"Traición"
Parte 1

—Sigo sin entender por qué te vas de repente —vuelvo a quejarme mientras acompaño a Angie hacia la puerta de abordaje.

Habían pasado dos semanas desde el no día de campo y todo ha sido un absoluto caos. Eva y Kylliam no se dirigen la palabra y me tienen de mensajera caminando de una habitación a la otra, no he podido ver mucho a Jared porque ha estado ocupado preparando un festival en la academia y además su psicóloga se marcha hoy —gracias a dios—, y él quería despedirse y esta mañana Angie se ha aparecido en mi habitación anunciando que regresa a su universidad con la excusa barata de que quiere iniciar antes con las prácticas.

—Ya te lo he explicado, deja el tema por favor —casi me suplica sin dejar de caminar. Parece que el suelo le quemara los pies.

—Y no te he creído —ruedo los ojos y la tomo de la mano para que deje de caminar—. Venga por favor, soy tu mejor amiga, dime qué ha pasado.

—Yo.. —suspira—. Solo necesito poner distancia entre Kestria y yo, necesito calmarme y cuando esté lista prometo que te explicaré todo.

Termino asintiendo no muy convencida y ella me envuelve en un abrazo.

—Cuídate mucho, espero que las cosas con Jared sigan bien y no dejes de mi hermana y Kylliam arruinen lo más bonito que tienen.

—Solo es una etapa —le resto importancia—. Pronto te escribiré diciéndote que ya están destilando amor de nuevo.

Volvemos a abrazarnos y ella me sonríe antes de desaparecer entre las personas que van a abordar el avión. Suelto un suspiro y me doy la vuelta hacia el coche donde uno de los guardaespaldas me espera.

—¿Regresamos al castillo, alteza? —me pregunta cuando entro al coche.

—No, llévame al departamento del principe Jared, por favor.

A estas alturas la víbora de Lisandra debe estar lejos y puedo pasar un buen rato junto a Jared, de paso me alejo del desastre que hay en el palacio con la pelea de aquel par. Luego de varios minutos el auto se detiene en el edificio donde reside Jared. Bajo del auto y el guardaespaldas me sigue mientras me acerco a la entrada. Subimos al elevador y en segundos llegamos al tercer piso donde me explico Jared estaba su casa. Con una sonrisa en mi rostro y el corazón latiéndome a mil tocó el timbre. Pero me llevo una decepción cuando Lisandra abre la puerta y por lo visto ella también se decepciona al verme a mi.

—¿Tú qué haces aquí? —me pregunta y hago lo que puedo para no reírme en su cara.

—Vine a ver a mi novio —le digo.

Ella lleva su mirada al guardia que me acompaña y la observo cerrar un poco la puerta, ya me sé esa jugada querida.

—Jared no está aquí —me dice tal y como imaginé.

Pongo una falsa cara de decepción y me cruzo de brazos.

—Que raro, ayer cuando hablamos me dijo que no tenía que impartir clases en la academia e iba a estar todo el día en casa.

—Él tuvo que...

—¿Lisandra? ¿Quien está en la puerta? —ña voz de Jared se escucha y una sonrisa se dibuja en mi rostro.

Ella suelta una maldición por lo bajo que logro escuchar y luego la puerta vuelve a abrirse completamente y mi príncipe oscuro aparece sonriendo al verme.

—¿Pequeña? —me dice con dulzura, pasa por el lado de la arpía y me envuelve en sus brazos—. ¿Y esta sorpresa?

Muero de amor, es que no sabía que Jared podia ser tan dulce.

—Dejé a Angie en el aeropuerto y quise darme una vuelta por aqui.

—Me alegra que hayas venido —deja un beso en mi frente.

—Justo iba a avisarte que ella estaba aquí —le explica Lisandra y escucho al guardaespaldas aclararse la garganta detras mío, después de todo el escuchó toda su vulgar mentira.

—¿Por qué mientes, Lisandra? —le pregunto y ella abre los ojos asustada—. Me estabas diciendo que Jared no estaba en casa.

Si piensa que voy a callarme todas sus estupideces y actuar como una tonta insegura está equivocada. Han pasado muchas cosas para que Jared y yo lleguemos a este punto y no pienso dejar que nada, ni nadie lo arruine.

—Yo...

—¿Le dijiste eso? —le pregunta Jared y ella baja la cabeza fingiendo arrepentimiento.

No le creo absolutamente nada.

—No quiero ser descortés, porque durante mucho tiempo te portaste muy bien conmigo, pero Kayla es mi pareja y estamos intentando que esto funcione, basta de tus obsesiones Lisandra, solo eres mi amiga.

—Lo siento —una lágrima rueda por su mejilla cuando lleva su mirada a Jared—. De todos modos yo ya marcho.

Entra a al departamento y agarra una maleta negra de la parte trasera de la puerta.

—Espero que seas feliz, Jared.

—Gracias por tu trabajo —le responde él.

Finalmente ella desaparece dentro del elevador y suelto un suspiro de alivio.

—Ella me da mala espina —le digo a Jared que mantiene sus brazos enredados en mi cintura.

—Lo sé, pero ya se ha ido.

Asiento sonriendo y él me invita a pasar, dejamos al guardia en la puerta y la calidez de su departamento me recibe. Sonrío al ver el orden de todo y la decoración tan aburrida que ha hecho, algo típico de el. Recuerdo que su habitación en Nardinkath parecía un museo lleno de reliquias y cosas antiguas, lo mismo pasa con este departamento.

—Sigues manteniendo tu esencia —le digo y me acerco a la mesa del living para tomar un libro entre mis manos.

Él me observa con una sonrisa.

—Tu también —añade—. ¿Qué quieres que hagamos?

—No planee absolutamente nada —ambos reímos—. ¿Vemos una película?

El asiente y toma varios Cds de la estantería. Se acerca a mi y me los entrega.

—Elije la que quieras, voy a preparar palomitas.

Desaparece por un pasillo mientras reviso algunas de las películas y opto por una comedia romántica. Después de varios minutos Jared regresa con un recipiente repleto de palomitas y ambos nos sentamos en el sofá mientras vemos la peli.

Ni siquiera vamos por la mitad y ya me he distraído completamente mirando a Jared, sus ojos grises están enfocados en la pantalla y sonríe a cada rato por la torpeza de la protagonista. Me siento rara estando así, tan cerca de él, viendolo sonreír, notando la tranquilidad de su respiración y la paz que habita en su mirada. Ya no está roto, es otra persona totalmente distinta, pero que me encanta tanto como lo hacía cuando era el príncipe oscuro.

—Espero que no te sientas incómoda cuando yo también te mire así —me dice riendo sin apartar la mirada de la pantalla.

Sacudo la cabeza saliendo de mi ensoñación y me acomodo en el sofá.

—Lo siento, solo pensaba.

—¿En qué pensabas? —sus ojos abandonan la película y se dirigen hacia mi.

—Me gusta verte así, tan libre.

—A mi también me gusta verte así —me toma por la barbilla—. Me encanta ese brillo que tienen tus ojos, Kayla.

—¿Cómo fue? —le pregunto—. Todo el proceso.

—Fue horrible, las pesadillas, los pensamientos, todo llegaba junto y debía enfrentarlo —me explica—. Aún sabiendo que Geraf fue el culpable, seguía atormentándome, creí que la oscuridad iba a desaparecer, pero no lo hizo. Fue por eso que decidí internarme, necesitaba sanar.

—Eres muy valiente —le digo y toma mis manos.

—¿Y tú? ¿Cómo fue, pequeña? Quiero saber lo que pasaste.

—Yo...—bajo la cabeza apenada y puedo ver el dolor en su mirada—. No quiero que te sientas mal, no fue tu culpa, la decisión fue mía, yo fui la comenzó a beber sin parar.

—Lo sé, pero eso no hace que deje de sentirme mal.

—Fue... Cómo ir cayendo poco a poco hacia un precipicio. Al principio era divertido, me reía, bailaba y cantaba, pasaba todas las noches con mis amigos en la ciudad de fiesta en fiesta y regresaba en la madrugada al castillo. Luego Eva y Kylliam se casaron y verlos tan felices y saber que nunca iba a poder tener eso, también viniste a la boda y me recalcaste que nunca sentirías nada por mi, una explosión hizo que todo se destruyera y todo lo quería era beber y olvidarlo todo. Llegué al punto en je la bebida era indispensable para poder levantarme de la cama, era como si mi vida estuviese atada a ella. Y cuando vine a darme cuenta estaba internada en un hospital de desintoxicación intentando salvar la poca vida que me quedaba.

—No sabes cuánto siento todo eso Kayla, desearía que las cosas hubiesen sido diferente...

—Shhh —pongo mi dedo índice en su boca—. Ya no quiero hablar del pasado, solo pensemos en el presente, por favor.

El asiente y sus labios cubren los míos en un suave beso. Me acomodo en su pecho y continuamos viendo la película y ni siquiera se en que momento me quedo dormida. En mitad de mi sueño escucho a Jared decirme que debe salir por un rato que va a dejarme descansar y que espere a que regrese. Asiento adormilada y vuelvo a caer en los brazos de Morfeo.

Cuando abro los ojos la noche ha caído y el departamento de Jared está sumido en una profunda oscuridad. Mi celular no deja de vibrar en mi bolsillo y lo saco de inmediato. Kylliam me llamado varias veces, otra llamada entra y respondo al instante.

—Kylliam ¿Qué pasa?

—¿Dónde diablos estás? —me grita enojado.

—Cálmate, estoy en el departamento de Jared.

—Joder, hermana, Eva ha desaparecido.

—¡¿Qué?! —cualquier rastro de sueño desaparece y me levanto del sofá de un tirón.

—Voy a volverme loco —dice desesperado—. Me han enviado un mensaje anónimo que está en peligro y una dirección para que vaya a por ella.

—Voy contigo —le digo saliendo y encontrandome con el guardaespaldas—. Pásame la dirección ya mismo.

Kylliam acepta y al instante me llega su mensaje. Le doy la dirección al guardia y nos dirigimos rápidamente hacia allá. Cuando llegó mi hermano me está esperando en la entrada. Es uno de los mejores hoteles de la ciudad y me siento confundida porque si Eva está aquí no creo que esté en peligro.

—No entiendo que carajos está pasando —Kylliam se lleva las manos a la cabeza desesperado mientras entramos al hotel.

—Estoy segura de que todo esto es una broma de muy mal gusto.

—Kayla te juro que si le pasa algo me muero.

—Ella está bien, tienes que mantener la calma.

Nos acercamos a la recepción donde el encargado ya nos espera y nos da la llave del número de habitación que decía el mensaje que recibió Kylliam. Varios guardaespaldas armados nos siguen mientras caminamos hacia la habitación y las manos me tiemblan, ni siquiera llame a Jared para avisarle de todo esto. Kylliam introduce la llave en la cerradura y la puerta se abre y creo que el mundo se me viene encima.

—¡¿Que carajos está pasando aquí?! —el grito de Kylliam se escucha por todo el pasillo del hotel mientras mis ojos se llenan de lágrimas y las náuseas provocan que corra hacia el baño de la habitación y todo lo que había comido en el día abandone mi estómago.

Pero las náuseas no me preocupan porque siento como Kylliam destruye todo lo que hay en la habitación, escucho el llanto de Eva, los gritos de mi hermano y la voz de Jared explicando que no sabe cómo diablos llegaron a esa habitación, ni cómo los encontramos a ambos desnudos en la cama.

No me maten plis

Ahora sí
Deja tu reacción aquí 😐

Nos leemos pronto