CAP 14●
Rose Leviett
-¿Creías que no me enteraría? - La voz de mamá se escucha pero a mi alrededor todo está oscuro - ¡Fuiste muy ingenuo al pensar que no lo sabría tarde o temprano!
Sus gritos resuenan por toda la estancia y poco a poco todo a mi alrededor coge forma. Mi escondite detrás de la puerta que divide el salón de la cocina me resguarda de su furia y si, mamá daba miedo.
–Si esto ocurrió fue solamente tu culpa –esa voz...¿es papá? – Soy un hombre y tengo necesidades ¿es que acaso no lo entiendes?
– Lo que no entiendo es como fuiste capaz de caer tan bajo ¡Ni el hombre más sucio del planeta haría lo que hiciste tú! – la voz de mamá se rompe en la última palabra y breves sollozos se escapan de sus labios.
No entendía el porqué una mujer tan fuerte como ella lloraba.
Cerrando mis ojos con fuerza y cubriendo mis oídos con mis manos me hice una pequeña bola en mi escondite. Las lágrimas de mamá rasgaban cuál gato al pizarrón y los gritos de mi padre retumbaban en mi pecho.
¡Abre tus ojos!
¡Tienes que hacerlo!
La sonrisa burlona de la voz en mi cabeza resonó como campana en la iglesia haciéndome erizar del miedo.
Por eso es que siempre te abandonan, porque no puedes mirar de frente. Kleine.
...
El tenue sonido se fue apagando y finalmente abrí los ojos para encontrarme en otro lugar.
Ahora me encontraba en los brazos de mi madre, mientras esta temblaba de rabia e impotencia. Agarraba el pañuelo con el que secaba sus lágrimas cual verdugo a su víctima.
–Papá espera no te vayas – me escuché decir, mientras abrazaba el cuello de mi madre – No, no me dejes. Por favor, seré buena esta vez. Por favor...
– Rosse, amor esta bien vendré a verte todos los días. Papá no está enojado contigo – las grandes y cálidas manos de papá acariciaron mi rostro limpiando mis lágrimas.
Pero aún y escuchando sus palabras con total claridad, mi corazón no quería aceptarlo y no entendía porque Papá iba irse cuando me había prometido quedarse siempre conmigo si era una buena chica.
Me había mentido, él, ella, todos lo habían echo.
El silencio ensordecedor de la oscuridad se apoderó de mi y sentía como si me estuviese tan profundo que mis oídos sangraban. Estaba ahogándome , divagaciones donde yo era culpable aparecieron ante mis ojos.
...
– Rosse despierta, oye... abre los ojos.
Lentamente levanté los párpados y una figura borrosa se encontró frente a mi.
– ¿Reece? – trato de decir pero solo me salen susurros – ¿Dónde estoy?
– Shh...tranquila, estamos en tu cuarto – sus manos pasan por mi cabello y de alguna forma eso logró calmarme un poco.
–¿Qué hora es? – le pregunté observándolo ahora con más claridad, al parecer se había quedado conmigo toda la noche – ¿Qué pasó anoche?
– Son las 6 de la mañana , anoche te desmayaste así que llamé a Justin que a puras penas me pudo ayudar porque estaba más borracho que una uva y te traje a casa – tocó mi rostro para medir mi temperatura – ¿Te encuentras bien ? ¿Necesitas algo?
Sonreí tímidamente ante su preocupación, era irónico...¿yo , tímida?
– No no , gracias ¿Por qué Justin no se quedó?
– No lo sé – se volteó para tomar algo en la mesilla que se encontraba tras él y luego me tendió un vaso con agua y una pastilla – Pensé que la necesitarías – volví a sonreír tomándola – le insistí a Justin para que se quedara contigo pero se negó y se fue en un taxi.
– Entiendo.
El pijama negro con logo de Bob Esponja que vestía mi cuerpo llamó mi atención en cuánto noté que lo traía puesto . Si Justin no estaba aquí y Reece fue el que me ayudó a despertar ¿Quién me había cambiado de ropa?
– Reece no es por desconfiar ni nada pero... ¿Quién carajos me cambió de ropa? – Levantó una ceja mirándome como si fuera obvio.
– Pues yo ¿Quién más? – sonrió acercándose mirándome fijamente a los ojos . Me quedé callada perdida en los suyos hasta que soltó una carcajada – Por favor Rosse no tocaría tu cuerpo sin tu consentimiento, obviamente fue Justin.
Solté el aire en cuanto se alejó, no sé si por el hecho de saber que fue Justin o porque simplemente su cercanía me hizo retenerlo.
–Ya que estás bien , me retiré a mis aposentos – tocó la punta de mi nariz con su dedo índice y se alejó.
– Reece – lo llamé cuando estaba a punto de cerrar la puerta – gracias.
Una sonrisa iluminó sus labios.
– No hay de qué muñeca – guiñó un ojo y salió.
Suerte o no estaba aliviada de que Reece se hubiera quedado a mi lado en la noche , aunque aún tenía mis preocupaciones sobre ese sueño... lo deje a un lado y me centré en llegar a la cocina sana y salva.Ingerir una adecuada cantidad de alimentos era algo que mi cuerpo pedía.
Mientras preparaba mi sandwich imágenes llegaron a mi mente , un cuadro... dónde estaba mi padre y otra mujer ¿Acaso eso también lo soñé?
– Rosse – di un brinco cuando Reece me llamó – ¿Geht es dir gut? – caminó lentamente hasta llegar a mi – Si no es así dímelo y podré resolverlo.
Su acento alemán, el hecho de que podía aspirar claramente su aroma y que mi mentón descansaba en sus manos me ponía a temblar de pies a cabeza. No sé si por nervios , miedo o tensión.
– Ja ich bin – sonreí – claramente tu alemán es mejor mejor pero lo intenté.
–¿Sabes alemán? – frunció el ceño.
–Solo un poco – sonreí y nuevas imágenes llegaron a mi memoria – Reece ¿ Me estabas buscando anoche ?
– Lo hice – susurró victorioso – y ahora que veo que lo recuerdas , espero mi premio.
Sonreí negando con la cabeza.
– No se de qué me hablas , no recuerdo ningún primo ¿Anoche hice alguna cosa de la cual me deba arrepentir?
– Se que lo recuerdas Rosse , pero no te preocupes – se alejó llevándose el calor al que me había acostumbrado – te encontré y tomaré lo que me debes , pero no te preocupes.. no será ahora , pero será.
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