~CAPÍTULO 31~
Jeison
Había cogido la costumbre de siempre dormir solo, me parecía que era más cómodo y se podía descansar mejor. Al menos eso era lo que pensaba hasta que pasé las mejores noches junto a Shanea, tenerla conmigo me hacía sentir realmente bien, sentía que podía protegerla de todo peligro, cuidando sus sueños mientras admiraba su bello rostro. Me había comportado como un total idiota, la había dejado sola en el momento en el que ella más me necesitaba, que imbécil, había huido del problema como un cobarde, iba a entender si ella no quería verme, después de todo, ni yo me perdonaría.
Seguía dando vueltas en la cama sin querer abrir los ojos, estiré mis brazos para tomar ánimos y fue ahí donde sentí a alguien a mi lado. Recordaba muy bien haber discutido con Shanea, entonces ¿Con quién había pasado la noche? Abrí mis ojos con temor a encontrarme una mujer desnuda, había tomado mucho la noche anterior y probablemente había metido la pata ¡Me odio! Sí era así, jamás podría volver a mirar a Shanea a los ojos.
—No seas tímido Nataniel, abre tus ojos y mírame. —susurró aquella voz que tanto odiaba.
—Mierda. —dije mientras me levantaba rápidamente de la cama— de todas las mujeres tenías que ser tú ¿Pero cómo pasó esto?
—Estabas muy dolido por lo de tu padre y esposa, te refugiaste en mis brazos buscando algo de calor y entre gemidos y caricias me hiciste tuya. —musitó recordando todo con mucha pasión— querías un un hijo mío Nataniel y eso te pienso dar.
—Yo no recuerdo nada de eso. —afirmé— y si realmente pasó así, solo fueron efectos del alcohol. Jamás me acostaria contigo estando sobrio.
—¡¿Cómo puedes decirme eso?! —gritó—. ¡Me hiciste tuya! No puedes desecharme como un trapo sucio.
—Amo a Shanea y no la pienso perder por una calentura de una noche. —comenté para luego salir de la habitación.
—¡Pagarás por eso Nataniel! —gritó.
Entré al baño que le pertenecía a mi padre, me di una ducha rápida, me vestí y salí para la casa de Shanea, debía pedirle perdón por ser un idiota, por dejarla sola y sobre todo, por dejarme llevar de las copas y terminar en la cama follando con la mujer que más odio. Sabía que no me iba a perdonar, que probablemente la perdería para siempre, pero al menos sabría que lo había intentado y que había sido sincero con ella.
La casa de Shanea no quedaba muy lejos de la mía, así que en mi auto pude llegar muy rápido. Salí de éste y empecé a tocar la puerta de la casa que yo les había regalado, pero por más fuerte que lo hice, nadie me abrió. Una señora de gran edad, la cual sostenía un bastón para no caerse, me miraba fijamente, le quería preguntar cuál era su problema, pero ella habló primero.
—La familia que vivía ahí salió muy temprano de la casa. —informó con voz temblorosa.
—¿Sabe si se llevaron algo? —pregunté desconcertado.
—Solo maleta con ropa y no mucha, lo demás está ahí adentro.
—Muchas gracias anciana.
Voten y comenten mis amores.
¿Cómo les ha parecido la historia?
⁉️
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