto, creación de Toei.

Pero bueno, eso no es lo importante...lo único que quiero decir con esto, es que en verdad me gusta este ship aunque no tenga sentido para muchos, incluyendo a mi troll personal Discord.

De cualquier forma agradecer si se toman un poco de tiempo para leer esta historia y decidir si les gusta o no.

Si son nuevos, que no hayan venido porque hayan leído mis otras historias, espero que les guste como cuento historias. Y si son seguidores míos que por curiosidad o rareza han decidió entrar, espero que lo encuentren interesante o refrescante.

Por supuesto, esto no significa que vaya a dejar mis otras historias, por las que decidieron seguirme, solo quiero un pequeño cambio. Soy alguien con mucha afición por la ficción y las historias, simplemente no puedo encerrarme en un solo fandom. Espero sepan entender. Si deciden irse por esto, lo entiendo, pero si deciden experimentar conmigo este nuevo cambio, lo agradeceré con todo mi corazón.

Sin más, les dejo el primer capítulo y abajo unas aclaraciones. Si llegaste aquí por casualidad, son notas que dejo por si no conocías algo del fandom o del lore de la franquicia de la que escribo o de cualquier otra cosa que meta a la historia y considere importante, como una canción o idea externa. Así no te perderás nada.

Disfrútenlo -w-

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Era una hermosa mañana en el Santuario de Athena, o al menos eso es lo que pensaba Aioria, el caballero de Leo, quien justamente estaba saliendo de su templo para apreciar la hermosa vista que tenía frente a él.

Desde que habían revivido gracias a su Diosa al final de Guerra con el Olimpo, Aioria se sentía en completa paz, como si todo estuviera bien, pese a las terribles penas que debieron vivir en pos de su deber como caballeros. Esta nueva posibilidad de vivir ciertamente parecía un sueño hermoso y a veces no podía sino pensar que todo lo que vivía era eso, un sueño. Sin embargo, todo el panorama, todos cambios provocados por la última guerra olímpica, le recordaban que todo era real, que no fue una ilusión como a veces le jugaba su mente.

Lo podía ver desde que despertaba en su templo, donde podía ver todas las grietas y zonas destrozadas en las paredes, techo, piso y las columnas. Lo mismo pasaba cuando miraba al resto de las doce casas, donde agradecía que su templo hubiera quedado en relativo buen estado, sobre todo si lo comparaba con las los templos vecinos, la de la virgen y la del gran cangrejo, ambas estructuras habían quedado prácticamente destruidas tras la invasión de sus compañeros como espectros, aunque bueno, actualmente ya no estaban tan mal.

Habían pasado siete meses desde que los santos dorados que se sacrificaron en el muro de los lamentos revivieron y como era de esperarse, todos ellos siguieron cumpliendo con su deber con su Diosa Athena, pero ya no con batallas o arriesgando la vida como lo hicieron con anterioridad, sino restaurando todo el Santuario, que no había sufrido tan terrible destrucción desde la última guerra santa, la cual era conocida por ser la más sangrienta y cruel de todas, al menos hasta ahora.

Durante todos esos meses Athena, los 12 dorados, los pocos de plata que quedaban y los de bronce, incluyendo a los 5 caballeros del milagro, debieron sanar todo el daño hecho en las guerras santas, empezando por el lugar que era su hogar, el santuario. Una tarea ciertamente difícil, mas no imposible y la vista actual del castaño a todo el lugar era prueba de ello.

Ahora los templos destruidos estaban a medio construir, las escaleras tampoco se quedaban atrás, ni que decir del templo de la diosa, que ya estaba como nuevo, esa fue la prioridad entre los caballeros, que su diosa, a quien le debían tanto, fuera la que menos padeciera de toda la reconstrucción. Orden del nuevo Patriarca.

Ese recuerdo también le ayudaba mucho a Aioria cuando se perdía entre la realidad y el sueño. Desde que renacieron, se vieron en la necesidad de buscar otro Patriarca, ya que el Patriarca Shion no había podido revivir con ellos.

La decisión no fue fácil, algunos optaron por el maestro Dohko, pero este se negó alegando que ese no era su deber. Luego se opto por su hermano Aioros, quien también se negó, ya que ya había un Patriarca y ese era Saga. Al principio todos se sorprendieron por las palabras del caballero de sagitario, pero no podían replicar. Lo cierto es que, pese al lado malvado del caballero dorado, Saga mostro tener todo lo necesario para dirigir el Santuario y aunque este intento negarse adjudicando sus crímenes pasados. Todos, incluyendo a Athena, le pidieron tomar el puesto y tras unas palabras de su hermano acepto el encargo.

Por supuesto que el templo y la armadura de Geminis pasaron a Kanon, quien no pudo decir no tras todas las palabras de compromiso que le dio a su hermano, cosa que lo lleva al otro gran cambio que le recordaba que vivía una nueva vida, y es que ahora tenia compañero de cuarto, por decirlo de algún modo.

-Ya despertaste gato- se escucho una voz a sus espaldas.

-Hablando del rey de roma- pensó el caballero de Leo antes de ver a su compañero de cuarto- Buenos días DeathMask- le saludo con una sonrisa cálida.

-Sí, sí, iré a preparar el desayuno- contesto sin más mientras se dirigía a la cocina para hacer algo de comer.

Ciertamente ese acto de parte del cuarto custodio hubiera sido visto como un acto de extrañeza, de incredulidad y de asombro en otros tiempos, pero ahora, era algo real, al menos para el león dorado, quien lo alojo en su templo cuando Athena pidió asilo para DeathMask mientras reconstruían su templo...bueno, más o menos.

Originalmente, el plan era que DeathMask se fuera a vivir al Templo de los Gemelos mientras que Shaka iría a vivir al templo del León. El inconveniente llego cuando Kanon se negó a aceptar huéspedes, ya que según él, la casa de geminis también estaba en muy mal estado por lo que no quería visitas que le estorbaran mientras hacia las reparaciones. Ante ese inconveniente Aphrodite se ofreció a resguardar a su amigo, pero la idea es que los guardianes no se alejaran mucho de sus respectivos templos.

Fue entonces que el maestro Dohko dio una solución que dejaría satisfechos a todos. La idea era que él aceptaría a Shaka en su templo si Aioria aceptaba a DeathMask en la suya, para que así Cáncer no se alejara mucho de su casa y Aioria no tuviera problemas al ser anfitrión de dos compañeros al mismo tiempo. Por supuesto, esa oferta solo estaría en pie si el quinto guardián aceptaba el cuidado de su vecino inferior.

Sintiéndose atrapado entre esa oferta, la mirada de suplica de Athena y la expectativa de sus compañeros, incluyendo la de su hermano mayor; Aioria acepto de forma disimulada para con todos, pero en el fondo no le pareció nada agradable tener a DeathMask bajo su mismo techo.

No imagino lo que esa decisión cambiaría su vida.

En un principio, la relación entre ambos fue justo como el castaño lo imagino, con el peliazul despertando tarde, tirando basura por todas partes, sin querer ayudar con las labores del templo, devorando cuanto compraba en día de mercado. La cosa obviamente no mejoro cuando lo enfrentaba o se quejaba de su comportamiento en el templo.

En verdad parecían perros de pelea a punto de matarse. Sin embargo, jamás llegaban a tal nivel, no por compañerismo o un sentimiento de deber, sino por orgullo, simple y llanamente orgullo propio. Ambos eran consientes de que si peleaban con los puños, no se detendrían hasta llegar a la batalle de mil días sin darse cuenta de ello. Eso ocasionaría que todos sus compañeros, incluyendo su hermano, los tuvieran que detener y se armara una discusión sin fin donde ellos se verían como infantiles, faltos de autocontrol y de madurez.

Esa también fue la razón por la que fingían que todo era perfecto entre ambos, cosa que a veces resultaba difícil ya que Aioros iba muy seguido a visitar a su hermano menor, por lo que en varias ocasiones casi los descubría peleando o discutiendo.

¿Cómo fue entonces que ahora se llevaban bien? De casi agarrarse a golpes a ser prácticamente una pareja romántica.

Bueno, todo sucedió por accidente.

En una ocasión, Aioria reprendía por décima vez al cangrejo. En concreto, porque DeathMask, sin pudor alguno, se paseaba desnudo como si el templo fuera suyo. Cosa que fue la gota que derramo en la paciencia del caballero de Leo.

Ya había tenido conflictos con el italiano anteriormente, ya que este ultimo parecía hacer caso omiso a toda regla u orden suyo, siendo que incluso lo hacía a propósito para provocarle ataques de ira. Pero aquella ocasión, había sido demasiado para el de ojos verdes, quien, como si del animal guardián de su constelación se tratara, fue directo a encarar al italiano para ponerlo en su lugar. DeathMask por su parte, ni se inmuto, simplemente espero a que lo encarara, realmente quería ver que haría Aioria en esas condiciones. Usualmente el castaño lo tomaba del cuello de su camisa para gritarle de cerca, pero ahora no tenía nada puesto, eso sería muy divertido de ver, más que nada porque no tendría de donde sujetarlo para hablarme de forma prepotente.

Para sorpresa del cuarto custodio, Aioria no se detuvo ni un instante en su encuentro, por el contrario, en un rápido movimiento lo tomo por la nuca y lo acerco a su rostro para darle la mejor reprimenda de su vida...o ese era el plan, pero cuando ya lo tenía bien sujeto de la parte de atrás de su cabello sonriendole de forma ladina, listo para darle la mayor reprimenda de la vida del cangrejo. Lo que no tomo en cuenta es la presencia de un tercero, que por erro había visto toda la escena sin querer.

El responsable der ver tal escena fue Mu, quien solo pasaba por el quinto templo para dar un informa al nuevo Patriarca.

Cuando ambos caballeros notaron la presencia de Aries, ya era muy tarde, no había forma de que no se malinterpretara. Ni los balbuceos de Aioria, ni la mirada llena de furia de Death lograron convencer a Mu de que no sucedía nada inapropiado. El pobre peli lila simplemente se disculpo, sin realmente escuchar a sus compañeros, y se fue lo más rápido posible sin ser grosero.

Desde entonces todo cambio para los compañeros de cuarto, fue algo así como el catalizador de una muy extraña epifanía. El tratar de culpar al otro por tan bochornosa situación, saco a la luz sus problemas, sus inseguridades y sus pensamientos más profundos, lo que de hecho les ayudo a entenderse mejor. Poco a poco descubrieron cosas sobre el otro que los sorprendieron bastante. Por ejemplo: Aioria descubrió que Death sabía cocinar, y que cocinaba muy bien, además. Por otro lado, Death quedo con el ojo cuadrado al descubrir que Aioria tomaba alcohol, y que además era bastante resistente al mismo, cosa que no podía decir de sus amigos Aphro y Shura.

Pero regresando a la comida, Aioria pudo percibir un delicioso aroma proveniente de la cocina, lo que era su llamado para desayunar.

Cuando entro esbozo una sonrisa al ver que la mesa ya estaba puesta y que Angelo ya estaba sirviendo un delicioso omelette con champiñones y queso gratinado, además de que el aroma del café recién hecho, llenaba todo el lugar.

-Mmmm huele delicioso- dijo al tomar asiento frente a su platillo- gracias Death- le dijo con una sonrisa sincera, a lo que el peli azul solo desvió la mirada con cierta vergüenza, a lo que Aioria solo rio tímidamente, no quería arruinar el buen ambiente entre ambos esa mañana.

-Desayuna gato- le indio el mayor al momento de preparar su porción.

-Tan rico como siempre- comento Aioria tras saborear un bocado de su desayuno.

-Ni creas que por andar de adulador iré de buena gana- le contesto el oji azul señalándolo con su tenedor-

-No lo dije por eso, es algo que creo en verdad- le replico el menor un tanto ofendido. Lo cierto era que el castaño se había vuelto adicto al sazón del italiano, pues nunca una comida le había deleitado tanto hasta ese momento. No quería ni pensar que haría cuando el templo de su compañero estuviera habitable, porque ya no comería esos platillos tan deliciosos.

-De cualquier forma no pienso ir- le comento el peliazul tomando una rebanada de pan.

-No puedes retractarte, me diste tu palabra anoche- le respondió el castaño tomando un sorbo de su café.

-No lo recuerdo, así que no cuenta- le respondió el italiano picando su plato.

-No no, no me puedes hacer eso, te necesito y vas a ir quieras o no- le confronto Aioria, pero con tranquilidad.

-¿Y por qué debería ir? No son mis estudiantes y no tengo nada que enseñarles- comento el cangrejo como justificación para no ir con el griego.

-Por si ya lo olvidaste me debes un favor- le dijo el león levantándose de su asiento- ¿o es que ya olvidaste lo que me dijiste esa vez? - eso último se lo susurro con un tono seductor y mirándolo con una mueca muy peculiar, una que Death entendió como prueba de que no tenía escapatoria.

-Ya ya, iré- le respondió el peliazul terminando de comer.

-Pues ya casi es hora, así que alístate- dijo el ojiverde con una sonrisa al ver el reloj de su pared y al notar que su compañero solo llevaba puesto un pantalón y una camisa sin mangas.

-Nah, iré así- le respondió recogiendo su plato y taza de la mesa- y no podrás hacer que cambie de opinión con esto- le señalo entre cerrando los ojos de forma acusativa.

-Está bien- Aioria levanto sus manos como un forma de tregua. Ya se pondría sus protectores de cuero antes después de acabar su rico desayuno.

Un rato después y ambos caballeros estaban bajando las escaleras en dirección al templo del gran cangrejo.

En esos momentos, mientras se terminaba de ajustar su traje de entrenamiento, Aioria volvió a contemplar todo el Santuario, ya se podía ver a algunos soldados e incluso unos caballeros de bajo rango. Rostros nuevos y rostros conocidos pero diferentes. Lamentablemente, no todo era tan bueno como parecía, pese a que ellos habían revivido, no todos contaron la misma suerte y se había derramado tanta sangre, muchos amigos y grandes caballeros se habían ido, incluyendo a la maestra del sucesor de su hermano.

-¿Qué te pasa gato?- le pregunto Death al verlo tan serio.

-En nada, solo en lo mucho que ha cambiado todo el Santuario, y en los compañeros que dejamos en el camino- contesto con cierta melancolía.

-¿Lo dices por la caballero de Águila?- pregunto el italiano sospechando el pensamiento del león.

Aioria miro al otro con enorme sorpresa, no espero a que supiera del respeto que sentía por la maestra de Seiya, es decir, si era bien conocido por casi todos en el Santuario que ellos tenían un gran respeto y amistad entre ambos, pero no imagino que justamente el italiano supiera de dicha amistad, sobre todo por lo ermitaño que podía ser el caballero de cáncer.

-¡Responde!- le grito el peliazul impaciente porque el otro no contestaba.

-Bueno si, ella era un excelente guerrero, magnifica maestra y gran persona- respondió el castaño, recordando cuando supervisaba los entrenamientos de Seiya y notaba como Marin mostraba gran paciencia y exigencia, realmente digno de admirar- oye ¿A dónde crees que vas?- le pregunto al notar que el otro se dirigía de nuevo a Leo.

-Cuando termines de hablar de tu novia, me avisas- le contesto sin voltear ni detener su paso.

-¿Acaso estas celoso?- pregunto Aioria en un tono divertido, esa respuesta no se la esperaba.

-JA, ya quisieras gato mañoso- respondió con su habitual sarcasmo, pero para Aioria, que ya lo conocía mejor, supo que esa una muestra de celos.

-No seas tonto- le alcanzo y le paso el brazo sobre los hombros del otro, aprovechando que Death era ligeramente más bajo- solo le tengo una gran estima a Marín, si ahora pienso en ella es porque no podre verla de nuevo, pensar que el Santuario perdió a una gran maestra y guerrera con ella, es algo triste- le comento mientras lo empujaba a bajar las escaleras que había subido con anterioridad.

-Admito que si fue una gran sorpresa lo que le paso, sobre todo considerando lo que se decía de su pasado, aunque ella jamás negó ni confirmo nada...de verdad era misteriosa- con esas palabras, Aioria quedo impactado, no imagino que DeathMask estuviera al tanto de todo lo que se hablaba en el Santuario.

-¿Qué? ¿te sorprende que sepa tanto de esos rumores?- pregunto el italiano divertido por la cara que el ojiverde había puesto- y yo que pensaba que era obvio que me gusta estar bien informado de todo- comento dando una risa seca- después de todo, el conocimiento es poder, y yo adoro el poder gatito- le sonrió de una forma torcida a su compañero, mostrando que no había perdido del todo su forma de pensar.

-No has cambiado Death- comento Aioria con una sonrisa.

-No tengo porque hacerlo, así como no tengo porque andar de niñero con esos mocosos de bronce- se quejo.

-No les digas así, ellos merecen todo nuestro respeto por sus acciones- le "regaño" el león- y no vas de niñero, solo de instructor... por un día, cabe resaltar- le recordó con mucho énfasis eso ultimo.

-Sí, pero recuérdame porque debemos ver a los cinco tontos, lo del fénix lo entiendo porque es tu alumno y también de Pegaso porque tu hermano fue a una misión, pero por qué tengo que vigilar a Cisne, Andrómeda y Dragón-

-Shaka y el maestro Dohko fueron a una misión a Indoasia y regresan mañana, y Camus tuvo un ligero retraso en su viaje de regreso de Siberia y aunque regresa hoy, será hasta el anochecer. Por eso me pidieron que vigilara sus entrenamientos el día de hoy- le contesto Aioria como si de una plática normal entre ellos fuera.

-Y como el niño bueno que eres, aceptaste esa responsabilidad sin dudarlo o dejar que alguien más compartiera esa carga ¿o me equivoco?- adivino el cuarto custodio con la intención de alterar al griego, cosa que funciono, pero en otro sentido ya que Aioria se sonrojo y giro la vista para no mostrar su reacción al ojiazul.

-Bueno, ellos me lo pidieron- dijo el león avergonzado, porque si fue como DeathMask lo dijo, pero no tenia porque admitirlo- además, no hay problema alguno porque te tengo para ayudarme- apretó su abrazo para sonreír tontamente.

-No, si hago esto es porque te debo un favor, nada mas- le corrigió el cangrejo con suma molestia, pero sin intenciones de soltarse de ese abrazo.

-Si claro- contesto el otro con cierta ironía, ya hace mucho que DeathMask había pagado su deuda con él, sin embargo ahí seguía a su lado, sin importar la tarea o la misión, y siendo sincero consigo mismo, también disfrutaba de la compañía del italiano. Fue por eso que acepto esa gran tarea, para poder pasar un día con él sin problemas.

-No te quieras burlar de mi- le grito el más bajo al notar el tono que uso el castaño.

-No lo hago- le respondió divertido, esa clase de "discusiones" eran cada vez más divertidas, ya no sabría que hacer si DeathMask ya no estuviera en su vida, de esa forma tan intima.

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Bueno, con eso concluye la primera historia. Algo suave para empezar esta serie, que además puede funcionar como una introducción a posibles secuelas.

Aclaraciones:

1.- Tal vez esta demás pero quiero que no haya dudas, esta serie consistirá en capitulo propios, que en su mayoría no tendrán relación con la anterior, a menos que yo lo indique en el titulo o lo aclare en estas partes. Por lo mismo, casi todas sucederán en universos alternos, es decir, que serán en realidades donde no serán caballeros o tengan relación con la historia original. De hecho, detesto cuando meten historias en la línea principal, porque siento que no quedan bien cof cof Saintia Sho es la maravillosa excepción cof cof. Por lo que casi todas serán con Aioria y DeathMask siendo humanos normales.

En caso de que sean Caballeros como en esta, seria en una especie de futuro posible donde todos los dorados revivieron. Creo que eso me daría la oportunidad de dar algunas opiniones personales de estos personajes.

2.- Solo para los olvidadizos, el templo de Virgo y Cancer, quedaron casi hecho añicos por la invasión de los "traidores" cuando Saga y Shaka se dieron con todo desde estos templos. Y lo recuerdo más que nada por un meme donde Aioria es un gatito asustado de tanto alboroto, literal es la imagen de un gato asustado con su careta de Leo puesta XD

3.- Por cierto llamare a los Templos por sus nombres originales, pero también usare el nombre los signos que representan.

4.- Por último, he querido dejar un poco de incógnita con respecto a Marín, bueno, si bien lo hice para quitar un poco esa ship de esta historia (no tengo nada en contra de ella) eso lo saque de la incógnita que dejaron lo de la película La Obertura del Cielo y Omega. Ninguna de las dos es canon, pero creo que es interesante la historia que tiene Marín en la primera y que por alguna razón no salga ni se le mencione, además de que su armadura paso a bronce y con otra portadora. Lo que sucedió con ella en esa línea del tiempo, tal vez nunca lo sepamos. ¿Ustedes que creen?

Pues creo que con eso es suficiente.

Si tienen alguna duda, idea, queja o comentario

No duden en dejarlo, si puedo les responder, especialmente en la dudas.

Tampoco olviden dejar su voto si les gusto.

Hasta la próxima, espero no tardarme mucho que un tengo otras tres historias que terminar.