Cuidando a un asesino enamorado (parte 1)
Cárcel de máxima seguridad "Independencia", Praga, República Checa.
En lo más profundo de la enorme prisión, en un cuarto de interrogación altamente resguardado, se encontraban tres personas, una mujer y dos hombres. La mujer era una joven, no mayor a los 25 años, de cabello lila, con ropa bastante elegante que la hacia ver como una burócrata. Por otra parte, uno de los hombres era un muchacho de aproximadamente la misma edad que la chica, su cabello era negro y muy largo, casi al nivel de la cadera; y su ropa era un uniforme de las fuerzas especiales de la CIA. Al final, estaba un hombre mayor con traje, que por la forma en que discutía con la joven, se podía intuir que eran compañeros diplomáticos.
Afortunadamente para el joven de cabello negro, quien trataba de mantenerse al margen de la discusión, todo se detuvo cuando las puertas del cuarto se abrieron y dejaban ver a quien estuvieron esperando desde hace rato.
Esa persona tan esperada por el grupo era un hombre que rodeaba los treinta y tantos años, alto, de tez morena, facciones afiladas, ojos y cabellos azules y cortos. Este hombre, de aproximadamente 30 años, traía el típico overol naranja que llevaban los reos, además de estar sujeto por grilletes tanto en las muñecas como en los tobillos, lo que evidentemente restringía sus movimientos. Junto al reo, estaban dos policías y una mujer con traje.
Sin decir nada, el peliazul tomo asiento frente al trió que lo esperaba. Por su parte, ambos jóvenes se sentaron frente al preso. Lo mismo hizo la mujer que lo acompañaba mientras los policías y el hombre mayor, se mantenían en pie.
-Ángelo Di Cáncer, alias DeathMask, criminal de nivel omega, buscado por 23 países a lo largo del globo, acusado de asesinato múltiple, regicidio, genocidio, robo cibernético, estafas a nivel mundial, destrucción de edificios públicos y secuestro de importantes mandatarios- decía el hombre mayor mientras leía todos los cargos del hombre de tez morena- como se acordó en la corte de la ONU, aquí tenemos el trato que la junta del crimen internacional acepto para ti a cambio de tu testimonio contra el dictador Bielorruso, Nicolás Escrifnof- le comento al momento de mostrarle el documento frente a él.
-Este documento permitirá la liberación de su esposo, Aioria Leonis, de forma inmediata en cuanto usted cumpla su parte del trato. Solo necesitamos que firme para emitir la orden- hable la joven ofreciéndole un bolígrafo.
-¿Van a liberar a un hombre inocente de prisión? Qué gran progreso- comento Ángelo con un evidente sarcasmo- más les vale que ese papelito incluya una total limpieza en su historial policíaco- les dijo con una mirada furiosa.
-Te garantizo que saldrá limpio, incluso se le pagara 50 mil dólares por los daños ocasionados en prisión- dijo el joven de cabello negro.
-Un momento- hablo la mujer que acompañaba al prisionero- aquí no aparece algún trato especial para mi cliente, quien una vez testifique seguirá en cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional- hablo la mujer que acompañaba al criminal- mientras no haya algo para mejorar su condena, él no va a firmar ningún...- la mujer no pudo terminar de hablar, el criminal había firmado el documento sin pensarlo dos veces. El trato se había cerrado.
Esa fue la señal para iniciar el traslado del peliazul hacia la corte donde estaba el caso contra el terrible dictador.
Recorrieron las instalaciones hasta llegar a una de las bodegas donde trasladaban a los prisioneros
-¿Es en serio dragón?- hablo el moreno al ver el lugar donde empezaría la movilización, pero sobre todo, al ver a la gente que estaba allí presente.
-Tranquilo DeathMask, este traslado es un operativo secreto de nivel máximo, solo tenemos a mi equipo como medida preventiva- le contesto el joven de cabello negro. Este joven era el agente especial Shiryu Naga, alias el dragón esmeralda, quien era uno de los mejores agentes de la CIA a nivel mundial.
-JA ¿por quién me tomas? Yo conozco a tu equipo y esta banda de inútiles no son ellos- le contesto apuntando a la docena de hombres que los esperaban en una fila militar- estoy bastante seguro que entre tu grupito estaban un rubio y uno que parecía chica-
-Ellos nos esperan en las dos bases que usaremos para descansar en el viaje- le contesto Shiryu bastante tranquilo- pero te aseguro que estos hombres son lo mejor de lo mejor en sus escuadrones-
-Mira lagarto, a ti te respeto porque lograste lo que nadie antes pudo, atraparme, pero esto es ridículo- dijo Ángelo apuntando a los hombres, que vestían con uniformes pesados y cargaban sus armas de fuego- ¿por qué no simplemente me dejan las armas en el carro y yo me las arreglo para llegar hasta la corte? Así nos evitamos muchos problemas- hablo con un tono un tanto molesto.
Si bajo circunstancias normales sentía una enorme incomodidad hacia los policías, ahora que la libertad de su esposo dependía, en parte, de esa bola de inútiles, era mucho peor su actitud hacia ellos. Lo peor de todo es que sentía que algo no andaba bien, no podía explicarlo ni entenderlo, más algo en ese momento le decía que ser escoltado por uniformados era una muy mala idea, una terrible idea.
-Nada de eso, no creas que somos tan idiotas como para dejarte un arsenal nivel militar y un carro para que huyas- hablo el hombre mayor con cierto aire de superioridad.
Ángelo solo gruño al escuchar esas palabras. Ese idiota no tenía ni idea cual era su mayor prioridad en esos momentos, sacar a su amado de la cárcel. Solo el joven agente pudo entender ese gesto del criminal, era consciente que el esposo de DeathMask era el único ser humano por el cual sentía amor, preocupación y empatía genuina. Lamentablemente no podía abogar por la idea del moreno, puesto que no tenía la autoridad como lograr un voto de confianza como ese, especialmente porque DeathMask era muy inestable emocionalmente, así como podía estar tranquilo y de buen humor en un momento, al siguiente segundo podía arrancarle la cara a un sujeto por el simple hecho de mirarle feo.
-Nosotros nos adelantaremos para informar a la corte sobre la liberación de su esposo- hablo la joven mostrándole el documento para tratar de calmar la tensión entre el prisionero y el resto de los presentes- los esperamos en la corte- dijo antes de irse con el hombre mayor en otro auto.
-Esto es una pérdida de tiempo, yo llegaría en menos tiempo si me dejaran ir- se quejo el peliazul una vez estuvo solo con el agente y sus hombres.
-Sé que es difícil, pero te prometo que si todo va bien podrás llamar a tu esposo- le comento Shiryu tratando de darle animo.
-No debería subestimarnos- hablo uno de los hombres del dragón, que se acerco a Ángelo con un aire por demás altivo- después de todo, siempre estamos preparados para todo- le dijo al quedar frente a frente con el peligroso criminal.
-¿En serio?- pregunto Death mientras se limpiaba los dientes con la lengua como un gesto de burla.
El sujeto solo sonrió de forma altanera, estaba más que satisfecho por haber dejado callado a uno de los criminales más peligroso del mundo, solo que el gusto le duro poco ya que en un momento de distracción Ángelo le dio un cabezazo tan fuerte en la cara que estuvo a nada de romperle la nariz.
-¿Estabas preparado para eso hijo de perra?- le pregunto Ángelo con un gesto de satisfacción muy tétrico.
-Ya basta- se interpuso Shiryu con una mirada desafiante a DeathMask- ve a que te arreglen eso- se dirigió al hombre que sangraba- los demás, prepárense, nos vamos en cinco- grito para ser escuchado por todos en el lugar.
En diez minutos, todos habían tomado sus armas, estaban en sus lugares y los autos arrancaron. Todo estaba saliendo según el plan...o eso creían.
En el interior de la camioneta, Ángelo estaba sentado apoyando la espalda a la pared que los separaba del conductor, rodeado por ambos lados por los policías, con el pelinegro a su lado izquierdo.
-Esos edificios son muy altos- pensó Ángelo en voz alta al mirar por una de las pequeñas ventanas que había en la parte de arriba- perfectos para matar a alguien a larga distancia- comento al sentir una extraña quietud en el ambiente.
-No hay de qué preocuparse- le hablo el hombre a quien le había dado el cabezazo, este estaba con varias vendas que le cubrían la nariz.
-La calle está muy vacía- siguió hablando el criminal sin poder relajarse, estaba seguro que algo malo pasaría en cualquier momento.
-Tranquilo Death, no va pasar...- Shiryu no pudo terminar de hablar debido a que un camión se impacto contra ellos con una enorme fuerza.
La camioneta en donde iban los policías y el criminal, volcó de tal forma que termino de lado, con el tanque de gas a la vista.
Rápidamente, los hombres dentro de la unidad salieron como pudieron del vehículo solo para darse con la sorpresa de que en lo alto de varios edificios y en algunas calles los esperaban un gran grupo de hombres armados, con armas mucho más pesadas y letales que las de ellos.
-Libérame, puedo ayudar- le grito Death al agente que golpeo mientras se sacudía en el arnés de seguridad que traía puesto.
-Quédate donde estas- apenas pudo articular el hombre vendado mientras sacaba su arma y trataba de salir del vehículo.
-Atención unidades, hemos sido emboscados, repito, hemos sido emboscado por hombres armados hasta los dientes- hablaba el mismo vendado apenas esquivando una lluvia de balas. Al mismo tiempo los hombres la unidad fueron cayendo muertos por los desconocidos.
-Con un demonio, sáquenme de aquí- grito el moreno tratando de sacarse las esposas. Ángelo sabía que no tenía mucho tiempo antes de que esos inútiles mataran a los uniformados. Si quería vivir debía matar a esos idiotas que buscaban su cabeza.
Fue en uno de esos momentos que escucho como el pelinegro salió de la inconsciencia a su lado.
-¿Qué sucedió?- pregunto dragón tratando de recuperar los cinco sentidos.
-Hola bello durmiente, hasta que despiertas- le contesto el peliazul antes de sentir un ruido de bala muy cerca- sácame de aquí que nos está cayendo una tsunami de balas- le ordeno al poder ver como varios enemigos se acercaban.
Shiryu se libero de su lugar con algo de dificultad y usando su llave libero a DeathMask, quien no desaprovecho para tomar una de las armas del muchacho y apuntar hacia esta.
-Espera Death...- grito el pelinegro ante esa amenaza, solo que enmudeció ya que el mayor disparo, justo en la frente de uno de los sicarios que ya se había acercado peligrosamente a ellos.
La masacre se hizo inminente en cuanto el moreno salió con su arma.
Sus disparos eran limpios y sus movimientos rápidos, esos asesinos apenas y podían verlo. Cuando las balas de su arma se acabaron, dio una voltereta al piso para tomar una metralleta del cuerpo del hombre con el que se había peleado para seguir con su trabajo. Tal era su maestría con las armas, que parecía bailar en medio de la calle mientras el ritmo de las armas marcaba el ritmo.
Lamentablemente para Ángelo, en el instante que mato a uno de sus enemigos, este término disparando una última bala que fue directo la pierna de Ángelo, justo debajo de la rodilla. La fuerza lo hizo caer al piso, más no perdió ni un momento, desde ahí, siguió disparando, girando sobre sí mismo, hasta matar a todos los idiotas que le intentaban matar.
Una vez se silencio todo el lugar, Death pudo levantarse lentamente, tratando de no abrir más su herida. De los muertos, tomo cualquier cosa que le pudiera servir, entre ellos, algunas armas cortas, municiones, pero sobre todo, un aparato de comunicación clandestina.
Por su parte, Shiryu solo pudo esconderse tras la camioneta y lograr disparar a uno que otro sicario. En cuanto la balacera seso, vio a DeathMask mirando hacia su dirección, solo para hacerle un gesto e irse caminando con cierta dificultad a un callejón cercano.
Shiryu no perdió tiempo en seguirlo con arma en mano, aunque se sorprendió bastante de que aun con esa herida en la pierna fuera a caminar tan rápido. Lo alcanzo justo en la entrada del callejón, solo para tener que disparar a un sicario que Death no vio.
-Por un momento creí que...- hablo Ángelo mirando el cuerpo del tipo que dragón mato.
-Hay una casa de seguridad cerca de aquí...vamos- le comento Shiryu ofreciéndose como apoyo para que el otro no presionara tanto su peso sobre su pierna herida.
Casa de seguridad (varias horas después)
-Aquí- le dijo el pelinegro al mayor en cuanto entraron a la casa de seguridad- descansa mientras veo que hacer- le indico uno de los sillones de la sala.
-Si sabes que han sido infiltrados ¿verdad?- le comento mientras se sentaba para revisar su herida- si vas a contactar a alguien, te digo que sea alguien fuera de la CIA, nada que ver con la misión- le dijo casi como una orden.
-Hay una pequeña enfermería al final del pasillo, puedes tomar todo lo que necesites para curarte, yo mientras tanto encontrare a alguien que nos ayude- Shiryu le dio la razón a Death sobre buscar a alguien fuera de la CIA, no quería poner en peligro a sus amigos, y tampoco quería arruinar esta misión.
DeathMask no dijo nada y se fue cojeando al cuarto indicado. Sabía que el dragón necesitaba espacio para hacer lo que sea que estuviera planeando. En cambio él, sabía perfectamente que hacer.
No le tomo mucho tiempo el limpiar su herida en la enfermería y prepararse para quitarse la bala incrustada. En realidad, ese tipo de rutina de auto curarse era bastante natural en su vida. Rara vez iba a un medico a tratarse, algo bastante obvio considerando que era uno de los hombres más buscados por la ley en casi todo el mundo. Sara la bala era lo único faltante, pero para ello necesitaba con que distraer su mente, fue cuando tomo el comunicador de ese cadáver para matar dos pájaros de un tiro, sacar la bala y poder hablar con su esposo.
Prisión "Elisios", Países Bajos (Holanda)
En una celda, en un piso alto de dicha prisión, se encontraba un joven alto, de aproximadamente 30 años, de tez canela, cabellos castaños claros y ojos verdes, haciendo ejercicio, abdominales para ser preciso. De pronto, pudo escuchar el rechinar de la puerta de su celda, lo que indicaba que alguien iba a entrar, cosa que desconcertó al hombre pues todavía no era la hora del almuerzo o de visita como para molestarlo durante su sesión de ejercicios.
Con cierta molestia se levanto y espero a ver que querían de él a esa hora. Tal como lo imagino, llegaron dos guardias con un aparato muy conocido para él, un teléfono móvil que servía para comunicarse cuando su abogado deseaba hablarle.
Ninguno de los guardias hablo y simplemente le dejaron el aparato antes de irse y cerrar su celda nuevamente.
Sin muchos ánimos levanto la bocina y respondió.
-¿Ahora qué quieres?- pregunto con muy mal humor el castaño.
-Aioria, amor soy yo- se escucho la voz de Ángelo del otro lado de la línea.
-Ah ¿de verdad eres tú?-
-Sí, si soy yo mi león dorado- le contesto Death con un tono de profundo agradecimiento, felicidad y regocijo. Hacia tanto que no escuchaba la voz de esposo y ahora, gracias a ese aparato podía oír su hermosa voz. La posibilidad de que funcionara esa llamada era realmente pequeña, pero la suerte le sonrió en ese momento.
-¡Pedazo de imbécil! ¡desgraciado!- soltó de pronto Aioria con mucha furia.
En respuesta, Death solo sonrió ligeramente, sin molestarle en absoluto por esa serie de insultos hacia su persona.
-¡Tienes siquiera una mínima idea de todos los problemas en los que estoy por tu culpa, loco insensato!- le siguió recriminando el castaño.
-¿Te han hecho algo en esa prisión?- pregunto Ángelo muy serio y olvidando las quejas de su amado. Si alguien si quiera se atrevió a lastimarle una uña o cabello al ojiverde, él se encargaría de hacerles pasar un infierno.
-No idiota, esto es Holanda ¿Qué crees que alguien podría hacerme aquí, golpearme con un pescado? De lo que estoy molesto es que por TU culpa estoy en prisión, ni siquiera sé porque me case contigo, lo único que has hecho desde que apareciste en mi vida ha sido complicarla a niveles ridículos y no lo niegues porque el que este en esta celda, es prueba de ello- le contesto el ojiverde en un tono entre furioso y frustrado.
-Al menos ahí tienen planicies repletas de esas flores que tanto te gustan, ¿Cómo se llamaban?, juncillos, tumintos-
-Son tulipanes tarado, y no, esas no son mi flores favoritas- le corrigió aumentando mas su furia- vaya que buen esposo eres- dijo con evidente sarcasmo- no puedo creer que no recuerdes cuales son mis flores favoritas, al menos dime que recuerdas la fechas de nuestro aniversario- dijo bajando un poco el tono de voz, pero al no recibir respuesta del otro lado de la línea solo suspiro pesadamente- sabes que es lo peor de todo, que ni siquiera puedo ver los tulipanes porque de todas las celdas que pudieron asignarme, me dieron una que está justo enfrente del reloj de un monasterio, apenas puedo ver como las monjas pasan- todas esas palabras ya no tenían ira sino pena y melancolía- es lo único que me faltaba, un enorme reloj que me recuerde mi encierro-
-¿Sigues ahí?- pregunto Aioria preocupado porque ya no hubo alguna broma o comentario ingenioso de parte de su marido- Ang...
Love of my life, you've hurt me
You've broken my heart and you leave me
Love of my life, can't you see?
Bring it back, bring it back
Don't take it away from me, because you don't know
What it means to me
Aioria se vio interrumpido por la voz de su esposo, quien empezó a cantar la canción que le dedico cuando le dijo que lo amaba y cuando se casaron, cosa que lo enterneció y le recordó porque se había enamorado de Ángelo, su Ángelo. Simplemente guardo silencio y disfruto la poco agraciada interpretación de su pareja. Pues si bien era cierto que Ángelo no cantaba como un verdadero músico, si le entregaba el corazón al significado de las letras, como si con esa canción le transmitiera todo lo que las palabras no podian.
Love of my life, don't leave me
You've stolen my love, you now desert me
Love of my life, can't you see?
Bring it back, bring it back
Don't take it away from me
Because you don't know
What means to me
La canción se vio interrumpido por algunas gesticulaciones dolorosas por parte de Ángelo, quien en un movimiento uso unas pinzas para arrancarse la bala de un solo intento, obviamente el dolor lo hizo gruñir y respirar entre cortado, cosa que evidentemente preocupo a Aioria cuando escucho dicho ruidos del otro lado de la línea.
-Ángelo ¿Qué tienes, que pasa?- pregunto el castaño apretando uno de los barrotes de su cama.
-Escucha...lamento todo esto, fue mi culpa y...yo...prometo que lo arreglare...así que....estarás...es...-
-¿Ángelo?...¿me escuchas?- dijo al no escuchar todo lo que le decía su esposo.
-¿Aioria?...¡Aioria!- grito Death al tampoco escuchar la voz de su pareja hasta que un pitido le dio a entender que la llamada había terminado.
Por su parte, Aioria también grito el nombre de su esposo antes de escuchar el fin de la llamada, por lo que golpeo el teléfono con los barrotes de la cama en un intento por sacar su frustración de ya no oír la voz de su pareja. Al final, tras calmarse un poco de su ataque de ira, solo pudo llevarse las manos a la cabeza y tratar de no llorar. No sabía que quería decirle su esposo, solo rogaba por poder verlo otra vez, por poder abrazarlo y decirle que nada de lo que recrimino era cierto, que solo le dijo todas esas cosas horribles porque estaba frustrado y asfixiado por todo ese tiempo de encierro.
Regresando con Ángelo, este también se encontraba pensativo, no pudo decirle a su amado que no se preocupara, que su libertad ya estaba cerca, que confiara en que lo iba sacar de prisión porque estaba determinado a hacer lo que fuera con tal de que recuperase su vida.
El único consuelo que tuvo fue escucharlo, no le importaba si Aioria lo odiaba, lo maldecía o si lo consideraba como el peor marido, porque lo único que le importaba era el bienestar de su pareja, quien lo acepto pese a conocer su identidad, quien decidió amarlo pese a su forma de vivir y quien acepto compartir el resto de sus días con él cuando se casaron.
Con ese pensamiento de amor hacia su esposo, Death se vendo la herida, se levanto y se dirigió con el dragón para ver como se moverían ahora, no había tiempo que perder.
Gran sorpresa que se llevo cuando encontró al muchacho de cabello negro, que ya no estaba solo. A su lado llego un chico apenas un poco más joven que el dragón, de cabellos cortos castaños, tez ligeramente tostada y ojos marrones. Este muchacho parecía discutir con el otro joven, al menos hasta que ambos notaron la presencia de Ángelo y en cuanto el castaño y el peliazul cruzaron miradas, se reconocieron mutuamente. Lamentablemente para el de cabello negro, no fue de forma amistosa pues Seiya, el chico castaño, se lanzo hacia Ángelo, quien solo sonrió divertido por responderle el ataque.
Seiya le tiro un puñetazo, más Ángelo lo pudo esquivar con bastante facilidad para poder responderle con la misma moneda. Lamentablemente para el peliazul, Seiya también esquivo su golpe y, aprovechando esa oportunidad, opto por sacar su arma, cosa que no fue desapercibida por el mayor, quien lo bloqueo con una patada para ser él quien sacara su arma. Ambos terminaron cruzando armas y mirándose con detenimiento, esperando cualquier desliz del contrario para poder atacar. Lo único que resaltaba entre ellos es que Seiya lo miraba molesto, mientras Death mostraba una sonrisa divertida. Fue entonces que Seiya movió los ojos hacia abajo, dándole la impresión a Death que era el momento perfecto para noquearlo con un golpe físico de su arma. Lo que Death no sabía es que en realidad era una trampa del menor, pues con eso lo pudo patear en su herida, para inmovilizarlo sin mayor problema.
-Imbécil- maldijo el mayor al recargarse sobre la pared, ese había sido un golpe bajo.
-Es suficiente- se metió Shiryu en medio de ambos. Ciertamente lo había sorprendido ver como ambos hombres, apenas se vieron y ya estaban atacándose como si de los peores enemigos se trataran. ¿A caso se había perdido algo?
-¿En serio Shiryu? ¿en serio quieres que este maldito viva?- le pregunto el castaño a su ex amigo mientras señalaba a Ángelo de forma acusativa e infantil.
-Entiendo lo que sientes Seiya, de verdad- le trato de calmar el pelinegro- pero tú también debes entender que su testimonio es crucial para detener a Escrifnof, para hacer justicia a quienes mato y a quienes tiene bajo su yugo dictatorial- le explico bastante preocupado de que no aceptara su pedido.
-Olvídalo, no pienso andarle salvando el trasero a este...tipo- respondió Seiya molesto pero conteniendo su vocabulario.
-Como si yo necesitara niñera- concordó Ángelo ofendido.
-Lo dice quien esta aullando de dolor en la pared- le contesto el castaño elevando un poco su ego.
-Solo porque hiciste un truco sucio pony- le replico Death.
-¡No me digas así!- le dijo indignado- además, mira quién habla, tú asesino, loco, maniático, apestoso-
-¡Seiya!- le grito Shiryu antes de tomarlo del brazo y llevarlo a otro cuarto, no sin antes aventarle unas bolsas de sangre al mayor.
-Necesito que lo escoltes a la corte- le hablo a Seiya tratando de mantener la calma.
-No pienso hacerlo, no quiero saber nada de esto ni de ti- le contesto el apodado pegaso.
-Todavía sigues con eso- Shiryu no podía creer que su mejor amigo todavía lo acusara de algo que no hizo- no te traicione ninguno de los chicos lo hizo, entiéndelo-
-Lo único que entiendo es que perdí mi única oportunidad de conseguir el puesto que tanto soñaba ¿y por qué? porque cometí el error de decirles de mi misión, nunca lo hice y la única vez que le dije a alguien, todo se arruina- le grito herido, realmente estaba ilusionado por ser el jefe de seguridad de la CIA en Japón, solo necesitaba resguardar la seguridad de un importante mandatario y listo. Fue tanta su emoción, que le conto a sus amigos de escuadrón sobre su última tarea. Lamentablemente para Seiya, el mandatario murió en la recta final de su viaje de seguridad, lo que le causo la expulsión de la CIA y de cualquier posibilidad de trabajar en una organización importante en el mundo. Desde entonces culpo a sus amigos de ese fracaso y nunca volvió a dirigirles la palabra, pese a que estos intentaron ayudarlo varias veces. El único que pudo guardar su contacto fue Shiryu, y eso solo porque este investigo en que había pasado con su amigo desde ese trágico momento.
-Te diré algo Seiya, si logras llevar a Death a la corte para que de su testimonio, hare que te vuelvan a dar tu puesto, es más, lograre que tengas tu tan deseado puesto de seguridad- le ofreció el de cabello largo con la esperanza que eso fuera lo suficientemente tentador como para aceptar.
-No me trates de engañar, tú no tienes ese poder para cumplir eso-contesto Seiya muy escéptico.
-Tienes razón, no lo tengo- confirmo Shiryu sus sospechas- sin embargo, tengo contactos de alto nivel y logras cumplir esta tarea, puedo hablar con ellos para que te den ese puesto ¿Qué dices?- pregunto estirando su mano para cerrar el trato.
-De acuerdo, lo haré- finalmente dijo el castaño pero sin la intención de tocar a su ex amigo. Shiryu simplemente contrajo la mano un tanto triste y, tras avisarle a Seiya que informaría este atentado a su gente de confianza en los altos puestos, se fue de la casa de seguridad de la forma más sigilosa posible.
Ahora Seiya estaba solo con el hombre que en un par de ocasiones trato de matar a su equipo y sus protegidos durante dichas misiones de guardaespaldas.
Esto sí que sería divertido.
OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
Hola de nuevo lectores, aquí la autora con otra historia, o bueno, con la primera parte de una nueva historia. Lo más probable es que esta historia solo tenga una o dos partes más. Todavía no estoy segura porque me conozco bien y a veces se me van las páginas en cosas pequeñas que alargan, pero estoy segura que de 3 partes no pasa.
Aclaraciones:
1.- Esta historia esta basada en la película Duro de cuidar, estelarizada por Ryan Reinolds (Deadpool) y Samuel L. Jackson (Nick Fury). Básicamente esta historia es una adaptación mío de dicha película, que es una comedia en su mayoría. Si son fans del humor de Deadpool, les recomiendo verla. Samuel L. Jackson es una delicia en esa película.
2.- Obviamente al ser una adaptación en una historia corta, le he quitado o cambiado cosas, pero espero les guste.
3.- Les dejo el video de la canción que DeathMask le canta a Aioria, la bellisisma Love of my life de Queen. Les dejo el vídeo con subs para los que no saben ingles. Si quieren mas inmersión, escúchenla cuando aparasen los lirycs.
No olviden votar y comentar
Cualquier duda, queja o sugerencia serán bien recibidas.
Hasta el próximo capitulo.
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