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CAPITULO XV

CAPITULO XV

Abro los ojos y me doy cuenta que ya ha amanecido, siento las manos de Aiden alrededor de mi cintura.

Si, al parecer hemos dormido de cucharita, Alice tuvo que llegar muy tarde y llevarse a Charlie.

Me levanto sigilosamente y entro al baño, lavo mis dientes y mi cara para terminar de despertar, recojo mi cabello, en lo que salgo veo a Aiden que aún sigue dormido.

Me acerco a él y le doy muchos besos en su rostro.

— ¡Buenos días! dormilón.

— Buenos días nena, asi si vale la pena despertar.

Aiden se sienta en la cama llevando sus manos a su rostro, llevando su lindo y sedoso cabello hacia atrás.

— Espera aquí, te traeré el desayuno a la cama.

Me ve con esos profundos ojos negros y besa mi frente.

— Está bien señorita, la espero en la cama.

Le doy un tierno beso en los labios y salgo de la habitación.

Entró a la cocina y veo una nota de Alice pegada en el refrigerador.

Chicos estoy con Charlie en el pediatra, vuelvo en un rato.

Es hora de poner en práctica mis técnicas de Chef que aunque no son las mejores, no me hicieron morir de hambre mientras estuve en Inglaterra.

Recuerdo que mamá me enseñó desde pequeña a preparar los mejores desayunos.

Tostadas, jugo de naranja, ensalada de frutas, huevos revueltos, y bacon, rebosan la bandeja donde llevo el desayuno para los dos, la verdad huele muy bien.

Por lo menos no incendie la cocina.

Tomó la bandeja y subo las escaleras, entro a la habitación de Aiden y ahí está mi niño con una revista de F1 en sus manos.

— Huele delicioso Alex, me dijiste que no sabías cocinar.

— Me doy cuenta que sacas lo mejor de mí, jamás pensé cocinar para nadie. — Me sorprende mi respuesta y a él también.

Coloco la bandeja sobre sus piernas y ambos comenzamos a comer, Aiden toma una fresa y la pasa por mis labios.

Su mirada cae sobre mí, — Quédate conmigo.

Mi corazón de nuevo comienza a latir tan fuerte, — ¿A vivir?

Coloca su pulgar sobre mis labios, — Me encantaría que fueras lo primero que viera al despertar, pero... Me refiero a que quiero hacer las cosas bien contigo.

— Tengo cosas que organizar en mi vida, Aiden, no quiero que tengas mi versión rota, amo estar contigo, recuerda que seré tu jefa y los medios de comunicación serían capaz de poner en duda lo que logres en la academia y no quiero eso.

Le da una mordida a su tostada, — ¿Es porque soy menor que tú?.

— No, es porque debemos hacer bien las cosas.

__ Esta bien jefa, — Responde en tono sarcástico.

Frunzo el ceño, — Hablo en serio Aiden.

Terminamos el desayuno y Aiden toma la bandeja.

— Tu cocinaste yo ordeno la cocina.

Lo veo y suspiro.

Sé que debo tener cara de tonta, porque me desconcentró por completo.

— Vale, me daré una ducha.

El agua está completamente fría, amo las duchas de agua fría, he comprado tantas cosas de uso personal que creo ocupará todo el baño de Aiden.

Tomo la crema corporal y la colocó en todo mi cuerpo, me encanta su olor frutal y lo suave que deja mi piel.

Me coloco el mini short deportivo de corte alto que compre, el suéter tipo top que deja mi abdomen un poco al descubierto.

Salgo del baño y Aiden está sobre su cama, con algunos libros, sin camisa y solo con el mono negro, dejando al descubierto su zona V que es realmente sexy.

Alexa, calmate. Tú pediste que hicieran las cosas bien.

¿Pero cómo puedo evitar el infierno si tengo a Lucifer tan cerca?

Lo veo y muerdo mis labios mientras me ahogo en un suspiro.

Parezco una pervertida viéndolo con cara de hambrienta.

Aclaro mi garganta, — ¿Alice ya llegó?

Voltea y me ve de pies a cabeza mientras sonríe, — No viene hasta la noche, está con unas amigas.

De nuevo siento las mariposas en mi estomago, — ¿Me prestas tu computador?

Se levanta de la cama y me da una sonrisa arrogante y sexy, — Claro nena.

Lo veo caminar por la habitación, descalzo, despeinado y sin camisa.

Algo bueno tuve que haber hecho para que me regalaran esta vista tan espectacular.

Alexa, no puedes. Mejor dicho no debes enamorarte de Aiden Roberts.

Aiden me entrega la laptop y la enciendo.

— Charlie déjame dormir, es la clave, todo pegado.

Sonrió mientras introduzco la clave, — Que original.

Veo el fondo de pantalla y es Aiden con Charlie en el parque, mientras él la sostiene saliendo del tobogán, Charlie tiene la boca embarrada de chocolate.

— Hermosa foto.

Me guiña el ojo, — Me enloquece, pero es el mejor regalo que me dio Alice. Espero algún día llegar a ser un buen padre.

Si supiera que en mi mente ya tenemos cinco hijos dos perritos y un gato.

Me siento en la parte de arriba de la cama mientras reviso mi correo y veo la infinidad de trabajo que tengo.

Observó a Aiden y está concentrado leyendo.

Busco en mi bolsa los lentes que me protegen de la luz del computador.

—¿Qué estudias?

—Anatomía.

—¿Anatomía? no entiendo. ¿Qué tiene que ver eso con ingeniería?

Sus profundos ojos negros me ven, — La anatomia de esas piernas espectaculares que me tienen desconcentrado.

Mi corazón se acelera, — Estudia, tienes examen esta semana, ya me enviaron tu horario.

dioses del olimpo y dioses nórdicos tengan piedad con mis hormonas por favor.

Por un instante comienzo a sentir la yema de los dedos de Aiden acariciar mis piernas.

Lanza los libros al suelo y ahora siento sus labios.

Mi respiración se acelera un poco al sentir sus manos.

Besa mis piernas, — Tu piel es tan suave y huele tan deliciosa.

Sigo concentrada en la laptop, pero ya el mar de sensaciones salen a flote.

Aiden separa mis piernas, siento sus labios y su lengua en mis muslos.

No me importa lo que le haya dicho, no quiero que pare.

Se me escapa un pequeño gemido, — Aiden... Ahhh, tengo trabajo que hacer.

Coloca ambas manos en mis piernas y comienza a bajarme el mini short.

—Puedes continuar con tus labores, no te molestare.

¿Quién se puede concentrar cuando tienes a un chico entre tus piernas?

Veo por encima de la laptop y Aiden me ha sacado la ropa interior.

Siento sus labios en mi vagina, no aguanto y cierro la laptop.

Muerdo mis labios mientras su mirada se penetra con la mía.

Ahora juega con su lengua en mi clítoris, jadeo un poco más fuerte, la manera que Aiden mueve su lengua entre mis piernas es una sensación tan exquisita.

Muevo mis caderas a su ritmo.

Coloco mis manos sobre su cabeza entrelazando mis dedos en su cabello, Aiden no para de lamer y chupar mi entre piernas, me siento tan mojada que mis piernas comienzan a temblar.

Mis mejillas arden, —Follame por favor.

Me mira y muerde sus labios, — He aguantado demasiado Alex. ¿Te estás cuidando?

Lo miro y asiento con mi cabeza, mientras me toma por la cintura y me sienta a horcajadas sobre él, siento como lentamente introduce su miembro tan duro y firme dentro de mí, sus inquietantes manos me sacan el suéter que cae al suelo y de nuevo lleva mis pechos a su boca, los besa los lame y lo disfruta, muevo mis caderas a un ritmo tan sorprendente que Aiden me gime al oído.

Muerdo su labio inferior y lo veo fijamente, — No pares.

Toma sutilmente mi cabello y lo enrolla en su antebrazo, — Es tan delicioso estar dentro de ti.

— ¡Ohh, Aiden!, — Sigue, bebe, sigue.

Muevo mi cadera en círculos, atrás y hacia adelante, le clavó las uñas en la espalda a Aiden, me siento una diosa entre sus brazos, aprieta mis nalgas tan fuerte guiando mis movimientos.

Le regalo la melodía de mis gemidos en su oído que hace que apriete mas mi trasero.

Me carga y queda sobre mí, cada roce de su lengua con la mía es inevitable.

El movimiento de sus caderas mientras me penetra se siente como el vaivén de las olas, que se hacen más fuertes y rápidas.

Mordisquea mis pezones, y enciendo más sus embestidas con mis gemidos.

Sus labios quedan tan cerca de los míos que siento su aliento tan delicioso, — Es un placer oírte gemir Alex.

Mis caderas se sincronizan con sus movimientos, el sudor recorre nuestra frente que están pegadas y nuestra mirada fija.

Mis piernas y mi cuerpo comienzan a temblar dando paso al segundo orgasmo.

Gimo cada vez más fuerte, — ¡Oh Dios! Aiden... ¡Oh Dios!

Me besa dulce y apasionadamente, — ¡Me encantas!

Aiden me da una última embestida que me hace llegar al clímax, mis piernas no dejan de temblar mientras me agarro fuerte de sus brazos.

Término gimiendo contra su boca y logró dar un último movimiento, sintiendo como Aiden se corre dentro de mi.

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