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17.

love, love will tear us apart again.

—Ni-ki...— escuchó entre susurros.

—¿Jungwon?

—¡Ni-ki!

Esta vez podía escuchar claramente su voz pidiendo auxilio. Ni-ki comenzó a ver su al rededor, todo estaba oscuro y no podía encontrar por ningún lado a Yang.

—¡Jungwon!— gritaba tan fuerte cómo podía, mientras escuchaba cada vez más cerca los sollozos del mayor. —¡Jungwon, ¿dónde estás?!

—¡Ni-ki, ven rápido!— su voz sonó tan desgarradora que Ni-ki sintió su pecho comenzar a subir y bajar con desesperación, volteando hacia todos lados.

Hasta que lo halló.

Junsu lo tenía sostenido fuertemente por detrás, dejándolo sin escapatoria y tomando su mentón mientras tenía su propio rostro a centímetros del suyo.

Jungwon estaba llorando, cerrando sus ojos con repulsión y haciendo su mayor esfuerzo por alejarse.

Ni-ki intentó correr tan rápido cómo pudo, pero no se movía de su lugar. Sólo podía escuchar el fuerte llanto de Jungwon mientras él le decía que llegaría pronto, que no tuviera miedo.

Y entonces vió cómo en lugar de acercarse más, comenzó a alejarse de Jungwon.

—¡No!... ¡no!— gritó desesperado, intentando correr cada vez más pero el suelo simplemente se movía hacia atrás, alejándolo cada vez más de Jungwon.

—Ni-ki...— Jungwon había dejado de forcejear y Junsu mantenía una sonrisa perversa en su rostro.

Amargas lágrimas comenzaron a brotar de Ni-ki, quién cayó al suelo e intentó arrastrarse para alcanzarlo, estirando su brazo para tomarlo.

—No, Jungwon... no te vayas, no te vayas. ¡No puedes irte, maldita sea!

Jungwon también estiró su brazo con debilidad, pero la oscuridad fue arrastrándolo cada vez más. Dió una pequeña mirada hacia atrás, justo por dónde Junsu se había ido, y posteriormente regresó su mirada hacia Riki. El suelo había dejado de moverse, pero aún así Ni-ki no se levantaba de él, simplemente permaneció viendo a Jungwon con los ojos más que abiertos y llorosos. Sus brazos, el de ambos, aún estaban estirados hacia el otro.

—¿Por qué no me salvaste?— preguntó antes de romper a llorar de nueva cuenta.

Ni-ki no sabía qué responder —Jungwon, yo...

—Te dije que eras mi héroe y me fallaste. ¡¿Cómo esperas que confíe en tí?!

—Jungwon...

—Deja de decir mi nombre si sabes que ya no estoy aquí.

Ni-ki... ¡Ni-ki despierta!

Ni-ki despertó abruptamente al sentir su cuerpo ser sacudido con fuerza. Sus ojos buscaron por todas partes a quién podría haberlo despertado.

Su boca se mantuvo levemente abierta por el susto que aún no se la había pasado, y sus ojos se detuvieron al divisar la figura de Sullyoon, quién lo veía con una pequeña mirada entre tímida y asustada.

Rápidamente se recompuso en su lugar y se sentó en la cama, restregando sus ojos para asegurarse de que no se tratara de otro sueño más.

En la habitación estaban también Haewon y Harua, los mejores amigos de Jungwon junto a Sullyoon.

—¿Estás bien?— preguntó Seol acariciando su hombro, viéndole ahora con pena.

—Sí estoy bien...— respondió con voz aún más grave por su anterior sueño —¿Qué... qué hacen ustedes aquí?

—Hoy te toca ir a visitar a Jungwon,— respondió Harua con una pequeña sonrisa —quisimos asegurarnos de que no llegues tarde.

—Las visitas ahora están permitidas sólo por las mañanas— habló ahora Haewon —y tampoco nos dan tanto tiempo cómo antes.

—Debes alistarte rápido— nuevamente habló Sullyoon —Los chicos y yo podemos acompañarte si quieres, aunque sea sólo dejarte al hospital.

Ni-ki suspiró —No se preocupen, estaré bien sólo.

Los tres intercambiaron miradas dudosas entre ellos, hasta que la chica volvió a dirigirse a él después de carraspear.

—De acuerdo. Te trajimos el desayuno, está en el comedor. Baja a desayunar una vez estés listo.

—No vayas a irte con el estómago vacío, Lee.— advirtió Hae, aunque Ni-ki sabía bien que la chica estaba igual de preocupada por él cómo lo estaba Sullyoon.

Los amigos de Jungwon estaban siendo tan cuidadosos con él desde que lo de Jungwon había sucedido. Suelen lleverle comida o ciertos medicamentos para calmarse y poder conciliar el sueño, aunque muchas veces Ni-ki no quisiera hacerlo por las constantes pesadillas.

Ni-ki lo agradecía mucho, pero sabía bien que esa era una de sus formas para ocultar sus propios sentimientos sobre la situación. Sabía bien que ellos la estaban pasando igual de mal, estaban dolidos, pero querían creer que era mejor ayudar a quién peor la estaba pasando: el novio de su mejor amigo.

Luego de despedirse de él, el trío salió de su habitación dejándolo completamente sólo en el lugar. Volvió a recostarse contra el colchón, soltando un suspiro cansado mientras que con su mano llevaba hacia atrás su cabello.

La viva imagen del Jungwon de su sueño se proyectaba en su mente, pidiéndole ayuda, gritando y llorando de miedo, rogando por tenerlo cerca.

No estaba tan alejado de la realidad. Jungwon había estado pidiéndole ayuda desde siempre, incluso antes de conocerlo, pero Ni-ki no había podido hacer nada.

Su corazón se apretaba al imaginar cuánto miedo habrá sentido. Cuántas veces intentó escapar, alejarse, pero nunca resultaba.

Porque el monstruo era cada vez más grande que él. Difícil de vencer.

Y Ni-ki no había podido hacer nada de nuevo.

—Tiene permitido permanecer aquí solamente diez minutos, ¿de acuerdo?— anunció la enfermera abriendo la puerta por él.

Ni-ki hizo una mueca. Cada vez le daban menos tiempo para quedarse en la sala de Jungwon.

Cuándo la mujer lo dejó sólo, se encaminó al sillón individual a un lado de la camilla de Yang, quién aún permanecía en estado de inconsciencia.

Era silencioso. Únicamente se podía escuchar los lentos sonidos que producía el monitor cardíaco a un lado de la camilla.

—Hey...— saludó tomando asiento — sé que logras escucharme... he estado leyendo sobre esto y... los doctores me han recomendado hablarte.

Se removió en su lugar mientras jugaba con sus manos sin saber qué hacer realmente. Cada vez que se sentaba para hablar con Jungwon se repetía la misma incómoda situación: no tenía ni una sola idea de qué hacer o decir.

Extrañaba escuchar la voz de Jungwon.

Extrañaba ver sus ojos abiertos, sus bonitos ojos que brillaban tanto cuándo estaban juntos.

Odiaba tanto esta nueva imagen de Jungwon, y aunque tratara de negarlo tanto cómo fuera posible, una parte de su conciencia le recordaba que en cualquier momento las líneas en ese monitor podrían detenerse.

Y entonces Jungwon se habría ido.

—Los doctores también dijeron que encontraron una marca en tu muñeca... — dijo alejando los horribles pensamientos de su mente — al parecer te tatuaste antes de... hacer eso.

Tomó su labio inferior entre sus dientes, su voz sonando ronca y rasposa por todas las veces que había llorado. Sus ojos amenazaban por llorar nuevamente, aunque Ni-ki realmente dudaba que le quedaran más lágrimas.

—¿Crees... que pueda verlo?— preguntó, aunque sabía más que bien que no recibiría ninguna respuesta.

Se fue acercando más a la camilla, tomó con delicadeza el brazo izquierdo de Jungwon y lo volteó, dejando totalmente expuesta su piel. En su muñeca, tal cómo le habían notificado, estaban escritas cuatro grandes letras en tinta, que se leían cómo FATE.

Sus ojos estudiaron con detenimiento el tatuaje, sintiendo su pecho oprimirse con fuerza, y luego estos mismos subieron hasta llegar a la parte interna de su codo, dónde poseía notorias marcas de inyecciones. Así es cómo había hecho llegar la droga a su sistema, sin necesidad de fumar.

Apartó la mirada con aún más dolor que antes. Sabía que no estaba listo para verlo, ni eso ni al tatuaje, y había querido esperar a que Jungwon despertara para que sea él mismo quién se los mostrará.

Pero cada vez se sentía más lejana esa posibilidad.

—Supongo que tiene algún significado triste...— dijo refiriéndose al tatuaje, soltando una pequeña risa sin gracia. —El destino fue cruel contigo... con los dos.

Llevó cuidadosamente su mano a la de Yang, tomándola y amoldándola a su gusto porque no recibiría respuesta contraria. Su pulgar acarició la piel de su dorso con lentitud, mientras aún veía el rostro calmado de Jungwon.

Estaba descansando.

Permaneció así, hasta que cuándo menos lo esperó los diez minutos habían transcurrido. Se levantó con lentitud, sin muchas ganas de abandonar el lugar pero tampoco deseando permanecer ahí para siempre sin saber qué hacer, dejó un pequeño beso contra la frente de Jungwon y salió de la sala.

Cerró cuidadosamente la puerta, y cuándo estuvo sólo en el pasillo alcanzó a ver al doctor de Jungwon y su enfermera hablando con intensidad. Ellos lo notaron, así que rápidamente guardaron silencio sin siquiera disimular sus miradas a él y la puerta.

Ni-ki sabía que ellos no confiaban lo suficiente en él para contarle sobre el estado de Jungwon, es por eso que Jake se hacía cargo de eso. Él también sabía que ellos sabían sobre su pelea en Dark Moon, también cómo eso aparentemente lo había dejado sin marca (aunque no haya sido esa exactamente la razón) y es por eso que no solían decirle mucho sobre Jungwon, porque sabían bien que Riki era una persona explosiva.

Decidió alejarse cuánto antes del lugar, porque aunque él no había alcanzado a escuchar nada de la conversación, estaba claro lo que estaba sucediendo.

Jungwon estaba cada vez más lejos de despertar.

—Won, ¿sabes? y-yo... he querido decirte algo desde hace un tiempo.— dijo nerviosamente.

Jungwon tomó aire —¿Si? ¿Qué es?

Ni-ki imitó la acción del mayor. Era ahora o nunca.

—Bueno... quería decirte que desde que apareciste en mi vida, es cómo si la suerte me acompañara todos los días.— comenzó diciendo —No sólo hablo por lo que pasó con... mis padres, también me refiero a que incluso con sólo verte o... recordarte mi día mejora y me hace sentir... ¿bien?

—El punto es que tú... me gustas. Y mucho. No sólo fue el beso... me gustaste desde antes, cuándo m-mi papá y Jake cenaron en Chamber 5, ¿recuerdas? Cuándo mi plan era hacer que pasaran tiempo juntos pero al final terminé... terminé dándome cuenta. Y-yo me di cuenta de que me gustabas, que... era el destino, porque no existía forma de que una tonta historia cómo la que inventé se haya vuelto realidad. ¿Podrías decir algo, por favor?

Jungwon bajó lentamente sus brazos de los hombros del más alto y retrocedió un par de pasos.

—¿Y para qué me dices todo esto?— preguntó con la cabeza gacha.

—Porque yo...— dió un paso más cerca —Quería que lo supieras... quería... que aceptaras salir conmigo.

Ante sus palabras Jungwon le miró con sorpresa, pero pasados unos segundos negó con su cabeza.

—¿No qué?— preguntó herido.

Jungwon sonrió con tristeza —No puedo hacerlo...

—Sí, si puedes hacerlo. E-el beso en mi habitación me lo demostró, que tu también sientes algo por mí... l-la boda de mis papás, todos nuestros... todo lo que hiciste por mí.

—No, te equivocas, yo... hagamos esto en otra parte, porfavor.

—Dijiste... dijiste que era tu héroe.

—¡¿Y si lo hice qué?!— respondió —¿Eso... eso significa algo? ¿Eso acaso importa?

—Para mí sí.

—Pues para mí, Ni-ki, nada de esto significó nada. Me salvaste, sí, y eres mi único amigo... pero no puedo verte de otra forma, lo siento. Yo... estoy seguro que pronto lo superarás y todo volverá a ser cómo antes, cuándo no me conocías, y según recuerdo dijiste que nunca antes te habías enamorado. ¿Cómo sabes que lo que sientes por mí es real? Aún somos jóvenes y tal vez sólo te sientes agradecido conmigo por llevarte a Jake, pero... pero no puedo permitirme sentir algo por tí— negó con su cabeza —No puedo.— volvió a sonreír con tristeza.

—¿Entonces... entonces será así? ¿Tú sólo... no aceptas y ya?

—Exacto, sólo no acepto y ya. Esto no iba a funcionar, Ni-ki.— dijo Jungwon con la mirada cristalizada —Es que el problema no eres tú, sino yo.

Entonces Ni-ki se acercó con pasos firmes y negó con su cabeza, tomando el rostro de Jungwon entre sus manos, forzándolo a verle.

—No.— dijo seguro de sus palabras.

—Ni-ki...

—No, Jungwon, escúchame— volvió a negar —Tú nunca fuiste un problema para mí. Y tú nunca me decepcionaste.

Jungwon le miraba sorprendido, sin poder responder, pero honestamente Ni-ki no quería que lo hiciera. Quería que escuchara y llegara a entender cada palabra que saliera de su boca.

—Para mí, tú eres mi más grande razón de vivir ahora, y yo nunca necesité así de mal a alguien cómo te necesito a tí — él fue el primero en comenzar a llorar, pues, una pequeña lágrima se deslizó por su mejilla, perdiéndose en el suelo que ahora parecía oscuro, tal cómo todo su al rededor. No había absolutamente nada más que ellos dos.

—Llámame loco o abrumador... pero te necesito en mi vida cada minuto del día. Ya no basta con solo verte un par de horas a la semana a través de una tonta pantalla. Necesito tenerte conmigo siempre, necesito saber que estás bien...

Jungwon cerró los ojos y pronto las lágrimas comenzaron a brotar también por su rostro.

—Yo no estoy bien, Ni-ki... — dijo en un pequeño hilito débil.

Estaremos bien.— aseguró —Te cuidaré. Me tendrás a tu lado cada vez que me necesites y haré todo lo que sea necesario para hacerte feliz. Quiero que lo seas. Quiero verte sonreír, quiero oírte decir que estás feliz... quiero hacerte olvidar absolutamente todo lo malo que hayas pasado.

Jungwon abrió lo ojos, encontrándose con la mirada cristalizada de Riki. Subió sus propias manos para dejarlas sobre las del menor, el simple toque sintiéndose tan irreal.

—Pero tú sabes que esto no fue lo que sucedió.— dijo ahora con seriedad.

Y de repente la imagen de Jungwon comenzaba a desaparecer.

—¡Jungwon! ¡Jungwon!

Ni-ki intentó tocar su rostro nuevamente mientras gritaba su nombre, pero Yang simplemente se desvaneció, dándole una última mirada dolida.

Y entonces Ni-ki despertó.

Su pecho subía y bajaba con desesperación, su respiración era rápida al igual que sus latidos en este momento. Miró a su al rededor totalmente desconcertado, encontrándose con la oscuridad de su habitación. Llevó una mano hacia su pecho, tratando de calmar sus latidos.

Otro sueño.

Había soñado con la noche del rechazo de Jungwon, pero esta vez, su mente proyectó lo que realmente debió haber dicho y hecho.

Había sostenido el rostro de su angel por unos cortos segundos, pero no se sentía nada real. No era nada a comparación con cómo se sentía en la realidad.

Cómo solía sentirse.

Se pegó contra el respaldar de su cama, sin tener muchas ganas de dormir ahora. Cada día que pasaba soñaba con Jungwon. Todos los días veía su rostro en sus sueños, pero siempre terminaba trágicamente. El Jungwon de sus sueños siempre terminaba recordándole todo lo que había hecho mal en el pasado. Cómo debió haber actuado para que actualmente estuviera ahí, junto a él.

Se frotó el rostro contra sus manos, sintiéndose frustrado y acorralado. Era el segundo mes sin Jungwon, y nada parecía querer cambiar.

La realidad se sentía tal cómo en su sueño. Él intentaba alcanzar a Jungwon, pero este simplemente desaparecía. Se alejaba cómo si nada, cómo si fuera un simple fantasma. Un viejo recuerdo.

Jungwon se desvanecía cada vez más.

Lo había ido a visitar nuevamente, esta vez durante menos tiempo que antes.

Ya no quería seguir haciendo eso.

Cada vez que iba a ese hospital a ver a Jungwon en el mismo estado de siempre, sin recibir respuestas, escuchando el mismo agobiante silencio, Ni-ki se sentía cómo si estuviera muriéndose cada vez más. Despacio, pero dolorosamente.

Odiaba tener que esperar tanto tiempo. Odiaba tener un porcentaje menos de esperanza cada vez que iba a verlo. Odiaba que las cosas siguieran igual que hace cuatro meses.

Cuándo se encontraba en el estacionamiento, se llevó una gran sorpresa al encontrarse con su padre apoyado en su auto, mirándole con un par de ojos tranquilos y comprensivos, al igual que una tierna sonrisa cerrada.

—¿Qué estás haciendo aquí?— preguntó con debilidad, tal cómo se había sentido desde todo ese tiempo sin Jungwon. Débil.

—Sabía que estarías aquí— respondió simple Heeseung, estirando su brazo para acariciar la rebelde cabellera de su hijo. Luego hizo una señal con su cabeza que le indicaba que debía subirse al auto, al parecer él conduciría —Quiero hablar contigo.— dijo antes de subirse al asiento de conductor.

Riki permaneció ahí parado con un semblante dudoso. Heeseung había dejado la puerta abierta, así que logró verlo luego de haber encendido el auto.

Soltó un pequeña risa —Vamos, entra.

Por fin Ni-ki hizo caso, subiéndose en el asiento de copiloto. Se puso el cinturón de seguridad antes de que el auto comenzara a partir.

Heeseung los había llevado a ambos a un lugar que nunca había visitado antes. Era solitario, había un lago y no había absolutamente nadie en el lugar más que ellos dos. Estaban sentados en la baca frente al lago, tomando tranquilamente de sus bebidas de starbucks sin decir ni una sola palabra.

Ni-ki dejó su bebida de lado y miró ladinamente a su padre, quién tenía la vista fija en el lago. Soltó un largo suspiro antes de comenzar a hablar por su cuenta.

—Papá, lo siento.— ante esto, Heeseung volteó su mirada para prestarle atención a Riki.

—¿Y eso por qué?

Ni-ki tragó duro —Por haberte ocultado secretos.

Heeseung guardó unos segundos en silencio y se acercó un poco más a su hijo en la banca.

—Bueno... no es cómo si esa era tu responsabilidad.— le sonrió de forma comprensiva —No te preocupes, tu mamá ya me contó todo.

Ni-ki volvió a suspirar —Es jodido, ¿no?

Heeseung llevó una de sus manos a la nuca de su hijo y dejó ligeros apretones para reconfortarlo. Heeseung no respondió a eso.

—De lo que quiero hablar contigo, es sobre tí.— Riki le dirigió una mirada confundida, así que Heeseung siguió hablando —Quiero saber qué tan listo estás para cuándo él regrese.

Ni-ki sonrió de lado, de forma triste e irónica al mismo tiempo. Vió hacia el lago.

—¿Regresar? Honestamente, papá, no creo que eso pase...— su voz salió rota.

—¿Por qué?

—Sé lo que los doctores le dicen a mamá a pesar de ninguno de ellos quieran confiármelo. He ido a verlo cada semana si es posible, y nunca muestra algún avance, es.... está completamente claro que no podrá regresar. — lágrimas comenzaron a salir —Tarde o temprano se irá o lo desconectarán, no sé cuál de ellas ocurrirá primero, pero sólo sé, que estoy comenzando a hartarme de ser positivo. Quiero que se detenga cuánto antes.

Heeseung buscó su mirada —¿Detener? ¿Qué quieres que se detenga?

Ni-ki elevó su mirada para detener de alguna forma sus lágrimas —Todo... todo esto. Quiero que todo termine, para bien o para mal. Si él logrará vivir, entonces quiero que vuelva cuánto antes, pero si él no lo hará... entonces quiero que se vaya ahora. Mientras más rápido pase, más rápido podré superar el dolor.

—Ni-ki, mírame— el menor le hizo caso —No quiero que pienses esas cosas. No te traje aquí para oírte decir eso— su voz salió segura —Desde que eras pequeño, yo siempre te conocí cómo la persona más optimista que existe. Tú no sabes cuándo rendirte, tengo muchas pruebas de eso-...

—¿Pretendes que vaya por ahí sonriendo cómo si no pasara absolutamente nada?

Heeseung negó —Lo que quiero es que tú comiences a contar los días para tenerlo de vuelta. Quiero que cuándo él regrese, se encuentre con la mejor imagen de Lee Riki y no con la que estoy viendo en este momento.

Riki por instinto se dió una pequeña mirada hacia su ropa, buscando qué tenía de malo.

—No es sólo la ropa— habló su padre —Tu cabello es un desastre, está larguísimo, ya ni siquiera usas perfume y todo tú estás descuidado.— Ni-ki se pasó una mano por la nuca, sintiéndose incómodo y avergonzado —Tu ojos parecen de drogadicto, y puedo ver que has dejado de ejercitarte.

—Okay, ya entendí.

Heeseung sonrió divertido y Riki hizo lo mismo, con la cabeza gacha.

—Supongo que me he descuidado un poco....

—No sólo un poco, también has descuidado cosas de suma importancia.— Ni-ki enarcó una ceja sin comprenderle —Tu hermana. Danielle no te ha visto mucho en estos cuatro meses, y aunque entiendo que es porque no quieres que se entere de lo de Jungwon, no está bien que la dejes de lado de esa forma. Se siente ignorada y herida. Ella cree que ya no te importa más, tú sabes cómo solía sentirse cuándo yo viajaba, pero en tu caso es peor, porque ella te adora, Ni-ki. Eres su único hermano. Eres la única persona con la que se siente completamente segura, más que conmigo y Jake, y no quiero que ella comience a odiarte por toda esta situación.

Si antes Ni-ki se sentía avergonzado, ahora se sentía cómo el mayor hijo de puta del universo.

Su hermana, su pequeña y preciosa hermana.
¿Cómo es que no se había dado cuenta que prácticamente la había excluido por completo de su vida sin ninguna explicación?

—Y-yo... no sé que decir. Yo no... tenía idea de que ella se sentía así.

—Ella lo hace,— respondió Heeseung —ella y Beomgyu, tu mejor amigo que no paró de llegar a casa para preguntarnos por tí, porque sabe que tú nunca lo dejarás entrar a la tuya.

Ni-ki seguía con la mirada perdida y la boca levemente abierta, sin poder creerse todo lo que escuchaba.

Genial, no sólo había ignorado a Danielle, también había dejado en el olvido a Beomgyu, el único amigo que había tenido en toda su vida después de Jungwon y Sunoo. La persona más leal que incluso había conocido.

—¿Beomgyu... está bien? ¿É-el está enojado conmigo?

—No diría que está molesto, pero si preocupado, y mucho. Jake está cansado ya de escucharlo llorar por tí y consolarlo. Dice que la vida en GIVEN ahora es espantosa e incluso dejó su casa.

Ante eso, Ni-ki se volteó preocupado hacia su padre.
—¿Por qué se fue de su casa? ¿Acaso ya no tiene dinero? ¿Ese maldito Ricky lo explota y no le paga?

Heeseung negó —Se fue de su casa porque no quería seguir viviendo sólo sabiendo lo mal que la está pasando mentalmente. Según dijo, su familia está en Australia. Eso explica porqué ellos no pueden cuidarlo.

Ni-ki ahora frunció el ceño —Espera... ¿entonces dónde se está quedando?— Heeseung le dirigió una mirada cansada y dejó salir un suspiro —¡¿Se está quedando con ustedes?!

Heeseung rascó su cabello algo irritado. —Insistió con que no tenía dónde quedarse, Jake se apiadó de él, cómo siempre hace, y lo dejó vivir con nosotros. Es cómo la tercera rueda en nuestros momentos con Jake, y hablando de él, a él parece agradarle demasiado tener a alguien que sepa cocinar. — alegó y Ni-ki tuvo que hacer un gran esfuerzo por contener su risa —Lo único bueno de todo esto es que Danielle ha tenido con quién jugar. Debo admitir que el chico es agradable.

—Lo es. Y debo ir a buscarlo.— dijo con seguridad —O mejor dicho a buscarlos.

Heeseung asintió —Bien, pero antes debes cambiar todo...— lo inspeccionó de pies a cabeza y movió su mano en un círculo—... eso.

Ni-ki volvió a ver su aspecto y soltó un suspiro.
Eso tomaría mucho tiempo.

—Además, debes verte bien para cuándo Jungwon regrese— intentó animar el mayor —Debes recibirlo bien.

Ni-ki esta vez asintió. Ahora estaba un poco más seguro que antes. No perdía nada teniendo un poco más de esperanza. Podía esperar cuánto tiempo fuera necesario si eso significaba tener a Jungwon de vuelta.

Sutilmente, se fue acercando a su padre hasta dejar su cabeza apoyada en su hombro y comenzar a rodear su cuerpo con sus brazos. Heeseung rió un poco por la acción. Acarició el cabello de Ni-ki con cariño mientras disfrutaba del abrazo.

—Gracias, papá— susurró contra su oído —Siempre sabes cómo ser mi soporte.

Heeseung alejó un poco su rostro para ver mejor a su hijo. Le sonrió reconfortante y dejó una pequeña caricia en su mejilla.

—Si tu vas a proteger a los demás, entonces yo te protegeré a tí.— dijo con cariño.

Ni-ki sonrió y volvió a acercarse para abrazar a su padre, cerrando sus ojos para disfrutar más del contacto.

La enfermera paseaba por la sala sosteniendo un portapapeles y un bolígrafo, asegurándose de que todo siguiera en orden con respecto a Yang.

Se quedó viendo la monitor cardíaco, estudiando la frecuencia de sus latidos lentamente antes anotar algo en los papeles.

De repente, vió algo desde la esquina de su ojo derecho. Detuvo sus movimientos y se giró para ver hacia la camilla, dónde se encontró con el mismo paciente en su estado habitual.

Frunció el ceño sintiéndose un poco confundida.
Había creído ver y escuchar algo.

Se acercó con lentitud a la camilla para asegurarse más de cerca. Se quedó mirando con suma atención durante varios segundos, y fue entonces cuándo volvió a ocurrir.

Jungwon había movido su mano izquierda ligeramente.

🌷 ; okei aquí un pequeño spoiler del próximo cap: está muy lindoo y les va a gustar mucho 🥹

Pasen un lindo día ^3^ ♡!!
Rin.

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