(Esto ocurre luego de que Jared escucha a Eva confesarle a Adele toda la verdad)

Kylliam

Nuevamente la puerta de mi habitación suena y me levanto de mala gana a abrir.

¡¿Dónde carajos se metió Dorien?!

El día no podía ir peor, toda la mañana buscando a Eva por el castillo y resulta que la señorita hoy se sintió mal y no acudió a clases. No quiero ir a su habitación porque sé que si la veo no voy a poder controlarme y voy a besarla y lanzarme sobre ella con todas mis ganas, me olvidaría de la promesa que le hice a Jared y dejaría que estos tontos sentimientos me dominarán, odio tanto el poder que ella tiene sobre mi.

Sacudo mi cabeza borrando los pensamientos mientras me acerco a la puerta y abro. Él que alguna vez fue mu mejor amigo entra hecho una furia y para por mi frente rápidamente adentrándose.

—Creo que no te he invitado a pasar.

—Vete a la mierda Kylliam.

Okey, está molesto.

—¿Qué ha pasado? —le pregunto.

—Que no ha pasado en todo caso, todo es un maldito enredo.

—¿Me vas a explicar o esto es algún tipo de acertijo? —cierro la puerta y me recargo de ella.

—Eva no quiere casarse.

Música para mis oídos, pero finjo que que no me importa.

—Y eso me afecta en...

—Deja de actuar, se muy bien lo que ella significa para ti —su mandíbula se tensa.

Ruedo los ojos y camino hasta acercarme a él.

—Habla.

—Korra es su abuela.

—Dime algo que no sepa.

Jared me mira sorprendido y le doy la espalda para ir a por un vaso de agua.

—¿Lo sabías?

—La escuché hablarlo con su tía una noche.

Me mira confundido pero tampoco indaga en sobre cómo lo supe, porque sabe que no va a gustarle la respuesta. Nos conocemos perfectamente bien el uno al otro.

—Ella la está obligando a casarse conmigo —eso captura toda mi atención—. El hombre del hospital es su padre, está en la cárcel debido a una trampa que le puso Korra, ella es la única que posee los documentos que prueban su inocencia y solo se los dará si se casa conmigo.

El sentimiento de impotencia comienza a subir por mis venas, porque en el tiempo que llevo conociendo a Eva, sé que es alguien que odia seguir órdenes, le gusta su libertad y hacer lo que le venga en gana —como yo—, que Korra este haciendo eso la debe hacer sentirse mal.

De un solo golpe lanzo la jarra de agua con los vasos al suelo y Jared me mira comprendiendo como me siento.

—Tenemos que hacer algo —me dice.

—Por supuesto que tenemos que hacer algo, no voy a permitir que esa maldita bruja le quite el brillo de sus ojos y si para ello tengo que impedir que se case contigo, lo lamento Jared, pero lo voy a hacer.

—Prefiero perderla, antes que hacerla infeliz Kylliam —me dice—. La boda me importa tres pepinos.

—Entonces tenemos que pensar bien cómo vamos a hacer esto, porque si sale mal Eva y su familia están en peligro.

Jared asiente y camina de un lado a otro pensativo, mientras yo no puedo evitar sentir esa espinita de alegría de saber que Eva no desea casarse con él por voluntad propia, que aún existe algo de esperanza para mi.

—¿Puedes dejar de sonreír? —me pide de mal humor—. Sé que te alegra, pero puede disimular un poco delante mío.

—No tengo porque disimular —como siempre mi sinceridad primero—. No eres ningún tonto Jared y sabes muy bien todo lo que siento por ella, y joder, lo siento, pero me acabas de lanzar un rayo de luz y es imposible que no me sienta jodidamente esperanzado.

—Concentrémonos en ayudarla.

—Es simple, tenemos que entrar a la oficina de Korra, es el único lugar donde encontraremos lo que necesita.

—Sabes que eso es peligroso —niega con la cabeza—. Tiene que haber algo más.

Suelto un bufido porque Jared siempre intenta evitar el peligro cuando muchas veces es la mejor forma de enfrentar las situaciones. La vida me ha enseñado que cuando las situaciones se ponen dificiles, es mejor enfrentarse a todo, arriesgando todo, para poder lograr tus objetivos.

—Es la única forma —le digo con seriedad—. Deja de ser un iluso de mierda, sabes que Korra tiene la protección de tu padre, él no dejará que la interroguemos.

Jared termina asintiendo y lo veo rascarse la nuca con nerviosismo.

—Entonces necesitaremos toda la ayuda posible.

— ¿Alguien más lo sabe? —le pregunto.

—Adele —responde—. Me enteré de todo porque las escuché a ambas hablando.

Por supuesto, Adele y Dalton se habían convertido en personas importantes para ella, justo las personas que necesitabamos para lograr ayudarla. Estoy seguro de que ambos estarán dispuestos a arriesgar el pellejo por hacerla feliz.

—Bien, hablaremos con Adele y Dalton. Ellos no se negarán.

Jared saca su celular y lo veo teclaer con rapidez.

—Listo, les he pedido reunirnos —asiento.

—Tienes que encargarte de tu padre —le pido—. Dalton y Adele que vigilen a la bruja, Eva y yo revisaremos la oficina.

—Kylliam...

—No tienes que decírmelo —lo interrumpo—, sabes que voy a cuidarla con mi vida.

Honestamente me siento capaz hasta de matar por ella, la corredora se me metió bajo la piel y aunque he intentado sacarla es imposible.

—¿Cómo van las cosas con Isaac? —la mención de mi padre hace que la sangre me hierva.

—Como la mierda —intento calmarme mientras hablo—. Él intento llegar nuevamente a Kayla, tuve que pedirle favores a Gretchen.

—¿Ella está bien?

—Por supuesto que no, su propio padre quiere matarla. Tengo a varios investigadores trabajando en la búsqueda de pruebas, pero se me acaba el tiempo Jared.

—Voy a ayudarte —me dice y no tiene idea de la tranquilidad que me ocasiona, porque me siento perdido y tengo que sacar a mi familia de esta mierda ya—. Hablaré con Asaf en la tarde, es tiempo de que Kayla deje de estar escondida.

—Ella te extraña, ¿sabes?

—Está mejor lejos de mi, lo sabemos Kylliam.

—Gracias por haberla cuidado todo ese tiempo.

—Lo hice por ella, no por ti