Shanea

Me desperté de golpe al sentir como el agua empezaba a tocar mi nariz y dejarme sin respiración. Rápidamente salí de la tina y empecé a secar mi cabello mientras recordaba aquel extraño sueño que había tenido. Era un adolescente muy diferente a como era aquí, físicamente claro, tenía una amiga traicionera que se había acostado supuestamente con mi novio, no pude evitar reír al recordar ese estúpido sueño, yo no tenía amigas porque nunca tuve tiempo y mucho menos tenía un novio, algunas personas solían decían que los sueños algunas veces predicen vidas pasadas o futuras, personalmente no creo en eso.

Salí del baño después de ponerme una bata para dormir y me dirigí al pequeño balcón el cual tenía una vista maravillosa, la luna brillaba con más intensidad, nunca en mi vida la había visto así o tal vez no le había prestado mucha atención, en ese momento no pude evitar sentir una presión extraña en mi pecho como si fuera una advertencia, como si algo malo fuera a pasar y me rompería el corazón en mil pedazos, lo primero que pensé fue mi familia, rápidamente tomé un abrigo y me dirigí a la puerta, pero ésta se abrió dejándome a la vista a Jeison.

—¿A donde vas con tanto afán? —preguntó curioso.

—Tengo que ir a ver a familia, algo malo está ocurriendo. —respondí algo alterada. Él solo sonrió y me entregó un sobre.

—Es una carta de tus padres —musitó—. Puedes leerla y saber si están bien o no.

—¿Cómo sabré que es real? —lo miré con el ceño levemente fruncido.

—Está escrita a mano ¿Acaso no reconoces la letra de tus padres? —bufó.

Suspiré con pesadez y abrí el sobre sacando la carta en su interior, claramente era la letra de mi madre, no pude evitar sonreír mientras algunas lágrimas caían por mis mejillas. Me senté en el borde de la cama al igual que Jeison y empecé a leer la carta mentalmente imaginando la dulce voz de mi madre.

Carta.

Hija mía, me hubiera gustado despedirte personalmente ¿Por qué no nos habías contado sobre tu nuevo trabajo fuera del país? Nosotros nos hubiéramos alegrado, siempre serás nuestra pequeña y te apoyaremos en cualquiera de tus desiciones, solo espero que no descuides tus estudios, mereces un gran futuro y solo así lo tendrás. 

Tu padre está muy bien, gracias a tu novio el cual ha pagado fielmente las cuentas de los medicamentos ¿Por qué nunca hablaste de tu novio? Nos hubiera alegrado saber que un hombre tan generoso está contigo. Por tu hermana tampoco desesperes, aquel chico también está pagando el hospital y pronto le darán de alta. Recuerdanos siempre y de vez en cuando ven a hacernos una visita.

Con amor
Tu madre.
Te quiero hija mía.

Fin

No pude evitar seguir llorando, estaban bien y eso era lo que importaba, incluso estaban mejor que cuando yo estaba con ellos, no sé por qué o cómo, pero abracé a Jeison fuertemente mientras susurraba un gracias, había hecho a mi familia feliz, pero aún tenía una duda ¿De qué era el presentimiento? Algo malo estaba a punto de ocurrir.

¿Qué creen que vaya a pasar?
Los leo ♥♥