👑 Capítulo 18👑
La noche cae más rápido de lo normal. Kylliam y aquella mujer no han regresado así que no sé si el plan se mantiene en pie o todo se ha cancelado.
Las personas se mantienen conversando, bebiendo y riendo tranquilamente. Mi tío Alessandro de vez en cuando me da una mirada analizadora porque sabe que no me encuentro totalmente bien. Rachel y Angie no paran de hablar y reír mientras Korra las mira con desprecio.
Jared y Gerad se han ido a hablar con unos ministros y se incorporarán más tarde a la cena. De repente Adele y Dalton llegan hasta nosotros con su alegría característica y me toman de la mano con la excusa de llevarme a probar unos dulces que están buenísimos. Mientras nos alejamos me entregan una pequeña linterna.
—Es la hora —me dice Ade y el corazón me empieza a latir como un loco.
—Kylliam te está esperando afuera en el pasillo, Jared está entreteniendo a Gerad y nosotros nos encargaremos de Korra —Dalton habla como espía de una de esas películas que veía con Liv en el cine.
—Es ahora o nunca Eva, esta es tu última oportunidad.
Tomo una profunda respiración y decido sacar todas mis fuerzas para enfrentarme a todo lo que se me viene encima a partir de este momento. Pero entonces Leonard aparece detrás nuestro.
—Majestad ¿Hacia dónde se dirige? —me pregunta y veo como Adele lo fusila con la mirada.
—El príncipe Jared la envío a buscar, quiere verla —le responde Dalton por mi—. Ya sabes, los enamorados.
—Con gusto la acompaño —me dice y da un paso hacia nosotros.
Cielos, que ganas de ahorcarlo. Puedo ver las caras de terror de mis amigos y por supuesto que no pienso permitir que este títere de Korra me arruine los planes.
—¿Quieres ver cómo Jared y yo tenemos sexo? —le pregunté y su cara palideció—. Eso pensé, con tu permiso.
Le doy la espalda y salgo del salón apresuradamente. Camino por todo el pasillo pero no hay ni el mínimo rastro de Kylliam.
—¡Joder Kylliam! ¿Dónde te metiste? —le hablo a la nada.
—¿Me extrañabas? —me dice sonriendo mientras sale de uno de los pasillos que se cruzaba con este.
—¿Todo sigue en pie? —le pregunto nerviosa.
—Vamos.
Me toma de la mano y emprendemos camino hacia la oficina de Korra. Todo el castillo se encuentra vacío ya que todas las personas están en el salón principal. Cuando llegamos a la oficina de Korra las puerta están cerradas, pero él saca una llave de su bolsillo y abre al instante.
Entramos y el corazón se me quiere salir del pecho. Él no pierde tiempo y empieza a rebuscar con su linterna por todos lados, pero yo me he quedado como estatua de pie sin hacer nada. Estoy procesando todo.
—Venga Eva, tenemos que apurarnos —me dice.
Asiento nerviosa y camino hacia el escritorio comenzando a rebuscar, tengo un muy mal presentimiento con todo esto.
—No encuentro nada —Kylliam bufa con rabia—. ¿Y tú?
—Tampoco.
Continuamos rebuscando pero sin éxito alguno, mis esperanzas comienzan a caer lentamente.
—Sabía que estabas mintiendo —Leonard aparece en la puerta con una pistola y el corazón me da un salto cuando apunta directamente hacia mi, aún no he visto a Kylliam que se encontraba buscando en los estantes de la esquina.
—Abuela me dijo que no podía dañarte, pero un bala en un brazo no causa tanto daño ¿Verdad? —tiene una sonrisa diabólica dibujada en su rostro y el miedo me consume por dentro.
—Un golpe en la nunca tampoco —dice Kylliam dándole con un búcaro en la parte de la cabeza y haciendo que caiga inconsciente en el suelo.
Corre hasta mi, me envuelve en sus brazos haciendo que una ola de calor me recorra el cuerpo y siento que el aire regresa a mis pulmones.
—¿Estás bien? —me pregunta y asiento incapaz de hablar.
Sus manos toman mi rostro y me miran con tristeza.
—Lamento haberte puesto en riesgo, tenía que haber entrado solo.
—Yo necesito hacer esto —le digo y una lágrima rebelde cae por mi mejilla.
—Si todo se resuelve ¿Te casarás con él de todas formas? —me pregunta.
—¿Que pasó entre ustedes?
—Yo...me alejé y él también. Jared tiene secretos Eva, secretos que lo perturban y lo convierten en alguien que no es, alguien peligroso.
—No es su culpa —le digo.
—Sé que no es su culpa, pero casi lastima a mi hermana, nunca he podido perdonárselo y él... —se lleva las manos a la cabeza—. Es su secreto, no puedo contarlo.
—Sé cuál es su secreto Kylliam —le digo y me mira confundido—. Sé que Jared piensa que asesinó a su madre cuando era pequeño.
Kylliam me mira totalmente sorprendido y sigo hablando porque necesito sacar esto de mi sistema, necesito que si todo se va a ir a la mierda después de esto que se vaya bien entonces.
—Tú... ¿Cómo sabes eso?
—Escuché a Gerad —siento las sirenas de la policía desde fuera—. Lo escuché hablando con Korra de lo que pasó esa noche. Jared no mató a su madre, fue él, Gerad. La envenenó para deshacerse de ella, James vió todo y por eso el y Korra se encargaron de alejarlo y esconderlo en algún lugar para que no contase nada. El hermano de Jared no murió, está vivo.
Kylliam tensa la mandíbula y aprieta sus puños.
—¿Qué tiene que ver Korra en todo esto? —me pregunta.
—Ella y Gerad son amantes.
Se lleva la mano a la cabeza y niega con rabia. Mi llanto no tarda en aparecer y siento que merezco ir al infierno por ocultar la verdad por tanto tiempo.
—Aquí están tus documentos, Eva Toscano —Jared entra repentinamente a la oficina con los ojos llenos de lágrimas y lanza una carpeta en la mesa—. Ya puedes largarte por donde viniste y no regresar más.
Lo miro y sus ojos destilan rabia, ni siquiera me ve, lleva a su mirada a Kylliam que habla.
—Escuchaste todo —deduce y yo miro hacia Jared que mantiene los puños cerrados y la mandíbula tensa por la rabia.
—Jared yo...
—¡Cállate! —me grita y Kylliam me toma de la mano—. ¡¿Por eso casi no me hablabas verdad?! ¡¿Por qué todo este tiempo fuiste una puta mentira?!
—Yo no...
—¡Cállate! —grita más fuerte y salto por la conmoción, Kylliam me arrastra hacia su espalda.
—Jared, basta, estás muy alterado, no puedo permitir que le hables así.
—¿Sabes lo mal que lo he pasado mi vida entera Kylliam?
Él no responde.
—¡Esto es una maldita mierda! —lanza todo lo que hay en la mesa al suelo.
Intentó calmar mi llanto pero es algo imposible. Adele y Dalton entran a la oficina seguidos de mi tío Alessandro. Jared los mira y sin decir palabra sale de la oficina. Suelto mi mano de la Kylliam y voy detrás de él pero no consigo alcanzarlo.
—¡Jared, por favor, déjame explicarte!
No me responde mientras sigo llamándolo y camino detrás suyo. Llegamos a la entrada de la escuela donde las patrullas de policía se encuentran estacionadas y Korra junto a Gerad conversan con el detective.
—¡Deténgalos! —le dice Jared al oficial con rabia—. ¡Ahora mismo!
Dos policías se acercan a Korra y la esposan pero no a Gerad que mira a su hijo confundido.
—¡A ambos! ¡Detengan al rey en este mismo instante! —grita más fuerte.
—¿Hijo que pasa? —le pregunta Gerad.
Kylliam, Adele, Dalton y mi tío llegan detrás mío.
—¡¿Hijo?! —suelta un risa—. ¡Hijo al que mantienes secuestrado en algún sitio, maldito asesino!
Gerad lo mira sorprendido y puedo ver la tristeza atravesando sus ojos.
—Jared no sé que te dijo la loca de mi nieta pero no es verdad —suelta Korra que se mantiene esposada junto a los oficiales.
—¡Tú te callas! —le grita Jared.
Camina hasta Gerad hecho una furia y lo agarra por el cuello.
—¡¿Dónde está mi hermano?! —le grita con rabia.
—Yo...
El puño de Jared impacta contra el rostro de su padre y me quedo asombrada viendo todo esto, porque jamás creí verlo de esta forma.
—¡¿Dónde está James, maldita sea?!
—¡Está en Indonesia! —grita Korra—. En un hospital psiquiátrico, no le pongas otra mano encima a Gerad.
Jared mira a su padre con odio mientras las lágrimas de Gerad caen por su rostro. Demasiado tarde para sentirse mal.
—¿Mataste a mi madre?
Todos los oficiales miran la escena con asombro y el detective observa al rey. Gerad baja la cabeza.
—Si.
Jared se da la vuelta con una mirada llena de odio, mientras las lágrimas caen por su mejilla.
—Rey Gerad que da detenido por el asesinato de la reina Hellen y secuestro del principe James, tiene derecho a un abogado y todo lo que diga puede ser usado en su contra.
—¡Vas a pagármelas Evangeline, te prometo que esto no termina aquí, querida nieta! —me grita Korra mientras la entran en el auto de la policía.
Jared pasa por nuestro lado y se detiene, no me mira, sus ojos totalmente enfocaban al frente.
—Ya puedes irte, tu padre será liberado dentro de poco, no quiero volver a verte por aquí.
El corazón se me quiebra en mil pedazos y él sigue su camino sin mirar atrás. Kylliam se acerca y toma mis manos.
—Ya se le pasará —me dice pero yo estoy segura de que no será así—. Debo ir con él y tratar de que no cometa locuras. ¿Vas a estar bien?
Sus ojos verdes me miran con cariño, iba a extrañarlo tanto, a todos, a Nardinkath.
Asiento y me besa los nudillos antes de alejarse. Angie y Rachel llegan con cara de preocupación pero ya todo ha terminado finalmente.
Soy libre, pero me sigo sintiendo como la mierda.
Dalton y Adele se acercan a mi con ojos llorosos.
—Vas a irte ¿Verdad? —me pregunta Dalton y asiento.
Los tres nos abrazamos y siento que un pedazo de mi se queda con ellos.
—¿Pueden cuidar de esos dos? —ambos rieron—. No dejen de escribirme por favor, voy a extrañarlos.
Ambos asienten, tío Alessandro junto a Angie y Rachel se acercan. Él tiene la carpeta con las pruebas que demuestran la inocencia de mi padre en las manos.
—Es hora de regresar a casa —me dice con una sonrisa—. La pesadilla se ha acabado.
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