Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

☀Postres y cerezas. ☀

Rodrigo.

Siento pena por el pobre mesero que por cosas de la vida ha terminado sirviéndonos, de seguro se estará quejando con sus compañeros cada vez que llega a la cocina con una nueva orden y es que después del plato principal, Jaclyn se ha dado el lujo de pedir toda clase de postres a pesar que le he advertido sobre la gran cantidad de dinero que saldría en la cuenta.

—¡Nunca es suficiente! —exclama sin dejar de sonreír como psicópata.

El mesero deja el nuevo plato con una tarta ante la animada chica y se retira tratando de mostrar una sonrisa amable.

—Es el sexto postre que comes, te va a dar diabetes...

—Y me voy a morir —me interrumpe—. Pero moriré feliz.

—Has consumido mucho dulce y las malas lenguas dicen que eres tremendamente loca cuando te excedes con ello —. Digo mientras estiro mi tenedor hacia el plato de ella robando la cereza.

—El hecho de que hable de más no significa que este tan mal de la cabeza —se defiende—. ¿Por que no pediste postre? Te comiste mi cereza, la estaba dejando para el final —chilla fingiendo angustia.

——Me han dicho otras cosas aparte de tu lengua desenfrenada —sonrio— y con respecto a pedir más ya te dije que saldrá carisima la cuenta.

——¿Que te han dicho de mi? De seguro ha sido Miriam la que abrió la boca ¿no es así? Y ya te dije que nunca es suficiente.

—Todos en el trabajo hablan de tu comportamiento... ¿Ya caíste en cuenta que estamos hablando sobre dos temas?

—¡Osea que soy la sensación del momento! —grita ganandonos las miradas molestas de las parejas que están cerca— Y obvio que me he dado cuenta, es tu culpa por comerte mi cereza —. Añade poniendo los ojos en blanco.

Parece poseída.

—Eso último se oyó con un doble sentido —susurro inclinándome hacia ella mordiendo mi labio inferior.

—¿Y hasta ahora lo captas? Ya lo había mencionado no hace mucho —dice copiando mis acciones.

—Claro criatura, pero estábamos iniciando un pequeño debate respecto a tu excesivo consumo de azúcar.

—¿Que debate? ¡Me dijiste criatura!— dice echándose a reír y volviendo a su puesto—. Pensé que ibas a decir linda, preciosa o algo parecido.

—Admitelo, "criatura" es más creativo y más interesante.

—Rodrigo, éstas loco.

—Pues yo pienso que las mujeres son las únicas que padecen de locura.

—No lo creo —dice pensativa—, también los hombres pueden estar locos, pero algunos son aburridos.

Jaclyn comienza a devorar su porción de tarta demasiado alegre, yo la contemplo detenidamente mientras analizo un poco de lo que me dijo, puede que tenga razón, toda persona existente tiene algún tornillo mal puesto, pero no cualquier chifladura es interesante u original... Creo que Gladys hizo bien en juntarnos, bien pensado Gladys, bien pensado.

El violinista que ha estado entonando sus melodías, comienza a pasearse cerca de algunas mesas como queriendo demostrar su talento con los clientes. Algunos aplauden y otros lo ven con admiración. No tengo conocimiento alguno sobre esa clase de instrumentos, pero sé que el hombre hace bastante bien su trabajo, esmerándose con cada nota dando un ambiente acogedor y para nada aburrido.

—Rodrigo —me llama Jaclyn— ¿Puedes llamar al mesero?

—Si es para pedir otro postre, no.

—Es que se acabó la botella de vino.

Levanta la botella que en efecto está vacía y ya no queda nada en nuestras copas. Niego con la cabeza cruzandome de brazos.

—No seas tacaño —protesta haciendo un puchero.

—Saldrá muy elevada la cuenta.

—Pero no la pagarás tu.

—Pero no deberías aprovecharte.

—Bueno, bueno, está bien, terminaré de comer y ojalá no me atragante.

Por alguna razón lo que dijo me hace reír.

—Jaclyn ¿como es que estas delgada? —me animo a preguntar— ¿Prácticas algún deporte?

—Si te refieres a ir al gimnasio, correr por las mañanas, jugar fútbol, practicar karate y cosas por el estilo, pues la respuesta es no.

—Entonces, ¿que es lo que haces?

De nuevo aparece su sonrisa de loca, se inclina un poco hacia mi y dice lentamente:

—Tengo sexo salvaje..., muy salvaje... Fin de la historia —Se acomoda de nuevo estudiando mi reacción y se echa a reír.

Estoy perplejo, no pensé que me respondiera con eso, pero mis bajos instintos reaccionan a su respuesta y mi mente comienza a imaginar cosas aparte que no las creo aptas para este momento.

—Es en serio —dice dando un bocado a su postre.

Le voy a responder pero aparece el violinista ante nosotros entonando una nueva canción... melodiosa, atrapante, suave y seductora. Jaclyn lo mira como si estuviese viviendo un sueño hecho realidad, con la boca abierta manchada con turrón y los ojos desorbitados adentrados entre los enigmas de las notas. Por mi parte sólo pienso en lo afortunado que ha de ser en novio de esta adolescente y trato de alejar los pensamientos sucios que se activaron gracias a su respuesta.

❄❄❄

La chica sale del restaurante dando saltitos infantiles, mientras yo la sigo aun asombrado sin poder creer que me he calentado tan rápido por una frase de lo más normal.

Sexo salvaje.

Increíble... increíble.

De pronto, reparo en el vestuario que ella lleva: un corto vestido beige con brillantes, medias moradas y zapatillas de diferente color cada una— naranja y verde, precisamente — , sin duda alguna su llamativa vestimenta da un contraste diferente con su sencillo físico pero es evidente que desencaja con la temática del lugar.

— ¿Ese es tu concepto de vestuario de etiqueta? —le pregunto.

—No, pero era lo más decente que encontré?— se gira hacia mi, riendo suavemente.

—Si tú lo dices... Hey, te llevo a tu casa.

—Eh, mejor caminaré, no es tan lejos, aparte mis papás son la peor pesadilla para todos los hombres. No me pasará nada—asegura—. Mejor te daré mi número y me llamas más tarde.

—Esta bien, no insistire por esta vez— digo extendiendole mi celular——. Por cierto, creo que eres interesante, la pase bien a pesar de tu glotonería.

—Yo no soy interesante, yo soy genial— contesta mientras agenda su número—. También la pasé excelente a pesar de que me prohibieras comer más.

—De acuerdo, deberíamos salir en otra ocasión y pagaré todos los postres que quieras —propongo.

—Podría darme diabetes.

—Pero morirías feliz.

—Tienes razón, moriría feliz —ahora sus labios se curvan con coquetería.

Me da mi celular y de la nada se lanza a mis brazos y se estira un poco para plantar un beso en mi mejilla. Decido corresponderle el abrazo, sin segundas intenciones aunque mi cuerpo dice todo lo contrario, realmente lo contrario.

—Rodrigo..., tu..., siento..., la tienes dura —dice riendo y separándose —No te emociones demasiado rápido, de seguro fue por mis inocentes comentarios.

¿Inocentes? Si, ajá.

—Puede ser —afirmo sin avergonzarme— Tienes un novio afortunado.

—¿Que novio?

—¿Acaso no tienes novio?

Jaclyn sacude su cabeza.

—Los novios no existen para mi, de hecho mis sesiones de sexo salvaje ocurrían con mi vecino— Esa frasecita—, pero el se fue del país hace dos semanas, por lo tanto estoy engordando un poco.

—¿No quisieras practicarlo conmigo? —la pregunta sale de mi boca sin pensarlo, vaya, que descontrolado me volví de un rato a otro.

—Apenas esta noche estuvimos muy cercanos, pero si quieres mi cereza deberías ser mi amigo, tal vez así cambio de opinión.

Y dale con la cereza

Una pareja que recién sale del restaurante parece escuchar las palabras de Jaclyn, reaccionando horrorizados.

—Estos muchachos de hoy, tan indecentes y fornicadores —comenta de forma despectiva la mujer.

Jaclyn gira su cabeza hacia ellos molesta. Parece la niña del exorcista.

—Usted y su amante van a ir a practicar todo el kamasutra en un motel barato, así que guardese sus comentarios —señala con bastante orgullo en su voz.

La pareja reacciona como si acabaran de descubrir su secreto y se retiran refunfuñando. Ambos nos carcajeamos y proseguimos con nuestra charla.

—¿Esto es un reto? —pregunto con malicia en mi voz.

—Tomalo como quieras —me guiña un ojo.

—Será un reto entonces.

—Bueno, como sea, me voy, nos vemos en el trabajo.

Se lanza a correr en dirección opuesta perdiendose entre la multitud de personas y automóviles de la ciudad.

Vaya, ahora creo que parezco desesperado.

Y el azúcar definitivamente afecta a Jaclyn.

❄❄❄❄❄

¡Y aqui esta el nuevo capítulo!

Aprovecho a agradecer a todos ustedes que han leído esta historia y agregado a sus hermosas lista de lectura, de verdad muchísimas gracias.

También a los que han votado y me han dicho sus opiniones. Gracias, gracias, gracias. *-*

Se que tendré uno que otro error de ortografía, pero sigo aprendiendo y tratando que sea entendible para todos. c:

Y bueno, ¿que les pareció este capitulo? Por cierto, me inspiré al gran hambre que he tenido toda esta semana (me prohibieron comer demasiada grasa). :'v

Es horrible, es horrible...

Pronto, muy pronto traeré el siguiente capítulo (eso espero).

:v
❄❄❄❄❄

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro