Pov Jimin

No sabía qué hacer. Tenía a Sehun esperándome en su auto y presionándome con el sonido de la bocina. A los otros tres pendejos que habían dejado de pelear para esperar mi respuesta y a Yoongi que me miraba fijamente como en shock.

— Tengo que irme... Yo, te llamo luego — Fue lo que pude decir luego de estar unos segundos paralizado por la presión. — Adiós... — Susurro pasando a su lado. Otra vez estaba huyendo.

— ¿Por qué tardaste tanto pequeño? — Me preguntó Sehun acariciando mi rostro una vez me senté a su lado en el asiento del copiloto.

— Eso mismo digo... Llegaste diez minutos tarde... ¿No te parece? — Contesté desviando el rostro para que dejara de tocarme. No es que me desagradara si no que no quería que Yoongi nos viera, claro, ya era demasiado tarde, estaba fijándose en nosotros impactado con la boca entreabierta. Menos mal Sehun arrancó rápido saliendo de aquel lugar.

— ¿Dónde quieres ir? — Me preguntó manteniendo las manos en el volante y los ojos en el camino.

— A un hotel, el más lujoso que conozcas... Quizá así pueda perdonarte por tu tardanza — Dije cruzándome de brazos fingiendo estar molesto mientras hacía puchero.

— Como mi pequeño desee

Bajé la cabeza mirando mis manos mientras jugueteaba con mis dedos pulgares esperando a llegar a donde me llevaría.

Estaba mal que me fuera así nada más, sin darle explicaciones a Suga, pero no debía mortificarme por eso. No somos nada como para preocuparme, sin embargo, me destrozó ver cómo me miraba, confundido y desilusionado. Con toda mi fuerza de voluntad lo ignoré y seguí adelante sin mirar atrás. Él es un muy buen chico como para estar conmigo, alguien sucio y sin dignidad.

~ � ~

— Llegamos — Escuché que dijo Sehun cuando detuvo el auto. No me di cuenta en que momento nos detuvimos o cuando llegamos. Asentí con la cabeza y quité el cinturón de seguridad. Al bajar vi como un chico tomaba las llaves de Sehun y se llevaba el auto de seguro para estacionarlo en el aparcamiento privado del hotel.

Subí la mirada y conté las cinco estrellas bajo el nombre. Sonreí, por lo menos hoy tendría una noche en la que disfrutaría de lujos y buena comida. Avancé adentro cuando Sehun me indicó con la cabeza que lo siguiera.

Miraba alrededor con asombro todo lo brillante en oro. Nos detuvimos al frente del mostrador de la recepción en donde Sehun habló con la secretaria que le entregó una llave con un número en ella.

Mordí mi labio inferior mientras subíamos en el ascensor. Su mano acarició mi cabello y me miraba comiéndome con la mirada de arriba abajo. Me sonrojé y sonreí recordando lo del baño. Sacudí la cabeza mientras volteaba los ojos sin borrar la sonrisa.

— ¿Qué sucede? ¿En qué piensas? Ríes de manera traviesa

Me descubrió, rayos.

— Pensaba en lo del baño... Fue tan casual y simple... Y ahora nos encontramos en un hotel tan lindo... No lo sé, es raro, y gracioso — Expliqué alzando mis hombros mientras volteaba a verle.

— Si... Lo sé — Bajó su cabeza riendo. — Pero creo que eso no fue suficiente ni para ti ni para mí

— En eso tienes razón — Musité.

El ascensor se detuvo y salimos de este caminando uno al lado del otro. Fui contando las puertas hasta ver el número que la llave marcaba. Cuando abrió la puerta, solté un suspiro y luego sentí mi corazón acelerar al ver tan amplia habitación.

Entro y emocionado recorro todo el espacio. Veo el jacuzzi, el comedor, la cocina, el refrigerador, la cama de agua en dónde me dejé caer boca arriba.

— Joder~ — Jadeo viendo que el techo era en toda su extensión un maldito espejo. — ¿Podré verme mientras me follas? ¿En serio? — Dije emocionado mientras me sentaba para verle.

— Si... ¿Te gusta? — Preguntó quitándose el saco.

— Claro que si... Pero, tengo hambre ¿Puedo pedir algo de comer?

— Lo que quieras, pídelo al teléfono, al lado en la mesita — Señaló el teléfono y voltee a verlo. — También si quieres podemos ir al jacuzzi y comes allí... De todos modos contamos con servicio a habitación

— Sería grandioso... Pero iré al baño, tengo que arreglarme — Me levanto de la cama y entro en el cuarto de baño que parecía otra habitación dentro de la misma. Lástima que esto sería tan solo por una noche, no pensaba acostarme con él luego... Con una sola vez que sea satisfactoria no repetía.

— Anda... Yo pediré un vino... Me apetece

No me importaba lo que sea que fuese a pedir. Me ocupé en quitar mis zarcillos y retirar mi sombra para ojos que había aplicado un poco para destacar apenas me viera. Sin embargo, al momento de mojarme o algo se arruinaría y luego no luciría muy bien. Pinté mis labios con un brillo con sabor a fresa que guardaba siempre en mi bolsillo para no dejar de retocar aunque sea alguna parte de mi rostro.

— Sehun... Quisiera que pidieras un pastel de chocolate con crema — Grité para que me escuchara ya que en donde estaba la cama era un poco lejos del lavabo en donde me encontraba.

— Si, lindo... ¿Algo más? — Alzó la voz.

— Y unas fresas, muchas ¡Que sean por lo menos treinta! — Exigí saliendo del baño viendo como ya estaba en bóxer acostado sobre la cama fumando un cigarrillo.

— Si... — Me miró guiñando un ojo y luego desvió el rostro. — Entonces que sean tres docenas de fresas, un pastel entero de chocolate con crema, y un vino, el que te especifiqué ¿De acuerdo? Y que sea rápido — Dicho esto colgó y volteé los ojos riendo de lado.

— Eres un mandón... Aunque me lo imaginé — Comenté quitando mis jean quedando en bóxer y con mi camiseta azul claro pastel de mangas cortas. — No sabía que había jacuzzi así que entraré en bóxer — Me quité la camiseta y caminé al lugar en donde me hundí enseguida suspirando de alivio al sentir el agua tibia cubrir mi cuerpo hasta el cuello. Cerré los ojos y por alguna extraña razón Yoongi vino a mi mente. Fruncí el ceño y abrí los ojos. — Joder, se están tardando — Dije para desviarme un poco de la mala pesada que mi cerebro intentaba jugarme.

— No te alteres, pronto llegarán — Habló acercándose. Levanté la mirada y vi cómo me sonreía. Desvié el rostro de nuevo, no sé pero sentía como me intimidaban sus miraditas raras que buscaban acosarme.

— No me mires así... Me molesta — Mentí viendo de reojo como ingresaba al jacuzzi conmigo. — Me alteras

— Eres muy malo mintiendo, pero te ves tierno al hacerlo ¿Lo sabías? — Susurró ya en mi oreja pasando sus labios por mi piel. Ansioso mordí mi labio inferior, me sentí exasperado. Por suerte el servicio a cuartos tocó la puerta y Sehun tuvo que pararse bufando a buscar todo lo que pedimos.

Comimos pastel y fresas mientras me hacía reír y de vez en cuando nos besábamos. Tomamos un par de copas de vino y ya hacíamos menos que hablar. Nos besábamos a medida que rebuscábamos la manera de salir para dirigirnos a la cama, en donde tuvimos sexo incansablemente hasta por fin agotarnos a la par.

Suspiré y me fui quedando dormido mientras veía ya al hombre caído en sueños, que estaba acostado bajo las sabanas justo a mi lado. Un sonido que me asustó me hizo sobresaltar en mi lugar, era mi celular. Lo busqué en el bolsillo de mi jean que estaba tirado en el suelo justo a un lado de la cama, por suerte estaba muy cerca de mí así que lo tomé.

~Perdón por hacer esto... Intenté no poner tanta descripción sexual entre Jimin y Sehun

*Llamada*

¿Sí? <<

>> ¿Cómo estás?

E~ Estoy bien... Perdón por lo de- <<

>> No tienes por qué disculparte, sabes que no me debes ninguna explicación

Pero, es que yo~ <<

>> Jimin... En serio, solo llamaba para saber cómo estabas, así que...

¡No! Es~ Espera un segundo... Yo, quería decirte que, gracias <<

>> ...

Gracias por ser tan lindo conmigo, en serio lo valoro... Yo, te llamaré <<

>> Si, te estaré esperando en la iglesia mañana, un par de horas antes... ¿Vale?

De acuerdo, adiós <<

*Fin de la Llamada*

Suspiré sintiendo un absurdo sentimiento de culpabilidad ahogar mi pecho de manera innecesariamente desesperante. Respiré un par de veces para calmarme y guardé el celular de nuevo en el bolsillo de mi pantalón.

— Oye... ¿Qué hora es? — Preguntó Sehun con una voz ronca a mi espalda mientras acariciaba mi cuerpo.

— Son las nueve de la mañana... — Murmuré volteándome a verle.

— ¿Las nueve? Joder... ¡Joder! — Exclamó asustándome un poco mientras se levantaba y buscaba su ropa para vestirse.

— ¿Qué sucede? — Pregunté confundido.

— Tengo reunión a las diez... Rayos... Pide algo para desayunar, te llevaré a casa... O donde me digas — Hablaba apresurado mientras abotonaba su camisa.

Me levanté y comencé a vestirme rápido al igual que él. Una vez listos, mientras yo pedía desayuno para dos personas, veía como se arreglaba la corbata de la manera más torpe posible.

— Si, es para llevar, tráiganlo a la habitación — Ordené antes de colgar para así levantarme y ayudarle con la corbata. — Eres torpe cuando vas apresurado... Tanto en el baño como con tu corbata — Mencioné burlón.

— ¿Insinúas que lo hice mal en el baño? — Alzó una ceja casi ofendiéndose.

— No... Solo digo que me dejaste conforme dentro de lo que cabe — Respondí alzando los hombros.

Di media vuelta yendo al baño para así colocarme el maquillaje que ayer había retirado. Sombreo mis ojos un poco, coloco mis zarcillos plateados y coloreo mis labios con bálsamo. Acomodo mi cabello peinándolo un poco con mis dedos, lo desordeno para que se vea natural y sonrío.

— ¡Estoy listo! — Avisé saliendo del baño.

— Bien... Vamos, rápido

De inmediato salimos de la habitación, Sehun pagó la cuenta con su tarjeta y recogí el desayuno para dos en la recepción. Sehun salió a esperar a que le dieran el auto. Caminé hacía la salida en donde vi como ya estaba recibiendo las llaves.

— Pedí comida para dos ¿No te molesta?

— Tendrás que llevarte todo porque no desayunaré aquí... Lo siento — Se disculpó besando mi frente.

— No importa... — Bajé la cabeza forzando una sonrisa.

Entré al auto y él hizo lo mismo mientras arrancaba. — Dime... ¿A dónde te llevo? —

Me exalté y saqué mi celular del bolsillo para así llamar a Jin, quería darle una sorpresa a Yoongi. Tonó unas dos veces y luego contestó.

*Llamada*

>> Seok Jin ¿Quién llama?

Es Jimin, quería que me mandaras la dirección de tu casa por mensaje <<

>> A ver ¿Por qué debería?

Porque olvidé algo allá... Por favor <<

>> Está bien... Pero que sea rápido, Yoongi no anda de humor

Si, de acuerdo <<

*Fin de la Llamada*

Suspiré aliviado. Apenas me colgó y recibí su mensaje con la dirección. Sehun me dejó justo al frente de la casa y se marchó sin siquiera despedirse. Sin embargo, me dejó su número así que no había problema.

Me acerqué a la puerta y toqué el timbre. Esperé a que Jin me abriera pero no fue así, era Yoongi que estaba con el cabello completamente alborotado y una cara de pocos amigos.

— ¿Jimin? — Preguntó confundido. — ¿Qué haces aquí? ¿Cómo llegaste? —

— Yo... Quería verte, además, le traje comida a Jin... — Susurré apenado con las bolsas en mi mano mientras bajaba la mirada. Me trataba como si no quisiera que estuviera allí, y tenía sus obvias razones, no me molestaría por eso, sin embargo, me dieron ganas de llorar.

— ¡¿Comida?! ¡Dónde! — Gritó Jin desde alguna parte de la cocina quizá mientras corría emocionado hacia mí. Sin preguntarme, quitó las dos bolsas de mis manos y me invitó a entrar.

— Yo... Lo siento Yoongi — Volví a disculparme una vez entré y cerré la puerta tras de mí.

— ¿Ahora por qué te disculpas?

— Por... *suspiro* Ni siquiera lo sé~ — Mi voz comenzó a temblar. — Yo~ Soy un desastre y~ de alguna manera siento que estás enojado conmigo por lo desagradable que soy~ Yo~ Lo siento~ — Digo entre sollozos cubriendo mi rostro con ambas manos.

— No... Jimin, no llores — Pidió tomando mis muñecas y separando mis manos de mi rostro. — Sólo ignórame... Son unos estúpidos celos... Perdón por tratarte así — Me abrazó y seguí llorando en su pecho desahogándome.

— Perdón~ Soy un asco de persona~ No sabes lo mal que me siento por hacerte molestar~ En serio~ — Hablaba entre sollozos mientras sorbía por la nariz para poder emitir las palabras.

— Ya... Ya no llores — Acarició mi cabeza, gesto que me tranquilizó. — Anda, ya deja de llorar ¿Si?

Asentí con la cabeza y sorbí una vez más por la nariz para luego limpiar mi rostro con mis manos. Me separé y sonreí algo avergonzado.

— Iré a lavarme el rostro... — Avisé caminando hacía el baño en donde lavé mi rostro, lo sequé con una toalla que estaba allí y luego volví a maquillarme. No quería arruinar mi apariencia con un estúpido llanto.

Al salir del baño que estaba en la plata de abajo, vi a lo lejos en la cocina como Jin comía como muerto de hambre la comida que había traído.

— ¿Estás mejor? — Preguntó Suga acercándose.

— Si... Gracias

En ese instante tocaron la puerta. Suga me dijo que le esperara en la cocina con Jin, Obedecí y me senté a comer con Jin quien me miró molesto, seguramente creyó que todo era para él.

— ¡¿Cómo que Baekhyun fue secuestrado?! — Escuché que gritó Suga alterado. Me sobresalté junto a Jin. Ambos conocíamos a Baekhyun y ahora los preocupados éramos nosotros, que corrimos rápidamente encontrándonos con el amigo alto y tatuado de Suga.

— ¿Cómo te enteraste Namjoon? — Interrumpió Jin preocupado empujando a Yoongi para estar al frente de aquel hombre.

— Me llamaron y pusieron al pobre Baekhyun al teléfono... Dijeron que querían a un tal Jimin a cambio de él... ¿Ese no era tu novio Suga? — Explicó confuso.

Suga y Jin voltearon a verme alterados y sorprendido.

Joder, esto no puede estar pasando...

~o~

Ahora quien está en problemas es el pobre de Jimin ¿Quién lo habrá pedido?

¡Gracias por leer!

Besos