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21.

Who will catch your tears if you
can't catch me, darling?

Su respiración se encontraba agitada.
Cómo pudo intentó huir.

Miles de recuerdos regresaron a su mente, unos más borrosos que otros.

Y otros más claros.

Algunos eran tan vívidos que lograron sacudir su corazón de forma insoportable cómo si fuera a morir.

Jadeos y más jadeos.

Obviamente no pudo llegar muy lejos.
No en ese estado.

Se tropezó contra una de las mesas de algún puesto de comida. Había sostenido mal el bastón provocando que cayera contra el suelo, sintiendo sus piernas desmoronarse una vez más.

Tal vez era por las imágenes en su cabeza en este momento, pero él no podía sentir ni un poco de vergüenza al haberse caído frente a tanta gente y que todos lo miraran con tanta preocupación, asegurándose de que se encontrara bien.

Jungwon no podía ver nada más que borrosidad frente a él. Su respiración seguía igual de pesada que antes, quizás un poco más rápida.

—¿Jungwon? ¡Jungwon!— fue esa voz la que logró sacarlo de su estado. Ni-ki se había acercado corriendo, espantando a la gente al rededor de Jungwon y alejando sus manos sobre su cuerpo.

Yang lo miró con una expresión indescriptible, pero con un mensaje que Ni-ki pudo entender a la perfección.

"Quiero volver a casa."

Ni-ki se aseguró de que el mayor se encontrara durmiendo en su cama compartida, viéndole desde el marco de la puerta con los brazos cruzados sobre su pecho. La noche había llegado por Ni-ki no podía dormir. No luego de la situación que había ocurrido horas atrás.

—Estábamos en el centro comercial. Decidí llevarlo porque llevaba semanas encerrado en esta casa, no quiero que siga sintiéndose aislado y... sólo.— explicó a su mejor amigo cuando decidió bajar al salón.

Tragó duro en cuánto volvió a hablar —Pero se encontró con su abuela. Lo hizo justo en el momento en el que lo dejé sólo.

Choi miró con preocupación a su amigo. Él aún no sabía mucho de lo que había sucedido con Jungwon, pero lo que sabía era que eso era lo suficientemente traumático para decidir quitarse la vida y alejarse por completo de cada miembro de su familia.

—Oh Dios...

Ni-ki asintió sumergido en sus pensamientos.
—Supongo que todo lo que vivió... simplemente volvió a ocurrir en su cabeza en cuánto la vió a ella. Quiero decir, ¿cómo puedo ayudarlo a salir de algo así cuándo ni siquiera puedo cuidarlo todo el tiempo?

—Ni-ki, no te culpes— trató de tranquilizarlo —No puedes estar pendiente de él todo el tiempo...

—Lo sé, y ese es exactamente el maldito problema.— su voz salió en una combinación de frustración y tristeza. —Yo quiero estar para él en todo momento, que no sienta que falto... pero aunque lo intente, situaciones como estas ocurrirán y honestamente no sé cómo hacer para que se recupere...

Beomgyu no sabía qué decir. Ni siquiera sabía si debía decir algo realmente o si solo debía dejar que su amigo se desahogara.

—Creo que aún no era tiempo para que él saliera nuevamente...

—Yo no creo que ese sea el problema.

Ni-ki frunció el ceño —. ¿Qué quieres decir?

—Digo que tal vez... deberías probar con llevarlo a un lugar significativo e importante para él. Un lugar en el que quizás tenga buenos recuerdos... ¿conoces un lugar así?

Ni-ki pensó en varios lugares. Uno fue su escuela, el lugar dónde se conocieron, pero este no parecía para nada un buen lugar para llevarlo siendo que incluso durante la primera vez que se vieron no había sido una buena experiencia para Jungwon. Rápidamente la descartó.

Luego estaba posiblemente su anterior casa, el lugar donde habían pasado el cumpleaños dieciséis del mayor. Ese día había sido increíblemente bueno. Ambos estaban que no cabían de la felicidad por todas las emociones que sintieron, en especial porque ese fue el día en el que se dieron su primer beso.

Podría ser una gran opción si no fuera porque la casa estaba en mal estado en este momento según sus padres y estaba en "remodelación."

Ni-ki no entendía por qué la remodelarían siendo que ya no vivían más ahí pero honestamente nunca logró entender la mente de sus padres.

Pensó en un último lugar, y esa idea sí que le gustó.

Inconscientemente sonrió —. Creo... creo que ya a sé adónde llevarlo.

Beomgyu ladeó la cabeza confundido —¿A dónde?

Ni-ki solo pudo seguir sonriendo.

—Aquí estamos.— Ni-Ki detuvo el auto afuera del edificio. Vió cuidadosamente hacia su acompañante para apreciar bien su reacción. No tenía ni una sola idea de si había hecho lo correcto.

Jungwon cambió su expresión cansada a una sorprendida rápidamente. Ni-Ki creyó que volvería a tener un ataque como el de ayer así que se aseguró de tomar su mano.

—E-es...— apretó su agarre en el menor mientras su vista se mantenía fija en la ventana a su lado, viendo el lugar al que Ni-Ki lo había llevado.

Ni-Ki afirmó con un sonido —. Ujum, es tu refugio.

Jungwon sintió su mirada cristalizarse al recordar a todos los niños y chicos ahí. ¿Qué pensarán de él? ¿Seguirían confiando en él luego de saber que toda esa mierda de que ellos también podían ser felices incluso en esas condiciones era solo una farsa? Porque el mejor ejemplo que tenían era él. Él era su mayor admiración, muchos incluso lo veían como una madre... ¿pero eso seguirá siendo así? ¿O lo había arruinado una vez más?

—Ni-Ki...

—Sé lo que estás pensando. Sé que no quieres entrar no porque no quieras verlos, sino porque tienes miedo.— su voz sonó más cerca y Jungwon lo entendió cuando volteó y lo encontró levemente inclinado hacia él, repitiendo sus palabras cerca de oído —. ¿No es cierto? Pero también es cierto que fuiste el único que estuvo para ellos en el peor momento de sus vidas. Sé que te habría gustado tener a alguien así antes. Incluso yo habría deseado que mi madre conociera a alguien así de amable como tú y no le haya tocado vivir una vida de mierda junto a su familia —negó lentamente con su cabeza y sonrió —Pero no. Eres solo tú. Solamente tú puedes ser así porque los demás aparentemente tienen cosas más importantes que hacer que preocuparse por la vida de esos chicos indefensos. ¿Entiendes ahora por qué necesitas verlos?

Jungwon se mantuvo callado, un poco sorprendido por todo lo que había dicho Ni-Ki de él. No tenía idea de que eso era lo que pensaba.

Ni-Ki no esperó una respuesta —. Porque ellos te adoran y te necesitan. Y ha pasado un tiempo desde la ultima vez que te vieron.— con su otra mano tomó su mentón con delicadeza— No creas que los abandonaste o algo por el estilo... no pudiste dejarlos en mejores manos, en realidad. Sullyoon y Harua se han hecho cargo. He ido a visitarlos de vez en cuando y sé que ellos están llevándolo bien. Y tampoco creas que tus chicos saben sobre lo que pasó. Ellos les dejaron claro que tú estabas descansando y que pronto te recuperarías. Ellos prácticamente están contando los segundos para verte de nuevo.

Las palabras de Riki lograron llenar de confianza al mayor, quien regresó su mirada a la ventana aún dudoso y luego simplemente dejó un apretón en sus manos aún tomadas.

—Sí, lo haré.

Ni-Ki sonrió y acarició con su pulgar el dorso de su mano —. De acuerdo, andando.

"¡Jungwon!" "¡Jungwonie!" "¡Jungwon!" y más de esos.

En cuanto se dieron cuenta de la pareja que venía entrando por las puertas del edificio, todos salieron disparados directos a una persona en concreto. La estampida logró separar sus manos y Ni-Ki fue empujado hasta terminar lejos de su novio. Miró con las cejas fruncidas hacia los niños, listo para reclamarles.

Pero entonces miró a Jungwon sonreír mientras los abrazaba uno por uno como si ellos fueran lo más precioso que tenía. Cómo... cómo...

Cómo si él fuera una madre.

Se sonrojó de golpe e inmediatamente volteó su cabeza hacia algún lugar de la habitación. Se recriminó una y otra vez por pensar en eso. Primero tenía que centrarse en ayudar a Jungwon a recuperarse, no en como se vería él siendo una madre y él el papá... de esos niños igual de bonitos que Jungwon, con sus sonrisas de hoyuelos y su personalidad traviesa heredada de él mismo porque obviamente tenían que ser como él-

—Ni-Ki— llamó Yang al notar a su novio de repente tan distante. El menor salió de su trance y se notaba sudando. ¿Qué le pasaba?

—Estaré en la cocina, ya vuelvo.— anunció y posteriormente se fue con prisa.

Jungwon lo miró extrañado pero no le tomó importancia. Prefirió concentrarse en las personitas que tenía frente a él y se puso al día con todo lo que habían hecho. Inevitablemente se sintió mal por escucharlos decir que se la pasaban dibujando, jugando y ayudando en la
limpieza del edificio. No era una vida mala, pero era muy pobre a comparación con la de otros niños. Jungwon quería que ellos estudiaran también, que ellos aprendan matemáticas y los más grandes puedan graduarse como lo están haciendo los chicos de su edad. Todo eso eran factores de los que se había centrado en el principio, pero a medida fueron llegando más y más se le hizo imposible concentrarse en sus futuros.

—¿Cuánto tiempo usarás este bastón?— preguntó Gaku con curiosidad. Jungwon sonrió cerradamente.

—Hasta que recuerde cómo caminar.— contestó con cariño.

Daniel a su lado hizo un puchero —. ¿Jungwonie no lo recuerda? ¿Acaso volvió a ser un bebé?

Jungwon rió al escuchar eso y acarició su cabello con dulzura —. Sí, algo así, Dani.

En ese momento el timbre del edificio resonó por el lugar. Todos se vieron extrañados porque no habían ordenado nada y no esperaban visitas.

—Iré yo.— dijo Jungwon apoyándose en su bastón para volver a caminar.

Cuándo llegó a la entrada se encontró con una chica castaña sosteniendo la mano de un niño bien abrigado. En cuanto ella levantó la vista le sonrió amablemente a él.

—Hola... ¿puedo ayudarte en algo?— preguntó algo confundido.

—Sí, en realidad... me preguntaba sí podían cuidar de mi hermanito unas horas. Me dí cuenta que este lugar es especial para donceles y bueno... él lo es.

Jungwon frunció el ceño —Lo siento, pero esto no es una guardería. Nosotros... no realizamos ese tipo de trabajo.

Ella sonó desesperada —Lo sé, pero no tengo a nadie que pueda cuidarlo en este momento y yo... realmente tengo que ir a un lugar.— Jungwon miró directamente a los ojos a la chica y notó la desesperación en ellos. Desesperación y quizás algo más.

Lo pensó unos segundos y luego se agachó hacia el pequeño —. Hey, ¿cómo te llamas?

El niño le sonrió —Jeemin.

Jungwon asintió —De acuerdo, Jeemin. Allá adentro hay gente esperándote. Puedes ir.— el niño miró hacia su hermana esperando su aprobación y esta le asintió con un movimiento de cabeza. El niño salió disparado hacia adentro dejándolos solo a ellos dos afuera.

Cuándo el niño desapareció, Jungwon cambió su anterior expresión a una más seria.

—¿Qué sucede?— intentó preguntar cuidadosamente. La chica finalmente dejó su fachada de lado y se sustuvo fuerte de su bolso que colgaba de uno de sus hombros. —¿Alguien te hizo algo?— ella comenzó a llorar en silencio escondiendo su rostro de Jungwon incapaz de poder decir algo. Jungwon sintió sus ojos picar también.

—¿Tuviste miedo, no es así?— ella asintió frenéticamente y siguió llorando. Jungwon no quería ni imaginar quién fue el desgraciado que le había hecho eso.

—Lo siento..

—No tienes que estarlo... ni siquiera me conoces.— respondió ella con la voz ahogada, finalmente dirigiéndole la mirada.

Jungwon tragó duro. —No te conozco, pero sé que desearía mucho abrazarte en este momento.

—Yo también... pero no lo hagas, por favor.

Jungwon negó lentamente —No, no lo haré.— ella comenzó a limpiar sus lágrimas con la manga de su sueter. Jungwon volvió a hablar —No harás nada que lastimará a otros... ¿verdad?

Se sintió tan hipócrita al preguntar eso, pero ahora entendía el punto de vista de Ni-Ki.

Para su suerte ella negó —. No, yo... solo necesito ayuda, y es por eso que iré a este lugar— de su bolso sacó un boletín doblado que incluía una dirección y otras indicaciones más —Necesito desahogarme de alguna forma y... contarle a alguien lo que pasó. Pero ahí... siento que puedo contar con alguien. Bueno, no solo con alguien. Hay muchas chicas que pasaron por lo mismo y nosotras usamos ese espacio para hablar sobre eso y entendernos...

Jungwon sintió su corazón palpitar con fuerza. La chica no lo conocía. Ella no sabía que él también había pasado por lo mismo... pero esa invitación no podía tratarse de una coincidencia, ¿o sí?... Bueno esa invitación ni siquiera era suya.

—Entiendo.— dijo comprensivo —De verdad. Puedes irte, nosotros cuidaremos bien de tu hermanito.

Ella sonrió aliviada —Muchas, muchas gracias. En serio.

Jungwon le sonrió amable y luego de eso ambos se despidieron. Cuándo entró de nuevo al refugio se encontró con Ni-Ki levantando en el aire a Gaku quién reía con fuerza. Yang sonrió enternecido al admirar esa imagen, pero no duró mucho porque su novio notó su mirada sobre él y bajó al chico para llegar a su lado.

—Hey, ¿quién era?

—Ahm... bueno, era la hermana de Jeemin, el niño de por allá,— señaló con sus dedos al niño jugando a los lejos. Ni-Ki siguió su mirada y posteriormente la regresó a la suya —lo cuidaremos hasta que ella pueda regresar.

—De acuerdo.— Ni-Ki pensó en tomar su mano libre, pero Jungwon se alejó en un movimiento rápido para que no pudiera ver lo que sostenía.

—Yo... ahm...— cuidadosamente escondió el papel en el bolsillo trasero de su pantalón y posteriormente pasó su mano por la tela de este. —Es que tenía la mano sudada...

Ni-Ki sonrió —No importa. Sabes que podrías tener meses sin bañarte y aún así yo querré tenerte a mi lado.

Jungwon le miró ofendido por lo que dijo pero el menor solo se dedicó reír divertido mientras lo jalaba del brazo haciéndolo caer sobre su cuerpo. En esa posición aprovechó para abrazar el pequeño cuerpo de su novio haciendo que este cerrara sus ojos disfrutando del contacto.

—Te amo— susurró el menor contra su oído —Lo sabes, ¿verdad?

Jungwon apretó más su agarre en Lee —Ujum. Lo sé bien porque me lo repites a diario.— abrió los ojos y miró ligeramente hacia arriba para conectar sus miradas —. Yo también te amo.

Ni-Ki se inclinó lentamente para juntar sus labios con el mayor quién lo recibió con gusto. Fue un beso bastante lento y corto, tranquilo. Ambos se dieron cuenta rápidamente que era la primera vez que se besaban en meses, y cuándo lo hicieron, rápidamente volvieron a juntar sus labios. Esta vez el beso fue duradero y no existía nada más que amor en él.

—¡Iugh, qué asco!

—¡Wakala!

Hasta que escucharon esas voces chillonas se percataron de que seguían estando el refugio. Rápidamente se separaron para ver a los chicos detrás de ellos, unos haciendo mueca de asco y otros— los más grandes— disfrutando de la vista.

—Digan lo que quieran, pero eso es lo que me como yo todos los días.— dijo Ni-Ki con arrogancia hacia ellos. Jungwon pudo notar que la relación de ellos se basaba en una rivalidad constante por quién merecía más su atención.

—¡Mentiroso!— chillaron ellos indignados, en especial Gaku —¿Cierto, Jungwonie?

Jungwon sonrió divertido por la escena y agachó la mirada para tomar la mano de su novio. Posteriormente elevó sus manos entrelazadas para mostrárselas a ellos.

—Lo siento, Gaku. Él es mi hombre.

Y no sabe si fue más divertida la reacción de ellos o la de Ni-Ki, quién se había quedado totalmente tieso en su lugar con los ojos abiertos de par en par. Por otro lado los chicos comenzaron a gritar como locos, unos más agudos que otros, y a correr por todo el lugar dando vueltas sin parar.

—¿S-soy tú...— Ni-Ki seguía desorbitado. Jungwon volvió a reír y se acercó para dejar un breve beso en su mejilla.

—Sí, mi hombre.

no sé pero este tweet me recordó
mucho a esta historia

lindos 🤧
Rin.🌷

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