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01.

think i forgot how to be happy

5 años después.

La vida de Ni-ki era una completa mierda.

Y sí, esto definitivamente lo habías leído antes.

Nuestro querido personaje principal se encontraba cambiando los canales de televisión aburridamente. No tenía ni idea de qué ver, nada parecía realmente interesante. Bostezó desde su lugar y se detuvo al ver lo que parecía ser una de las películas de Rapidos y Furiosos, no estaba seguro de cuál era.

Su mente viajó al más allá, imaginando cómo sería su vida en este momento si tuviera ganas de hacer algo en específico. Alguna afición, algún sueño, algo que cumplir.

Pero entonces lo recordaba...

No tenía nada.

Había dejado de soñar y sentir. Había dejado de ser un niño soñador y lleno de esperanzas, ya no tenía nada de eso.

Sabía que era capaz de conseguir lo que se proponía, y es por esa misma razón que no era capaz de hacerlo, porque sabía que no tendría control sobre sí mismo y sus acciones.

Por eso prefería quedarse tal y cómo ahora, sin futuro, sin esperanza y siendo todavía un niño de papi y mami que no era capaz de valerse por sí mismo a sus veinte años.

Si se lo preguntan a Ni-ki, honestamente ni él mismo sabía cómo es que logró graduarse, pues aunque era muy aplicado en las materias y fue de los mejores estudiantes durante todos los periodos, nunca fue bueno con las personas.

Nunca se llevó bien con nadie y nunca encajó en ningún lugar o grupo. Ni siquiera con sus maestros fue amable, así que pensó que eso de cierta manera afectaría su carrera.

Pero ahí se encontraba él.

Un fracasado sin futuro, pero con diploma.

—Vaya consuelo...— susurró para sí mismo.

—¡Nini! ¡Nini!

Oh, pero claro que había algo que sí valía completamente la pena.

Lee Danielle, su preciosa y pequeña hermana menor.

Ni-ki se sentó nuevamente en el sofá y esperó a que la niña de cinco años llegara a sus brazos. La abrazó y posteriormente la sentó sobre su regazo.

¿Si, princesa?

Danielle sólo podía hablar en inglés gracias a lo que Jake le había enseñado en sus primeros años, y también ahora que asistía al preescolar, además de los programas de televisión, claro. Ni-ki no era bueno con el idioma cuándo aún vivían en Corea, pero una vez se habían mudado a petición suya, se familiarizó con el idioma para poder terminar con sus estudios y hasta adoptó el acento australiano que ahora toda su familia usaba.

Esto claramente les había traído algunos problemas, especialmente cuándo su padre o él olvidaban alguna palabra en inglés y solamente Jake podía entender lo que Danielle trataba de decir cuándo ella hablaba rápido, pero sabía que sus padres habían acordado esperar a que la niña crezca para introducirle un segundo idioma, el idioma por el que ellos tres solían comunicarse entre sí. Enseñarle otro idioma sería muy pesado para una niña de sólo cinco años.

¿Quieres jugar a las escondidas? Papi siempre juega conmigo... ¡pero el aún no vendrá y quiero jugar con alguien!

Ni-ki sonrió poquito —Dani, sabes bien que a mamá no le gusta que juegues eso. ¿Acaso quieres hacer que se enoje de nuevo?

Jake le había prohibido a Danielle que jugara ese juego en casa. ¿Por qué? La razón era porque la casa Lee era exageradamente grande, cómo una mansión, aunque claramente más moderna. Tenía muchas puertas y habitaciones, tantas que Jake entraba en pánico cada vez que perdía a Danielle de vista.

Recordó un día dónde el australiano lloró tan fuerte porque no podía encontrar a la niña que hizo que esta se asustara por lo que salió corriendo de su escondite para consolar a su mamá y luego ganarse la regañada de su vida por parte de Jake mientras este la pegaba a su cuerpo sin querer soltarla en ningún momento.

Jake era muy paranoico y nervioso, y más cuándo se trataba de su pequeña Danielle.

Además... últimamente sólo él se estaba haciendo cargo de la niña, ya que su padre había estado los últimos meses viajando a Corea por trabajo.

No quiero que vuelva a llorar...— hizo un puchero —¡Entonces juguemos wiiiiii!

Ni-ki sonrió enternecido por la pronunciación exagerada de su hermana —De acuerdo, pero deja de hacer trampa en tenis. Sigo sin entender por qué los tiros te salen súper rápidos.

—¡Prrrráctica!

Ni-ki soltó una risa al mismo tiempo que acariciaba el cabello de su niña, negando con la cabeza.

Tenía en sus brazos lo que siempre había deseado.

Ni-ki bajaba las escaleras de su casa con el cabello hecho un desastre y sus pequeños ojos casi cerrándose por completo. Aún planeaba seguir durmiendo en lo que restaba de la mañana pero sentía su garganta seca. Necesitaba beber agua.

Se detuvo en seco al escuchar las voces de sus padres, al parecer, discutiendo.

—El problema, Jake, es que tú sigues viendo a Riki cómo un niño.— escuchó a su padre decir.

—¿Acaso esperabas menos de mí, huh?— se defendió Jake —Mírame, Heeseung, y dime que yo soy el del problema.

Ni-ki tragó duro y se escondió mejor en las escaleras. Nunca había escuchado a sus padres hablarse así, por no decir que nunca habían peleado o discutido seriamente luego de casarse.

—No te estoy culpando, ¿de acuerdo? Solamente estoy tratando de decir que si vieras a Riki cómo el hombre que es ahora, tal vez este tema no te preocuparía tant-

—No importa que edad tenga, Heeseung, hacerse cargo de Dark Moon será una gran responsabilidad para él y yo no quiero perder a mi hijo por eso — le cortó —Si el quiere dedicarse a algo más, apóyalo, no escojas su futuro por él.

Ni-ki abrió sus ojos sorprendido.
¿Su padre planeaba cederle su club más exitoso...?

—¡Obviamente le preguntaré si el quiere!— Heeseung alzó su voz, haciéndolo encogerse en su lugar —Si rechaza la idea, estoy bien con eso. No lo obligaré a nada que no quiera, sabes que no soy capaz de hacer eso. Pero Danielle está creciendo demasiado rápido y yo me estoy perdiendo de muchos momentos que quiero vivir junto a mi pequeña. Ya no quiero viajar todo el tiempo, Jake. Quiero... dormir con ella, contigo. Quiero que todo sea cómo antes.

—A mi tampoco me gusta que viajes todo el tiempo... y sí, sé que Danielle te extraña mucho últimamente. La he visto llorar por tí, es una niña, te necesita. Pero no hagas con Riki lo que tu madre hizo contigo.

Ni-ki se sintió culpable.

Su tonto berrinche de joven por olvidar a Jungwon y su rechazo afectó por completo a su familia. No pensó en el trabajo de su padre y lo mucho que su hermana lo extrañaría por eso. Y aunque Jake no lo admitiera directamente, también lo ha visto pasarla mal por no tener a su esposo a su lado en fechas importantes.

Mudarse a Australia por un rechazo había sido una muy estúpida e infantil decisión.

Lo siguiente que escuchó fueron los pasos, seguramente de su padre, caminar hasta pararse frente a Jake. Logró ver la parte inferior de sus cuerpos y escuchó el sonido producto de un pequeño beso.

—Quiero que regresemos a casa cuánto antes. Podré trabajar mejor, y tú también. Pasaré todo el tiempo posible con Danielle antes de que entre a la escuela, pero si Riki aún no se siente listo para regresar por lo que sea que haya pasado con él allá o porque simplemente le trae malos recuerdos de mi madre o Hyerin, entonces no los obligaré a nada y sólo seguiré viajando cómo hasta ahora.— dijo esta vez mediante susurros.

Hubo unos segundos más de puro silencio hasta que Jake decidió hablar de nuevo —Hablemos sobre esto más tarde. Ve a dormir, Hee, Danielle se despertará y se asustará por no verte en la cama.

—¿Y qué hay de tí?

Jake suspiró —Tengo cosas qué hacer.

—Pueden esperar, tú esposo está aquí, vamos a dormir.

Ni-ki escuchó sus risas resonar más cerca así que fue rápido al subir las escaleras de regreso a su habitación. Una vez dentro, se pegó a la puerta de esta mientras miraba el techo, pensando en que quizás... no era mala idea convertirse en alguien importante y regresar a Corea.

Sólo así le demostraría a Jungwon lo bien que estaba viviendo sin él, aunque realmente no lo estuviera.

Heeseung revisaba algunos papeles en la oficina que tenía en casa. Si bien había logrado ir por sólo unos días a Australia, aún tenía mucho trabajo que hacer, así que aprovechaba todo el tiempo posible para intentar terminarlo, aunque al hacerlo debería empezar con otro y así sucesivamente.

Su mirada se desvió a un lado de su escritorio, dónde había una pequeña mesita de juguete dónde Danielle normalmente se sentaba para "ayudarlo" en el trabajo o simplemente acompañarlo. La niña siempre llevaba sus lapices de colores y dibujaba sobre los papeles que Heeseung ya no necesitaba.

Sonrió al recordar ese tierno detalle de su hija.

Pronto la puerta se abrió dejando ver a su hijo mayor. Heeseung dejó todo de lado y se recostó sobre su silla para descansar un poco y prestar atención a lo que sea que Riki quisiera decirle.

—Papá, ya sé qué hacer con mi futuro — dijo sonriendo ladinamente —Un poco tarde lo sé, pero ahora estoy completamente seguro de esto.

Heeseung enarcó una ceja. —¿Qué es?

—¿Sabes? Siempre te admiré por ser un hombre trabajador y exitoso, alguien que... dejó de lado sus propios intereses con tal de cumplir con los de su padre — relató. —Wow, eres increíble papá, y es por eso que planeo hacerte sentir orgulloso. Demostrarte que no soy un don nadie y que también soy muy capaz de ser así de importante cómo tú— se detuvo justo enfrente de él, viendo cómo su padre no se intimidaba tan fácilmente.

Sonrió en grande, viéndose tan hipócrita a los ojos de Heeseung porque sabía que este no era más que otro de sus juegos. A Ni-ki nunca le interesó ser alguien cómo el, y si lo hizo tal vez fue cuándo tenía sólo cuatro años. Esto que estaba haciendo en este momento era algo para satisfacerse a sí mismo, y Heeseung quería ver qué tan lejos planeaba llegar.

—Quiero ser un ícono en el mundo, un hombre exitoso, quiero ser... el mejor hasta que pueda superarte — le miró con seguridad —Mi meta es superarte, pero sé que no puedo empezar sin tu ayuda.

Heeseung lo estudió durante unos largos segundos.
—Intenta ser más claro.

—Escuché lo que mamá y tú hablaron el otro día, sobre dejarme a cargo de Dark Moon, y quiero decirte que acepto. Estoy completamente dispuesto a hacerlo— dijo con una sonrisa ladina.

Heeseung lo volvió a estudiar cuidadosamente durante largos, muy largos segundos, antes de soltar su respuesta.

—No.

Ni-ki dejó de sonreír y vió a su padre con el ceño levemente fruncido —¿Qué?

Heeseung volvió a prestar atención a sus papeles, mostrando desinterés hacia Riki, cosa que enloqueció al menor por completo.

—Jake y yo lo pensamos mejor y... nos parece que aún no eres los suficientemente maduro para administrar algo tan grande, así que la respuesta es no.

Riki sintió cómo si todas sus esperanzas fueron arrebatadas con esas simples palabras. Se había ilusionado tanto con eso que olvidó por completo que era una simple posibilidad a los ojos de sus padres, y eso lo sacó de quicio. Apretó sus puños a cada costado de sus piernas y le miró desafiante, aunque Heeseung ya no lo estaba viendo.

—¿Y por qué debes hacer siempre lo que él dice? ¿No eres tú el dueño de LHS? ¡Puedes hacer lo que te plazca sin tomarlo en cuenta!

El mayor finalmente regresó su mirada a su hijo, viéndole también con severidad. Ni-ki ni siquiera se inmutó.

—Sigue siendo tu mamá, y mientras tú sigas viviendo con nosotros las cosas se harán cómo Jake y yo lo queremos, ¿entendiste?

Ni-ki bufó y caminó hasta quedar completamente frente a Heeseung, con sólo el escritorio sirviéndoles de barrera. —Te demostraré que puedo hacerlo.

—Eso debiste hacerlo hace mucho.— respondió de inmediato —No recuerdo una sóla vez dónde hayas hecho algo que me enorgullezca hablando cómo administrador. ¿Qué pasó con la empresa que creaste para tu universidad? ¿La olvidaste? ¿Y qué hay con las cuentas que calculaste mal en segundo año e hicieron que casi reprobaras? Entiende Riki, no estás listo y te hace falta mucha responsabilidad. Dark Moon es por mucho mi más grande éxito y no lo pondré en riesgo por un simple capricho tuyo.

—¡¿No eres tú el mismo que se hizo cargo de LHS cuándo aún iba a la secundaria y tenía una familia que cuidar?!— gritó enfurecido —¡Soy el heredero de todo eso! ¡Me pertenece a mí por más que te cueste aceptarlo! ¡Ese club es lo mínimo que yo me merezco luego de haber sufrido por tu maldita culpa-

Lo siguiente que se escuchó fue cómo la mano de Lee Heeseung golpeaba con fuerza el duro material del escritorio, haciendo volar algunos papeles. El sonido fue tan estruendoso que hizo callar a Ni-ki, quién ahora se arrepentía al ver la cara para nada amable de su padre.

—Grítale todo lo que quieras a Jake hasta hacerlo llorar, pero conmigo te comportas cómo el hijo que eres, ¿entendiste?— dijo con voz dura. —Conoce tu lugar.

Ni-ki se tragó su orgullo y terminó asintiendo, aunque se encontraba igual de molesto que antes.

—A esto me refiero con que no eres ni un poco maduro. Estás demasiado lejos de convencerme, y yo ya no quiero perder mi tiempo contigo, así que o te largas de aquí o te haré entender por las malas qué diablos es lo que debes mejorar.

Ni-ki no podía creer todo esta situación. ¿En serio su papá se atrevía a ser así con él? ¿No confiaba ni un poco en su capacidad de administrar un tonto club?

Mordió su labio tratando de contener toda la rabia acumulada. —¿Podrías al menos hacer algo por mí?

—¿Qué es lo que quieres ahora, Riki?— preguntó igual de molesto.

—Adquiere algo por mí.— contestó con rapidez —Si aún no puedes confiar lo suficiente en mí al menos ayúdame a empezar de cero.

—No creo que adquirir algo sea necesariamente empezar de cero, pero acepto. Si con eso estarás contento y me dejarás en paz entonces adelante.

Ni-ki asintió aún serio —Es una marca de moda en Corea. Oí que tienen problemas con la administración y posiblemente terminen en bancarrota. Les echaré una pequeña mano.

—Incluso si tienen problemas monetarios nada nos asegura que nos vendan los derechos a un precio razonable, Riki.

El menor sacó su celular y le mostró a su padre una conversación reciente que había tenido con los dueños de la marca, mostrándole particularmente el mensaje dónde hablaban sobre el precio. Heeseung lo leyó con atención y luego regresó la vista a su hijo con una de sus cejas alzadas.

—¿Invertiré tanto dinero en algo que no me asegura en lo absoluto aunque sea un poco de éxito? ¿Acaso eres consiente de lo que haces?

—Te lo demostraré.— fue lo único que respondió.

—Estoy arriesgando demasiado.— suspiró y negó con su cabeza —Estamos arriesgando demasiado.

—Ya no hay nada que pueda perder.

Heeseung miró a Ni-ki con curiosidad. Estaba yendo muy en serio con ese "proyecto", con demostrarle que estaba equivocado y honestamente quería ver qué tan lejos podía llegar con él.

Jake se enojaría demasiado con él por eso. La cantidad de dinero que estaba poniendo en juego era muy, muy grande aunque la marca estuviera en su peor momento. No sabría qué decir para defenderse en aquel momento pero ya luego se preocuparía por eso.

—Está bien.

Ni-ki sonrió de lado y guardo su celular en su bolsillo nuevamente.

—Gracias, pa.— le dedicó una tierna sonrisa antes de voltearse y caminar hacia la puerta de la oficina. Se detuvo una vez la tuvo frente a él y dijo fuerte y claro lo que sería su última petición.

—También quiero... que todo tu personal "VIP" a excepción de Yeonjun y Nicholas trabaje para mí de ahora en más.— dijo como si nada, antes de finalmente abandonar el lugar.

Heeseung solo pudo suspirar.

Cada día se parecía más a él.

🧸 ; ya quisiera yo que mis pas cumplan con mis caprichos cómo el hee hace con riki

Rin.

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