did you hear my covert narcissism
i disguise as altruism ?

—¿Así que me estás diciendo... que cuándo hablaste con el acalde sobre la invitación esa... te terminaste encontrando con el Jungwon del que siempre me hablabas en la universidad?— indagó Beomgyu más que interesado.

Ni-ki tomó un sorbo de su bebida y posteriormente hizo una mueca, ya sea porque era muy poco resistente al alcohol o porque le molestaba que Beomgyu sea tan ruidoso.

—¿Es necesario repetirlo?

Beomgyu soltó una risa —¡Pues claro que lo es! Estamos hablando de la única persona que pudo entrar a tu frío corazón.

—Solía ser más abierto para ese entonces—  se encogió de hombros.

—Aún así es impresionante. No puedo imaginarte a tí siendo un chico enamorado.

Ni-ki pateó la pierna de su amigo por debajo de la mesa y este volvió a reír. Soltó un quejido por su comportamiento y se permitió acomodarse mejor en su cómodo asiento. Ambos se encontraban en Red Moon, el prestigioso club de su padre, hablando de su chistoso reencuentro con Jungwon.

Si bien él había fingido no conocerlo y había hecho su mayor esfuerzo para parecer sereno, la realidad había sido tan diferente.

No estaba listo para ver a Jungwon de esa forma. El tan sólo ver su rostro y sus ojos, su mente automáticamente recordó su último momento juntos. Su rechazo. Su humillación frente a toda su clase. Sus frías palabras y su abandono.

Habían pasado cinco largos años desde eso. Ya no era un niño enamorado, pero seguía doliendo. Todavía sentía vergüenza de haber arruinado la mejor amistad que había tenido en su vida. De haber confundido tanto las cosas, la diferencia entre lo que significaba Jungwon en su vida y lo que significaba él en la suya.

—Pero tengo que admitir que fingir no conocerlo fue una gran idea. Yo habría hecho lo mismo si fuera tú— sonrió Choi.

Ni-ki otra vez no respondió y bebió un nuevo sorbo de su bebida, haciendo una mueca nuevamente que hizo reír a Beomgyu una vez más.

—¿Tienes algo que hacer ahora?— preguntó una vez habían abandonado el club.

Ni-ki suspiró y se subió a su auto. Habría llamado a su chofer si tan sólo hubiera tomado más de dos sorbos de alcohol, cosa que no hizo. Su amigo tomó asiento a su lado y antes de comenzar a conducir finalmente respondió.

—Debo ir a recoger a mi hermana.

—¿Tus papás salieron o algo?

El menor negó con su cabeza —Le pedí a mamá que me dejara hacerlo por hoy.

Beomgyu miró con curiosidad a su amigo, quién tenía la vista fija al frente con su típico semblante frío. Pero aún con todo eso, él sabía bien lo que pasaba por la mente del menor.

Se sentía triste y solo.
Y cuándo eso pasaba, Danielle se volvía su lugar seguro.

Prefirió no decir nada más en lo que restaba del viaje de regreso al edificio principal de GIVEN. Una vez estuvieron fuera, Choi se bajó y se despidió animadamente de su amigo.

Cuándo Ni-ki se encontraba completamente solo en el vehículo, soltó un suspiro y pegó su frente al manubrio.

Sabía bien quién lo tenía así. Sabía bien que esa persona de la que no podía dejar de pensar era nada más y nada menos quién lo había hecho llorar hace mucho tiempo. Quién había roto su corazón de la forma más dulce y educada posible, tal cómo lo recordaba.

Después de ese suceso nunca más había llorado. Se arrepentía de muchas cosas y por lo general solía sentirse abandonado y triste, aunque se olvidaba de esos sentimientos cuándo se encontraba en casa con su familia, en especial con su hermana.

Una vez recordó a Danielle, comenzó a conducir en dirección a su escuela.

—¡Es mi hermanoooo!— gritó escandalosamente Danielle levantándose de su asiento hasta llegar a la puerta de su aula.

La maestra no tuvo que comprobar que se trataba de un pariente de Danielle, pues realmente tenías que vivir debajo de un roca si no conocías a todos los miembros de la familia Lee.

Ni-ki se paró de cuclillas frente a Danielle y la abrazó con rapidez, creando una hermosa imagen en medio de los pasillos ante la vista de todos lo que pasaban por ahí.

—¿Cómo te fue hoy, princesa?

—¡Bien! Pero tengo que estudiar para mi siguiente quiz.... ¡será la próxima semana!

Ni-ki medio sonrió —¿De verdad?— ella soltó un sonido afirmativo mientras su hermano se ponía de pie para después tomarla de su pequeña manita y adentrarse a su salón de clases.

Danielle comenzó a hablarle de distintas cosas que hizo durante el día. También mencionó a unos cuántos compañeros que se habían vuelto sus amigos. Ni-ki la escuchó con atención y tomó su mochila, suéter y lonchera de su asiento, aunque terminó poniéndole la lonchera ahora vacía al rededor de su cuello sin querer romper el contacto con su hermana.

Salieron de la escuela, sentó a su pequeña hermana en la parte trasera del auto y seguía escuchándola atentamente mientras conducía. Amaba hacer eso. Amaba escucharla aunque ella hablara rápido, atropellado y a veces olvidara completar sus oraciones.

Se estacionó fuera de un mcdonald's y tomó la mano de su hermana nuevamente una vez ambos estuvieron tocando el suelo. Al esperar en la fila, aprovechó para cargar a la niña entre sus brazos y dejarla observar el menú, aunque ya estaba claro que era lo que quería.

—¡Quiero papitas! Y-y nuggets... porfavor, Nini.

Ni-ki sonrió enternecido. Claro que no recordaba cuándo lo hacía, pero su padre solía contarle las veces que ambos salían juntos a comer cuándo el tenía libre en la universidad, Riki siempre se salía con la suya y convencía a su papá de comprarle nuggets, papitas y helado.

Ahora era él quién debía consentir a su hermana.

—Nini...— comenzó diciendo Danielle una vez habían sido atendidos y se encontraban comiendo. La niña tenía salsa de tomate regada por toda la cara, lo que le sacó una sonrisa a Riki aunque a él no le gustara para nada el tomate ni nada relacionado con eso.

Se acercó a la pequeña hasta que quedaron frente a frente y con una servilleta comenzó a limpiar de sus mejillas.

—Dime.

—¿Por qué papá y mamá... llevan tan poquito tiempo de casados?— preguntó.

Ni-ki detuvo sus acciones y la sonrisa en su rostro se esfumó en un abrir y cerrar de ojos, quedó estático en su lugar durante unos segundos antes de erguirse y aclarar incómodo su garganta.

Decir que Lee Danielle era curiosa era realmente poco, porque en más de una ocasión les había hecho preguntas a sus padres y a su hermano demasiado complejas para sus gustos. A veces los deja sin poder responder, otras veces es ella misma la que encuentra la respuesta sin necesidad de que ellos abrieran la boca, pero nunca, definitivamente nunca, había hecho preguntas de este tipo.

Intentó volver a sonreír, esta vez de lado y soltó una risita "despreocupada". —¿Qué clase de pregunta es esa?

Ella parecía realmente triste para tratarse de una simple curiosidad suya, así que Ni-ki decidió acercarse lo más que pudo a su rostro para escucharla atentamente, si es que realmente le preocupara su matrimonio.

—Nuestra maestra... nos habló de las familias.— empezó contando —Dijo que cuándo dos personas se aman, un hombre y una mujer, llegan a casarse y entonces forman una familia, porque tienen hijos y... ellos crecen junto a ellos.

Riki quiso suspirar ante el pensamiento tan anticuado que la maestra estaba inculcando en su pequeña hermana, sin embargo, supo que no era tanto el tema de sexualidad del que ella estaba siendo curiosa, sino más bien del hecho que los hijos van después del matrimonio. Y él, bueno....

—Pero tú tienes veinte años y papá y mamá sólo llevan cinco años de casados... ¡y yo también tengo cinco años! ¿Significa que nosotros no somos una familia?— preguntó cómo si estuviera calculando algo, cómo si quisiera encontrar la lógica en lo que estaba diciendo.

—¿Por qué no seríamos una familia? ¿Porque tu maestra no cree que lo somos?— preguntó con ironía —Dani, ¿qué es lo que sientes tú cuándo estás con mamá?

Para este punto ambos habían olvidado que estaban almorzando. Sus papitas y nuggets dejaron de importar porque lo que se estaba robando completamente su atención era el tema de la familia, y el misterio detrás de esos cortos cinco años de matrimonio.

—Mamá es suavecito.— respondió —Y es muy, muy bonito. Me gusta cuándo nos abrazamos porqueee... ¡no lo sé! sólo se que me gusta cuándo estamos juntos, y cuándo me da besos, y cuándo me hace reír. Me siento feliz porque amo mucho a mamá.

Ni-ki sonrió un poco y agachó levemente la cabeza. Si, el también sentía eso, y aunque fuera un poco vergonzoso admitirlo siendo ya un adulto, no podía evitar sentirse cómo un bebé aún cuándo Jake le apretujaba las mejillas cómo tanto le gustaba hacer.

—¿Qué es lo que más te gusta de él?

—¡Me gustan sus ojos!— respondió mientras señalaba con sus dedos sus propios ojos —Mami se ve muy tierno cuándo parpadea, y más cuándo hace así.— comenzó a parpadear exageradamente y con rapidez recreando completamente la imagen de Jake.

Ni-ki soltó una risa porque era cierto. Se había vuelto una tierna característica suya.

—¿Y qué me dices de papá? ¿Qué sientes cuándo estás con él?

—¡Papi es el mejoooor! Tiene una voz muy bonita, y me gusta cuándo me carga o cuándo jugamos juntos. A veces no sabe cómo peinar a mis muñecas, pero no importa, sigue siendo el mejor papá del mundooo.

—¿Y qué es lo que más te gusta de él?— preguntó con tranquilidad. Por alguna razón esta conversación le resultaba tan relajante.

—¡Me gusta cuándo sonríe así!— dijo antes de sonreír en grande y mostrar sus pequeños dientitos, también cerró sus ojos y arrugó levemente la nariz recreando ahora la imagen de Heeseung.

—Es la mejor sensación del mundo, ¿no?

—¡Claro que lo es! Aunque la mejor sensa...¿ción?— dijo ladeando la cabeza, sin estar del todo segura de que así se pronunciara la palabra —también es cuándo mamá y papá se miran, ¿los has visto? Hacen así.

Posteriormente se levantó de su lugar y se paró a un lado de Ni-ki, este la siguió con la mirada con anticipación, sabiendo bien que se vendría una gran escena.

—Mamá hace esto.— de alguna u otra forma, Danielle consiguió hacer sus ojos aún más grandes y de cierta forma parecía el gato con botas cuándo quiere dar ternura. Luego agachó la cabeza cómo si estuviera tímida, soltó una risita, y mantuvo sus labios levemente curvados en una pequeña sonrisa.

—Y papá hace esto.— rápidamente cambió de posición, se puso de lado contrario "encarando" a la imágen de Jake-Danielle que dejó congelado. Volvió a sonreír en grande y estiró una de sus manos para "sujetar" lo que Riki creía que era la mandíbula de Jake, incitándolo a verlo.

—Y luego los dos se ven así, ¡sus ojos brillan y se ríen de quién sabe qué!— mencionó antes de dar por terminada su... lo que sea que era eso. —Me gusta cuándo hacen eso. Siento que quiero explotar.

Ni-ki rió de nueva cuenta ante las ocurrencias de su pequeña hermana. Resulta que ahora debe compartir su lugar cómo el mejor heejakeista junto a Danielle y Felix, cuándo se suponía que ese lugar era únicamente suyo.

Palmeó su muslo izquierdo invitándola sentarse y cuándo ella lo hizo la acomodó mejor entre sus brazos de manera que pudiera verla bien.

—Hago falta yo. ¿Qué sientes cuándo estás conmigo?— preguntó con suavidad. Danielle recostó su cabeza en su pecho.

—Nini, eres el mejor hermano del mundo. Cuándo estoy contigo... es el mejor momento del día, porque me siento feliz y segura. Lo que más me gusta de tí es...

De repente se quedó callada, y Ni-ki quiso creer que era porque aunque era una niña muy inteligente, seguía teniendo sólo cinco años y podría resultarle difícil explicar lo que sentía. Así que se mantuvo en silencio y esperó a que volviera a hablar.

—Lo que más me gusta de tí es cuándo me cuidas cuándo tengo miedo o me siento triste, o cuándo me duele algo... siempre estás ahí para mí, incluso ahora que ya no estás...

Riki sabía bien que se refería a que ahora ya no vivían juntos. Hacía meses que se había independizado y había comenzado a vivir sólo, pero esta era la primera vez que se permitía a sí mismo sentir a fondo lo mucho que extrañaba ver a su familia todos los días. Ver a su mamá dibujando en el estudio, preparando el desayuno, ayudando a Danielle con las tareas o simplemente acompañándola a ver esa serie de Barbie que tanto le gustaba. O antes de irse a Australia, cuándo eran sólo tres y veía a su padre todos los días antes de ir a la escuela. Cuándo jugaban videojuegos juntos o tomaban helado por las madrugadas a escondidas de Jake.

E incluso la misma Danielle. Echaba de menos verla correr por la casa, aunque por lo general solía llegar a su propia casa a hacer "desmadre" cómo aprendió a llamarlo ella gracias al tío Lix. A veces también mientras está ocupado en GIVEN no puede evitar pensar en cómo le estará yendo a su pequeña hermanita en la escuela, en si habría alguien molestándola y peor aún, si hay algún pretendiente que ya esté rompiendo las bolas a tan temprana edad.

—Eres cómo un héroe, Nini.

Lo que dijo ella hizo que se olvidara de sus pensamientos nostálgicos. La miró con sorpresa y ella también hizo lo mismo.

—¿Un héroe dices?

Ella asintió mientras jugaba con la tela de su camisa. Ni-ki se quedó en silencio luego de eso, pensó un poco las cosas y finalmente soltó el aire que retenía en sus pulmones.

¿Por qué todo tenía que recordarle a él? No había sido ni el primero, ni el único en llamarlo así. Había estado Sunoo antes de él, y ahora también Danielle lo llamaba así, ¿pero por qué cada vez que escuchaba esa palabra tiene que recordar a Jungwon? ¿Por qué siempre todo debe terminar en él?

—Entonces seré el mejor héroe para tí.— respondió luego de tanto.

El asunto con los antihéroes es que, por lo general, se les confunde con los villanos de las historias. Es fácil, el héroe es el bueno, el villano es el malo y todo termina en una hermosa historia feliz dónde los malos reciben su merecido y el bien reina para siempre. Muy alejado a todo eso, se encuentran los anti-héroes, quiénes a diferencia de los villanos, no tienen nada en contra del héroe en sí, aunque podría ser que en algunas circunstancias esto si llegue a pasar. Simplemente carecen de características heroicas y ya.

Digamos que para los anti-héroes, una ciudad en llamas no es nada, tampoco lo es un robo frente a sus propias narices o un niño que perdió a su mamá en el centro comercial. Sin embargo, la historia es completamente diferente cuándo la persona que está en peligro es alguien importante en su vida. Una pequeña ricitos que ama el yogurt de fresa y las papitas, por ejemplo.

Luego de unos segundos en silencio, el mayor de los hermanos recordó la conversación inicial y cómo todo los llevó hasta ese punto.

—Entonces... te sientes bien con nosotros tres, ¿no es así?— ella volvió a asentir —Si se siente así de bien, ¿no crees que es porque somos una familia de verdad?

—Lo somos.— dijo ahora segura —Somos la familia Lee.

Ni-ki sonrió de lado y acarició su cabello —Nacimos en la familia correcta, Danielle, y tenemos los padres correctos. Todo esto es correcto, está bien, ¿de acuerdo? Da igual la forma en la que las cosas se dieron porque todo eso nos llevó aquí, a ser lo que somos ahora.

—Entonces... que papá y mamá no se hayan casado hace mucho tiempo, no es porque no se amen, ¿verdad?

Ni-ki negó con su cabeza y siguió jugando con el cabello de Danielle. Había toda una historia detrás de esos cinco años de matrimonio, una historia que Danielle aún no podía saber. Cuándo ella estuviera lista y sus padres también estuvieran listos, le contarían todos los hechos, pero por ahora no hay por qué tener prisa.

—Lo único que debes saber y lo único que te puedo decir es que, todos los días tienes frente a tus ojos la historia de amor más pura, verdadera y fuerte que puedas conocer. Ellos se aman, Danielle, y sé que tú también puedes notarlo por la forma en que se ven.

> No tienes por qué dudar de ellos.

🍓 ; mientras tanto heeseung y jake en la casa peleando por el último paquete de ramen (mentira probablemente lo compartirían)

gracias por leer !
tengan un lindo día ♡.
Rin.