Shanea

No sabía realmente que era lo que estaba pasando, mi cabeza daba mil vueltas en en segundo y no podía sostenerme de pie por mucho tiempo. Jeison se encontraba en la misma situación que yo y realmente era muy gracioso, sabía controlarse mejor que yo, pero igual se le notaba lo ebrio que estaba. Por una extraña razón que no sabía explicar, me empecé a acercar a él mientras lo miraba de arriba a abajo, era muy guapo y sexy, era la primera vez que veía a un chico así o simplemente eras los efectos secundarios del alcohol, era lo más probable.

—¿Qué estás haciendo? —preguntó con voz extraña.

—Lo que debimos de... De haber hecho hace días. —respondí mientras sonreí.

—Espera —susurró mientras tomaba mi rostro— ¿Y si nos arrepentimos mañana?

—Ese será un problema para mañana, disfrutemos hoy.

Me acerqué a él por completo y empecé a besarlo apasionadamente mientras quitaba su camiseta, Jeison tardo un segundo en reaccionar, pero luego siguió mi juego y empezó a quitar mi ropa poco a poco. Entre besos, caricias y otras cosas más, llegamos a la cama, cama que sería testigo de nuestra noche de país.

Sus labios recorrían cada rincón de mi cuerpo, dejaba castos besos sobre éste haciendo que por mi piel pasara una descarga eléctrica que me hacía desearlo más. Mis piernas temblaban con la misma intensidad con la que él me hacía suya, estaba deseando tanto que éste momento llegará y ahora que había llegado, lo estaba disfrutando al máximo. Con sus manos fuertes y grandes, tocaba mis pechos con suavidad haciendo que mi pezón se endureciera de inmediato, lo deseaba demasiado y eso solo aumentaba mi placer.

Sus besos siguieron hasta llegar a mi cuello donde dejó pequeñas marcas marcando su territorio, yo era de él y él era mío. Después de unos segundos, sus labios se volvieron a unir con los míos ahogando mis escandaloso gemidos, su mano derecha estaba en mi cabeza jalando un poco mi cabello sin hacerme daño y su mano izquierda, estaba sobre mi pierna mientras la alzaba para que su miembro pudiera estar más y más adentro.

—Eres exquisita mi pequeña. —susurró en mi oído haciendo que mordiera mi labio inferior, ese hombre sabía cómo prenderme— quiero que seas mía para siempre.

—Siempre seré tuya —susurré de la misma forma que él—. No quiero estar con nadie más.

—Tampoco te lo permitiría —sonrió con superioridad— ¿Te gusta? —pregunto entrando más en mí.

—Oh Dios, sí —gemí—. Lo haces muy bien para ser tu primera vez.

Jeison aumento su velocidad envolviendo mi cuerpo en una manta de placer, un placer delicioso que solo nosotros podíamos entender. Él se acostó en la cama mientras respiraba con dificultad, yo me subí sobre su regazo tomando su miembro con mi mano, introduciéndolo rápidamente en mi interior. Empecé a dar pequeños saltos mientras Jeison me tomaba de la cintura para manejar la velocidad que deseara, su rostro estaba totalmente mojado al igual que todo su cuerpo, el sudor excesivo solo me daba a entender que estaba a punto de llagar a su punto máximo.

Jeison tomó firmemente mis caderas y empezó a moverse haciendo que una ola de sensaciones atacar mi zona íntima. Gemía más que hace unos cuantos minutos, gemidos que se complementaban con los de él.

—Oh pequeña. —gimió— me encantas.

—Y tú a mí. —murmuré

Lo siguiente que sentí, fue el líquido caliente que llenaba mi cavidad por completo, se sentía tan bien que olvidé por completo que debí haber utilizado protección.

Tontos 🤦🏻‍♀️🤦🏻‍♀️🤦🏻‍♀️