👑 Capítulo 20👑
Cómo siempre Celine me trata como si fuera su nieta, pero entrar a esta oficina me hice recordar momentos no muy agradables, así que no estoy mucho tiempo con ella. Durante el tiempo que esté aquí voy a hospedarme en la que fue mi habitación. Me entristece saber que después de que me marché Katlin también lo hizo pero sus motivos tendría y en parte me alegra porque seguro ha sido para cumplir sus sueños.
Dejo la maleta en la entrada y me acuesto en la cama que me acogió durante tantas noches. Sin duda esto solo acaba de empezar y me espera una larga fiesta intentado esquivar a Kylliam. Me levanto y llevo la maleta hasta el vestidor, le envío un mensaje a papá avisándole que todo marcha bien y también le escribo al tío Alessandro diciéndole que estoy en Nardinkath por unos días que venga para vernos, puesto que desde la noche que me marché solo hemos mantenido contacto a través de mensajes y a ellos también los extraño.
De repente siento una llave entrando en la cerradura de la puerta de la habitación y una maldición de una voz que conocía bastante bien. Me quedo estática sin saber que hacer y al final termino escondiéndome debajo de la cama.
La puerta de la habitación se abre y mis ojos encontraron unas botas que dieron algunos pasos hasta sentarse en mi cama. Me mantengo en silencio.
¿Que hace Kylliam aquí?
Se mantiene en silencio sentado tranquilamente, hasta que su celular comienza a sonar y contesta.
-¿Cómo va todo? -lo escucho decir-.No, vine a Nardinkath, a la fiesta de Thomas -se ríe-. Si ya sé, necesitaba un tiempo libre... Ella también vino conmigo... Espero desocuparme pronto e ir, quiero verlo... Está bien, me alegro de que todo marche bien.
Escucho el sonido cuando finaliza la llamada, se pone de pie y sale de la habitación cerrando la puerta detrás suyo. Salgo de la cama y suelto un suspiro de alivio. Miro el reloj y aún me queda mucho tiempo libre antes de la fiesta, pero me niego a salir de la habitación, toparme con su majestad Kylliam y todavía tengo que saber dónde está Jared, así que termino llamando a Adele y ella me acaba de poner al día con los sucesos de Nardinkath y también me dice que no tiene idea de dónde está él.
Por lo visto se me va a hacer difícil encontrar al príncipe de Nardinkath.
La noche finalmente cae y ya me encuentro lista para la fiesta cuando Dalton toca mi puerta. Llevo un vestido blanco y me he puesto aquel collar que le compré a la señora en la ciudad porque le da un detalle especial a mi cuello, mi cabello está suelto y me he hecho unas ondas con la plancha. Abro la puerta y Dal junto a otro chico me sonrien.
-Wellen ella es Eva, Eva él es Wellen, mi novio.
-Es un placer conocerte finalmente -me dice el chico.
-Para mi también -le di mi mejor sonrisa y junto a ellos bajo para el salón.
Cuando llegamos el sitio está bastante lleno, todos los estudiantes brindan felices, conversan y la música es bastante agradable. Busco con mi mirada a mi tormento de la noche y está lo bastante lejos como para lograr notarme entre tantas personas, junto a una chica, Edgar y otro chico que no conozco, debo mantener mi perfil bajo.
Junto a los chicos nos quedamos en una de las mesas bastante alejadas a la parte principal del salón donde están Thomas, Adele, Celine y otros más.
-Bien lejos para que no noten tu presencia -me dice Dal y me guiña un ojo.
Empezamos a conversar tranquilamente mientras bebemos del vino. Dalton siempre logra sacarme sonrisas y esta no ha sido la excepción. De repente las trompetas suenan y Celine sube a la pista de baile.
-Es un honor para mi, daros la bienvenida a esta celebración, como también lo es haber sido escogida como vuestra directora -todos aplauden-. Una nueva era inicia para la escuela de príncipes y princesas de Nardinkath y espero que todos quedemos complacidos con los nuevos cambios.
Los aplausos se escuchan otra vez y ella baja dándole entrada a Dilary que sonríe y saluda a todos.
-Hoy también celebramos el cumpleaños del príncipe Thomas y como siempre ha elegido una forma especial para el baile de esta noche -se escuchan gritos de emoción, por lo visto Thomas tiene buena fama por sus cambios en los bailes-. ¡Esta noche las parejas serán elegidas por sorteo!
Los aplausos vuelven a llenar el salón y yo miro a Dalton con cara de pánico
.
-¿Qué pasa?
-Siempre tengo mala suerte con los sorteos -le digo.
-Tranquila, sería mucha coincidencia de cayeras con él, despreocúpate.
Y yo hago todos menos eso. Muevo las piernas nerviosamente mientras Dilary va armando las parejas con unos papeles que hay en dos esferas de cristal, uno con los nombres de las chicas y otros con nombres de chicos.
-Bien...-abre el papel-. Adele Drestrew con... -saca otro papel de la esfera de los chicos-. ¡Wellen Joll!
-Perra -dice Dalton riendo-. Va a bailar con mi chico.
Wellen ríe y la da un beso en la mejilla para ir hacia la pista donde ya Adele lo espera.
-Thomas sabemos que es tu chica pero tú diste la idea para el baile -le dice Dilary divertida a través del micrófono.
Ahora saca un papel de la esfera de los chicos y el corazón se me desboca.
-Kylliam Wesh -dice y mira hacia dónde está Kylliam y yo también lo hago, él sonríe divertido-. Con.... -saca el papel de la esfera de las chicas.
Que no sea yo
Que no sea yo
Que no sea yo
Que no sea yo
-¡Oh! No sabía que ella estaba aquí -y ya eso me da un indicio así que miro a Dalton con pesar y comienzo a caminar hacia la salida-. ¡Eva Toscano!
¡Gracias Dios por ponerme la vida fácil!
Los murmullos comienzan a escucharse pero camino decidida hacia la salida sin mirar atrás.
-¿Eva? -pregunta Dilary-. ¿Estás por ahí?
Ignoro todos sus llamados y sigo con la esperanzas de salir lo más pronto posible de allí, pero entonces me detengo cuando escucho su voz por encima de todos los murmullos.
-¿Huyendo de mi nuevamente, corredora?
Me giro lentamente para encontrarme con unos ojos verdes que me observan con diversión desde la pista de baile. La respiración se me dificulta y siento el mundo girar cuando Kylliam me muestra su sonrisa y me extiende su mano invitándome a bailar. Miro hacia Dalton que sonríe glorioso y me doy cuenta de que el destino no tuvo nada que ver en esto, ellos lo habían planeado.
¡Malditos traidores!
-¿Vienes? -insiste Kylliam-. ¿O me tienes miedo?
Ya veo que lo ególatra no se le quita ni en un millón de años. Me río y lo miro desafiante. Primero muerta antes que volver a ser débil delante de los demás. Agarro mi vestido y camino a paso decido hacia la pista de baile. Escucho aplausos a mi alrededor pero los ignoro caminando entre las personas. Thomas se pone de pie y me ayuda a subir los cuatro escalones y finalmente estoy aquí, frente a él.
-Es bueno volver a verte -me dice Dilary con una sonrisa y me da un breve abrazo.
Llevo mi mirada a Kylliam que ya no sonríe y la desvío hacia la chica que lo acompaña que nos mira bastante confundida.
-Eva -Kylliam me tiende su mano a modo de saludo.
Ahora estamos con formalismos cuando hace dos minutos me decía cobarde. Le hago una reverencia porque después de todo ahora es un rey.
-Majestad -le digo y él se ríe.
Me tiende su mano y no la tomo porque si lo toco justo ahora creo que podría desmayarme. Caminamos uno al lado del otro hacia un lugar vacío en la pista en lo que Dilary continúa armando las parejas.
Ninguno de los dos pronuncia palabra alguna y los nervios me están matando, lo miro por encima del hombro con cuidado para que no se de cuenta y él se mantiene serio mirando al frente.
Me siento incómoda y rara, es como estar al lado de otra persona y no del Kylliam que conocí, no sé a qué voy a enfrentarme ahora que él por lo visto también ha cambiado.
-Sé que hoy ando guapo pero me incomoda que me mires tanto -me dice y suelto un bufido.
-Sigues igual de creído -digo por lo bajo y él me escucha.
-Y tú sigues arriesgándote.
-¿Arriesgándome a qué? -le pregunto.
-Es mejor que no lo sepas.
Los aplausos se escuchan cuando otra pareja queda formada y observo como Dalton sube al escenario y se acomoda junto a la chica, bueno, la novia de Kylliam. Él los mira a ambos y ríe. Muevo el pie con nerviosismo porque ya quiero terminar el maldito baile y largarme a investigar dónde está Jared, hablar con él, lograr que me perdone y volver a mi casa.
-¿Nerviosa, Eva Toscano? -me pregunta Kylliam.
Y no le respondo, ruedo los ojos y sigo con mi movimiento, los tacones resonando en el piso.
-¿Puedes parar de hacer eso? -insiste y niego con la cabeza.
-¡Bien! -se enoja-. ¡Sigues igual de terca! ¿Por qué no te vuelves a largar sin despedirte de nadie como la última vez?
Los miro confundida y mientras sus iris verdes están llenos de furia.
-¿De qué hablas?
-De nada.
Se da la vuelta y se marcha de la pista por la puerta trasera. Dalton, Adele y Thomas miran hacia mi con duda y encojo los hombros sin saber que acaba de pasar. Todo el mundo enfoca su mirada en mi que he quedado sola en medio de la pista.
¡Esto no se queda así!
Me quito los tacones y los dejo parados en el sitio donde estaba antes y corro descalza hasta la puerta por dónde se había marchado mister enojo -hacer el ridículo viene en mi ADN.
Abro la puerta y entro por un largo pasillo que es alumbrado por luces tenues, Kylliam no se ve por ningún lado hasta que finalmente veo una puerta que es cuidada por varios guardaespaldas. Me dispongo a pasar pero uno de ellos me detiene.
-No puede pasar -me dice tomándome por el brazo-. Si majestad no desea ver a nadie.
Lo miro mal, porque ya estoy enojada y que me impida decirle sus cuatro cosas a Kylliam.
-¿Puede decirle que Eva Toscano lo busca? -le pregunto con falsa amabilidad.
-Ya le dije que no quiere ver a nadie -me repite.
Bien, pues por las malas. Retiro mi brazo de su mano y hago un fallido intento por correr hacia la puerta pero es inútil porque otros de los guardaespaldas me agarra y me levanta por la cintura. Comienzo a patalear como una loca intentando safarme pero también fallo. Entonces uso mi arma letal.
-¡Kylliam! -grito-. ¡Sal y da la cara!¡No seas cobarde! ¡Tenlos bien puestos y habla conmigo!
-Señorita por favor -me dice uno de los guardaespaldas y le enseñó la lengua, algo infantil, pero estoy enojada y todo vale.
-¡Maldito imbécil! -vuelvo a gritar-. ¡Sal de ahí!
-Zach -escucho una voz y el guardaespaldas que me sostiene se gira.
La novia de Kylliam aparece frente a nosotros, su mirada es gélida y los demás se ponen en firme con su llegada.
-Baja a la chica -le dice y al instante mis pies tocan el suelo.
-Gracias -le digo y ella asiente.
Después de eso pasa por delante de todos, saca una llave y abre la puerta.
-¿Vienes? -me pregunta.
Bien, aquí está el problema, delante de ella no creo que sea correcto decirle a Kylliam todo lo que quiero pero de todos modos decido entrar porque él puede tener información sobre Jared.
Sigo detrás de la chica y entramos en lo que parece ser una suit -no tenía ni idea de que esto existía-. Dentro hay como una enorme sala con muebles y televisión y en cada lado una puerta que supongo deben ser habitaciones.
-¡Wao! -exclamo y ella me mira con una sonrisa-. No sabía que este sitio existía.
-Es para los reyes, cuando vienen de visita -me informa y asiento.
-¡Kylliam! -grita ella-. Tenemos visita.
Se escuchan unos pasos y la puerta de la derecha se abre, Kylliam aparece con el pelo bastante revuelto, sin chaqueta, solo con la camisa blanca, las mangas recogidas hasta los codos y los tres primeros botones fuera.
¿Por qué tiene que ser tan jodidamente guapo?
Mis ojos se recrean por microsegundos en los que él no se da cuenta de mi presencia y me ordeno a mi misma mantener la compostura.
-Le dije a Zach que no quería que... -entonces me ve y su cara pasa de enojo a sorpresa-. ¿Qué haces aquí?
-Yo la invité -responde la chica.
-¿Y tú por qué hiciste eso? -le pregunta, ella se ríe y niega con la cabeza.
-Estoy cansada de tu mal humor, hermanito, tienen que hablar.
¡Alto!
¿Hermanito?
¿Ella dijo hermanito?
-¿Hermanito? -pregunto y la chica me mira con una sonrisa. Kylliam niega con la cabeza y desvía la mirada.
-Hola Eva -ella se acerca y me da un beso en cada mejilla-. Soy Kayla Wesh, hermana de este pesado, un placer conocerte al fin.
Tierra trágame y escúpeme lejos.
Me quedo de piedra mientras ella me sonríe amablemente. Es su hermana, la hermana de la que habló aquella mujer y a la que su padre quería dañar. ¡Malditos programas de chismes!
-¿Pero...?
Ella parece entender mi confusión y me toma del brazo sentándome junto a ella en uno de los muebles. Kylliam mantiene la mirada sobre nosotras.
-Nadie puede saber que soy su hermana, soy hija ilegítima, hasta que no proceda el juicio de nuestro padre y yo testifique debo mantener un perfil oculto por mi protección -asiento repetidas veces como niña pequeña.
-¡Es genial poder conocerte al fin! -aplaude emocionada-. Creí que nunca conocería a la chica que...
Kylliam se aclara la garganta interrumpiéndola.
-¿Puedes dejar de hablar ya? -ella rueda los ojos-. Creo que ella viene a hablar conmigo ¿O no?
Asiento mirándolo mal y me vuelvo hacia Kayla.
-Tendremos tiempo de conocernos.
-No te emociones K -le dice él-. A lo mejor mañana se va.
-¡¿Quieres dejar de ser un idiota?! -le grito.
-¡Pues no!
-¡¿Se puede saber que hice para que estés así?!
-¡Tal vez largarte sin despedirte!
-¡Siento mucho haberme ido de un sitio en el que no me querían!
El lanza un bufido lleno de rabia y Kayla nos mira preocupada.
-¡En serio me sacas de quicio, joder!
-¡Pues tú a mí también! -me pongo de pie.
-¡¿Entonces por qué estás aquí?! -da dos pasos y se acerca a nosotras pero luego se aleja.
-¡Porque necesito saber dónde está Jared!
-¡¿Regresaste por él?! -pregunta aún más enojado.
-¡Si! ¡Necesito que me perdone!
Él se queda mirándome confundido, pensativo hasta que parece entender algo para si mismo.
-Todo este tiempo ¿Siempre fue él?
Me quedo en silencio unos segundos procesando su pregunta. Pero la rabia puede más que yo.
-Si -le respondo y puedo ver el dolor en sus ojos.
-Bien, Jared está en Paris con James en el proceso de recuperación. Yo mismo te llevaré allí para que finalmente triunfe su historia de amor.
-Kylliam... -intento hablar pero es demasiado tarde. Levanta su mano pidiéndome que me calle.
-No quiero más daños, por favor.
Se da la espalda y cierra la puerta de un tirón mientras yo me lanzo al sofá con los ojos cristalizados. El sentimiento de tristeza llenándome el pecho y esa vocecita que me dice que la acababa de cagar.
Porque Jared me daba seguridad, él era como un lugar seguro mientras estuvo siendo James, cuando estaba junto a él se sentía como estar en casa como ser la antigua Eva. Pero todas las mentiras y engaños destruyeron cualquier cosa que pudiese nacer entre ambos, porque me alejé mientras lo dañaba y no podía verlo a la cara. Porque ahora el me odia y aunque exista el perdón, nada volverá a ser como antes.
Pero con Kylliam era diferente. Él me retaba, me volvía esta chica que no le daba miedo gritar o enfrentarse a cualquier tipo grandote con tal de decir lo que piensa. Me sacaba de mi zona de confort, me hacía olvidar el miedo y centrarme en ser valiente. Lograba sacarme de quicio de una manera extraordinaria y cuando sus ojos conectaban con los míos sentía ese fuego subirme por todo el cuerpo. Si toque era como electricidad para mí y los estragos que le provoca a mi respiración me hacían sentirme débil ante él, aunque nunca se lo demostrase. Kylliam era mi maldita perdición aunque lo negaste todo el tiempo, había caído totalmente por él.
Entonces me di cuenta y una lágrima cayó por mi rostro. Siempre había sido él. Desde aquella noche, aún estando borracha, yo lo había elegido a él.
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