El Centro 1/2

Entramos en el espacio aéreo y nos esperaba un avión privado ,  dorado y azul con el logo de las empresas Nilo en la gran cola.

    Me había cambiado de atuendo ya que la ropa que traía no era correcta para un vuelo , lo único que iba a volar iba a ser yo con el medio vestido.

   Traía unas pantalonetas celestes con tacones de solo tres cm plateados , mis pechos estaban cubiertos por una blusa de hilo blanca , no tenía una gota de maquillaje como de costumbre y mi cabello estaba recogido en una coleta alta haciendo que este llegara a mi cintura.

   Lion se aparta para que suba primero y no dudo en comenzar a caminar hacia el avión.

   Si por fuera era una belleza por dentro era hermoso , el piso de mármol blanco y las paredes color crema , los asientos tapizados y una pesera enorme dividía la cabina.

—Lo decoró tu madre — escucho la ronca voz de Lion a mi espalda — al igual que los Yates y el interior de las empresas.

—Es precioso — digo aún fascinada con todo lo que nos rodeaba.

—Verdad que si — lo siento sonreír y me volteo para verle , los ojos le brillaban y el cabello caía por su frente , cualquiera estaría encantada en casarse con el — Siéntate por favor.

  Me siento y el se sienta justo a mi lado perdiendo la vista por la ventana.

*Pasajero por favor , coloquen sus cinturones de seguridad , volaremos en breve*

  Las manos me empiezan a sudar y me tiemblan al intentar colocármelo.

— Algunas cosas no cambian — dice tomándolo en sus manos —déjame a mi.

   Se inclina hasta el punto que puedo detallar su cuello , en el había un pequeño tatuaje de una sirena , no puedo evitar reír internamente.

  Los motores empiezan a sonar y la piel se me pone de gallina cuando empieza a moverse.

— Toma mi mano — me dice Lion y la tomo  sin refutar , la aprieto cuando el avión se eleva — canta — me pide — eso te tranquilizaba cuando eras niña.

— No creo que me tranquilice ahora — digo apretando mas su mano cuando el avión tiembla en el aire — Dios , vamos a morir.

— Tranquila , ya casi estamos alineados — segundos después el avión mantiene el recorrido mostrando solo las nubes y el mar — Creo que..ya puedes soltar mi mano.

—Oh , claro — la suelto observando sus dedos que ya estaban morados — siento mucho eso.

— No es nada — dice restándole importancia — cuando tenías siete me mordiste el hombro mientras montabas una montaña rusa.

— ¡Mentira! — le grito riéndome — yo nunca mordería a nadie.

— ¿ A no ?

— ¡No!

   Desabrocha los botones de su camisa dejando el torso a la vista y tengo que apartar la mirada para no tener pensamientos impuros.

— Observa — dice señalando su hombro izquierdo.

— Dios , no puede ser — tenía  la marca de unos dientes en este , unos pequeños — ¿Yo hice eso?

— Y esto — me muestra una en las costillas — y esto , y esto y esto — dice señalando lugares donde se veían algunos dientes marcados.

— Dios era un demonio — digo tapando mi boca — ¿como soportaste todo eso?

— Porque yo también era malo — dice volviendo a cerrar su camisa.

— ¿ Por qué lo dices ?

— La marca que tienes sobre las costillas , fui yo sin querer — sonríe

— Siempre pensé que había sido un perro — digo frunciendo el seño

–¿Jau? — dijo  mientras ambos nos echamos a reír.

   Derrepente el avión empieza a tambalearse en el aire  haciendo que me agarre de el espaldar de el asiento.

*Estamos pasando por unas turbulencias,  por favor manténgase en un sitio seguro*

— Joder ¡vamos a morir ! — Grito con las lágrimas saliendo de mi rostro.

— Solo son turbulencias — sujetaba mi mano hablando como si nada pasara.

   El avión dejó de moverse y respiré profundo pero la calma duró poco cuando volvió a hacerlo más fuerte.

*Pasamos por un momento de dificultad , por favor , no se mueva de su lugar*

— No , ni de broma — digo quitándome el cinturón de seguridad.

— ¿Pero que..

   Deja de hablar cuando me siento a orca jadas encima de el haciendo que su cinturón nos resguarde a los dos , escondo mi cara en el hueco de su cuello mientras que mis brazos se cruzan por su espalda debido  a el miedo de el momento , el avión no deja de moverse y siento que la vida se va de mis manos , mientras Lion aprieta mi espalda con fuerzas haciéndome sentir segura.

   Pasados unos minutos todo se calma pero no me despego , tengo miedo a que cuando lo haga vuelva a pasar.

— Ross — siento la voz de Lion en un susurro mientras me aparta dejándome frente a el con la cara empapada en lágrimas — Ya está,  ya pasó —Seca mi cara con un pañuelo que saca de su bolsillo.

— Tengo miedo — le digo con un ilo de vos — No quiero morir en un puto avión.

— No va a pasar ¿Si? — me sonríe y asiento —ahora , ¿podrías bajar de encima de mi entrepierna? Esto se ta volviendo una tortura ,  no te as dado cuenta pero tus senos llevan rozando con mi pecho desde hace diez minutos .

   Me quedo petrificada debido a sus palabras y tiene razón . Vuelvo en mi bagándome de su regazo y sentándome en mi lado volteando la cara para que no viera el rojo de mis mejillas.

— Voy al baño — yo solo muevo la cabeza y el se levanta marchándose. A eso le llamo hablar sin pelos en la lengua.

Lion llega volviéndose a colar a mi lado sonriendo como si hace un minuto no hubiese dicho nada y así pasan los 45 minutos de el vuelo , terminando cuanto aterrizamos en Ottawa.

   Nos montamos en un Hiper que nos llevó a un centro rodeado por muros , si no supiese lo que es pensaría que es una prisión,  pero eso es solo por fuera ya que por dentro todo son árboles y flores , con enfermeros vestidos de azul y pacientes de blanco caminando por todo el jardín y algunos jugando damas y ajedrez.

— Señor Lion — una chica de aproximadamente 26 o 27 años aparece por la puerta principal con un estetoscopio en el cuello — un gusto atenderlo — dice mientras le ofrece la mano — y tu debes ser Rosse Liviett ¿ verdad ? — yo asiento mientras le doy la mano — por aquí por favor.

— Tienes que ser fuerte — me susurra Lion en el oído mientras seguimos a la mujer.

— Estarás a mi lado ¿verdad?

— Siempre , cuando un marinero se enamora de una sirena...

— Su vida le pertenecerá hasta el fin de los mares — termino la frase sin saber de donde saqué las palabras .