~CAPÍTULO 37~
Jeison
El momento que tanto había estado esperando, había llegado, por fin volvería a tener a Shanea entre mis brazos, por fin la volvería a hacer mía. Me encontraba escondido en una de las habitaciones al lado de la que había perdido, a lo lejos pude divisar la silueta de Shanea acercándose dudosamente a la habitación, en su rostro habían señales de lágrimas las cuales había trato de limpiar dejando solo algunas secas en sus suaves mejillas, sabía muy bien que había hecho hasta lo imposible para negarse ante su jefe, ella no era de las chicas fáciles que rápidamente se metían a la cama de un hombre a cambio de dinero, por esa razón había sido tan difícil convencerla.
Una vez que estuvo dentro de la habitación, me acerqué rápidamente sin hacer mucho ruido, la podía observar dudando del lugar en el que estaba, pues había mandado a decorar el lugar exclusivamente para ella; algunos globos, regalos y rosas eran las cosas que se encontraban allí, haciendo que todo luciera como una luna de miel. Shanea dio media vuelta dispuesta a irse creyendo que estaba equivocada, pero pude ver la sorpresa en su rostro cuando se percató de mi presencia, sorpresa que trató de disimular endureciendo sus facciones.
—¿Qué haces aquí? —preguntó seriamente tratando de controlar su enojo.
—Vine por ti. —aseguré mientras sonreía.
—No digas estupideces, ahora lárgate, debo trabajar. —dijo mientras trataba de salir de la habitación.
—¡No! —grité tomándola rápidamente del brazo evitando que siguiera caminando.
—¡No me toques! —exclamó quitando su brazo de mi agarre.
—No me pidas algo imposible, ya pagué por ti. —musité sintiéndome enojado.
—Eso debiste haberlo pensado antes de engañarme y follarte a otra. —murmuró acercándose sigilosamente a mí.
—Yo jamás te engañé —susurré—. Tú eres la única mujer con la que he estado y la única con la que quiero estar.
—No te creo. —dijo entre dientes mientras hacía una mueca de ironía.
—¡Ya vasta! Por favor ¿Crees que es fácil para mí recordar aquella noche en la que te encontré masturbandote? ¿Crees que es fácil tener que alejar esos pensamientos que me calientan cada noche porque no te tengo junto a mí? —susurré nuevamente acercándome a ella—. Eres mía Shanea, soy el único que pude hacerte gemir hasta volverte loca y no te voy a dejar ir hasta que te corras de mil maneras diferentes.
Después de haber dicho las últimas palabras llenas de deseo y lujuria, podía observar el cuerpo de Shanea tensarse al frente, posiblemente imaginase todo le que le iba a hacer en ese preciso momento, la haría mía sin dudarlo, quería que su último recuerdo de mí, fuera éste, donde nuestros cuerpos se acoplarian volviéndose uno solo.
Estos capítulos serán igual que los anteriores, solo que desde la perspectiva de Jeison 💜
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro