and why don't we rewrite the stars?
changing the world to be us

—Basado en nuestras cuidadosas observaciones de estos últimos días, podemos decir que Yang Jungwon se encuentra en un estado algo... estable. Sin embargo, no podemos asegurar que su vida podría dar un giro de ahora en más. No sabemos qué es lo que pasa en su cabeza realmente.— intentó explicar el doctor de Jungwon. Jake y Ni-ki estaban en su oficina, muy lejos de la sala de Yang. —El no puede recordar lo pasado al menos un mes antes del disparo. Hemos intentado hablar con él sobre eso, pero todos sus recuerdos se limitan a algún día hace seis meses aproximadamente.

Ni-ki frunció el ceño —. ¿Qué? Eso no tiene sentido... él sabía que intentó suicidarse— dijo con voz segura —sí no pudiera recordar nada un mes antes, entonces no hay forma de que él supiera eso.

—No existe forma, pero él lo sabe— respondió el doctor —Nosotros no le mencionamos nada al respecto, y el señor Shim tampoco lo hizo. Estuvimos monitoreando sus visitas y... nunca le dijo nada sobre eso. Él incluso ni siquiera habló mucho con nosotros, más que con usted...

—¿Está asumiendo que yo se lo dije a él?— entrecerró sus ojos.

—Ni-ki.— advirtió su mamá.

El doctor dejó salir una risa y comenzó a acomodarse los lentes —. De hecho no, señor Lee, porque recuerdo que la señorita Yu le advirtió sobre eso antes de que usted ingresara a la sala. Lo que estoy tratando de decir es que me gustaría que usted intentara averiguar cómo es que él lo sabe. Después de todo, usted parece ser la única persona con la que él quiere hablar.

Ni-ki se tranquilizó al escuchar sus palabras. Él no tenía idea de que Jungwon se había negado a hablar hasta con Jake, alguien con quién se suponía que tenía mucha confianza. Esa era una de sus muchas dudas en este momento.

—Ahora hablaremos sobre su cuerpo. La bala en el cerebro hizo que él perdiera el control completo de sus extremidades. Hemos probado estos días si es que él puede caminar y lo ha hecho pero con muchas dificultades—. el doctor se quitó los lentes un segundo y soltó un largo suspiro —es por eso que va a necesitar de muchas visitas al fisioterapeuta, además de doctores que puedan rehabilitar su estado mental.

Esta vez fue Jake quién habló —. Así que... ¿él no puede caminar?

El mayor apretó los labios —No. Pero puede aprender a hacerlo nuevamente, con la ayuda y apoyo de ustedes, los doctores y un bastón. Con la fisioterapia se le asignarán distintas actividades según su estado, deberá visitarlo todas las semanas hasta que muestre algún avance.

Ni-ki cerró los ojos durante un momento, soltó un largo suspiro y se repitió mentalmente que todo esto iba a ser difícil por supuesto, pero sería lo mejor para él. Tenía que hacerlo.

« Jungwon va a odiar tanto esto... » es lo único que podía pensar.

El auto se detuvo frente a la casa de Ni-ki. Jungwon admiró por la ventana el familiar lugar y honestamente no supo cómo sentirse.

No tenía idea de que volvería a ver ese lugar.

—Bien, llegamos.— anunció Heeseung desde el asiento de conductor junto con una risa nerviosa, viendo cómo al parecer nadie más en el auto no quería hablar.

Ni-ki comenzó a bajarse desde su asiento al lado de Jungwon, rodeó el auto y abrió la puerta por él. Ambos hicieron contacto visual cuándo se dieron cuenta de lo que venía. Iba a ser difícil.

—Okey, tú sólo... apóyate sobre mi hombro y yo tomaré el bastón....— dijo Riki entre otros balbuceos nerviosos que Jungwon no entendió para nada. Demasiado ocupado sintiéndose culpable y avergonzado.

Heeseung y Jake intercambiaron miradas entre ellos, sin embargo, no podían hacer nada para ayudar a Ni-ki en esta. El doctor les había dejado claro que no podía más de una persona intentar ayudar a Jungwon en su estado actual porque lo más probable es que él querría alejarse. Debían confiarle la labor de acompañarlo a alguien de suma confianza para él y a la vez alguien lo suficientemente capacitado para una situación así.

Con muchos problemas Jungwon logró bajarse del auto, recargándose en el cuerpo de Ni-ki durante un momento antes de tomar nuevamente el bastón metálico y apoyarse en él. El menor lo sostuvo de la cintura mientras caminaban con lentitud, Jungwon apenas apoyándose en sus piernas deshabilitadas.

Una vez estuvo en la casa, le dijo a Ni-ki que lo mejor sería llevarlo a una de las habitaciones pues no creía salir a otro lugar durante el resto del día, para que no le tocara mucho trabajo. Sin embargo, ambos volvieron a verse entre ellos al ver las escaleras.

—Puedo dormir en el sofá, supongo...— dijo el más bajo.

Ni-ki frunció el ceño —Claro que no. Vamos, sé que podrás hacerlo.

Con mucha desconfianza de su parte, Jungwon comenzó a subir lentamente y sosteniéndose con su brazo libre de la baranda. Ni-ki mantuvo sus manos en él en todo momento, y cuándo estuvieron cerca de subir las últimas dos gradas, su pie derecho perdió el equilibrio haciéndole tambalearse hacia adelante y hacer que el bastón cayera hasta el primer piso. Si no fuera por Ni-ki (quién en este momento estaba sentado en la grada por la caída) y sus reflejos, él también habría caído y quién sabe qué más hubiera pasado.

—L-lo siento...

—Descuida, ¿estás bien?— se levantó y llevó su brazo esta vez por debajo de su axila, casi logrando levantarlo.

Jungwon mordió sus labios y asintió con la mirada gacha. Sentía inexplicables ganas de llorar en este momento.

—Aquí tienen— dijo Jake a sus espaldas, pasándole el bastón a su hijo quién se lo regresó a Jungwon. Yang lo tomó aún sin ver al menor e intentó moverse de nueva cuenta.

Luego de unos minutos finalmente lograron llegar a la habitación de Ni-ki. Este lo dejó sentado sobre su cama y se lanzó a su lado cayendo bocabajo contra el colchón. Soltó un largo y alto suspiro de cansancio.

—¿Así será todos los días?— preguntó con pena.

Ni-ki se removió en su lugar para verlo —. Sí, pero servirá para que logres recuperarte cuánto antes. ¡Sólo ve cómo lograste subir esas escaleras!

—Lo hice gracias a tí.

—Sólo fuí una pequeña ayuda, pero tú hiciste todo.

Jungwon no estaba nada de acuerdo con eso, pero prefirió no decir nada más porque no quería decepcionar a Ni-ki de alguna forma.

Heeseung llegó a la habitación lanzando al suelo algunas maletas de Yang. Vió al par con una sonrisa cansada antes de recargarse en el umbral.

—Tus cosas ya están aquí. Si necesitas algo más no dudes en decírnoslo, te lo podemos traer.

Jungwon sonrió pequeño —Muchas gracias, señor Lee. No sabe cuánto se lo agradezco a ustedes... tres.

—Bueno, creo que podemos hacerlo mejor, pero aún así no es nada.— fue lo que contestó antes de despedirse y salir de la habitación.

Cuándo ya no estuvo presente, Jungwon sacó todo el aire que no sabía que estaba reteniendo en sus pulmones. Ni-ki rió.

—¿Aún te pone nervioso?

—No... diría que desde que fuí a su boda y lo ví junto a Jake hyung, dejé de verlo cómo tu papá estricto e intimidante... ahora simplemente siento vergüenza de él.

Ni-ki dejó de sonreír —¿Por qué?

Esta vez fue el turno de Yang de reír. Volteó su cabeza y ahora ambos estaban viéndose mutuamente. —¿Por qué? ¿En serio preguntas eso?

—Sabes que a ellos no les molesta cuidarte-...

—No, a ellos no. Sé que son demasiado buenos para sentirse así— la voz del mayor por alguna razón se escuchaba vacía y a la vez rota —Pero yo, Ni-ki, lo veo cómo si ellos me tuvieran lástima... y yo no necesito eso. No quiero que la gente me vea así.

Ni-ki negó —No, Jungwon, te equivocas. Ellos no te tienen lástima. Ellos hacen esto porque te aman, y porque quieren ayudarte.

Ante esto, Yang no pudo evitar guardar silencio y sorprenderse un poquito.

¿Aman...? ¿Heeseung y Jake lo amaban a él?

Ni-ki estuvo a punto de decirle algo más al respecto pero Jake entró a la habitación con una pequeña sonrisa, sosteniendo una caja que pertenecía a Jungwon. Luego de eso, el de hoyuelos se excusó diciendo que quería descansar, así que Ni-ki lo acomodó en la cama y lo dejó dormir, permaneciendo a su lado en todo momento.

Ni-ki abrió los ojos con lentitud al sentir una fría ventisca golpear su cuerpo. Se arropó mejor con las sábanas y se volteó para encontrarse con el rostro de Jungwon, sin embargo, él no estaba ahí.

Rápidamente se reincorporó en su lugar y recorrió la habitación con pánico en su mirada. Sus ojos cayeron en las puertas de su balcón a su lado, levemente abiertas dando vista al cielo de noche y dejando entrar todo el aire frío de afuera.

Salió de su cama restregándose los ojos y se encontró con Jungwon sentado en uno de los sillones en el extenso balcón, viendo hacia al frente con la mirada perdida.

—No te asustes, no hay mucho que pueda hacer con esto.— dijo en voz baja, levantando el bastón sin mover su mirada.

Ni-ki se sentó en el sillón a su lado y siguió su mirada con confusión. No vió nada más que un edificio.

—¿No puedes dormir?— preguntó con voz ronca. Jungwon no respondió pasados los segundos así que volvió a hablar —. ¿Hay algo que no te deja dormir?

—Ni-ki, ¿realmente podré salir de esto?

Fue entonces cuándo Lee entendió bien por qué no había podido responder su anterior pregunta. Sus voz había salido rota ahora, dándole a entender que se encontraba llorando aún sin siquiera mirarlo.

Jungwon finalmente movió su mirada y la conectó con la suya, sus ojos cristalizados y brillantes por la luz de la luna sobre ellos.

A Ni-ki se le rompió el corazón.

—Por supuesto que lo harás... los dos lo haremos, podremos salir de esto.— intentó sonreír.

Jungwon sorbió su nariz —¿Por qué yo no lo siento así?

—Porque... p-porque es normal, supongo. Tuviste malos días y no crees que puedes hacerlo... pero yo sí, y tú prometiste intentarlo por mí...—habló apresuradamente, desesperado.

—Lo hice. Y lo haré... es sólo... quiero encontrar una sola razón por la que debo seguir adelante y no detenerme ahora. ¿Qué me espera en el futuro? ¿Qué va a cambiar?

—Nosotros.— se apresuró a contestar—Tal vez en el futuro estemos bien y tengamos todo lo que siempre quisimos desde niños. Tal vez sea así, pero nunca lo sabremos si no lo intentamos desde ahora.

Jungwon alejó las lágrimas que habían bajado por sus mejillas y asintió estando de acuerdo con esa respuesta. Ambos volvieron a ver al frente, hasta que Ni-ki recordó lo que el doctor les había dicho esa mañana.

—¿Puedo hacerte una pregunta?— habló de nuevo ganándose la atención de Yang. Ni-ki no esperó una respuesta —¿Cómo sabes lo de tu intento de suicidio? Es decir... tú no puedes recordar mucho de tus días antes de eso.

El mayor permaneció en silencio unos segundos antes de comenzar a responder —Sé que en realidad quieres preguntar cómo sé que te conté lo que hizo mi papá si en realidad no recuerdo haberlo hecho... pero déjame decirte, Ni-ki, que hacer eso — refiriéndose al suicidio — era algo que había estado en mi mente desde niño, simplemente no era capaz de hacerlo.— contestó con la mirada perdida, elevando sus brazos y cruzándolos sobre su pecho cómo solía hacer para sentirse seguro.

—Y cada vez que lo intenté... fue porque él había aparecido de nuevo y había logrado atacarme... o porque ese recuerdo era tan grande que lograba nublarme la mente. — regresó su mirada a la de Lee con rapidez —Yo sólo... no estoy seguro de cuál de esas es la que sucedió antes de hacerlo.— su voz se rompió nuevamente.

Ni-ki rodeó los hombros del mayor y lo atrajo con delicadeza, dejando que este descansara su cabeza en su hombro.

—Fue la segunda— se apresuró a dejárselo saber —Él... no te hizo nada ahora. Yo fuí quién cometió el estupido error de reclamarte cuándo no querías acostarte conmigo, y también fuí yo quién lo buscó y le dió una golpiza. Básicamente, todo esto fue mi culpa.

Jungwon levantó la cabeza y miró a Ni-ki con las cejas fruncidas. —Sé que no puedo recordar lo que pasó, pero sé que nada de esto es culpa tuya. Incluso apostaría que fuiste la única razón que me hizo dudar entre si hacerlo o no.

—¿Entonces eso significa que no fuí suficiente?— preguntó con suavidad. Jungwon cambió su expresión a una sorprendida.

—¿Qué...?

—Si al final decidiste no quedarte, significa que yo no era razón suficiente para hacerlo.— dijo antes de sonreír pequeño —No lo digo para que te sientas culpable. Lo digo porque quiero cambiar y ser más que suficiente para tí. Para que no vuelvas a pensar en algo así.

El mayor no sabía que responder, esta vez, prácticamente mordiéndose la lengua para no decir algo depresivo que Ni-ki lo obligaría a retractarse. Alejó la mirada y prefirió cambiar de tema.

—Sé que tu padre pagó por mi estancia en el hospital.

Ni-ki se mostró confundido —¿Qué? ¿Cómo sabes eso?

Jungwon apretó los labios —. Lo ví hacerlo.

—Jungwon, escucha, si es porque no lo hice yo... tienes que saber que GIVEN ya no me pertenece más. —Jungwon le miró sorprendido —Me desafiaron y perdí, y a partir de ahí me he quedado sin ingresos. Volví a ser niño de mami y papi— soltó una risa de burla hacia si mismo.

—Pero... GIVEN es tuyo. Es tú proyecto, no es justo que te hagan esto a tí— sonó indignado.

Ni-ki se encogió de hombros —Honestamente no me importa más. Estos meses tuve cosas más importantes de las qué preocuparme— miró a Jungwon unos cortos segundos de puro silencio, dándole a entender al mayor que se trataba de él.

—Aún así deberías hacer algo para recuperarlo...

Riki soltó una risa —No, eso es imposible ahora. Pero debes saber que mi padre no pagó por tu estancia y todo eso sólo porque yo no tenía dinero. O sea, en parte fue así, pero él se ofreció a hacerlo incluso antes de que pudiera pedírselo. A él le importas, él lo hizo por tí. Y no te sientas en deuda con él por eso, de veras. Él... probablemente hizo lo que le habría gustado que alguien hiciera por él cuándo enfermó por lo de mi abuela.

El silencio de Jungwon le dió a entender a Ni-ki que se encontraba más que sorprendido o quizás conmovido por lo que su padre hizo. El contrario volteó hacia otro lado en lo que volvía a hablar.

—Bueno, también estuve desempacando hace rato y... ví que ellos compraron algunas cosas para mí— volvió a mirarlo y soltó una pequeña risa —Ahora tengo más ropa de lo que creí... y un nuevo celular, no sé dónde quedó el anterior.

Ni-ki no sabía que sus padres habían hecho eso. Se preguntaba porqué no se lo habían mencionado.

—T-tengo incluso un dibujo de Danielle...— el menor se sorprendió cuándo Yang comenzó a llorar con una sonrisa —Salimos nosotros dos junto a ella, tomándonos las manos... y-y trae un texto, posiblemente tu mamá lo escribió por ella..., pidiéndome que "me recuperara pronto así podríamos volver a jugar juntos"....

Ni-ki se acercó al mayor cuándo los sollozos de este se hicieron cada vez más altos y desgarradores. Lo abrazó con fuerza, arropando su cuerpo con sus brazos y dejando que él se desahogara todo lo que quisiera contra su pecho.

—¿Cómo pude hacerle esto?— apenas escuchó que preguntó con dificultad contra su camiseta. Ni-ki elevó la mirada tratando de contener sus lágrimas mientras posaba una de sus manos en la nuca contraria y acariciaba su cabello.

—Ella te ama mucho, Won, tanto cómo yo.— susurró contra uno de sus oídos. Jungwon volvió a llorar.

—Lo sé... lo siento, perdón por haberle hecho esto a ella....

—No, no te disculpes-...

—¿Cómo se lo habrían explicado si la bala hubiera entrado?— le interrumpió, aún llorando —¿Qué le habrían dicho?

Ni-ki no respondió. No sabía qué decir porque en todo ese tiempo no había querido ver a su hermana por esa misma razón.

—Dijiste que querías que ella tuviera una infancia diferente a la tuya, una vida diferente a la de ustedes... a la de nosotros— se separó levemente para verlo a los ojos —y casi arruino eso.

Ni-ki pasó sus pulgares por las mejillas de Jungwon, apartando las lágrimas que habían salido por sus bonitos ojos. Le sonrió reconfortante, hipnotizando a Jungwon por la preciosa imagen de su héroe sonriéndole bajo la luz de la luna.

—Está bien. Aún podemos darle a mi hermana todo el amor que merece— tomó su mano —y podemos seguir viéndola tanto tiempo cómo quieras. Podemos hacerla reír y sonreír, sé que te gusta cuándo ella hace eso. Y yo adoro cuándo los dos lo hacen. Así que ya no te sientas así. Protegerla a ella del mundo... es un trabajo muy difícil para una sola persona. ¿Quieres ayudarme?

Jungwon asintió frenéticamente mientras intentaba limpiar su rostro. Ni-ki encontró muy adorable la acción, por lo que rió fuerte y se acercó de nueva cuenta para abrazar a su mayor.

—Eres tan tierno.

—Mira quién habla.

Ambos permanecieron en esa posición, hasta que el frío volvió a golpear contra sus cuerpos haciendo temblar a Riki, quién solamente llevaba puesta una camiseta sin mangas y unos shorts. Jungwon abrió más su sueter, intentando cubrir el cuerpo de su novio, y aunque rieron un poco por la acción, volvieron a tiritar contra el cuerpo del otro. Terminaron por entrar a la habitación, con mucha ayuda de Riki, y se recostaron en la cama quedando frente a frente.

Ni-ki admiró el rostro de Jungwon en la oscuridad y este hizo lo mismo, sin decir nada. Se acercaron cada vez más, dejando apenas un poco de espacio entre sus cuerpos. Ni-ki levantó su mano y la llevó hasta la mejilla contraria, acariciandola con delicadeza y amor. Jungwon cerró los ojos ante su toque.

—Te amo, Jungwon.— susurró tan bajo cómo pudo, pero Yang alcanzó a escucharlo, por lo que abrió los ojos de golpe. Ni-ki estaba sonriéndole, y antes de que él pudiera responder, el contrario ya se encontraba cerrando los ojos, fingiendo estar dormido.

Jungwon permaneció en ese estado durante unos segundos. La mano en su mejilla se alejó y ahora estaba reposando en el espacio entre ellos.  Jungwon posó su propia mano sobre la de Riki, pronto sintiendo cómo el menor hacía que entrelazaran sus dedos en esa extraña posición.

Cerró los ojos y se permitió dormir luego de un cansado día.

Yo también te amo, Ni-ki.

volvieron los jueves de actualización 🥳

no pude actualizar tan seguido este fic los últimos días porque pasaron cosas jajajsjs pero ahora ya estoy de vuelta y también las actualizaciones semanales :D

btw les aviso que el fic ya va por un poquito más de la mitad, o sea, puede que se acabe pronto 😿 pero les prometo que no se decepcionarán o quedarán así como que esperaban más.... o bueno eso espero JAJSJAJ

pasen lindo día, gracias por leer 💗
Rin.