XXXVII
Namjoon se despertó un poco desorientado, bajó lentamente a la sala, y la vio. La silueta de su madre sentada en el sofá, se veía tan calmada tejiendo una bufanda color morada. Su corazón casi se paraliza cuando un movimiento lo hizo abrir sus ojos de verdad.
Un sueño.
¿Cuánto más...? ¿Por cuánto más tiempo?
Namjoon se sentía desorientado y sin fuerzas, ¿cómo se salía de aquel sufrimiento?
Cuando Jungkook rodeó su cintura con su brazo, pudo tranquilizarse un poco, y no tardo mucho en volver a dormir.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro