CAP 6●
Las cosas iban al viento y...¿locas?
Rose Leviett
No veía a Reece desde ayer, aunque también era improbable ya que ni siquiera bajé a cenar.
Al otro día me desperté con ojeras parecidas a los pozos de Egipto ya que volví a pasar la noche llorando , seguramente una momia se asustaría con verme.
Me levanté y me dirigí al baño, gracias al cielo cada habitación tiene el suyo ya que seguramente ver a Reece en toalla con pequeñas gotitas de agua chorreando de su cabello recorriendo su abdomen acabaría con mi firme "Todos los hombres son una mierda"
Solo la imagen mental me hacía sonrojarme.
Entré a la ducha y lavé mi cabello , al salir agarré mis bragas y sostén y me coloqué mi bata baño azul por encima , no iba a andar en ropa interior ni siquiera en mi cuarto con cierta persona andando por allí . Salí del baño secándome el pelo con la toalla cuando me encontré a Recce sentado en mi cama.
—Qué carajos —le lancé la toalla directamente en la cara por inercia — Reece ¿Qué haces aquí? ¿No sabes lo que significa la privacidad?
Apartó la toalla de su cara y la dejó en su regazo.
—No bajaste a cenar ayer — sus ojos recorrieron mi cuerpo apenas cubierto con la corta bata de baño y tragó en seco — Toqué la puerta antes de entrar y no respondiste , me preocupé.
—Lo siento , ayer terminé exhausta y no contesté porque me estaba bañando — expliqué.
—Si , ya lo noto — apartó sus ojos de mi y se levantó dejando la toalla en la cama — te espero abajo para irnos al colegio.
—Oh , lo siento pero no me iré contigo — aclaré.
—Eso no es lo que dice tu madre , mira lo dejó aquí —me muestra un papel lleno de reglas que mi madre había dejado para la convivencia en la casa.
—Pues no , no iré contigo a la escuela y si le dices algo le diré que entraste en la habitación de su preciada hija mientras está se duchaba — lo amenacé acercándome lo suficiente para encararlo , no me dejaría doblegar con reglas absurdas.
— Pues si le dices algo así — bajó su rostro para quedar a mi altura — le diré que su preciada hija disfruta de leer libros eróticos — habló observando el libro que estaba sobre mi cama , lo miro boquiabierta.
—No te atreverías.
— Estás segura — su mirada bajó a mi boca , estábamos a unos pocos centímetros de distancia , podía sentir su aliento mentolado contra el mío , el sonrió— te espero abajo — declaró mientras se apartaba y salía de la habitación.
Me quedé parada en mi sitio pensando en la cerca que estuvieron nuestros labios , y en qué si el hubiese querido besarme yo no habría puesto oposición ninguna.
Me visto con un outfit parecido al de ayer y bajo tomando una bolsa con desayuno caliente en su interior.
¿Lo abría preparado el ? Mejor evitaba cualquier pensamiento que lo rodeara.
Me esperaba afuera en el Tesla rosado de mi madre y no pude evitar mirarlo con burla.
—¿Qué? — preguntó — aún no me traen el mío — abrió la puerta para que me subiera y no pude evitar reírme.
Tal vez no todo era tan malo después de todo.
(....)
—Justin Kerman me puedes decir dónde mierda estuviste todo el día y el por qué ignoraste todos mis mensajes y llamadas — le exigí con tono cortante sin siquiera dejarlo saludar en cuanto lo encontré en el pasillo.
—Lo siento Ross, tuve un problema y por eso no pude responder — me dedico una sonrisa de disculpas.
—Pues espero que ese problema amerite que no asistieras a clase, me dejaras sola y para colmo me ignoraras ¿Mi día fue una mierda sabes?
—Si , ya las gemelas me lo han contado todo — pude percibir un tono pícaro en su voz.
—¿Perdón? ¿A ellas si les coges el teléfono y a mi no?— estaba más que molesta — Además , te diviertes con lo que me paso , con amigos así Justin...
— Perdóname, mi teléfono se descargó temprano y lo vine a ver por la mañana , ellas me llamaron solo un minuto después de encenderlo — explicó — ahora , deja de estar molesta conmigo y explícame cómo es que terminaste besándote con cierto rubio alemán.
— Si solo fuera eso...
—Espera ¿Hay más ? — una sonrisa se escapó de su boca y no pude evitar cerrar los ojos.
—Pues si, pero no necesitas saberlo.
—¿Por qué no? No piensas hablarme nunca más? Ros soy tu mejor amigo y llevamos mucho tiempo juntos. Además sabes que yo te quie...
—No lo digas, me enfadare más. Te estoy castigando por desaparecer.
— Serás malvada... a propósito por qué me mandaste un mensaje de que no te buscara hoy ¿con quién viniste?
—Esa es parte de la información que está clasificada para ti — le sonreí.
Entramos al salón y Reece ocupaba el asiento de Justin, pero este ni protestó.
Sólo me asintió con la cabeza y se sentó detrás de donde iban las gemelas, las cuales no habían llegado ¿Es que acaso quería que ardiera Troya?
Me dispuse a agarrarlo y cantarle sus 40 pero la profesora de Matemáticas llegó interrumpiendo mi acción.
Después hablaríamos el y yo de cerquita. Por traicionero y perro que es. Al final ni siquiera pudimos hablar realmente sobre que Reece vivía en mi casa o de porque el no había asistido ayer a clases.
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