✧. Capítulo cero. Lo que dice el canon.
PRÓLOGO DOS ✯✯
LO QUE DICE EL CANON.
Don't forget me, when it's gonna be my turn? did you know that there's a tunnel under Ocean's Boulevard.
⚠️ TW: Violencia, descripción gráfica de muertes. (Capítulo largo)
(✯) AUNQUE NO LO SEPAN SÍ HAY muchas reglas para ser un buen Spiderman, y yo no lo sabía hasta que la tarántula azul me dió todo un rezo de iglesia sobre eso. Mucho más entretenido, claro, pero aún así se sintió eterno. ¡Y ni siquiera son reglas! ¡Son más bien cosas que un algoritmo quieren que pasé! Pero eso no es lo importante ahora ¿Cómo conocí a la Tarántula Azul? Bueno, a Miguel O'Hara, pues de hecho es una historia bastante incómoda...
Abril subió las escaleras del edificio con gran facilidad, optó por esa opción al ver a su tío Javi ingresar en el edificio de departamentos antes de que ella pudiera hacerlo y justo no estaba para interrogatorios que seguramente el hombre le haría. La castaña subió por las escaleras de servicio laterales del edificio, se aferró fuertemente al viejo oxidado fierro de las escaleras cuándo iba por el quinto piso, temiendo caer a la nada. Pero cómo había pasado en dos ocasiones antes, sus manos parecían pegarse al áspero material permitiéndole tener balance.
Agradecida por la extraña y repentina habilidad, la adolescente se desplazó lo más rápido que su vértigo le permitió hasta llegar directo a la ventana de su habitación. Con su mano libre alzó la ventana silenciosamente adentrándose de la misma manera al oscuro lugar y cayendo de espaldas en el suelo con cansancio. Raramente no estaba tan cansada como imaginó que sería escalar siete pisos, ya que ella no era igual de atlética que Ned, mucho menos habilidosa cómo Miles.
Pérdida en su cansancio y en la abrumación de los pasados acontecimientos en el metro público la adolescente permaneció en el suelo con sus ojos cerrados hasta que escuchó los pasos de su tío Javi, parecían cercanos pero tardaron en llegar hasta la puerta... ¿Acaso estaba escuchándolo subir las escaleras? ¡¿Cómo demonios era eso posible?!
Abril se levantó del piso de su habitación acercándose a la puerta en cuanto la voz de su tía María llegó a sus oídos y con eso recordó lo que evidente no había hecho... no pasó al super. ¡No hizo lo que le había pedido! Abril dejó salir un suspiro cansado debatiéndose en sí salir a enfrentar el posible regaño o quedarse ahí hasta que sus tíos se durmieran pero la conversación que empezó a tomar lugar en la cocina hizo que se quedará quieta en su lugar.
──¿Aún no ha llegado?──. la distintiva voz de Javi llegó a sus oídos haciéndola detenerse antes de poder salir al pasillo──. No me sorprende, me llamaron de la escuela diciendo que no asistió a las primeras tres clases y que no regresó con el resto de sus compañeros de la exhibición de Oscorp.
Abril mantuvo su mano en el pomo de la puerta escuchando con atención la conversación.
──Debe estar con Miles──. María le respondió, su voz un poco más escéptica que la de su esposo──. Aunque debo decir que no me gusta mucha esa compañía entre ambos, si lo que Jonathan dice es cierto, entonces Miles va por los mismos pasos que su tío.
Javi hizo un sonido de afirmación jalando una de las sillas del comedor para sentarse. Se escuchaba cansado, por alguna razón Abril podía sentir ese cansancio, al igual que la preocupación y decepción que sentía por ella.
──¿Dijiste que no llegó de la exhibición de Oscorp?──. María murmuró tratando de sacar el tema de nuevo, pasando una de sus manos sobre los hombros del castaño──. ¿Crees que Harry...?
──No, no creo──. Javi la interrumpió antes de que pudiera terminar su pregunta──, nos lo prometió. Aún así, la investigación es sobre... las arañas mutantes.
Abril instintivamente llevó sus dedos a la zona dónde la araña le picó, sus ojos cayeron en la zona rojiza e inflamada. ¿Mutantes? ¿Y si la araña que la picó también era una de esas? Harry había dicho que la araña original que habían mutado estaba en la misma vitrina que las que Felicia destapó.
──Gabriel... Javier──. María corrigió de inmediato pero Abril logró escuchar frunciendo el ceño con confusión. ¿Quién era Gabriel?──. Esas arañas fueron por lo mismo que estamos aquí, por lo que Mike tuvo que renunciar a todo lo que conocíamos en nuestro hogar, esa fue la razón por la que nos cambiamos la identidad, todo.
Ante eso Abril se quedó estática en su lugar. ¿Sus tíos se habían cambiado la identidad y jamás se lo habían dicho? ¿Por qué? ¿Porqué las arañas significaban todo eso? ¿Que tenía que ver su padre en todo eso?
──No es lo mismo, no puedes comparar lo que le pasó a mi hermano... eran experimentos distintos──. Javier negó con la cabeza girándola para poder encarar a su esposa──. No puede estar pasando lo mismo aquí.
──Mutación molecular y no sólo eso, escuché en las noticias que también están probando clonación──. María renegó nuevamente──. ¡Y Abril estuvo expuesta a eso! ¿Y si Harry decía algo? Esas arañas eran de Alchemax, la misma compañía que nos arruinó la vida, la que nos quitó a Dana y Mike.
Ante la mención de sus padres Abril dejó ir el tomo de la puerta sintiendo las emociones que tanto había batallado para ocultar empezar a mostrarse, sus ojos levemente se llenaron de lágrimas pero antes de que pudiera derramarse sobre sus mejillas ella las apartó con amargura.
──Mj... no podemos seguir comparando todo lo que pasa aquí con lo que pasó allá, son lugares distintos... universos diferentes──. Javier se levantó de la silla tomando los hombros de la mujer frente a él para mirarla a los ojos──. Mike sacrificó mucho, a él mismo incluso, para protegernos a nosotros y hicimos una promesa por esa niña, por Abril... Dana D'Angelo y mi hermano murieron hace 15 años, al igual que Mary Jane y Gabriel.
Abril aturdida por la información se alejó de la puerta maldiciendo cuándo su espalda impactó fuertemente con el mueble detrás de ella, inmediatamente la atención de los adultos en la cocina cayó en su habitación, Javi la llamó segundos después mirándola salir de su habitación. María se alejó de su esposo con rapidez caminando hasta la castaña para inspeccionar el rasguño en su cara.
──Por dios, Abril. ¿Que te pasó en la cara?
Abril se apartó de las manos de su tía cruzando sus brazos y mirando de reojo a su tío detrás de ellas.
──Nada grave, me caí del skateboard.
──¿Arriba de un gato?──. interrogó Javier desde su lugar, claramente no comprando la barata mentira de la menor──. ¿Desde cuándo llegaste? ¿Porqué no avisaste nada?
──Perdón, se me hizo tarde. Me quedé dormida──. mintió de nuevo, por la mirada en los ojos de ambos adultos supo que no le creyeron pero no insistieron de nuevo.
──Estábamos preocupados──. María habló tratando de aliviar la tensión creciente entre Javier y Abril.
──Perdón por mantenerlos despiertos tan tarde──. Abril respondió de la misma manera que su tía pero Javier no parecía ceder──, soy insensible, soy irresponsable...
──Ajá... ¿Y por eso faltaste las primeras tres clases? ¿Por eso no regresaste con el resto de tus compañeros a Visions?──. Javier interrogó de nuevo──. ¿O es por ese niño Miles?
Abril rodó los ojos con fastidio──. No, no es por Miles. ¡Siempre lo quieren culpar por todo!
──No nos das otra opción, desde que empezaste a salir con él te volviste este caso irremediable──. Javier respondió colocando sus manos sobre su cadera──. Bajaste de promedio, faltas a clases, no entregas tus proyectos.
──Quizá es por ustedes──. murmuró Abril aún cruzada de brazos, alejando la mirada lejos de sus tíos para enfocarla en un punto en la nada.
──Tus papás estarían decepcionados de tu comportamiento, mija──. María intervino tratando de tomarla de las manos pero Abril se rehusó──, esto no es lo que tú tío y yo te hemos enseñado, no son los valores que te hemos inculcado.
──Te pareces mucho a tu padre, lo cual es algo bueno, pero él tenía un principio──. Javier añadió con su mirada puesta en la menor──. Ambos solían decir que si tenías el poder de hacer algo bueno por los demás entonces lo hacías. No libre albedrío, responsabilidad.
──¿Y dónde están?──. Abril exasperó regresando su atención a los adultos en la habitación y alzando la voz, ambos compartieron miradas confundidas──. ¿Y dónde están, eh? ¿Porqué no están aquí para decírmelo? ¿No debería ser su responsabilidad decirme eso ellos?
──¿Cómo te atreves a alzarnos la voz?
──¡No! ¿Cómo se atreven ustedes? ¡No son más que mentirosos!──. la adolescente explotó, apuntando con su dedo índice a ambos──. ¿Quién es Gabriel? ¿Quién es Mary Jane? ¿Porqué nunca dijeron que se habían cambiado de identidad para vivir aquí?
Una mirada rápida pasó entre ambos, llena de preocupación y desesperación. Javier dió un paso adelante suavizando su expresión.
──Abril... no entenderías nada-
──¿Y cómo voy a entender si ustedes nunca me dicen nada?──. contraatacó tratando de calmarse al ver las miradas de ambos adultos sobre ella──. No me han dicho más que puras pinches¹ mentiras.
Javier endureció su mirada de nuevo──. ¿Y tú? ¿Cuál va a ser tu excusa para esto lo que has estado haciendo? Ni un jodido favor le pudiste hacer a tu tía por irte a escapar con tu noviecito.
Abril dejó salir una risa amarga──. ¿Ves? ¿Y así quieren que sea sincera con ustedes? ¡No hacen más que mentirme y echarme en cara todo lo que hago! ¡Ustedes son los que no entienden!
Abruptamente Abril se dió la media vuelta, sus oídos sordos a los comandos de Javier detrás de ella, tomó su skateboard y salió por la ventana de su habitación cerrándola fuertemente, Javier la alcanzó quedándose bajo el umbral de la habitación en cuánto el vidrio de la ventana se partió en mil pedazos ante el brusco movimiento de la adolescente. Tanto él como Abril miraron los pedazos confundidos y compartieron una última mirada antes de que ella desapareciera por las escaleras de servicio.
Javier salió con rapidez del pasillo tomando las llaves de su patrulla para salir detrás de ella pero la mujer pelirroja en silencio detrás de él lo detuvo tomándole la mano para que la escuchará y detuviera sus movimientos apurados. Javier alzó su mirada para ver a su esposa, María soltó un suspiro dándole una suave sonrisa.
──Es mejor que vaya yo a buscarla──. María intervino soltando la mano de Javier para ir hasta el perchero de abrigos y tomar el suyo──, está enojada, usualmente no eres bueno con palabras reconfortantes.
──Mj, no te dejaré ir, ya es tarde y no pueden regresar solas a estás horas──. Javier insistió pero ninguna palabra la haría cambiar de opinión, ante eso Javier soltó un suspiro de derrota──, está bien, pero llévate tu teléfono por si algo sale mal o por si necesita mano dura.
──Es solo una adolescente, Gabriel, no una criminal──. la mujer se burló depositando un casto beso en los labios de su marido──, después de que se le pase tenemos que decirle toda la verdad.
──¿Tiene que ser toda la verdad?──. Javier preguntó con duda, rascándose la parte trasera de su cuello──. Aún es muy joven, no lo comprenderá, ni siquiera yo lo comprendo todavía.
──Bueno, no siempre has sido necesariamente inteligente──. la mujer se burló colocándose el abrigo para salir por la puerta principal──. Si le decimos todo será mejor para ella poder entendernos, ya verás que las cosas mejorarán, viejo².
La mujer pelirroja salió por la puerta del departamento a paso apurado, bajando las escaleras hasta llegar al piso de abajo en dónde se encontraba el elevador. Al salir del edificio tomó camino a dónde Abril posiblemente se había ido, conocía perfectamente a su sobrina y sabía que no iría muy lejos si se sentía mal.
Abril por su parte al terminar de bajar las escaleras su estómago vacío le empezó a exigir comida y aunque estuviera enojada, confundida y hecha un desastre emocionalmente aún así le hizo caso a sus instintos deteniéndose en la tienda de la esquina para tomar algo rápido antes de poder irse.
La castaña se adentró a la tienda buscando en los refrigeradores un café frío pero algo fuera del depósito le llamó la atención. Abril se giró mirando con atención una camioneta negra estacionarse frente al establecimiento pero no le tomó importancia, la campana de la puerta del lugar sonó dejando ver a la Tía María adentrarse buscando con su mirada a la menor. Abril resopló tomando el café en sus manos y tratando de esconderse en uno de los pasillos.
Pero otros pasos captaron su atención haciéndola salir del pasillo y mirar fijamente a los hombres que bajaron de la camioneta, todos con máscaras de los Vengadores en sus rostros para cubrir sus identidades. No debía ser nada bueno, algo dentro de ella le decía que corriera pero otra parte quería enfrentarlos. Pero decidió la primera, no era una suicida para enfrentarse con ladrones.
La adolescente se acercó hasta la mujer pelirroja buscándola en la sección de snacks, una expresión de alivio cruzó el rostro de María al ver a su sobrina detrás de ella, enseguida llevó una de sus manos a la mejilla de la menor acariciándole con suavidad.
──Abril, tenemos que hablar sobre todo lo que pasó──. María empezó a hablar pero antes de que pudiera seguir el sonido de la puerta del local bruscamente abriéndose hizo que se detuviera.
Abril se tensó al sonido de los gritos que se armaron a su alrededor. Las personas en pánico comenzaron a gritar en cuánto los hombres enmascarados se adentraron al lugar armados. Eran cinco, tres de ellos armados y los otros dos vaciando la caja registradora pero uno de ellos, el que parecía ser el líder buscaba a alguien con su mirada.
──¡Quiero ver a todos en el suelo! ¡Rápido!──. ordenó como acto seguido apuntando con su arma a uno de los civiles frente a él.
──Tenemos que irnos, tía──. Abril le murmuró escondiéndose junto a la mujer pelirroja.
──Abril, no, tenemos que hacer lo que nos digan──. María respondió con voz temblorosa alzando su mirada en dónde los demás estaban en el suelo──, vamos, antes de que nos hagan algo, tu tío no tardará en venir.
Abril negó pero el sonido de unas botas llegaron a sus oídos haciéndola girarse, era el mismo hombre que dió la orden y a pesar de que su arma estaba apuntándola a ella y a su tía no tenía miedo. María detrás de ella la tomó de los hombros temblando, Abril no escuchó lo que dijo el hombre, solo veía a su tía asentir con su cabeza varias veces y guiarla a través de la tienda para agacharse con los demás.
──¡Jefe! ¡Ahí está! ¡Se está escapando!──. uno de los hombres armados que rodeaban a los civiles gritó apuntando con su arma al hombre escapando por la parte trasera del local.
El jefe, de piel oscura y con la máscara de Iron-Man apuntó con su arma al hombre pero éste se dió la media vuelta abriendo fuego contra los hombres enmascarados. El sonido de una bala cayendo cerca de ella la hizo girarse observando al hombre líder de los criminales, específicamente en su tatuaje en el antebrazo derecho: "Love is Passion. Truth is a power. God is the idea" de él había provenido la bala.
Abril se mantuvo de rodillas en el suelo moviéndose para esquivar los movimientos bruscos de los hombres y las balas perdidas.
──Tía, tenemos que salir de aquí──. Abril murmuró con su mirada en las balas que salían disparadas de las armas alcanzando con su mano en dirección a dónde María estaba. La mujer sólo hizo un sonido de afirmación empezando a gatear en el suelo rumbo a la salida detrás de Abril──. Tenemos que llamar al Tío Javi.
De nuevo María solo dió un sonido de afirmación dándole el teléfono que llevaba consigo en su chaqueta pero permaneciendo detrás de la castaña mientras escapaban. Abril tomó el teléfono al estar fuera de la tienda mandando un mensaje enseguida el número de su tío y explicándole todo lo que estaba pasando. Al terminar su mirada cayó en María detrás de ella. Lucía exhausta, sus respiraciones salían entrecortadas, sus ojos verdosos tenían los bordes rojos de las lágrimas pero una de sus manos estaba sobre su abdomen.
──Tía... ¿Que te pasa? ¿Estás bien?──. la adolescente preguntó guardando el teléfono en su bolsillo trasero y poniendo toda su atención en María.
María asintió dibujando una somnolienta sonrisa en su rostro──. Estoy bien, solo necesito... tomar aire.
Abril asintió a pesar de sentir que algo no estaba bien. Ambas se alejaron del local lo más que pudieron, al menos media cuadra hasta que las rodillas débiles de María la hicieron caer sobre la acera alarmando a la menor. La castaña vió la patrulla de su tío pasar por la calle en dirección al local, al menos eso le aliviaba. Agachándose junto a la mujer la ayudó a sentarse cerca de una jardinera, algo estaba mal.
Algo estaba muy mal.
──¿Estás bien? ¿Si estás bien?──. Abril murmuró agachándose frente a la agonizante mujer de cabellos pelirrojos en el pavimento──. Estás bien, respira, tómate tu tiempo. Respira y te llevo con un doctor ¿sí?
Abril sintió algo líquido sobre la mano en el abdomen de la mujer, sus ojos marrones enseguida cayeron en el costado de su tía alzando la mano para verificar lo que tanto temía. Una mirada de pánico vagó entre su tía y su mano manchada de sangre, su respiración empezando a agitarse. Todo estaba mal.
──¿Estás bien?──. María preguntó con esfuerzo notando enseguida el cambio de semblante en su sobrina. Hizo el esfuerzo de levantar una de sus manos pero no pudo así que se resignó a mirarla con preocupación.
Abril con labios temblorosos asintió llegando sus ojos a las luces rojas y azules brillando cerca. Su tío estaba cerca. María aún podía salvarse.
──¡Ayúdenme!──. Abril gritó en dirección al sonido de las sirenas a tan solo unos metros de ella──. ¡Una ambulancia! ¡Por favor! ¡Alguien!
Entre sus gritos sintió la mano de María deslizándose lentamente sobre su brazo tratando de llamarle la atención.
──¿Que pasó?──. dijo entrecortado, sus ojos empezando a nublarse con lágrimas por el dolor.
──No pasa nada... estás bien, estás bien──. Abril murmuró a pesar de que su semblante decía todo, sus ojos llenos de lagrimas y sus labios temblorosos. La castaña llevó su mano al rostro de la mujer acariciando sus mejillas.
──Solo tengo que respirar un poco──. María le aseguró soltando un suspiro y dejando caer su mano sobre el brazo de Abril a sus costado.
──Todo va a estar bien, tía Mary, aquí estoy──. Abril sollozó suavemente acariciando el rostro de su tía con la misma suavidad──. Estarás bien... estamos las dos solas, solo tú y yo.
Pero no lo estaban. La mirada de María se fue apagando poco a poco, sus movimientos deteniéndose hasta que dejó de moverse ante su tacto, sus labios partidos para decir algo que ya jamás podría decirle, sus ojos se perdieron en algún punto del cielo quedándose inerte debajo del toque de su sobrina.
──¿Mary? ¿Mary Jane?──. Abril intentó con su verdadero nombre, quizá si lo recordaba su mente mágicamente se encendería de nuevo, volvería a respirar──. Mírame por favor, tía. Mary... ¡María! ¿Que estás haciendo, tía? Por favor despierta y háblame ¿si?
Después de eso Abril no recuerda mucho. Solamente fragmentos que su memoria le hacía recordar durante las noches desde la muerte de su tía. El funeral había sido algo íntimo, solamente ellos, algunos amigos de la tía María y la familia Morales. No volvió a pronunciar una palabra después de eso, sumida en su responsabilidad de estudiante, de sobrina. Poco a poco se perdió en el duelo hasta que el amargo sabor de la venganza no la dejaba dormir en paz.
⭐ PRIMERA ETAPA: NEGACIÓN. ✅
Los primeros meses de la pérdida de su tía fueron los que Abril menos recuerda, al menos el primer mes parece un fantasma en su memoria, recuerda muy poco lo que pasó después de su muerte. Lo único presente fue que sus poderes empezaron a manifestarse poco tiempo después, cómo si la muerte de su tía hubiera sido el detonante que sus moléculas necesitaban para mutar, pero algo dentro de ella le decía que solo fue lo que activó todo.
Primero empezaron las telarañas. No cualquier tipo de telarañas, unas brillantes color amarillo que se manifestaban desde su muñeca al exterior, cómo si fueran hechas de láser. Poco después vino el sentido arácnido, aunque eso lo experimentó desde que la araña la mordió, solamente incrementó de fuerza lo que le servía para notar cosas casi invisibles a la mirada de un ser humano normal.
Esos eran los poderes típicos de cualquier Spider persona, al igual que la fuerza absurdamente sobrehumana y el poder pegarse a superficies, justo cómo una araña normal. Pero parecía que ni eso Abril podía ser, pues al mes de la muerte de su tía otros poderes se manifestaron en ella. Y pasó durante uno de sus entrenamientos diarios en el almacén vacío que Miles le enseñó meses atrás.
Abril cayó de espaldas en cuánto su puño, al golpear tan fuerte el postel de concreto frente a ella, una ráfaga de energía salió disparada de ella haciendo añicos la superficie que intentaba golpear.
──¿Que demonios fue eso?──. murmuró la adolescente adolorida en el suelo mirando aún rastros de energía cósmica en su puño.
Intrigada por el nuevo poder se levantó del suelo y disparó otra ráfaga de energía a la pila de concreto metros lejos de ella. De nuevo pasó lo mismo, se volvieron añicos. Abril dejó salir un suspiro de júbilo, mirando incrédula las moléculas brillosas que tenía en la palma de su mano. ¿Eso era normal? ¿Que tipo de araña la había mordido?
Al llegar emocionada a su hogar buscó con la mirada a su tía María para contarle lo que acababa de pasar, se había quedado con la costumbre de querer contarle cada buena cosa que le pasaba, o algo que le hacía emoción cómo en los viejos tiempos pero la realidad la golpeó fuertemente cuándo al llegar a casa y llamar su nombre nadie contestó, más que el eco vacío del departamento.
Abril entró a la solitaria habitación de sus tíos, las cosas de María, mejor dicho de Mary Jane, aún seguían en su lugar. La adolescente se acercó lentamente hasta el closet sacando el suéter favorito que su tía solía usar la mayoría del tiempo, uno tejido a mano por ella misma, con estrellas en los antebrazos y hecho exclusivamente de lana color perla. Abril se acurrucó fuera de las puertas del closet, abrazando la fábrica y sintiendo el leve olor a perfume que aún tenía impregnado, eso la hizo llorar hasta quedarse dormida.
Los días siguientes de la muerte de María fueron los peores para la pequeña familia que conformaban Abril y su tío, él se sobreexplotaba en el trabajo más de lo que anteriormente hacía, llegaba a tardes horas de la noche, amargado casi siempre que solamente mantenía conversaciones con Abril si eran necesarias, ella al vivir la mayoría del tiempo en Visions no lo veía seguido, únicamente los fines de semana pero nunca estaba en casa.
Lo peor era aparentar estar bien durante la escuela. Sintiendo como todos podían ver a través de ella, estaba cansada de las miradas de lastima que recibía cuándo se adentraba a una habitación, o literalmente todo el día, inclusive sus amigos la miraban de esa manera. Miles incluído entre ellos. Oh, Miles, ya ni siquiera tenía tiempo para él. Todas las noches se maldecía a ella misma, con sus poderes se escabullía a mitad de la noche para entrenar en la estación de tren abandonada de la ciudad.
──¿A dónde fuiste anoche?──. Liz preguntó esa mañana, buscando el par de sus calcetines debajo de su cama. Abril detrás suyo rodó los ojos ajustando su corbata y tomando su mochila para irse──. Abril, sé que últimamente no hablamos mucho pero-
──Y no quiero hablar──. Abril respondió amargamente sin mirarla. Sus ojos marrones estaban en los recortes pegados en la pared de su ardua investigación sobre la banda de criminales que le quitó la vida a su tía──, no te ofendas, Liz, pero no es asunto tuyo dónde vaya.
──Lo sé, no te estoy reclamando──. Liz alzó sus manos agitándolas frente a ella──, es solo que me preocupas.
Ante eso Abril soltó una risa sin humor──. Deberías preocuparte por otras cosas, yo estoy bien.
Pero no lo estaba. Y no lo estaría hasta que su mente dejará de pensar en su tía.
En el primer mes después de su pérdida Abril sintió que los días pasaron más lento de lo normal. En especial durante el aniversario luctuoso de su tía, el primero de muchos. La adolescente tuvo que poner su mejor cara para ayudar a su tío con todo los preparativos, aunque no estaban solos, la familia Morales habían sido su apoyo desde el principio, incluso Aaron, quién era el que mayor interesado estaba en ayudarlos.
──¿Dónde aprendiste a hacer un atole³ así de bueno, mi amor?──. Río Morales habló detrás de la adolescente tomando una taza del atole de arroz que Abril había preparado para el rezo⁴.
Abril se mantuvo en silencio unos segundos pero no quería ser grosera con Río, al fin y al cabo ella solamente quería ayudarla y hacerla sentir mejor, durante las semanas que habían pasado se mantenía pendiente de ella, invitándola a cenar con ellos los fines de semana (aunque Abril siempre ponía excusas para no ir), en especial con el secreto de sus poderes.
No estaba lista para ver a Miles, tampoco para comenzar con sus mentiras y ocultar ese gran secreto de ella.
──Mi tía me enseñó a hacerlo aunque ella siempre me dijo que mi mamá lo hacía──. Abril le respondió tratando de darle una sonrisa pero simplemente no pudo──, apenas hace un mes descubrí que mi tía no era mexicana.
Río dejó salir una risa suave dejando lo que estaba haciendo para abrazarla por los hombros.
──Debiste sentirse traicionada──. bromeó dándole un leve apretón amoros en los hombros──. Imagínate lo que siento cada vez que Miles reprueba un examen de español.
Eso hizo a Abril soltar una risa. La primera en cuatro semanas, eso enseguida dibujó una sonrisa en el rostro de la mayor. Pero pronto la sonrisa se fue de su rostro cuando Abril comenzó a sollozar.
──Aún no me acostumbro a estar tan sola──. Abril confesó sin poder guardarse más las lágrimas. Río rápidamente la giró con suavidad para abrazarla, tratar de darle ese poco de cariño maternal que Abril tanto carecía──, tal vez debí ser yo. Quisiera poder regresar en el tiempo y que esa bala cayera en mí.
──Nunca digas eso, mami. No importa cuánto esto sea doloroso, no pienses de esa manera──. Río la abrazó con fuerza apartándose para secar las lágrimas en el rostro de la menor──. María era un ser humano maravilloso, y estoy segura que desde el cielo te está viendo, contenta de que sigas adelante a pesar de todo.
──No sé si podré seguir como si nada──. murmuró, pero antes de que Río pudiera seguirla consolando ella se apartó, empezando a ocuparse en los preparativos para ya no hablar.
Durante la sexta semana fue que Miles Morales tomó una decisión complicada. Había estado esperando que Abril se acercará ella misma a él, que sintiera la necesidad de querer ser consolada, Miles la conocía muy bien, sabía lo necia y evitativa que Abril era acerca de sus sentimientos. Incluso con él muchas veces le costaba entenderla pero lo hacía, la comprendía y no le exigía ser demostrativa para saber que ella lo quería.
Pero ya no se trataba solo de eso. Abril estaba pérdida, hundida en su propia burbuja de sentimientos conflictivos que tarde o temprano explotaría para mal, y Miles no quería eso. Si Abril explotaba de la manera en que él sabía que lo haría ya no habría vuelta atrás, durante días la vió sumida en la biblioteca de Visions encontrando información sobre la banda criminal que provocó la muerte de María.
Sabía sobre las escapadas nocturnas de Abril a lugares que él desconocía, también sobre sus entrenamientos raros en el almacén que él mismo le enseñó, sobre sus viajes recurrentes a Hell's Kitchen para sus clases de defensa personal con el mentado Matt Murdock, entre esas y muchas más cosas sabía que Abril se estaba preparando para esa explosión emocional. Y tenía que hacer algo para poder evitarlo.
Era un fin de semana perfecto y Miles tenía una idea en su cabeza que solo se iría con el rechazo directo de Abril, aprovechó que Javier se encontraba fuera del departamento (ya algo usual) y que Abril estaba sola. Cuándo llegó no se sorprendió ver el departamento hecho un desastre con las post it de colores que Javier pegó por todas las paredes, al menos la obsesión con la banda criminal no solo era por parte de Abril, el moreno siguió su camino hasta llegar a la habitación de la castaña.
Abril estaba de espaldas en el escritorio que adornaba la habitación, sus ojos perdidos en un reporte sobre sí, la banda criminal, habían atacado al banco de Brooklyn una semana atrás, hiriendo a tres civiles y cuatro policías, pero Abril estaba leyendo sobre las muertes: una cajera y un policía.
──¡Hey, Abby!──. Miles saludó tratando de mantener su sonrisa──. Rise and shine, el día está muy bueno ¿no? ¿No quieres ir a pasear un rato?
La mirada de Miles cayó en la pila de basura y envoltorios comida rápida esparcidas en el escritorio, las persianas de las ventanas cerradas, la cama deshecha y ropa tirada en el suelo.
──Estoy ocupada, pero puedes ir tu si quieres, no quiero que no vayas por mi culpa.
──Pero quiero ir contigo──. Miles decidió entrar, sentándose en el borde de la cama justamente a un costado del escritorio──. Sé que estás pasando por algo difícil, pero creo que sería bueno que empezarás a recuperar tu rutina. ¿Que tal si salimos a dar un paseo? Podría hacerle bien a tu ánimo.
Abril despegó su mirada de la pantalla por primera vez en horas, sus ojos cansados y rojizos por mirar la luz azul por mucho tiempo cayeron en Miles, quién enseguida sonrió ante la atención aunque quitó su sonrisa al ver la mirada triste de Abril.
──No puedo hacerlo, Miles, quiero quedarme aquí.
Miles se impulsó hacía adelante alcanzando la mano de Abril sobre el escritorio para tomarla con la suya y acariciarla.
──Entiendo que te sientas así, Abby, pero es importante que te levantes y te enfrentes al mundo de nuevo──. alentó dibujando círculos sobre la mano de Abril──. No puedes quedarte encerrada en este oscuro lugar para siempre. Tu tía no querría eso para ti.
Abril bajó la mirada a dónde sus manos estaban juntas, el remordimiento de su secreto empezando a aparecer.
──Lo sé, pero es tan difícil... Me siento vacía por dentro. Todo me recuerda a ella y no sé cómo seguir adelante.
Miles asintió tomando la valentía para hacer lo que venía pensado desde semanas atrás.
──Abril, estoy aquí para ti. Siempre lo estaré...
Miles hizo una pausa, eso hizo que Abril se enfocará por completo en él, podía sentir el conflicto dentro de él. Tantos sentimientos encontrados que solo la confundió más.
──Pero también tengo que cuidar de mí mismo──. Miles completó, sus ojos alzándose para quedarse en los de Abril──. Siento que esta situación está afectando nuestra relación... Ambos necesitamos tiempo y espacio para sanar ¿no lo crees?
Abril miró a Miles con tristeza pero comprendía lo que estaba diciendo. No era un disparate que Miles quisiera terminar con ella, estaba hecha un desastre que sólo lastimaba a las personas a su alrededor, y si quería volver a estar en paz debía resolver ese conflicto de ella. Pero tenía que hacerlo sola.
──¿Estás terminando nuestra relación?──. Abril preguntó, sabía que lo estaba haciendo pero necesitaba una afirmación concreta.
──No quiero hacerlo, pero necesitamos tomar un tiempo separados──. Miles se alzó de hombros, su mano aún acariciando la de Abril──, para nosotros mismos y aprender a lidiar con el dolor, en especial el tuyo...
Abril asintió bajando su mirada en el suelo hasta que sintió a Miles tomarla ambas manos, eso la obligó a mirarlo frunciendo el ceño por la repentina suave sonrisa en el rostro de Miles.
──Tal vez, después de sanar, podamos intentarlo de nuevo.
Abril asintió desviando su mirada a un punto en la nada de su habitación.
──Tal vez, Miles──. Abril se alzó de hombros── Entiendo tu decisión. Sólo quiero sentirme mejor... quiero encontrar una forma de vivir sin este dolor constante.
──Y lo harás, estoy seguro──. Miles le aseguró, esa sonrisa optimista de vuelta en su rostro──. Estaré aquí para cuando lo hagas.
Cuándo el otoño llegó Abril y su tío Javier decidieron ir a visitar la tumba de María juntos. El otoño siempre había sido su estación favorita y ya que ellos dos pasaban poco tiempo juntos después de lo sucedido, Javier quiso dar el primer paso para romper el hielo y la tensión que había crecido entre ambos durante los cuatro meses que habían pasado desde la muerte de María.
Al terminar de limpiar la cripta, prender las velas y ponerle flores frescas, ambos se alejaron en silencio disfrutando del frío mañanero.
──Abril... nunca he sido bueno brindando conforte a la gente──. Javier comenzó a hablar dudoso, sus ojos perdidos en el paisaje delante de ellos escuchando los pasos de Abril a su lado──. Pero quiero que sepas que no te culpo por nada de lo que pasó.
Abril a su lado asintió con su cabeza, le sonrió levemente y eso hizo al mayor sentirse mejor. A pesar de estar ausente desde hace meses si notaba el dolor que su sobrina estaba pasando, por muchas noches intentó pensar como acercarse, pero como Mary Jane siempre le decía: nunca fue inteligente, no sabía cómo acercarse a su sobrina de 15 años para decir que todo estaría bien.
──Estuve culpándome mucho tiempo por lo que le pasó──. Abril le confesó, sus manos en los bolsillos de su suéter mientras sus ojos vagaban por el lago del lugar por donde caminaban──. Deseaba que la bala me hubiera dado a mí en lugar que ella, luego me ponía a pensar lo mucho que eso le dolería, incluso siento que se sentiría peor que yo.
──La hubiera destruido──. Javier murmuró──, a ambos. No hubiéramos podido seguir sin ti.
Abril tragó en seco──. Aún estoy confundida con todo lo que escuché esa noche, tío... antes de salir corriendo, pero seguir sintiéndome culpable no la hará traerla de vuelta. No importa cuánto lloré, solo logre apartar a la gente que quiero de mí.
──A mi no──. Javier se detuvo en la acera acercándose a la menor para tomarla de las manos──. Perdón por... ausentarme pero, Mary Jane... siempre fue lo único que tuve antes de ti, perderla fue el golpe final ¿sabes? Me perdí tanto en mi dolor que no pude ver el tuyo.
──No te reclamo nada, tío.
──Pero yo si, me reclamo por haberme ausentado en lugar de estar ahí para ti, te dejé creer que te culpaba cuando jamás lo hice──. Javier llevó una de sus manos al rostro de la menor, acariciando su mejilla afectuosamente──. Mi amor, los únicos culpables de la muerte de tu tía son los de esa banda. Y no te preocupes, ya estoy encargándome de ellos.
Abril no quiso indagar más en eso. Únicamente asintió envolviendo al mayor en una brazo que venía necesitando desde la primera noche. Javier lo correspondió, abrazándola igual de fuerte.
Por meses la conciencia de Abril se mantenía en remordimiento, un amargo sentimiento que no la dejaba dormir en las noches le quitó lo poco de estabilidad que había ganado con la aceptación de la muerte de su tía. Pero ese tatuaje del hombre que condenó a muerte a su tía Mary seguía apareciendo cada vez que cerraba sus ojos para dormir. Pensó estar en aceptación, sabía que Mary jamás volvería pero aún seguía inconforme con todo. Los criminales seguían sueltos, y nadie hacía nada, hasta que ella decidió hacerlo.
Con las clases de costura que recordó alguna vez su tía le enseñó se puso en marcha y diseñó su propio traje. Cómo los que usaban los superhéroes en los cómics pero con un propósito más oscuro: la venganza. No tenía intenciones de ser una heroína, de ir columpiándose por Nueva York ayudando a abuelitas que le regalarían churros en forma de agradecimiento o bajando gatos de árboles altos.
Tenía un solo objetivo y era ser pagar al hombre que asesinó a su tía. No le importaba lo que cualquier otro héroe haría en su lugar, ni que la justicia no venía de mano propia, si nadie más vengaba a su tía, ella lo haría.
Y así fue como nació Star Spider, cómo todo mundo comenzó a llamarla cuándo se dieron cuenta de sus poderes. La presunta nueva y única heroína de Nueva York, específicamente en Brooklyn, empezó a operar. Enfocada mayormente en robos, en bandas criminales que pensó tenían una conexión con la que mató a su tía pero ninguna resultó ser útil.
Solo le estaba haciendo el trabajo fácil a la policía aunque ellos no lo veían de esa forma, empezaron a verla como una amenaza, ahora era toda una tendencia en las habladurías de todos, pero en especial del metiche de J.K Simmons y su estúpido Daily Bugle.
──Es cómo la Daredevil de Brooklyn──. Liz había dicho en uno de sus almuerzos juntos en Visions. Abril se burló de eso en lo bajo, sobretodo sabiendo que el temible Daredevil era un abogado ciego que resultaba ser su entrenador de defensa personal. Incluso si Matt no sabía que ella conocía su secreto.
──¿Que tal si es una cuarentona sin nada que hacer más que ir pegándole a los chicos malos?──. Ned añadió burlándose. Abril hizo una mueca ante el comentario.
Y esa misma noche fue cuando comenzó su venganza. Gracias al radio de su tío que sonó durante la cena que compartieron juntos pudo escuchar el modus operandi de la banda que había seguido por casi seis meses. Después de que su tío tomará su placa y llaves saliendo apurado del departamento ella imitó el gesto, se colocó su traje y salió por la ventana deslizándose a través de la ciudad gracias a sus telarañas.
Llegó al lugar indicado. Un antiguo edificio abandonado cerca de Coney Island, la misma camioneta que vió ese día estaba estacionada afuera y podía escuchar los gritos de personas siendo llevadas adentro. Estaban tomando rehenes. ¿Pero para qué? ¿A quién llevaban cazando desde esa noche? Star Spider saltó de la azotea hasta una habitación vacía acercándose a un lugar donde pudiera escucharlos mejor.
Ajustó su mirada a la oscuridad divisando a dos personas con capuchas negras en su cabeza siendo acorraladas hasta una esquina del lugar. Era un hombre y una niña.
──¿Sabemos si Queenpin ya se dió cuenta, señor?
──Por supuesto que ya se dió cuenta──. el líder respondió, Abril se tensó en su lugar al escuchar su voz después de mucho tiempo──, no cualquiera pasa por alto cuando secuestran a tu esposo e hijo.
Star Spider sin contenerse más salió de su escondite haciendo el mayor ruido posible, los hombres miraron a varias direcciones, apuntando con sus armas hasta que divisaron los ojos blancos del traje de la heroína brillar en la oscuridad.
──No sabía que los Vengadores secuestraban personas──. Star Spider se burló desde la oscuridad esquivando las balas que fueron lanzadas a ella──, deberían leerse los cómics otra vez.
──Star Spider──. canturreó el líder con una risa burlona──. Al fin diste con nosotros.
──¿Que les puedo decir? Soy como una pulga aferrada a un dragón.
El hombre de máscara de Iron-Man se burló hasta que su risa se apagó de repente──. Y vas a morir cómo una.
Y así se desató. La heroína arácnida trató de ocultar su inexperiencia esquivando todas las balas que le disparaban, tratando de alejarlos lo más que podía de las dos víctimas secuestradas en la esquina del lugar hasta que escuchó las sirenas de la policía fuera del establecimiento. Aunque no tuviera buena relación con ellos le alegraba que estuvieran ahí.
Al darse cuenta de eso los hombres empezaron a esparcirse hasta que ella usando sus telarañas los pegó boca abajo en el techo dejando por último a su objetivo. El hombre de tez morena subió las escaleras con dirección a la habitación que daba directo a la azotea del edificio vecino, estaban claras sus intenciones, quería huir.
──¿Sabes? Me costó mucho dar contigo──. alguien detrás suyo habló, acechando desde la oscuridad y siguiendo cada paso que él daba──. ¿Sería raro decirte que no dejé de pensar en ti?
──¿Que demonios quieres?──. exigió con irritación. Su arma apuntando a la nada en la oscuridad hasta que las telarañas brillantes de Star Spider tomaron su arma lanzando la lejos de él, dejándolo indefenso.
Ella no apareció hasta que el tipo estaba al borde de la enorme ventana del lugar. La heroína saltó de la nada logrando sobresaltar al hombre quien enseguida miró detrás de él, se dió cuenta que estaba acorralado, la policía ya estaba checando el perímetro y varios agentes estaban dentro del lugar. Star Spider lo tomó del cuello impactando su cuerpo en la ventana detrás de él pero no lo suficiente fuerte cómo para romper el cristal. Todavía no.
──Quiero que pagues por lo que hiciste──. Star Spider gruñó sosteniendo el cuello del hombre con fuerza──, pero no me basta con que te pudras en la cárcel.
──He hecho... muchas... cosas, niña. Sé más específica──. habló entrecortado, su boca llenándose de sangre por el golpe en su cabeza.
El sonido de la voz del Capitán Morales llegó a sus oídos distrayéndola. Y al darse la vuelta para ver de nuevo a su víctima en su agarre notó la sonrisa en su rostro, pero parecía ajeno al hombre oficial acercándose a ellos por las escaleras.
──¿Crees que no sabía que vendrías hoy?──. el hombre se burló soltando una risa──. Planée todo esto para ti.
Abril debajo de la máscara frunció el ceño, la revelación la tomó por sorpresa dejando ir al hombre de su agarre pero permaneciendo frente a él.
──Trabajamos con Queenpin ¿Porqué secuestraríamos a su familia?
Luego todo dió clic en la cabeza de la mujer. No había víctimas, era una trampa, para ella y para la policía. Habían estado atrás de ellos por un largo tiempo y debían deshacerse de los cabos sueltos. Y eso estaban haciendo, pero no por ellos, Queenpin estaba detrás de todo.
La heroína arremetió contra él sosteniendo su cuello con fuerza mientras impactaba su puño una y otra vez en el rostro del hombre hasta que la máscara cayó. Y allí, sosteniendo al hombre meramente de su cuello con el vacío detrás de él, apunto de caer de aquella ventana se dió cuenta de todo.
Aaron Davis era el asesino de su madre. Debió saberlo desde el repentino interés de él por ayudarla a ella y a Javier en lo que podía, porque se sentía culpable, porque él sabía lo que había hecho. Abril detrás de la máscara dejó salir un sollozo viendo a Aaron directamente a los ojos hasta que el sonido de una explosión sonó detrás de ellos.
La trampa. Conflictiva soltó a Aaron dejándolo en el suelo del lugar empezando a correr escaleras abajo dónde la bomba había estallado. La salida estaba bloqueada por escombros, había humo por todas partes y no podía ver nada, solo escuchar lamentos a la lejanía. Abril alzó su mirada observando al niño que anteriormente estaba "secuestrado" salir del lugar cojeando, directamente a los brazos de su tío Javier. ¿Quién lo había salvado?
──¡Miles! ¡No puedes pasar!──. Abril escuchó la voz de la oficial Gwen Stacy sonando fuera del establecimiento. Abril giró su mirada observando al chico moreno pasar la línea amarilla que rodeaba el lugar.
──Mi papá estaba ahí adentro──. le respondió. Star Spider enseguida comenzó a buscar entre los escombros al Capitán Morales.
Escuchaba los pasos de Miles acercándose a la lejanía pero no tenía tiempo para ahuyentarlo. Se apuró lo más que pudo usando sus sentidos arácnido hasta que encontró el cuerpo del Capitán Morales debajo de un enorme pedazo de concreto. Rápidamente se agachó intentando levantar el pesado escombro pero él la detuvo.
──Ya no hay nada que hacer por mí──. el moreno tosió, sus ojos entrecerrados mirando a la heroína agachada a su costado──. ¿El niño está bien?
La heroína asintió ocultando sus sollozos al sentir el dolor que Jonathan estaba sintiendo.
──Todo va a estar bien, señor──. Abril murmuró, no se detuvo de alzar el escombro hasta que Jonathan empezó a quejarse, quizá solo estaba empeorando todo──. La ambulancia ya está por llegar, su hijo está aquí...
──¿Cómo sabes eso?──. preguntó entre jadeos de dolor──. ¿Cómo sabes quién es mi hijo?
Abril se quitó la máscara dejando ver su rostro preocupado al hombre. La expresión de Jefferson Davis era incapaz de leerse, pues no había nada más que dolor en sus facciones pero cierto asombro en sus ojos al ver la identidad secreta de la heroína.
──Todo va a estar bien, señor Morales──. Abril volvió a sollozar, llevando una de sus manos al hombro del hombre──. No está solo.
Jefferson sonrió levemente, lo más que su dolor le permitía──. Cuida... cuida a mi hijo. No dejes que... no dejes que-
Pero antes que pudiera terminar su frase, su voz se apagó de repente. Abril soltó un sollozo de dolor al saber lo que significaba. Había muerto.
El sonido de unos pasos detrás de ella la hicieron alarmarse pero antes de que pudiera ponerse su máscara de nuevo giró su cabeza para ver qué era, se quedó estática en su lugar, arrodillada a un costado del cuerpo de Jonathan Morales, mirando directamente a la persona que menos debería ver lo que sucedió.
──Abril...──. Miles habló desde donde estaba deteniéndose por completo al ver la escena, sus ojos confundidos escanearon a la heroína hasta que cayeron en el hombre a su lado──. ¿Que hiciste?
Otro sonido diferente captó su atención. Se levantó del suelo colocándose su máscara y dándole un último vistazo a Miles corriendo en dirección a su padre se fue. Esa sería la última vez que se verían pero ella aún no lo sabía.
La heroína se desplazó rápidamente por el lugar observando una luz cegadora formarse en la entrada trasera. Era una luz extraña, algo dentro de ella parecía moverse hasta que un hombre enmascarado salió de repente. Era alto, fornido, su cabeza moviéndose inspeccionando el lugar. Detrás de él una motocicleta salió de la nada con una mujer de cabello afro también enmascarada y por último salió una mujer pelirroja.
Sus ojos brillaban de color blanco mientras buscaba algo con su mirada hasta que su mirada vacía cayó en la heroína mirando todo en la oscuridad.
──Ya la encontré──. la mujer pelirroja avisó, eso encendió el sentido arácnido de Star Spider haciéndola retroceder.
La heroína de traje azul empezó a caminar en sentido contrario hasta que chocó con el fuerte pecho de alguien cayendo al suelo. Levantando la mirada se encontró con el hombre que vió anteriormente.
La máscara tapaba cualquier indicio de identidad pero sus movimientos eran de un profesional. Al igual que su aura, Abril podía sentirla pero era muy pesada, cómo si estuviera en sufrimiento desde hace mucho tiempo.
──Así que tú eres la que ha estado rompiendo el canon por meses──. el hombre enmascarado habló. Abril frunció el ceño ante la familiaridad de su voz──. Jessica, Vex, preparen todo para nuestra partida.
──No podemos hacer nada aquí──. la mujer pelirroja volvió a hablar──, no puedo interferir. Lo que no debía pasar ya pasó, no puedo retroceder el tiempo, eso afectará más el canon.
El hombre soltó un sonido de frustración.
──Hay que llevarla con nosotros entonces──. el hombre dictó dándose la vuelta sin decir nada más.
Abril negó con su cabeza ante la insinuación. No podía ir a ningún lado, no iría a ningún lugar con tres personas desconocidas. La adolescente se levantó del suelo hasta que sintió la suave mano de la mujer pelirroja a un lado suyo.
──Lo siento, nena, pero tengo que hacerlo.
Confundida Abril detuvo sus movimientos mirándola──. ¿Hacer qué?
Y con un chasquido de la extraña mujer quedó inconsciente en el suelo.
El cuerpo de la heroína impactó en el pavimento con fuerza haciéndola soltar un gruñido de dolor. Nota mental: no confiar en una pantera azul nunca más. ¡Dijo que no dolería! Bueno, el viaje no dolió pero si se sintió raro, así debían sentirse las drogas, su tía María estaría orgullosa de que gracias a eso Abril jamás volvería a pensar en probarlas. Al abrir sus ojos se encontró con un Nueva York distinto al de ella. La pantera azul no bromeaba con lo del Multiverso.
La mirada de Star Spider cayó en el noticiero del Daily Bugle. «Genial, este payaso existe en este universo también» pensó amargamente la heroína en cuanto la cara de J.K Simmons apareció en la enorme pantalla a metros lejos de ella pero la noticia que lo acompañaba fue lo que la hizo prestar atención.
"Desaparecida 28 de Abril 2018: Abril Michelle O. D'Angelo. Última vez vista: Cerca de Coney Island, para más información +1 6822 123"
Abril sintió un escalofrío correr por su cuerpo al ver su propio rostro en las noticias. Lo peor, siendo buscada por desaparición.
🤓☝️🇲🇽 Diccionario mexicano:
Pinches¹: Es una expresión para maldecir.
Atole²: Es una bebida que suele darse en los aniversarios luctuoso de las personas, aunque también se toma en otras ocasiones, es bebida caliente a base de leche, maizena, y azúcar.
Rezo³: Suele hacerse durante los aniversarios luctuosos, son oraciones religiosas.
NOTA DE LA AUTORA: Me emocioné de más y salieron 8,300 palabras 😦 Tengo muchísimas cosas planeadas para este fanfic, soy fanática de la rabia femenina y vimos un poquito de Abril en esa etapa pero este acto será más leve, en el segundo y tercero es que veremos más de ese lado moralmente gris de Abril a medida que nos acercamos al final. Aún no se cómo terminará la historia, dependera mucho si la trilogía termina con un final feliz o no, porque ya tengo ahí planeada una subplot que no indica mucha felicidad pero ya sabrán de eso más adelante.
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