"Vamos a morir"

Jared...

El mundo se convierte en caos cuando la noticia de la enfermedad de Kayla nos impacta, ni siquiera me siento capaz de pensar en que está embarazada, en que voy a ser padre y en que no me siento nada preparado para ello. Mi cabeza se siente abarrotada por las voces a mi alrededor, Kylliam ha llamado a Eva y está descargando todo el dolor con ella, a fin de cuentas sigue siendo su lugar seguro, Devian ha desaparecido junto con el doctor, seguramente para saber un poco más de la situación de mi pequeña, Koll y su padre han llegado y ambos hablan con una de las enfermeras, mientras yo me he quedado sentado incapaz de pronunciar alguna palabra o ejercer algún movimiento.

Tiene cáncer, uno que por lo visto avanza demasiado rápido y que ha afectado las inervaciones que le permiten ver, mi pequeña no será capaz de volver a ver a verme, o a Kylliam, o a cualquiera de las personas que quiere. Siento la humedad caer por mi rostro, el doctor dijo que aún se mantiene inconsciente y que una vez que despierte ella misma deberá decidir si iniciar un tratamiento que probablemente no funcione o esperar a que la enfermedad termine de destruirla.

—Necesitamos ir al palacio —Devian aparece frente a mi con una expresión seria—. Ahora mismo.

—No pienso irme —logro responderle mientras me levanto—. Tengo que estar aquí cuando ella despierte.

—Ha despertado —me anuncia y un escalofrío me recorre la columna vertebral—, pero han tenido que sedarla.

—¡Joder! Necesito verla.

Paso por su lado y camino hasta las puertas que protegen la entrada a la sala de cuidados intensivos donde los de seguridad me miran con cautela. Devian me sigue y me toma del brazo antes de que pueda enfrentarme a ellos.

—Hay noticias de Isacc, creo que él puede estar implicado en esto.

—¿De qué carajos hablas?

—los análisis de Kayla mostraron la existencia de una sustancia muy rara que los médicos no supieron identificar, envié los resultados a Anther...

—Dijiste que no ibas a hacer más tratos con ese hijo de puta —le recuerdo.

—Las cosas han cambiado, él ya no....en fin ese no es el asunto, me ha llamado, es un veneno Jared, Kayla ha sido envenenada.

—Voy a matar a Isacc con mis propias manos.

Kayla...

Todo sigue malditamente oscuro cuando vuelvo abrir mis ojos, pero esta vez ya no grito por la desesperación, tomo profundas respiraciones y escucho atentamente las palabras del médico. Estoy en el hospital, tuve algo que ellos llaman sincópe y perdí el conocimiento, aún no se sabe la causa exacta por lo que seguirán haciéndome varios estudios, mi familia se encuentra afuera y pronto podrán verme. Asiento aparentando tranquilidad y controlando los temblores de mis manos. Cuando siento la puerta cerrarse abro y cierro mis ojos repetidamente intento observar por lo menos un pequeño rayo de luz pero no percibo absolutamente nada, solo oscuridad.

La puerta de la habitación vuelve a abrirse y me tenso un poco por no ser capaz de ver quien está aquí.

—¿Cómo estás princesa de nada? —una voz robotizada hace eco por la habitación y me tenso.

Mis alarmas se disparan y cuado estirmo mi mano para buscar el interrumptor de la alarma del hospital y perdir ayuda vuelve a hablar.

—Tranquila, no pienso hacerte daño, suficiente tienes con estar ciega, embarazada y a punto de morir.

Me sobresalto, ¿embarazada?

—¿No lo sabías? —se ríe.

—¡¿Quién diablos eres?! —le grito.

—Admito que me sienta un poco mal que esa cosa que llevas dentro deba morir junto contigo, pero bueno, daños colaterales.

Intento levantarme pero todo lo que logro es enredarme con los cables de los equipos a los que estoy conectada y siento como mi cuerpo es arrastrado hasta el suelo y escucho varias cosas caer junto conmigo. Al instante la puerta vuelve a abrirse, un aroma silvestre inunda mis fosas nasales y la sensación de tranquilidad invade mi pecho, los brazos de Jared me rodean y me ayudan a levantarme.

—Pequeña, ¿estás bien? —escuchar su voz me relaja pero recuerdo a la persona que estaba aquí.

—Jared ¿Quien más está en la habitación?

Él se queda en silencio algunos segundos.

—No hay nadie aquí, Kayla.

—¿A qué te refieres conque no hay nadie?

—Estabas sola cuando he entrado, pequeña.

Eso es imposible.

—Había alguien aquí, he escuchado una voz, he hablado con ella.

Jared vuelve a quedarse en silencio y me ayuda a volver a la cama poco a poco.

—Descansa un poco, debes estar confundida por las medicinas.

—No estoy confundida, había alguien dentro de la habitación.

Siento sus labios besar mi frente y lo escucho soltar un profundo suspiro. Se siente agotado y puedo imaginar sus ojos grises llenos de preocupación.

—No sabes lo que me alegra escuchar tu voz.

—Todo va a estar bien —digo más para mi que para él.

—Claro que si.

Siento otros pasos en la habitación. Odio tanto no poder observar nada. Alguien toma mi mano.

—¿Cómo te sientes, enana?

—Estoy bien, una lástima que pueda ver tu feo rostro, hermano —la risa de Kylliam hace eco en la habitación.

—Eva va a tomar el primer avión a Kestria, está preocupada por ti —me anuncia.

—¿Nervioso por ver a la domadora de tus demonios?

—Solo quiero que estés bien y podamos regresar a casa —me dice—. Tenemos mucho que celebrar.

Jared se aclara la garganta y al instante me doy cuenta de que hay algo que no me están diciendo pero no alcanzo a preguntar porque mi cuerpo es rodeado por unos brazos.

—¡Vaya susto de muerte me has dado! —el perfume de Koll me da nauseas y se me escapa una arcada que hace que se aleje de inmediato.

—Lo siento.

—Tranquilo, debe ser por las medicinas. ¿Alguno sabe cuanto tiempo debo estar en este sitio?

—El que sea necesario para que estés bien —me responde Jared.

—¿Dónde está el guardaespaldas amargado? ¿Por qué no ha venido a verme?

—Devian está resolviendo algunos asuntos.

—Tengo hambre. ¿Ninguno me trajo de comer? —escucho sus risas.

—Te han suspendido la vía oral hasta nuevo aviso.

—Joder, por eso odio los hospitales, cuando salga de aquí me comeré una buena y gigantezca pizza.

—Tienes que comer saludable ahora —me regaña Jared y me tenso.

Lo que dijo la voz se repite en mi cabeza.

Tranquila, no pienso hacerte daño, suficiente tienes con estar ciega, embarazada y a punto de morir.

Muevo mi mano y tanteo hasta que consigo agarrar el brazo de Jared y apretarlo con fuerza.

—¿Por qué tengo que comer saludable ahora?

—Vamos a ser padres Kayla —me responde y el corazón amenaza con salir de mi pecho—. Estás embarazada.

Pero la emoción desaparece, la voz fue real, si estoy embarazada significa que lo que dijo es verdad, significa que yo y este bebé vamos a mori

Hello amores

Sigo desaparecida, la vida aquí afuera está un poquito difícil para mi, pero ahi sigo echándole ganas. Voy a ir de a poco con esta historia porque me está costando un montón escribir, así que me han propuesto que pruebe con algo nuevo a ver si fluyo mejor y no se me hace tan dificil, no quiere decir que vaya a abandonarla, solo que puede que me siga tardando en actualizar, espero no me abandonen.

Sacaré algunas historias de borradores así que espero verlas por allí dándome todo su amor.

Las amo siempre.

Dani