CAP 15●
Rosse Leviett
Ya sola en mi habitación, sin tentaciones como un guapo, musculoso y sensual grillo , me permito respirar con libertad. Ah la vida es tan maravillosa.
Agarro mi laptop y reviso momentáneamente las notificaciones del canal que ya contaba con 3000 seguidores. Respondo algunas preguntas y me recuesto en la cama.
Con el tiempo los recuerdos de la fiesta llegaron a mi mente y miles de pensamientos sobre Lion, esa foto que sabía que era real y mi reciente pesadilla cruzaban mi enredada mente.
Solté un lento suspiro antes de que un mareo gracias a la resaca se apoderará de mí.
Me sumergí en la ducha para refrescar un poco y luego de unos largos minutos salgo del baño con las intenciones de llamar a Justin antes de aparecer como perro por su casa , empiezo a buscar mi teléfono por todo el cuarto pero no aparecía, simplemente no estaba. Seguramente Reece lo tenía con él.
Me levanté de la cama y caminé hacia la habitación de al lado pero antes de tocar la puerta un grito me hizo detenerme en seco.
-¡¿Qué haces aquí?! - el sonido de la voz de Reece denotaba exaltación por todas partes mientras le hablaba seguramente a otra persona por teléfono – Te dije que este era mi trabajo, no tienes nada que hacer aquí – continuó en voz más baja – ¡No Hendrick ! No necesito que vengas a ayudarme, no soy un niño – silencio nuevamente – ¡Sólo mantente alejado de ella! – la curiosidad me estaba matando pero no podía simplemente entrar y preguntar ¿pero quién se suponía que era esa persona? ¿ Y quién era "ella"? – ¡No es tu maldito trabajo! Puedo hacerlo yo solo, tu solo regresa a Alemania y no interfieras – supe que había colgado cuando pasó más de un minuto en silencio.
Preguntas sin una obvia respuesta abarcaron mi mente uniéndose a las ya existentes haciéndome apretar los dientes del dolor de cabeza. En vez de quedarme toda la tarde esperando como estúpida a que el grillo saliese de la cueva y me gritara por metiche, bajé las escaleras a esperar por él.
Cómo claramente la gente no se sienta en el salón de su casa a mirar las muzarañas, encendí la televisión y me detuve a mirar una retransmisión de Friends para disimular.
No pasaron ni cinco minutos cuando escuché el sonido de sus pasos hacia mi dirección.
Se quedó en el umbral de la puerta mirándome con cara de asesino serial pero yo solo le devolví una de: "Pase lo que pase no te estaba espiando" mientras sonreía alegremente. Reece solo resopló mientras que se giraba en dirección a la cocina pero por el rabillo del ojo ví como sonreía sexy como un demonio.Me levanté y lo seguí.
– ¿Te sientes mejor? – preguntó con una voz totalmente diferente a la que había escuchado hace unos minutos.
– Si , mucho mejor gracias.
Sumergiendo literalmente la mitad de mi cuerpo en el refrigerador sin encontrar nada que me apeteciese cogí un pote de mantequilla de maní y me gire sobre mis talones para alcanzar el pan que estaba sobre en el estante. Pero no lo alcanzaba porque como vivía con un gigante encontraba las cosas cambiadas de lugar.
Por otra parte la pesada mirada de Reece me seguía a todas partes. Cuando me estiré para alcanzarlo y fallé el sonido de su risa hizo presencia.
– Reece ya que estás muy amable hoy ¿podrías alcanzarme el pan que tú mismo pusiste allá arriba? - le sonreí dulcemente.
El solo me observó con la latente burla en sus ojos, me estaba observando mucho hoy.
Se dirigió hacia donde estaba el pan pero claro yo estaba en el medio de espaldas y como soy medio tonta ni siquiera me percaté de su presencia hasta que una de sus manos descansó en mi cadera apoyándose para no golpearme.
Un escalofrío subió por toda mi espina dorsal haciéndome erizar hasta las cejas y solo le recé a Dios para que él no se diera cuenta.
Quitó su caliente mano de mi cuerpo y dejo el pan delante de mí. Mi respiración era un desastre y la de Reece hizo cosquillas en mi nuca.
– No deberías comer tantas chuches en la mañana Rosse te hará mal – susurró en mi cuello
– Supongo – me limité a murmurar intentando no tragar en seco.
Terminé de preparar mi merienda rápidamente y me senté en el desayunador.
Segui comiendo mi preciado pan pero Reece no me apartaba la mirada de encima.
–Reece , me estás poniendo de nervios – suspiré encarándolo – ya me acostumbré a tus miradas furtivas pero esta vez de furtivas no tienen ni un pelo.
– Eres preciosa – me soltó de momento y dejé de masticar , mierda.
Se acercó a mí y con su pulgar limpió la comisura de mis labios llevándose un poco de crema de maní de ellos.
Mis ojos y los de él estaban conectados completamente al punto de que cuando llevo el dedo que había pasado por mis labios a su boca y lo chupó , instantáneamente mi respiración se atascó en mi garganta.
– Respira Rosse – sonrió bajando la vista a mis labios – deseo hacerte tantas cosas que a duras penas me contengo pero aquí estás tú ensuciádote como niña pequeña delante mío y no puedo evitar sentirme responsable.
– No hay nada de que preocuparse, no soy una niña Reece puedo cuidarme sola – Fue mi turno de bajar la mirada a sus labios , nos habíamos besado una vez ya pero me moría de ganas de volver a hacerlo en ese momento – ¿Tienes mi teléfono grillo?– Sonrió cambiando el ambiente y me lo entregó – nos vemos luego –Sonreí aún con el corazón a mil.
Subí a mi habitación recogí algunas cosas en una mochila, me puse una chaqueta y salí en dirección a casa de Justin. Me encontraba tan sumergida en mis pensamientos que para cuando reaccioné ya me encontraba abriendo la puerta. Siquiera había llamado a Jay pero que más daba.
Lucifer me saludo con un gran beso lleno de baba cuándo se lanzó a mis brazos , era un labrador precioso . Lo saludé alegremente mientras me dirigía a saludar a mis segundos padres que se encontraban viendo películas en el salón.
Con Lucifer como escolta subo las escaleras y entro como si fuera mi propia habitación a la de Jay.
– Adivina quién lleg.... – Con la mano en la manilla y con las intenciones de decir sorprais me quedé , al encontrar a Justin junto al chico que vimos en la fiesta semidesnudos.
La imagen de él debajo del chico, ambos llenos de sudor y besándose sería algo que llevaría conmigo toda la vida.
Venga había visto a mi mejor amigo y al chico desnudos pero juntos ya era otra cosa. Pido desde ahora perdón porque lo peor del caso es que me quedé quieta en la puerta mientras los tres nos mirábamos confusos, hasta que el chico comenzó a reír y dejó su mirada picaramente sobre mí, lo cual me hizo pensar que tal vez por su mente cruzaba un no se...¿trío?.
La sola idea de verme envuelta sexualmente con mi mejor amigo me dió vértigo, así que le hice un gesto con la cabeza a Jay de "Te espero en dónde sabes" y cerré la puerta.
Volví a mi camino en las escaleras hasta la última planta donde estaba el ático o mejor dicho nuestra guarida. Un lugar lleno de recuerdos, dibujos regados por todas partes, crayones de cuando estábamos en Preescolar, calcetines de Navidad, etc.
Me dirigí hacía mi lugar favorito, la cama de cojines y me deje caer soltando un suspiro.
Justin llegó dos minutos después y yo me le quedé mirando fijamente.
– ¿Por qué no tocas la puerta ? -– solo pude hacer una cara de "en serio"
– ¿Acaso alguna vez lo he hecho? o no, mejor, alguna ves hemos tenido restricciones en nuestras habitaciones, porque te recuerdo que tengo esto – le dije mostrando el juego de llaves donde se encontraba la de su casa y la de su habitación – aparte tu también tienes las mías ¿y que pasa con él? no era que nada de chicos no serios a la casa. Deberías al menos avisar.
– No es como si pudiera hacer nada, estaba demasiado ocupado conociéndolo – hice una mueca de asco – Además, tu teléfono está muerto desde ayer.
–¿Qué tanto conociéndolo?
– Pues exactamente eso, uno no puede vivir con desconocidos. Está mal.
–¿Vivir? ¿Desconocidos? ¿Qué carajos está pasando aquí?
– Si , llegó hoy en la mañana de intercambio , no me lo podía creer –la alegría en su voz era notable – resulta ser que llegó de Alemania . Está cursando el último año de la universidad pero como no está familiarizado con nada acá y tus padres ya estaban haciendo de padres de acogida entonces él se va a quedar acá.
– ¿Justin de que hablas como que padres de acogida de un universitario? – esto era irrazonable.
– Es que va a la misma universidad que Jhon y es complicado conseguir becas luego de que el curso inicie.
– Yo creo que mamá Val está un poco drogada, déjame y le hago reaccionar. – hice el gesto de levantarme pero Jay me tomo del brazo.
– No seas amargada solo será un año y además es increíble en la cama, no es como si yo me opusiera – claro porque estás loco.
– Estas mal de la cabeza en serio ¿De dónde me dijiste que venía?
-De Alemania .
Las piezas de un rompecabezas que ni siquiera recordaba estar armando hicieron click en mi cabeza. Alemán, intercambio, universitario, Reece está enojado.
-Cuál es el nombre del chico?
Justin me observo con confusión pero respondió sin dudarlo.
-Henrick
Nota de Escritora : Muy buenas criaturitassss , que tal como están todos , hacia tiempo que no ponía una nota como esta , solo quería decirles que me están motivando mucho sus comentarios , gracias ☆
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