12
Pov Jimin
Antes de caer en mi propio sueño muy fuera de la realidad, sentí el latir apresurado de Yoongi en mi oído al recostar mi rostro en su pecho. Se sentía apacible, agradable. No recordaba más que sus caricias en mi cabello.
Muy pronto comencé a soñar con uno de mis más recientes recuerdos...
~o~
Era de madrugada y esperaba a que Sehun llegara. Recibí un mensaje que me crispó la piel por lo alto que timbró. Era él que avisaba que estaba afuera esperando en su auto. Suspiré y le dije que esperara paciente a que despertara a mi hermano.
— Xiumin... — Susurro removiéndolo un poco. Se despertó somnoliento frotando uno de sus ojitos con el puño cerrado mientras se sentaba en la cama volteando a verme.
— Jimin... ¿Qué sucede? — Abrió los ojos intentando ver en medio de la obscuridad de su cuarto. Hice lo mismo acariciando sus hombros. Sonreí y besé su frente. — ¿Por qué están mis maletas hechas?
Negué con la cabeza y lo abracé con fuerza sin llegar a asfixiarlo. Mis labios temblaron y mis ojos se cerraron. — Vas a estar mejor lejos, pronto iré a verte... Por ahora necesito que dejes de preguntar y te vistas ¿De acuerdo? — Dije separándome del abrazo.
Xiumin siempre fue un niño muy educado y atento a lo que le decía. No refutó y se levantó dudoso. Abrió el armario y se colocó el conjunto que yo mismo había colocado como único en aquel espacio vacío. Había empacado todas sus cosas, tenía que irse hoy o sería demasiado tarde.
Al ver que estaba listo posé mi dedo índice en mis labios indicándole que hiciera silencio. Tomé su mano y bajamos las escaleras con cautela. Salimos de la casa y me encontré con Sehun recostando la espalda de la puerta de su auto. Apresuré mi paso halando a mi hermano hasta estar al frente de Sehun.
— Xiumin... Vas a irte con este hombre, se llama Sehun y te va a cuidar. Confía en él, será bueno y nos ayudará — Me incliné tomando su rostro. Me veía confundido y un poco asustado. — Traeré las maletas... Al llegar al aeropuerto no le sueltas de la mano. Nunca, por nada del mundo
Estaba preocupado. No quería que mi pequeño corriera peligro. Quería que estuviera a salvo, y si tenía que estar lejos para hacerlo, tendría que alejarlo fuera del país. Lo besé en los labios y me reincorporé evitando que alguna lágrima saliera de mis humedecidos ojos. Saqué de entre mi bóxer y mi cadera el pasaporte de mi hermano y se lo entregué a Sehun que sonrió asintiendo con la cabeza. Me lancé a sus brazos y lo abracé también con fuerza. Estaba agradecido con él por ser tan amable y considerado. Definitivamente nuestra extraña relación había valido la pena en muchos sentidos.
Me separo del abrazo sorbiendo por la nariz y doy media vuelta para volver a la casa a buscar las dos maletas. Las bajé por las escaleras con dificultad pero logré llegar abajo. Salgo con ambas en mano y corro al auto en donde vi como Xiumin entraba mientras Sehun le abría la puerta.
— Aquí tienes... — Le dejé las maletas y las tomó para guardarlas en su maletero. Cuando cerró la tapa se acercó a mí. — Quería agradecerte por todo lo que estás haciendo, por lo bueno que has sido y también por llevarte a mi hermano... Te juro que te pagaré el pasaje y todo lo que gastes porque no puedo dejar que gastes tu dinero y- — Me interrumpió tomando mi rostro para besarme.
Fue simple el roce de sus labios con los míos. No reaccioné y sentí mis mejillas arder. Al separarse bajé el rostro tomando sus manos. — No tienes que pagarme nada Jimin, sé que por lo que has pasado no es fácil y me has ayudado mucho desde... Bueno, no hace falta mencionarlo — Negó con la cabeza y levantó mi barbilla obligándome a verle. — Lo cuidaré como si fueras tú mismo así que no te preocupes
Sonreí y le devolví el beso tomando su rostro. — Gracias... En serio sin ti hubiésemos acabado peor — No dijo más nada y se separó besando mis manos. Entró en su auto y se alejó arrancando de inmediato. No me había despedido de Xiumin, tenía miedo de hacerlo y desaparecer al instante.
~o~
Desperté con un dolor de cabeza leve. Tenía algo húmedo en mi frente, era un paño doblado que Jin sujetaba mientras me veía preocupado.
— ¡Jimin! ¡Hasta que por fin despiertas! — Gritó. Me quejé levantándome dejando caer la pequeña toalla sobre mi regazo.
— Joder... Me duele la cabeza un poco — Bajo la vista viendo el paño. — Cómo está Yoongi... — Pregunto al recordar lo que había pasado.
Levanté la mirada al no recibir respuesta. Jin volteó a ver a Namjoon que estaba recostado del marco de la puerta. — Está inconsciente... Pero no tiene fiebre como tú — Se dirigió a mí con los brazos cruzados. — ¿No quieres verlo?
No quería verlo pero me preocupaba su estado. Me levanté quitando las sábanas. — Quiero verlo... Está así por mi culpa — Susurro caminando hacia la puerta. — ¿En dónde está? — Preguntó viéndole de reojo.
— En la habitación de al lado
Asentí con la cabeza y fui a la puerta de al lado. Abrí y lo vi descansar con la respiración calmada mientras se removía un poco. Sonreí, se veía tan tierno. Me acerqué y me senté a un lado acariciando su rostro mientras intentaba imaginar lo que soñaba. Hacía muecas raras y arrugaba su nariz.
— Me preocupaste... — Digo acariciando sus labios. Abrió inesperadamente sus ojos lentamente conectando su adormilada mirada con la mía. Mordí mi mejilla y desvié el rostro. — Pensé que estabas dormido
— Lo estaba pero un ángel vino a despertarme... De todos modos lo que soñaba no era muy lindo — Se sentó en su lugar y acarició mi rostro. — Jimin... ¿Te encuentras bien?
Me levanté abrazándome mientras evitaba a toda costa que me tocara. Aún estaba sucio y preferiría que evitara contacto físico.
Claramente todo era tan difícil. Yoongi me había visto en mis peores momentos. Había sido testigo de cómo su padre abusaba de mí (de nuevo). Para nada agradable recordar eso con el hecho de que me tocara tan sólo un poco.
— No... No estoy bien. Me cuesta no recordar lo que pasó y más si me tocas sin avisar... — Desvío la mirada. — Yo no quiero que por culpa de tu padre no quieras tocarme o sientas ganas de vomitar... Sé que soy asqueroso y repugnante pero-
Me tomó con fuerza de los hombros y me besó. Me derretí en sus manos que me acariciaban. Quemaba mi piel con cada caricia. Sus labios eran tan dulces que no pude resistirme, no lo intenté en lo más mínimo. Le correspondí tomándolo de la nuca retrocediendo hasta chocar mi espalda con la pared.
— No eres nada de eso... Jimin, yo en serio te amo, te amo más que a nada y tienes que entender de una buena vez que es real lo que siento — No me dejó hablar o reaccionar. Volvió a besarme cargándome mientras me tomaba de los muslos.
Todo lo que me hacía era tan excitante y dulce a la vez. Mis piernas abrazaron su cintura y nuestros besos se profundizaban. Jadeo incontrolablemente al sentir su lengua pasarse por mi cuello. — Yoongi~ — Salió su nombre de mis labios por la presión que su cuerpo ejercía contra el mío en la pared y por sus manos que me sujetaban con firmeza de los para que no cayera.
— Jimin... Abajo está una mujer esperándote, dice que es- — Ingresó Jin a la habitación interrumpiéndonos, de nuevo. — ¿Qué creen que hacen? ¿No pueden avisar? Se agotaron los condones y el lubricante — Regañó señalándonos con su dedo índice y el ceño fruncido.
No comprendía cómo mi madre me había encontrado, porqué estaba aquí y la razón por la cual Jin tenía los dedos así. Empujé un poco a Yoongi y me coloqué de pie acomodando un poco mi ropa. Seguí a Jin al piso de abajo en dónde vi a mi madre sentada en el sofá.
— Mamá... ¿Qué haces aquí? — Interrogué acercándome.
Volteó y se levantó corriendo hacia mí para abrazarme. Me mantuve estático y luego correspondí su abrazo. Muchas dudas recorrían mi cabeza que ya volvía a doler.
— Jimin... Lo siento tanto. Siento no haberme dado cuenta antes. En serio discúlpame — Repetía una y otra vez separándose del abrazo. — Vine apenas tu padre se fue a una jornada de trabajo... Le dije que Xiumin estaba en un campamento... Supuse que habías hecho algo para salvarlo — Abrí mi boca pero me interrumpió. — Escuché al padre conversar con la familia Min y hablaron sobre ti... Sobre todo lo que sucedió y me sentí~ — No continuó hablando para abrirse al llanto.
— Mamá... No tenías que venir... —. Tomé con suavidad sus muñecas y le sonreí. — Yo sólo lo salvé~ — Mi voz también temblaba. No podía más.
Lágrimas inundaron mis ojos. El nudo en mi garganta se desprendió y la abracé. Ahora era yo el que sollozaba en sus brazos mientras acariciaba mi cabello. Todo esto era una mierda. Toda mi puta vida se había convertido en una menuda mierda.
Me desahogué en llanto. Sus caricias y consuelos eran más que suficientes para calmarme. Me separé cuando mi madre llamó a Yoongi por su apellido. Volteé a verle y sequé mis lágrimas con la manga de mi camisa.
— Buenos días señora Park — Se acercó con una sonrisa en su rostro para estrechar la mano de mi madre. — Quería disculparme por todo lo que llegó a escuchar de la boca de mi padrastro
— ¿Padrastro? — Repetimos al unísono mi madre y yo.
— Ese hombre no es mi padre... Mi verdadero padre fue asesinado apenas nací — Explicó con calma. — Pero ese no es el punto señora. Bajé a decirle que no se preocupe por su hijo. Lo voy a cuidar y proteger con mi vida, porque lo amo, porque se fue metiendo en mi mente y corazón de a poco. Esculpió la llave de mi corazón con sus bellas manos y ahora me es imposible sacarlo de allí
Sonreí. Porque esas palabras eran hermosas. Porque habían salido de su corazón. Porque se las dijo a mi madre con total sinceridad y porque crearon una corriente eléctrica que hizo latir mi corazón con más fuerza. Su mano tomó la mía y bajé la mirada.
— Independientemente de lo que acaba de pasar y de en qué situación nos encontremos ahorita... Quería pedirle aquí y ahora a mí querido Jimin que fuese mi novio
¿Estaba escuchando bien? ¿Mi novio?
Reaccioné un par de segundos después y tomé su rostro para besarlo. — Que clase de pregunta es esa... Claro que sí — Respondí abrazándolo de la nuca sintiendo sus manos en mi cintura.
Por poco se me olvida que mi madre seguía allí. Carraspeó con la garganta y volteé a verle con el rostro muy rojo. — Justamente venía a traerle a Jimin dinero en efectivo que estaba reuniendo para que estudiara en la universidad... Iba a decírtelo Jimin pero creo que deberías usarlo para salir del país con tu novio — Se escuchaba desanimada a pesar de su sonrisa.
— Madre... No tienes que poner esa cara... No tienes que dejarme ese dinero.
— Es lo mejor siempre y cuando tú y tu hermano estén a salvo. Estaré tranquila si están bien... Por favor dime que Xiumin está bien... — Levantó la mirada que se fijó en el suelo.
— Él está bien, eso puedo jurarlo.
Me extendió un bolso negro dejándolo en el suelo. Se veía pesado.
— Allí está todo el dinero... Espero y te vaya bien hijo — Me abrazó casi ahogándome. — Te amo... Confío en que cuidarás de tu hermano y que serás feliz —. Parecía despedirse con sus palabras. Me partió el alma ver sus ojos llorosos y su sonrisa forzada.
— Y tú promete que estarás bien, que nos volveremos a ver — Pedí acariciando su mejilla.
Se apartó y desvió la mirada aún con aquella sonrisa que me dolía más que a ella. — Si... Nos vemos Jimin... Cuídate mucho — Volvió su mirada a mí. — Te amo — Suspiró y dio media vuelta casi corriendo a la puerta para irse. — Dale un beso a tu hermano de mi parte y dile que lo amo.
Asentí con la cabeza sin importarme que estuviera saliendo dándome la espalda sin ver para atrás. Quise correr y traerla conmigo. Ya era tarde para eso, porque había tomado un taxi que estaba esperándola.
Suspiré y miré el bolso negro del suelo.
— ¿Y ahora? — Yoongi habló caminando a la puerta para cerrarla.
— ¿Has ido a Japón? — Pregunté volteando a verle mientras sorbía por la nariz. Negó con la cabeza y sonreí. — Yo tampoco.
Creo que por lo menos un mensaje de ayuda había sido correspondido. ¿Dios era de ayuda después de todo o era una especie de trampa? No sabía que esperar, en esta miserable vida, podía esperar lo peor de cada cosa que me sucedía...
Porque así fue Dios desde un principio, especializado en ver mi miseria
~o~
Si Jimin era un ángel, tenía de dónde heredar sus genes... Su madre es un amor
¡Gracias por leer!
Besos
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