Rodrigo.

Frustrado.

Diablos, es que mi día se ha vuelto un caos a causa de esa obsesión Lola esta presentando.

Ahora, si pudiera, iría tras Jaclyn para explicarle y hacerla entender que Lola no puede gobernar en mi vida. Pero tengo que resolver este asunto justo ahora.

—Dolores —.Tengo su brazo aprisionado, lo peor es que a ella parece gustarle— No eres ni mi novia, no soy de tu propiedad, no puedes exigir quien o no puede verme.

Estoy conteniendo mi ira para ser sincero, ella no parece entender pues solo sonríe, muerde sus labios, observa mi entrepierna. Diablos, ¿por que precisamente Lola no se pudo fijar en otro chico?

—¿¡Entiendes lo que te digo!? —exclamo molesto pero bajando la voz para que los vecinos no salgan de nuevo.

—Lo único que entiendo es que yo debo estar junto a ti —dice mordiendo su labio inferior—  Nadie lo va a impedir.

De verdad, ella es guapa pero no quiero una completa obsesionada tras de mi.

—Si, hay alguien que te lo puede impedir —espero que tenga resultado— esa es Raquel.

—¿Tu hermana? No, ella se que aceptaría que yo fuera tu novia.

—A ella le fastidia que sus amigas quieran algo conmigo.

Así es, mi hermana mayor es un poco posesiva y odia cada vez que alguna de sus amigas mencionan algo sobre mi, mucho mas si alguien pretende tener una cita conmigo.

—Rodrigo, yo te amo

Eso es peor de lo que imaginé.

Busco mi celular entre los bolsillos de mi pantalón, cuando lo encuentro marco a Raquel y pongo la llamada en altavoz.

—¿¡Qué quieres, joder!? —"saluda" mi hermana.

Debo admitir que no tiene tanta paciencia.

—Hola hermana querida, tanto tiempo sin hablar —saludo jovial.

—Ya dime qué se te ofrece, tengo cosas por hacer —dice irritada.

—Adivina con quien estoy.

—¡Te digo que tengo cosas por hacer y tú quieres que adivine con quien diablos estás! Rodrigo, dentro de cinco minutos iré al spa, después tengo que traer a Sasha del veterinario, luego, al llegar a casa tendré que hacer la cena ¡Y tu vienes a molestar con tus llamadas!

—Nah, tu me extrañabas hermanita, pero esta llamada es importante.

—¿Importante? —su tono cambia por completo— ¿Qué pasó? ¿Tiene algo que ver con papá? ¿Mamá enfermó? ¿Qué pasa Rodri?

—No, ellos están bien.

—¡Entonces ya dime que ocurre! —exige.

Lola esta a la defensiva, ella conoce bastante bien a mi hermana tanto para saber el resultado de esta llamada.

—Lola esta acosandome y amenazó a una de mis amigas a alejarse de mi. ¿Y sabes por qué? Pues la señorita aqui presente dice amarme.

—Pero es la verdad, yo te amo —susurra Dolores, mientras apretó mas su brazo para que haga silencio.

—¿Lola, estas allí?

—Si, aqui estoy Raquel —contesta tragando saliva.

—Bueno amiga —Se que ella esta conteniendo su ira, su respiración es entrecortada porqué también sé que cuenta hasta diez para calmarse— Rodrigo es mi hermano, sabes muy bien que él no puede estar con ninguna de mis amigas porque esa es la ley no escrita de las amigas: "No te metas con el hermano de tu amiga". Y tú eres mi amiga y estoy repitiendo a propósito la palabra "amiga" para que te quede claro... ¡¡No te metas con mi hermano, joder!!  ¡Eres mi amiga, Lola! —termina por enloquecer.

—Raquel, tu hermano me vuelve loca, yo lo amo, sueño con el todas las noches, lo quiero solo para mi, lo cuidaría con mucho amor. Dame una oportunidad con él, no me exijas que me aleje —suplica.

—¡No pidas eso! Yo no siento nada por ti, Lola —digo molesto.

—Lolita, estoy segura que eres buena chica, pero ya te he dicho que Rodrigo es intocable para mis amigas, no lo hagas tan difícil y dejalo en paz. —dice Raquel.

—Con el puedo ser feliz —comienza a llorar.

Dejo de aprisionar el brazo de Dolores. Esta haciendo un río de lágrimas y a mi no me gusta que las mujeres lloren.

Pero no seré débil esta vez.

—No gobierno en la vida de Rodrigo, aunque claro como me gustaría hacerlo para ordenarle que deje de comprar tanto libro de terror, pero es su vida y lo único que le he exigido es que no se le ocurra tener "algo" con mis amigas. Y no digas que con ese imbécil puedes ser feliz porque en realidad, la felicidad no depende de alguien más sino de ti. —las palabras de mi hermana fluyen tranquilamente.

—No es tan sencillo como parece. ¡Rodrigo es el amor de mi vida! —exclama Lola al teléfono — Lo amo demasiado y el muy tonto prefiere revolcarse con una chica poca cosa  que ni siquiera tiene estudios universitarios, que se viste como loca de circo y...

—¡No hables mal de Jaclyn! —la interrumpo  enojado.

—Por eso mismo digo que no te metas con él, tu no lo mereces y eres mi amiga. Si Rodrigo quiere estar con una monja o con la puta de Babilonia ya no es mi problema.

—Raquel sólo quería que Lola tuviera en claro que a ti te molesta. Te perderás tu cita en el spa.

Se escucha un grito molesto por el celular.

—¡No, no y no! ¡El spa! Todo es por resolver tus asuntos ¡Agh! Me voy, saludame a mis papás y tú, Lola, sigue con tu trabajo y no acoses a Rodrigo, fíjate en alguien mas como por ejemplo en el chico soltero de la 221 pero ya no pienses en mi hermano. Y tu Rodri, deja de ser tan irresistible para mis amigas, ponte una bolsa de papel para que no de fijen en ti.

—Gracias Raquel, saluda a tu esposo por mi —digo y cuelgo.

Aun así, Dolores me observa desafiante.

—No va a ser tan fácil olvidarme de ti, vas a ser mio y si Jaclyn o cualquier otra chica  quiere algo contigo verán arder el infierno.

Y se va, sin dejar de mirarme como si no hubiera comido por una semana.

¿Y ahora que hago? ¿Por quien debo de ir? ¿Por Amaranta o por Jaclyn? Porque si algo es cierto, tengo que aclarar tal asunto con ambas, pero ¿con quien ir primero?

Sin esperar tanto, bajo al parqueo por mi auto, conozco el camino que Jaclyn recorre aunque desconozco qué casa es exactamente y sé perfectamente la dirección de Amaranta.

¿Por quien voy, diablos?

¿Debería temer las amenazas de Lola? Porque estoy dudando sobre su capacidad de atrevimiento, pero también sé que no debo de acobardarme.

Enciendo mi auto pensando todavía por quien ir. ¿Por qué es tan difícil esta decisión?

Comienzo a conducir aun sin saber que dirección tomar.

Tal vez alcance más rápido a Cliny.

Conduzco siguiendo la ruta que camina siempre, habrán pasado unos veinte minutos y ella no es tan rápida a la hora de caminar.

Para mi sorpresa, Miriam quien vive a tres calles del edificio se encuentra abrazando a Cliny, en la entrada de su casa. Por supuesto que las dos son demasiado llamativas para pasar desapercibidas y todo es gracias a sus respectivas formas de vestir.

Esta consolándola.

Ella a estado llorando mucho mas.

Freno abruptamente consiguiendo llamar su atención. Suelo comportarme con tranquilidad, pero no esta vez, no quiero que ella llore, no quiero que Lola sea la causa de esas amargas lágrimas. Salgo con brusquedad esperando calmarme, Miriam es la única que me observa, Jaclyn no se digna a volverme a ver.

—Dejame a solas con Jaclyn —pido a Miriam cuando estoy frente a frente.

Jaclyn tiembla. Aun esta cabizbaja y se niega a levantar su vista.

—¿Y por que no vas por Amaranta? —pregunta Miriam insegura si hizo bien en preguntar, supongo.

—No es prioridad por este momento —contesto seriamente.

—Tengo miedo que esa loca le haga daño a mi amiga, no sé si dejartela por un momento.

—Ella no le hará daño.

—Awww, que hermoso —me toma por sorpresa la actitud aniñada que adopta Miriam— Jaclyn, mira como te va a defender Rodri, habla con él ¿si?

Cliny sacude la cabeza negativamente, pero Miriam insiste y la deja conmigo.

—Solo no te tardes mucho ¿eh?

La rubia corre a esconderse a su casa, no me atrevo a hablar y el ruido de la ciudad es lo único que llena el vacío entre ambos.

¿Como comienzo?

—Siempre estoy regandola, demonios —exclama Jaclyn a la vez que se da la vuelta para verme.

Sus ojos completamente chinos y ojerosos; nariz roja y labios hinchados combinados con el cabello completamente despeinado hacen de Jaclyn una persona totalmente diferente, ¿Dónde esta esa sonrisa de loca que últimamente adoro?

—Tus intenciones son buenas, lo demás que ocurre no lo tomes en cuenta —digo.

—¿Pero de que sirve tratar de hacer las cosas bien si siempre hay alguien o algo que arruine todo?

No puedo mas. La abrazo dejando que ella apoye su rostro en mi pecho y deje fluir sus lágrimas. Luego abro la puerta de los asientos traseros y la conduzco a sentarse.

Jaclyn es una buena chica en muchos aspectos, no merece esto.

—¿Podrias dejar de llorar? Porque necesito ver esa sonrisa de loca —pido tomando su rostro entre mis manos.

Ella hace una mueca extraña —Lo siento, parece que hoy mis labios se niegan a sentirse bien por el momento.

—Solo les falta un incentivo —contesto.

—¿Me vas a hacer cosquillas con tal que sonría?

—No —bufo— será algo mejor.

Acto seguido me acerco a sus labios para besarla con delicadeza, sin afán de nada, un beso casto sin más intención que cambie su tristeza.

Y funciona.

Su boca se curva en una sonrisa risueña.

—No comiences— bromea golpeando mi hombro.

—Me vas a maltratar por darte un beso —reclamo entre risas.

—Por causa de un beso y algo más es que una loca obsesionada me amenazó y alejó a otra chica buena onda de nosotros.

Por un beso y algo más...

—Y tu amas a la chica unicornio —prosigue— y no es justo que...

—Jaclyn —interrumpo— no la amo.

—Pero yo he visto que...

—No la amo —la beso nuevamente— a ti tampoco, pero te quiero y  eres mi amiga —otro beso.

Cliny ríe.
—Tonto, ¿por qué me besas?

—Porque eres mi amiga... con derecho.

—No jodas —sus ojos se achican mas entre sus risas— estas con Amaran...

Otro beso atrapa sus palabras.

¿Por qué la estoy besando? Ni yo mismo tengo esa respuesta.

—¿Recuerdas cuando llegaste por primera vez a mi apartamento? —ella asiente—. Te dije algo muy importante, ¿lo recuerdas?

—Supongo —duda—. Dijiste que las galletas llevan huevo ¿era eso?

—No, no es eso, pero ese punto también es importante para cuando decidas ponerte a cocinar.

—Entonces creo que era sobre... Te gusto mi tatuaje de dragón.

—Te daré una pista: te hablaba sobre los noviazgos.

—Que no has tenido novia por dos años aproximadamente —responde avergonzándome porque no esperaba a que recordara eso.

—Te dije que un noviazgo por llevarse por la atracción fisi...

—Si, si, si —Cliny exclama— que los conflictos comienzan por llevarse por la atracción física. ¿Es eso?, ¿que tiene que ver contigo y Amaranta?

—Cuando la vi no pensé con "el corazón" —suspiro— al igual que muchos chicos, no suelo meter los sentimientos cuando veo a una chica por primera vez, es normal, pero eso no indica que este enamorado y que esas cenizas de ese pasado amoroso se reviertan.

—Ella al parecer no piensa lo mismo —argumenta— te miraba con ilusión, parece que en su corazón sigues tú. Vamos a hablar con ella, tampoco merece sentirse amenazada por Lola y a mi me simpatizó, sabes que estábamos dispuestas a hacer un concierto de eructos.

—Pero con ella sólo quedan buenos recuerdos, espero que te quede claro.

—Iban a follar en mi presencia te lo vuelvo a repetir —bufa intentando reprimir una carcajada.

—¡Tenia que llenar el vacío de palabras! Y bueno, no siempre una chica súper sexi acepta almorzar en mi apartamento ¿que querías que hiciera?

—¡¡Eres terrible!! —suelta su risa burlona.

Veo de reojo que Miriam se acerca a nosotros.

—¿Ya se contentaron? ¿Volverán a follar como conejos? —pregunta tiernamente.

—Ya nos contentamos pero falta resolver un asunto para decidir si seguiremos follando como conejos —responde Cliny.

—¿Qué dicen? ¿Osea que irán a proponerle a la chica unicornio que quieren un trio? —Miriam no da crédito a lo que ella pregunta... y yo tampoco.

—No, pero ya veremos —contesta la otra guiñando un ojo.

—¿Te quedarás aqui o donde Rodri? —. Cada vez la rubia abre mas sus ojos.

—Espero regresar aqui, porque para llegar a mi casa esta muy tarde y para quedarme con Rodri es demasiada tentación.

—Tu disfruta Cliny —Miriam hace un mohin pícaro— solo cuidate bien y Rodri, no dejes que tu fan obsesionada le haga daño a mi flaquis.

—Entendido —respondo automáticamente.

❄❄❄

Y la casa de Amaranta no esta tan lejos pero me pareció una eternidad llegar.

Toco el timbre, Jaclyn a mi lado esta nerviosa pero dispuesta a ser sincera y yo no estoy seguro de lo que diré.

Amaranta vive sola por el momento, sus padres siguen lejos del país, por lo tanto estoy un poco más tranquilo ya que estaría a salvo de una posible paliza paternal.

Ella no tarda en abrir pero apenas nos ve intenta cerrar de nuevo, Cliny logra frenar el portazo en nuestras caras.

—No quiero hablar con ustedes ¡Se burlaron de mi! —grita histérica.

—Tenemos que explicarte —dice Jaclyn.

—Solo serán unos minutos —hablo por fin.

—¿Como quieren que no este molesta si en ese vídeo que aquella loca me mostró demuestra que ustedes tienen algo? Y todavía en tu habitación, Rodri, esa chica —señala a Jaclyn — retozaba cómodamente en tu cama, ¡te estaba esperando! ¿verdad? Todo me quedó claro, ibas a jugar conmigo Rodrigo, para luego burlarse a mis espaldas.

—No, te explique lo que pasó —dice Jaclyn con los ojos nuevamente al borde de las lágrimas.

—¿Como quieren que no piense mal si lo que vi esta tan claro?

—Eso pasó algunas semanas antes que aparecieras —explico— no pretendía jugar contigo.

—¿Saben lo qué pensé luego de ver aquel video y conducir hasta acá? —.Los dos negamos— Fue que esto lo estas haciendo en venganza.

¿Venganza de qué?

—Amaranta, no sé a que te refieres cuando hablas de venganza.

—¡Porqué cuando fuimos novios me fui del país sin avisarte! Es por eso ¿no? Sigues resentido por esa causa.

—Eso paso hace tiempo, no hay razón para seguir molesto por ello.

—¿Como podemos hacerte entender que yo ni Rodri tenemos una razón para tratarte mal? —inquiere Jaclyn.

—Lola ha estado con esa obsesión por mi hace un tiempo, y bueno... —¿desde cuando estoy metido en problemas? — yo no le he correspondido, solo es la enfermera de papá, se que ella es capaz de crear conflictos por una pequeñez.

—¡Pequeñez! ¿pequeñez? —Amaranta ya no parece la chica tranquila de hace unas horas.

—¡Acepto que sí he estado con Jaclyn! —me apresuro— pero estamos muy en claro que no hay nada mas que.. una amistad.

—Por favor, creenos —ruega Jaclyn.

Amaranta suspira.

—Me molesta no tener una oportunidad contigo Rodri.

¿Eh?

—¿Qué? —pregunta Cliny.

—Si, me molesta que ya no tenga oportunidad con Rodrigo, debería de superarlo, ya pasó tiempo, pero jamás pensé que... aun te quiero tanto como cuando eramos mas jóvenes —admite sonrojándose— y ese video, me trajo de golpe a la realidad, no puedo aferrarme al pasado. Tarde o temprano tenias que seguir con tu vida... fijarte en alguien mas... enamorarte. Sentí celos.

Me estoy asustando, ¿será capaz que mis exnovias aparecerán de pronto para decir que aún sienten algo por mí?

—Se feliz con Jaclyn —dice Amaranta provocando que la mencionada este a punto de desmayarse.

—Yo... solo somos amigos. —explico con una voz poco audible.

—El tiempo me dará la razón —suspira Amaranta — me ilusione demasiado en un momento.

—No sé que decir —susurra Cliny.

—No tienes porqué decir algo, solo cuida a Rodri.

—Somos amigos.

—¿Y los amigos se besan? —cuestina Amaranta cruzándose de brazos, sonriendo retadora.

—Depende —contesta Jaclyn desviando la vista al suelo.

—Aun sigo un poco dolida, pero no hay porque seguir molesta, ya me desahogue, los llamaré después —finaliza Amaranta y se dirige a Cliny con un abrazo—. Haremos el mejor concierto de eructos dentro de muy poco y le aprenderemos fuego a la bastarda que provoco este mal entendido.

—De acuerdo —asiente.

—Y tu Rodri —.Me da un beso en la mejilla— eres un buen chico, es difícil superarte. Difícil pero no imposible. Cuida a Jaclyn.

Dicho esto cierra la puerta dejando entre Jaclyn y yo, un silencio incomodo, regresamos al auto y así vamos en casi la mitad del camino, sin una palabra, una risa o un suspiro.

—Solo amigos ¿verdad? —hablo cuando ya me parece intolerable el silencio.

—Si, solo eso. Los demás aun no comprenden nuestra amistad —sonríe Jaclyn.

—Amigos —repito dejando que el viento se lleve la palabra.

—¡Joder, bésame! —exclama Jaclyn dándome apenas tiempo para frenar en un lugar apartado de la carretera— pero ¡solo amigos!

—Me queda claro —digo prestando más atención en sostenerla el mis brazos para una sesión de  buenos besos.

Y cuando llegamos al edificio, los vecinos nos ven raro pues prácticamente corremos a mi apartamento como si el tiempo no alcanzara.

Apenas cierro la puerta, caigo en el sofá con Jaclyn aferrada en mis brazos sin control alguno. Desesperado por sentir su desnudez, prácticamente he arrancado sus prendas y ella también ha hecho lo mismo con mi ropa.

Beso cada parte de su cuerpo con una devoción que jamas me imaginé hacer, ella me acaricia de esa manera tan especial que me provoca mas.

Ahora, ya no sé quienes son los locos de la historia, sin embargo doy por seguro que me encanta estar con Cliny.