Capítulo II
—Bien, chicos. Nos vemos mañana.
BaekHyun les sonrió con cierto nerviosismo a JongDae y MinSeok, quienes se despidieron desde la puerta.
—Espero que te vaya bien en la casa de tus suegros —dijo ChanYeol con cierto aire mordaz.
A pesar que ya pasaron unos cuantos días desde la cita en el bosque, aún no se enlazaba oficialmente con ChanYeol, por lo que este sacó a relucir toda su actitud posesiva, especialmente con JongDae, quien era el alfa con quien pasaba más tiempo. Era hasta ridículo pensarlo porque JongDae era su primo y este ya estaba emparejado con MinSeok, pero eso no dejaba a ChanYeol tranquilo ni por asomo y últimamente este ocupó bastante su título de jefe para no asistir a la empresa y pasar todo el día resguardando la salud de BaekHyun.
—Y yo espero que te emparejes de una puta vez con mi primo, bastardo.
Además, también era cierto que JongDae chocaba bastante con el tipo, quizás fuera porque el alto siempre intentaba alejarlo de BaekHyun y soltaba suposiciones sobre relaciones incestas entre primos.
—Ya dejen de pelear. —MinSeok terminó por sacar a su novio del departamento y finalmente quedaron ellos solos.
—No seas tan pesado con JongDae. —Le envió una dura mirada a ChanYeol antes de pasar por su lado y dirigirse hacia la cocina.
—¿Me hablas en serio? ¿Acaso no te das cuenta de cómo te mira?
Se detuvo de improvisto y se volteó a ver al alto con la boca abierta.
—¡Es mi primo y está emparejado! —soltó hasta con un poco de rabia, dejando a ChanYeol estupefacto—. Deja de decir esas cosas —susurró por último y luego se cubrió el rostro con las manos.
BaekHyun fue educado muy al estilo tradicional. Tenía bien en claro que, al ser un omega, debía comportarse de manera sumisa y respetuosa con su alfa, darle siempre todo lo que le hiciera falta. BaekHyun no tuvo problema con ninguna de esas ideas inculcadas en la niñez, pero ahora que efectivamente tenía a su alfa delante, la mayoría del tiempo no podía decir lo mismo. La conexión entre ambos se afianzó y su reciente relación también lo hizo, aunque BaekHyun seguía teniendo esa pequeña fobia que no dejaba que el alto diera el siguiente paso. Quizás por esa misma razón JongDae con MinSeok se pusieron de acuerdo para dejarle el apartamento solo a ellos dos en un intento de que por fin se enlazaran y que el alto dejara de decir que había algo entre los primos.
—Lo siento por eso.
—No te preocupes, Baek. Sé que últimamente soy un pesado. —ChanYeol se sentó en uno de los taburetes que había en la cocina y se llevó ambas manos a la cabeza para masajearse las sienes—. No me siento del todo bien al saber que aún no estamos enlazados, pero respeto tus decisiones.
—Lo siento. —El alto levantó la cabeza y le regaló una sonrisa, negando después con la cabeza.
—Te dije que no importaba, lindo. —El alto tomó una de sus manos y tiró de él para luego envolverlo con los brazos, dejándole finalmente un beso en la sien.
—ChanYeol... —susurró nervioso el pelirrojo y se alejó del chico con una sonrisa trémula.
El aludido frunció el ceño, pero le sonrió y luego le dejó un suave beso sobre la comisura de los labios. BaekHyun no se pudo rechazar al contacto y tomó al chico por las mejillas para empezar con el beso. Le acarició la mejillas y se puso entre las piernas abiertas de ChanYeol para estar más cerca de él y profundizar el beso.
—Tengo algo que mostrarte —dijo BaekHyun una vez que se separaron. La sonrisa aún permanecía en sus labios y tiró de la mano del contrario una vez que se alejó.
—Pero dijiste que prepararíamos la cena.
—Tenía planeado hacerlo, pero decidí mostrarte esto primero.
Arrastró a ChanYeol a través del departamento y una vez que estuvo delante de la puerta de su habitación se sintió entrar en desesperación, las manos parecieron sudarles y se mordió el labio inconscientemente mientras miraba el gran trozo de madera.
—¿Qué sucede? —Jadeó cuando escuchó una ronca voz hablarle al oído.—. ¿Qué quieres mostrarme?
Se mordió con más fuerza el labio una vez que tomó el pomo de la puerta y la abrió, encontrándose con su pequeña cama individual bien hecha y las cortinas cerradas. Prendió la luz, haciendo notar el pequeño peluche de lobo que tenía sobre su cama, el cual lo conservaba desde su infancia. Por suerte, el lobito se le quedó en la casa de su primo un vez que lo visitó de pequeño. BaekHyun recordaba con cierta melancolía que aquel era el único objeto que lo enlazaba con sus padres.
—¿BaekHyun? —Tiró de la mano de ChanYeol y volvió a sonreírle de aquella manera que el alto encontraba tan encantadora—. ¿Por qué estamos en tu habitación?
Se separó del alto y caminó hasta su escritorio, donde dejó la pequeña bolsa de color crema que tenía unas elegantes letras marrones indicando el nombre de la tienda. Una vez que la tomó se la entregó a ChanYeol con el rostro completamente sonrojado, sintiéndose tan avergonzado que se le fue inevitable llevarse las manos al rostro para cubrir su bochorno. El alto frunció el ceño cuando recibió la bolsa, pero aun así sonrió, gesto que desapareció de inmediato para ser remplazado por un ceño fruncido, haciendo que el corazón del bajito dejara de latir por un segundo.
—¿Estás bromeando conmigo?
—Por supuesto que no. —Le pegó un manotazo al contrario en el pecho por la vergüenza y agachó su cabeza para comenzar a jugar con sus propios dedos.
La razón de tanto bochorno se debía al contenido que tenía aquella bolsa. BaekHyun entendía lo afectado que estaba el alto por la falta de emparejamiento, él también lo estaba porque, aunque no quisiera, si se sentía preocupado cuando el contrario se alejaba de él y tenía que ir a trabajar o hablaba con alguien más de manera muy amistosa. Por ello, BaekHyun se tomó el tiempo de ir a una pequeña tienda para conseguir el objeto que había dentro de la elegante bolsa.
ChanYeol sacó del interior del plástico la pequeña carta que dobló por la mitad. Esta consistía en un papel grueso y BaekHyun se tomó todo el tiempo del mundo en hacer la letra más bonita que le saliera.
—No tengo miedo de ti ni tampoco creo que alguna vez lo tendré —citó ChanYeol mientras intentaba ocultar la sonrisa que se esforzó por aparecer en su rostro—. ¿De verdad quieres hacer esto?
Él asintió y le hizo otro gesto a ChanYeol con las cejas para que este sacara el objeto que había dentro de la bolsa, el cual se trataba de un pote de lubricante con aroma a fresas.
—¿Fuiste a comprar esto? —preguntó el alto con cierta burla y él lo golpeó con suavidad en el pecho luego de sonrojarse.
—No tienes ni idea de lo vergonzoso que fue.
ChanYeol le sonrió tan ampliamente que a BaekHyun parecieron desaparecerle todos los miedos, incluso esa extraña fobia que parecía tener por los cambiaformas lobunos. Dejó que ChanYeol lo agarra por la cintura y que finalmente se acercara tanto a él como para darle un apasionante beso. Posó sus brazos por alrededor de los hombros del contrario y lo atrajo más cerca de su cuerpo mientras ambos continuaban con la incesante muestra de afecto. ChanYeol se dedicó a acariciarle los labios con la lengua y BaekHyun no dudó ni un segundo en abrir la boca para que el otro pudiera besarlo con más frenesí.
—No puedo creer que finalmente serás mío —susurró ChanYeol luego de finalizar el beso.
BaekHyun rio como un niño travieso y se alejó del alto para luego caer sentado en su propia cama. Le sonrió al contrario con encanto propio y ChanYeol estuvo totalmente hipnotizado una vez que caminó hacia el colchón. Se dejó caer sobre el cuerpo de BaekHyun con cuidado, lo recostó sobre el colchón y empezó a dejar una serie de suaves y delicados besos sobre el blanquecino cuello expuesto.
—Te haré el amor, BaekHyun. Te lo haré tan suave y exquisito que te juro que te encantará. —El aludido gimió ante las palabras roncas y decisivas del más alto.
Una de las manos de ChanYeol se introdujo por debajo de su camiseta y subió hasta sus pezones, empezando así a jugar con el delicado botón. BaekHyun se retorció bajo las manos ajenas y soltó quedos gemidos mientras las caricias continuaban. ChanYeol seguía besándole el cuello y oyó que el otro dejó el lubricante sobre la mesilla de noche. Una vez que sintió que las manos del contrario ya no estaban sobre su cuerpo decidió abrir los ojos, encontrándose así a ChanYeol sentado sobre sus caderas y sonriéndole desde arriba. El hombre se tomó el inicio de la camiseta, dejando expuesta un poco de la tostada piel y BaekHyun se sintió delirar en el momento que vio los pequeños relieves. Sin poder evitarlo dirigió ambas manos hacia ahí, tocando la piel mientras ChanYeol solo levanta la camiseta lo necesario como para que él pudiera tocar. Sus dedos se atoraron más de una vez con el pantalón, provocando que en un momento de desenfreno lo desabotonara con urgencia, encontrándose así con el elástico del bóxers, con el que se dedicó a jugar para que luego sus manos subieran por el pecho del otro, siempre siendo acompañado de las manos de ChanYeol, quien le dio el acceso suficiente al subirse la camiseta.
Una vez que BaekHyun tuvo ambas manos sobre los pectorales del pelinegro se alzó para besarle la piel, dedicándose especialmente a los pezones ajenos como el contrario hizo con él, agarrando el pequeño botón con los dientes, teniendo extremada delicadeza para no causarle algún daño. Una mano se posó en su nuca para que el movimiento de su lengua no se detuviera y BaekHyun bajó la otra mano para tocar el miembro del contrario.
Nunca antes tocó de esa manera a un hombre, ni siquiera a una mujer. BaekHyun era un omega que vivía en un pueblo con demasiados omegas y estos eran estrictamente exclusivos para sus alfas. Él no tuvo el placer de ser tocado ni de tocar a nadie. Lo que hizo simplemente fue por impulso, porque algo dentro le dijo que debía hacerlo, que debía complacer a su alfa para que finalmente pudiera ganarse su gran premio.
—BaekHyun —gruñó el alto y él levantó la cabeza con una sonrisa y los labios totalmente brillantes por jugar con el pezón del contrario.
ChanYeol lo tomó de la nuca y lo besó tan fuerte que a BaekHyun se le fue inevitable gemir totalmente excitado sobre la boca ajena. Ambos cayeron sobre la cama y esa vez ChanYeol pareció ser un poco más impaciente, logrando deshacerse de la camiseta del pelirrojo con más facilidad de la esperada. Una vez que BaekHyun estuvo con el pecho desnudo dejó una serie de besos por la nívea piel, los cuales fueron acompañados siempre de suaves mordidas y chupetones que tenían el fin de dejar la piel de hermosos tonos rosáceos.
Las manos de BaekHyun aprisionaron los hombros de ChanYeol y lo obligaron a que se agachara para besarlo. Aprovechó y metió la diestra dentro de los bóxers del alto, estando totalmente necesitado de tocarlo.
—Mierda, BaekHyun. Deja de tocarme así.
Sus movimientos pararon de inmediato y sus ojos se enfocaron en los contrarios. Ahora que lo veía bien, la situación sí que era bastante vergonzosa. Aún mantenía una de sus manos dentro de la ropa interior del contrario y ChanYeol estaba sentado sobre su cadera mientras lo miraba con una amplia sonrisa. Apenas pudo entrar en razón alejó la mano y se cohibió debajo del cuerpo ajeno.
—¿No debería hacerlo? —preguntó con una pizca de inocencia a la vez que sentía sus mejillas calentarse.
—Me gusta que lo hagas. —ChanYeol sonrió ampliamente y le besó una mejilla para luego susurrarle al oído—: Lo que pasa es que me calientas mucho y aún no puedo complacerte como me gustaría.
BaekHyun sonrió atractivamente a pesar de que estaba muy sonrojado y dejó que el alto lo besara con pasión, mordiéndole el labio inferior en el primer momento que este se cruzó por entre sus dientes. Las manos del alto se dirigieron hasta el inicio de su pantalón y lo desabrochó con calma, haciendo que BaekHyun frunciera el ceño ante la aparente paciencia que tenía su pareja.
—No demores tanto —reclamó para luego alzar las caderas, haciendo que su miembro encontrará con los nudillos del alto, por lo que un notorio temblor se extendió por todo su cuerpo.
El dedo índice de ChanYeol pasó con suavidad a través de su extensión, provocando que dejara escapar de entre sus labios un gemido que se le antojó sumamente delicioso al contrario.
—Tócame —suplicó mientras cerraba los ojos y se llevó un brazo por sobre la cabeza.
ChanYeol lo complació y tomó firmemente los costados de sus pantalones para bajarlos lentamente, teniendo así sumo cuidado con las piernas lechosas de BaekHyun. Una vez que la prenda estuvo tirada en el suelo alfombrado de la habitación, ChanYeol dejó una serie de delicados besos a través de las piernas del contrario, subiendo cada vez más hasta que llegó a sus bóxers.
—¿Quieres que te quite esto, BaekHyun?
El aludido gruñó cuando sintió al contrario juguetear con el elástico de su ropa interior.
—Hazlo, por favor —imploró con la voz ahogada por el deseo.
El chico finalmente se lo sacó y lo miró desde los pies de la cama. BaekHyun entrecerró los ojos al verlo. En los ojos del contrario albergaba el color amarillo y a él de inmediato la excitación se le instaló en el cuerpo. Gimió con solo verlo y se llevó una mano hasta su miembro para empezar a tocarse, recibiendo de inmediato un gruñido gutural del contrario. Quitó las manos y llevó ambas a la cabecera, entrelazándolas para luego alzar las caderas en un gesto que indicaba que pedía por el alto.
El pelinegro se sacó el pantalón junto con los bóxers y BaekHyun no pudo hacer más que morderse el labio y comenzó a quejarse mientras se retorcía sobre las sabanas. ChanYeol se ciñó sobre él con una elegancia animal y le sonrió de una manera tan encantadora que para BaekHyun realmente pareció desaparecer todo lo externo a ellos dos.
—Enlacemonos —pidió con la esperanza de que el contrario lo tocara.
ChanYeol lo hizo. El tipo posó su diestra sobre la mejilla de BaekHyun e hizo que esta recorriera toda la piel del chico. Pasó por su cuello, su hombro, pecho y abdomen, finalizando su recorrido en uno de sus muslos. ChanYeol hizo espacio entre sus piernas para poder instalarse y tomó una de las extremidades del más bajo para acariciarla con delicadeza mientras no dejaba de quitarle los ojos de encima.
El alto se agachó lo suficiente como para iniciar un beso con BaekHyun, haciendo que este finalmente desenlazara sus propios dedos y los introdujera entre el cabello negro del contrario. ChanYeol cortó el beso para luego comenzar a besar su cuello y no se detuvo ni para tomar el lubricante que dejó a un costado sobre la cama. Se echó un poco del líquido en la mano y lo esparció lentamente con los dedos, acercándolo después hasta su entrada. BaekHyun inmediatamente se tensó cuando sintió el contacto húmedo del dedo de ChanYeol sobre una parte tan delicada de su cuerpo.
—Solo soy yo —susurró su pareja al oído en un intento por calmarlo.
Suspiró con los ojos cerrados y abrió más las piernas mientras dejaba suaves caricias sobre uno de los brazos de ChanYeol en un intento de calmarse a sí mismo, lográndolo luego de unos segundos. El más alto finalmente ingreso su dedo medio dentro de BaekHyun, haciendo que este se arqueara y soltara un suave gemido. El dedo fue ingresado con lentitud y una vez que ya estuvo completamente dentro de él, ChanYeol comenzó a sacarlo y volver a introducirlo una y otra vez, sacándole por completo esa sensación de leve dolor e incomodidad que sintió en un principio.
Sin siquiera percatarse llegó el segundo dedo junto al tercero, haciendo que de verdad el pelirrojo se convirtiera en un lío de jadeos porque ChanYeol no lo dejó respirar con tranquilidad en ningún momento después de que empezó a mover los dedos con tanto ímpetu dentro de su interior.
—¿Te gusta, BaekHyun?
El susodicho se mordió el labio inferior con fuerza luego de escuchar las estimulantes palabras del contrario, quien pareció ajeno al chico que él conocía, aunque le encontró razón a su actitud. BaekHyun siempre se mantuvo alejado del alto cuando este tuvo la intención de dar el siguiente paso para emparejarse, pues nunca se sintió lo suficientemente preparado para ello, al menos no hasta ese momento, por lo que sabía todo lo que el alto retuvo para respetarlo a él y a su decisión.
—Sí. Más...
La suave risa de ChanYeol sonó armoniosa ante su oído izquierdo y él alzó las caderas hasta los dedos del contrario al sentirse tan provocado.
—¿Me quieres a mí, hermoso?
BaekHyun gimoteó y asintió efusivamente mientras mantenía los ojos cerrados y se mordió el labio inferior con fuerza.
—Hazme el amor, ChanYeol. Ahora.
El alto soltó otra de sus risas, pero le obedeció. BaekHyun se quejó apenas ChanYeol sacó los dedos de su interior, aunque rápidamente se encontró aliviado cuando sintió una caricia en la mejilla, lo que lo hizo abrir los ojos y ver los lujuriosos de ChanYeol, quien le dijo con la mirada que todo estaba bien y que confiara en él. BaekHyun lo hizo. Abrió las piernas para recibirlo, pasó los brazos por debajo de las axilas del contrario y se aferró a su espalda con fuerza, anticipándose al dolor que podría sentir. Sin embargo, no fue tanto como esperó, estuvo tan excitado que pasó la mayoría del dolor por alto, concentrándose solo en lo exquisito que se sintió tener a ChanYeol enterrándose dentro de él y lo hizo de una manera tan delicada que BaekHyun juraría que quedó aún más encantado con el otro, quien se detuvo cada vez que él apretaba la mandíbula o cerraba los ojos con demasiada fuerza.
El vaivén empezó sin que se diera cuenta y solo se dedicó a rasguñar la espalda del contrario en un intento de aferrarse a algo real para no quedar anclado en un mundo fantasioso donde estuviera completamente cegado por la excitación. BaekHyun de repente sintió que su lobo rasguñó su interior, diciéndole que era el momento, que de verdad ese hombre era su pareja y que ya estaba por enlazarse con él.
ChanYeol siguió moviéndose dentro de él cada vez con más fuerza mientras lo sujetaba fuertemente por las caderas para que quedara anclado a la cama y pudiera darle con mayor exactitud, consiguiendo más de una vez que BaekHyun realmente se volviera loco entre los brazos ajenos.
En más de una oportunidad sintió un fuerte tirón en la entrepierna que lo hizo pensar que en cualquier momento podría venirse y francamente no supo cuánto podría durar con ChanYeol dándole tan exactamente en su interior.
—Puedes correrte si quieres, yo ya estoy por hacerlo —susurró el contrario sobre su hombro, mordiendo luego la zona con cierta fuerza, marcándolo.
BaekHyun le hizo caso y se dio cuenta unos segundos después que efectivamente el alto no tendría probabilidades de durar mucho tiempo más dentro de su interior sin eyacular, especialmente por experimentar el placer de ser estrechando por sus paredes cuando fue BaekHyun quien se liberó. ChanYeol cayó sobre su cuerpo inerte y ambos se quedaron en silencio por unos segundo. El alto tuvo sumo cuidado para no aplastarlo y se apoyó con cierta dificultad sobre sus antebrazos en un intento por mirarlo. ChanYeol pasó uno de sus dedos por la frente de BaekHyun para quitarle el pelo que se pegó a la piel gracias al sudor y le sonrió.
—Me encantas —confesó y BaekHyun le devolvió la sonrisa.
—Tú también me encantas. —Levantó la mano para acariciar la mejilla del alto y su muñeca inmediatamente picó, dándose cuenta de la elegante marca que recorrió su piel en señal de que se enlazó.
Sonrió mientras veía el trazado. Las lágrimas se acumularon alrededor de sus ojos casi sin notarlo y miró al contrario, quien se apresuró en besarle las sienes para que ninguna lágrima cayera.
—Me alegra mucho ser tu pareja, BaekHyun.
Sonrió con máxima alegría y se acercó al rostro del contrario para besarlo.
—¿Puedo pedirte un favor? —preguntó luego de que el nudo que momentáneamente los mantuvo unidos se deshizo.
—Claro, cariño. ¿Qué quieres? —El alto lo abrazó para acercarlo a su pecho e hizo que se acurrucara ahí. Dejó sobre la piel pálida de su espalda unas suaves caricias junto a un beso en lo alto de su cabeza.
—Quiero un cachorro, ChanYeol.
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—¡¿Te volviste loco?! —chilló JongDae y tomó de los hombros a BaekHyun para zarandearlo un poco, aunque la sonrisa de este no podría desaparecer por nada existente. ChanYeol gruñó para que se detuviera—. ¡¿Cómo soy el último en enterarme?!
—No tenías por qué enterarte, cariño.
—¡¿Y tú por qué estás de partes de ellos?! —MinSeok se masajeó el entrecejo—. ¿Lo sabías?
—No lo sabía, JongDae. De igual forma, eso no es algo que nos concierna a nosotros. Simplemente deja que ellos escojan por su bienestar.
—¡Pero quieren un cachorro!
ChanYeol se cruzó de brazos y caminó hacia un costado de JongDae, parándose de manera intimidante al lado del tipo. BaekHyun lo vio desde el sofá y no pudo creer que su novio se viera tan sexy con aquella apariencia de tipo malo, agregando a esto que, gracias a la camiseta corta, se le notaba la marca de emparejamiento y eso hizo que BaekHyun se muriera de deseo por lamerle la piel.
—JongDae, por favor no seas pesado —pidió a su primo y este se quedó en silencio mientras lo miraba con aquellos ojos tan familiares que incluso se acordó de sus padres.
—Está bien. —El chico asintió unas cuantas veces y luego suspiró—. Aunque pido ser el padrino del niño.
MinSeok rodó los ojos y BaekHyun sonrió ante la cambiante actitud de su primo. Miró a ChanYeol, quien aún estaba de pie y le guiñó un ojo, recibiendo así una amplia sonrisa por su parte.
—¿Quieren una niña o un niño?
—No lo sabemos aún, JongDae. Nos enlazamos hace unas semanas y estamos haciendo los papeles de adopción. No hemos solicitado ningún género en específico, así que no sabemos si nos entregarán un niño o una niña —explicó ChanYeol y tomó asiento al lado de BaekHyun en el sofá.
—Le pondrán mi nombre, ¿cierto?
El alto frunció el ceño y posó su mano izquierda sobre el muslo de su novio en busca de un poco de calma para no ir y arrancarle la garganta a JongDae.
—Cuando tengas tu propio hijo ponle el nombre que quieras —gruñó ChanYeol.
—MinSeok... —JongDae subió y bajo las cejas mientras miraba al susodicho, quien rodó los ojos y soltó un suspiro.
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Anti-lobos
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