👑Capítulo 18👑
"Amenaza"
Eva pasó tres días internada en el hospital, tres días en los que no quiso saber absolutamente nada de Kylliam y aunque mi hermano intentó entrar por la fuerza varias veces, solo consiguió que los médicos le prohibieran estar en el hospital. Me mantuve todo el tiempo junto a ella, Devian se encargó de traerme ropa, comida y también le llevaba información a mi hermano sobre su estado.
Hoy le dieron el alta temprano en la mañana y aunque mi primo dejó claro que ella podía regresar a su casa, Eva se negó porque Kylliam tenía toda la libertad de parecer allí, así que terminamos en camino a la casa de Jared.
No puedo negar que me siento nerviosa y ansiosa mientras esperamos que el elevador se detenga. No he visto al príncipe oscuro desde el día de todo el caos, no hemos hablado y las veces que ha ido al hospital hemos chocado nuestras miradas pero no he podido acercarme a conversar, decidí de dedicar todo mi tiempo a ayudar a Eva y le prometí a Angie no separarme de su hermana, pienso cumplirlo.
Cuando las puertas se abren suelto un suspiro y la mirada triste de Eva me analiza.
—Él te extraña y tu también a él, estoy segura de que cuando conversen todo estará bien, Kay.
Le doy una sonrisa de boca cerrada y por dentro bailo de la felicidad porque es la primera oración larga que le escucho decir desde que salimos del hospital y su aura se ensombreció. Eva no está bien, sus hombros están caidos, su piel pálida, sus ojos están pagados y debajo de ellos una sombras oscuras le dan un aspecto deprimente que me tiene realmente preocupada. Alfred su padre estuvo aquí hace dos días pero no logró ningún avance en ella, así que espero que mi decisión sea la acertada.
Caminamos hasta la puerta y luego de dos toques esta se abre y una figura masculina que al instante logra intimidarme aparece frente a nosotras. Me hago hacia un lado cuando Eva prácticamente me empuja y se lanza como una niña pequeña a los brazos de su padre biológico: Alessandro Toscano.
—Ya estoy aquí, princesa.
Ambos entran al departamento de Jared aún sin soltarse y escucho los sollozos de Eva. Jared me observa cauteloso desde el otro lado de la sala, sin saber si acercarse a mi.
—Ellos necesitan estar solos —le digo—. ¿Podemos hablar en privado?
Él me da un asentimiento y se pone de pie. Las manos me tiemblan mientras lo sigo a través del pasillo y de nuevo me invade el malestar que lleva molestándome desde hace dos días y un leve mareo hace que me tenga que sostener de la pared y él se detenga y se acerque de inmediato.
—¿Pequeña? —sus manos van a mis hombros para sujetarme y escucharlo llamarme así hace que el malestar deje de importarme—. ¿Estás bien?
Respiro despacio intentado recomponerme pero siento como si las piernas fuesen a fallarme en cualquier momento, así que niego.
—Vamos a mi habitación, necesitas recostarte.
Siento como mis pies abandonan el suelo y el calor del cuerpo de Jared abraza el mío mientras me lleva en brazos, apoyo mi cabeza en su pecho mientras camina y el latido de su corazón poco a poco logra calmar los acelerados latidos del mío. Me deposita sobre su cama y al instante extraño su cercanía.
—¿Qué pasa, Kayla? —me pregunta preocupado sentándose a mi lado en la cama y acomodando otra almohada detrás de mi cabeza.
—Solo es cansancio —le digo—. Llevo días sin dormir bien, hoy podré descansar.
Solo asiente no muy convencido y lo veo dispuesto a ponerse de pie para marcharse pero lo tomo de la mano.
—¿A dónde vas?
—Voy a dejarte descansar —me dice intentando irse nuevamente pero se lo impido.
—No quiero descansar, Jared, quiero que hablemos.
Baja su mirada al instante y lo veo jugar nerviosamente con sus manos. Se culpa, lo sé, lo conozco demasiado como para no darme cuenta de que se culpa por haber traído a Lisandra a nuestras vidas.
—No es tu culpa —le digo y sus ojos grises se cristalizan—. Nunca vas a tener la culpa de que las personas decidan tomar malas decisiones.
—Yo la traje aquí, Kayla. Si hubiese sido lo suficientemente valiente como para regresar solo, nada de esto hubiese pasado, Eva, el bebé...
Tomo sus manos y me levanto poco a poco de la cama hasta quedar sentada.
—Jared, muchas veces somos buenos con las personas incorrectas, y tu eres demasiado bueno como para ver la maldad detrás de ellas, así que no es tu culpa. No te culpes porque tú solo fuiste otra víctima de esa arpía.
—Lo siento —me dice—. Siento volver a decepcionarte, yo solo...—suelta mis manos y se lleva las suyas a la cabeza con impotencia—. Quisiera volver el tiempo atrás, haber aceptado todo lo que sentía por ti ese día en el areopuerto, haberte llevado conmigo y que nada de esto pasase.
—No tenía que ser así, y cada cosa que pasó nos llevo a esto, a lo que somos hoy. Ese día en el aeropuerto, no estaba preparada para tener algo contigo, tenías razón, era una niña y tu estabas en un mal momento como para que tuviésemos algo, en ese momento éramos como dos aviones a puto de colisionar Jared, tomaste la mejor decisión, porque el haberme roto e sirvió para construirme con más fuerza.
Una sonrisa pequeña se dibuja en su rostro y vuelve a tomar mis manos.
—Cuando te vi entrar por la puerta ese día creí que venías a gritarme las mil y una formas en las que querías matarme.
—No creí absolutamente nada de todo ese teatro, te conozco, se que no serías capaz de hacer algo como eso.
Confio en Jared con ojos cerrados, porque se todo lo que ha pasado, conozco sus demonios, tanto como él los míos, como también sé lo mucho que admira a mi hermano desde que retomaron su amistad.
Se acerca lentamente y deposita un suave beso en mi frente que me hace sonreír y soltar todo el aire que no sabía que estaba conteniendo, suelto sus manos y me acerco mas a él para envolver mis brazos en su cuello y abrazarlo fuertemente. Jared suelta un suspiro y sus brazos envuelven mi cintura.
—¿Estamos bien, pequeña?
—Lo estamos, príncipe oscuro, estaremos bien siempre.
—Haré hasta lo imposible por cumplir con eso.
Él se separa de mi cuerpo y acaricia mi mejilla antes de depositar un suave beso en mis labios y cuando me dispongo a darle un beso más profundo somos interrumpidos por una notificación de mi celular. Lo tomo del bolsillo y leo el mensaje.
Disfruta mientras puedas princesa Kayla, arruinamos la felicidad de tu hermano, la siguiente será la tuya. ¿Crees que el rey podrá protegerte todo el tiempo?
Mi cuerpo se tensa al instante y el mareo vuelve a aparecer, junto con una sensación extraña en el estómago, me levanto de inmediato pasando por delante de Jared y corriendo hacia el baño donde vomito el escaso desayuno que comí en el hospital. Siento la presencia de Jared en mi espalda y luego su mano sujetando mi frente mientras vomito.
—Joder, ya esto me está preocupando —dice mientras con su otra mano soba mi espalda.
Cuando termino me lavo la boca y él espera pacientemente en la puerta con una vaso de agua, doy tres sorbos y con su ayuda regreso a la cama.
—¿Qué ha pasado? ¿Por qué te pusiste así?
Tomo el celular que había quedado tumbado en la cama y le muestro el mensaje. Al instante su mirada se oscure y aprieta los puños con rabia. Se pone de pie de inmediato y lo veo tomar su celular.
—¡¿Qué vas a hacer?! —lo agarro de la mano.
—Llamar a Devian, eso es claramente una amenaza.
No quiero, quiero ocultarlo. Devian se lo dirá a Kylliam y suficiente mierda tiene encima mi hermano como para tener otra. Kylliam se ha pasado toda su vida protegiéndome, ya va siendo hora de que pueda cuidarme yo misma.
—No, no lo hagas por favor —le pido y me mira con enojo.
—Kayla —me advierte.
—Esperemos unos días, a lo mejor solo es una broma estúpida y no pasará más, por favor, Kylliam está muy mal por lo de Eva, no quiero darle más motivos para estar mala.
Él suelta un suspiro.
—Si se repite, vas a decírmelo —me ordena—. Y hablaremos con Devian, no pienso dejar que te pasa nada.
—Lo prometo —le digo.
Dos toques en la puerta hacen que miremos hacia allí, Eva nos observa con una pequeña sonrisa y de un paso hacia dentro antes de hablar.
—Voy a marcharme a Quirthey con Alessandro —nos dice y siento como mis ojos se humedecen—. Quiero que me lleven al palacio, necesito despedirme de Kylliam.
Una lágrima cae de sus ojos al pronunciar el nombre de mi hermano y con la ayuda de Jared me pongo de pie, porque justo ahora se que Kylliam va a necesitarme más que nunca.
Hola amores
FELIZ AÑO NUEVO
Que el 2023 nos traiga mucha paz, tranquilidad y cosas buenas.
Este inicio de año está siendo bastante difícil pero rendirse no es algo que conozca, así que siempre mirando al frente.
¿Qué les pareció el capítulo?
Hipótesis sobre la amenaza que ha recibido Kayla.
Nos leemos pronto.
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