01
Pov Jimin
Desde que tengo memoria, vengo a la iglesia con mis padres. Todos los domingos eran como una tortura para mí, únicamente yo era el que despreciaba este teatro. Mi hermano menor, por su edad, simplemente disfrutaba de mi compañía y la de nuestros padres que eran puramente religiosos, lógicamente yo no quería tener que formar de este mundo tan hipócrita.
Bufé molesto, mi madre me había obligado a ayudar en la Iglesia en la semana, diciendo que yo no estaba lo suficientemente cerca de "Dios". Yo no era alguien para juzgar sus creencias, ella solo se preocupa por mí y eso lo valoro de la forma que sea.
Hace un año más o menos había terminado mis estudios de preparatoria y mis padres insistieron en que perdería mi tiempo en la universidad, dijeron que mi tiempo era para Dios ya que él mismo me lo había cedido. No me quejaría, limpiar algunos artilugios en este "Santuario", o lo que sea, no sería un problema para mí si no tenía que estudiar en la universidad. Fingir el rezar con devoción en la Iglesia las veces que mis padres creyeran necesarias era suficiente para tener algunos días para divertirme con mis amigos en las noches.
— ¿Cómo te recibe el señor hoy, joven Park? — Habló una voz peculiarmente desagradable para mí, se trataba del cura de la Iglesia o como le digan.
No le respondí, solo me dediqué a seguir fregando el banco de madera sin voltear a mirarle. — ¿Qué sucede joven? ¿No piensa responder ante mi humilde saludo?
Su voz era tan molesta para mis oídos. Resoplé y emblanquecieron mis ojos justo antes de voltear a ver a aquel hombre con una sonrisa lo más realista posible sin expresar en su totalidad mi asco hacía su persona.
— El señor me recibe con alegría, padre — Respondí con el semblante tan falsamente forzado a una sonrisa como su intención de saludarme.
— Que bien Park, en la noche me hará falta su ayuda en la oficina — Comentó colando sus gruesos dedos en mi rubia cabellera. Sentí ganas de vomitar ante el gesto pero no borré aquella sonrisa que me mantenía fuerte, por lo menos ante él, de cualquier forma sabía que no tenía opción ante su muy forzada orden de mantenerme con él esta noche en su estudio lleno de velas y crucifijos.
Asentí con la cabeza y se alejó. Chasqueo la lengua, suspiro inflando los cachetes y arrugo la nariz cerrando mis ojos con fuerza sacudiendo mi cabello. Sentí ganas de llorar y luego furia recorrerme, impotencia.
— Maldito asqueroso — Susurré para mí mismo, a veces insultarlo me ayudaba a relajarme y no sentirme tan miserable y débil.
Lancé la esponja al suelo descargando un poco toda mi frustración. Mantuve mi vista fija en el desparrame de jabón y espuma que esta había expulsado al compactar de manera violenta contra el mármol liso. En medio de un suspiro resignado me agaché recogiendo la esponja del suelo, iba a terminar de limpiar, fuese o no para la Iglesia, la gente del vecindario que la concurría no merecía ser afectada por mis berrinches y la rabia que sentía. Terminé de limpiar aquel banco de madera que se utilizaba para el confesionario.
~ �~
Fui a casa a asegurarme de que mi hermano se encontrara bien, sano y salvo. Él es tan parecido a mí en cuanto a rasgos y me hace recordar lo bueno de mi corta infancia.
— ¡Hermano! — Exclamó corriendo hacia mí. Menos mal había regresado ileso de la escuela, me hizo sonreír nada más su voz chillona emocionada por verme. Sonreí acariciando sus cabellos, desordenándolos mientras recibía su gentil abrazo.
— ¿Cómo te fue en la escuela? — Pregunté apenas levantó su rostro para verme, noté lo sonrojado de sus mejillas y lo sudoroso que se encontraba, de seguro porque hoy era su día de educación física.
— ¡Genial! ¡Aprendí muchas cosas! ¡Jugamos con las pelotas por todo el patio! — Expresó de manera tan alegre que sentí lo que él sentía. En este instante no era relevante mi día de mierda, con verlo sonreír era más que suficiente para que le restara importancia a todo lo que me había sucedido.
— Jimin, el padre me llamó comentándome que esta noche te quedarías a colaborarle, me pidió que te recordara que fueras puntual... — Interrumpió nuestra madre apacible sonriendo ante nuestras muestras de afecto entre hermanos mientras secaba sus manos del delantal que traía puesto, de seguro estaba fregando los platos en la cocina y se apresuró a verme, sé lo mucho que ella me quería, no perdía ni un instante para verme y asegurarse de que estábamos bien.
Mi madre siempre fue una mujer dócil y con buenos sentimientos. A pesar de que tenía sus manos a los lados de su cadera mientras me miraba en modo de un regaño que no parecía regaño, me daba tanta ternura en solo verla. Sabía que no tenía por qué molestarme con ella por recordarme que tengo obligaciones, era su deber ocuparse de que su hijo fuese responsable.
Sonreí y fui a abrazarla para calmar mi atormentado interior, me tranquilicé al sentir sus manos en mi espalda. Desde hace horas quería tenerla para mi consuelo, no tenía todos los días para abrazarla ya que casi nunca me topaba con ella a causa de mi apretado horario con la Iglesia.
— No te preocupes madre, claro que iré... Sólo pasaba a verlos y ver que estuvieran bien, saben que me preocupan muchísimo — Musité con calma separándome del abrazo intentando desaparecer ese sentimiento desolado que odiaba tanto.
Me exacerba el hecho de tener que volver a ese lugar pero, si mi madre estaba tranquila con esto, no interesaba el resto.
Como deseaba estar compartiendo con mi hermanito ahora mismo pero, sería algo de lo cual luego me ocuparía y disfrutaría.
Dejé un beso en la frente de ambos y subí a mi habitación rápidamente pisando los escalones de dos en dos. Tenía que cambiar mi ropa y llevarme una mochila con otro conjunto, luego de pasar con la Iglesia, iría a tomar con Hoseok.
Le mandé algunos mensajes al pelirrojo mientras guardaba las prendas en mi mochila negra y a la vez me cambiaba.
*Chat de WhatsApp*
Jimin:
Pasaré por tu trabajo... ¿Estarás?
J-Hope:
No... Acompañaré a Jin en su trabajo... Lo siento Jiminnie~
Jimin:
No te preocupes, solo era para ir a tomar algo contigo. Iré solo...
J-Hope:
¡Ven al bar en donde trabaja y así te lo presento! Se van a caer súper~
Jimin:
Hoseok... Ya te he dicho que dejes de buscarme pareja, eso lo hago yo solo.
J-Hope:
Lo hago porque no es sano que busques hombres mientras estás ebrio Jimin.
Jimin:
Tengo mis razones... Ya deja de criticarme que no estás en posición de hacerlo.
Visto 21:05 √√
Jimin:
Eres amante de Tae sabiendo que tiene novio. Y un novio muy sexy~
J-Hope:
¿Ves? Ya andas de puta mirando al narizón ese.
Jimin:
Deja los celos y madura... Se te olvidaron los dientes de conejo Jajajaja~
J-Hope:
Ha~ ha~ ha~ *Sarcasmo*
Jimin:
Nos vemos~ Bye~
Visto 21:09 √√
*Fin Chat de WhatsApp*
Suspiré soltando leves risas mientras me colocaba unos aretes largos plateados. Guardé mi estuche de maquillaje en la mochila y mordí mis labios mientras me la colocaba. Ya estaba listo, aunque algo en mi interior me gritaba que olvidaba algo, no presté atención, solo salí de mi habitación y bajé las escaleras.
— ¡Después de la Iglesia me quedaré donde Hoseok! ¡Adiós mamá! — Grité desde la puerta para que me escuchara, pues estaba de seguro en su habitación, ya que pasé por la cocina y no estaba.
Escuché un lejano "Está bien, Dios te bendiga" y salí. Seguro se molestaría y luego me regañaría por no responderle con el típico "Amén". No iba a llegar a esos niveles de hipocresía, hoy no, no estaba de un humor tan tolerante como para seguirle el juego. Sé que ella no lo veía de esa forma, y me sentí un tanto después un poco mal por eso mientras caminaba por la acera, sin embargo, era mi manera de pensar y no la iba a dejar de lado.
La parada se encontraba a unas cinco calles, no me quedaba más alternativa que caminarlas. Ya estaba obscuro, se veían pocas personas concurrir la acera.
Me senté en el banco dispuesto a esperar el autobús. Arrugué la nariz incómodo al sentir la brisa fría en mi piel, sí, eso era, había olvidado el puto suéter. En este instante, tan mal me sentía esperando con toda la voluntad del mundo el bus, solo para ir a la Iglesia. Mi problema no era tanto mi destino si no lo que sucedería al llegar a éste. Me levanté, pensando en caminar hacia el medio de la calle justo cuando un auto se aproximara a toda velocidad, di dos pasos sintiendo la brisa helada volviendo a rozar con mi piel. Me encontraba en un estado de indecisión, mis pies vacilaban en la orilla de la acera. Logré dar un paso con el pie derecho metiendo mis manos en los bolsillos de mi pantalón ajustado. Me asusté cuando un auto pasó en todo el frente de mi cuerpo a una velocidad tan rápida como el saltito que di sorprendido. Retrocedí, no podía, no sería más que un acto de cobardía de mi parte. Gruñí sentándome de nuevo en el duro y frío banco. Nada más en pensar en mi hermano y en su rostro triste al no estar yo a su salo, me ablandaba el corazón como una gelatina.
Comenzaba a congelarme, ningún bus pasaba, algo tan irregular para mí, solían pasar a cualquier hora de la noche pero, para mí mala suerte, ninguno aparecía. ¿Por qué tenía que sentirme tan solo?
— Oye... ¿Qué haces allí? Es tarde y hace frío... — Me dijo un chico con cabellera azul, su vestimenta era completamente negra de pies a cabeza, justamente casi idéntica al cambio de ropa que había guardado en mi mochila. Su palidez resaltaba en medio de todos esos trapos negros azabaches y su azul fluorescente. Le escaneé con todo el descaro que siempre mantenía al ver cualquier chico y desvié el rostro fingiendo completo desinterés. Ni una mínima pizca de expresión dejaría reflejar en mi rostro, no es que me sintiera de ánimos de igual forma.
— ¿Qué crees que hago en la parada de bus? Se perfectamente que hora es, y estoy al tanto del clima. — Respondí tajante. No fue del todo educado de mi parte pero lo menos que quería era a un extraño fingiendo preocupación.
— Lo... siento — Le escuché decir. Abracé mis brazos por el frío mientras fruncía el ceño con intenciones de evitarlo por completo.
~o~
Y así será este fic, empecé con la perspectiva de Jimin, pero para el próximo capítulo será Suga quien narre
Si... Sé que hice a Jimin algo odioso, pero sabemos que no es así, nuestro rubio es un malvavisco de fresa con sabor a café (¿?
¡Gracias por leer!
Besos
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro