Anoxia
:l Ok no sé que cangrejos acabo de escribir, no entiendo cómo terminó así, si se supone que era un cap para "Amargo o Dulce?" Pero las 100 palabras no tenían mucho sentido en aquella historia, así que le "acomplete" y terminaron siendo 3887 y la historia corrió por otro camino...
Si van a leer esto, deben saber que contiene: sexo, violación, asesinato, incesto, asfixiofilia y muchos fluidos 'xD
Es la 2da escena de 53x0 que escribo xP
Además de que la historia podría decirse que es un AU, y me base en estos dibujos para los personajes
Están sobre aviso.
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La luna llena hace visibles las siluetas de las cuatro tortugas que se encuentran en el tejado de una casa.
El lider dicta a su equipo la ruta que deben seguir en busca de algun enemigo que intente poner en peligro a la humanidad...
Es algo a lo que suelen llamar petrullaje nocturno.
—Donatello irás con Miguel Angel —ordena el lider.
—Qué?! Porqué? Ve tú con Mikey, ya me tocó ayer con él!!
—Donnie! Estoy presente —refuta indignado el de bandana naranja.
—Ya lo dije, ahora vámonos Raphael —da media vuelta y emprende su camino con el nombrado caminado tras sus huellas.
—Porqué Leo se lleva a Raphael tan seguido? —pregunta el menor de todos.
—Debe ser porqué tiene miedo que vaya a rebelarse y a hacernos daño a alguno de nosotros dos.
—Pero Raph lleva viviendo con nosotros desde los 7 años, y nunca ha echo nada...
—Seguro?
—Bueno intento matar a Splinter y ahora que lo recuerdo era agresivo con nosotros, pero el sensei ha echo un buen trabajo con su conducta... ¿no?
—No lo sé Mikey, aveses me da miedo, apesar de el tiempo y todo lo que ha echo Splinter: su temperamento no ha cambiado del todo ¿Has visto su mirada cuándo está enojado? Literalmente puedo leer la palabra "muerte" en sus pupilas.
—... Creí que era el único —traga saliva de golpe al recordarlo— Crees qué Leo este bien?
—Leo es muy fuerte, ágil y su carácter es lo suficientemente recto como para mantener a Raph bajo control.
—Cierto desde el principio él fue mejor que Splinter al tratar con Raph...
Ahora que lo pienso... Donnie ¿Tu sabes porqué Raph se comporta diferente con Leo? Aveces parece que lo odia, y otras veces se porta tan... vulnerable.
—Debe ser porqué fue con el primero con quién compartió amistad.
—Crees qué Raph apesar del tiempo que ha estado con nosotros, pueda ser como su padre?
—Aveces las personas cambian Mikey, y aunque ha sido poca la evolución que ha tenido Raph desde que llegó con nosotros creo que llegará a adaptarse y dejará el pasado ataras.
—El menor lo mira y le sonrie— Tu eres el inteligente.
.
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Los dos mayores corren sobre los tejados y el más verde mira de reojo al lider.
—Recuerdas la primera vez que nos conocimos Leo?
El nombrado lo mira con sorpresa pero no contesta.
—Esa noche no pude dormir, no podía sacar de mi mente tus hermosos ojos negros, tu voz y tu actitud...
Me trataste como si nos conociéramos de toda la vida... Me sentía tan feliz...
Detiene su paso— Raphael...
Interrumpe— Qué ocurrió Leo? —se acerca al lider y acaricia su mejilla con una mano— Qué te hizo cambiar?
El mayor no puede contestar de la impresión.
—Sera verdad qué el convertirte en lider fue mucho para ti?
Sus palabras logran molestarlo y aparta de su cara la mano— Lo qué haces es una confesión o una burla?
—No es tan claro que es lo primero? —susurra acercandose al de cinta azul.
Pone su mano en el pecho del aproximado, deteniendolo— Sé lo que intentas... No sé qué clase de vida hayas tenido Raphael, pero por todo lo que has echo debió haber sido muy mala...
De verdad ¿Aún no sabes lo qué me hizo cambiar contigo? —camina a paso fuerte hacia el de cinta roja— Estás enfermo.
Raphael se queda perplejo ante la respuesta.
—Le rogué a mi padre para que te permitiera quedarte con nosotros, yo... confie en ti...
—Leo yo... Era un niño... no sabía lo que hacía.
—Tu dime... Qué clase de niño siente deseos por otro?
—...
El lider da media vuelta y camina a la orilla de la azotea— Recuerdo ese día con claridad, jamás sentí tanto miedo en mi vida...
Te aprovechaste de mi confianza y me llevaste por el alcantarillado...
Noté tu actitud extraña, y la forma en que me tocabas me incomodaba...
Por suerte escapé...
Espero qué te quede claro que la razón por la que estoy contigo todo el tiempo no es por haberte perdonado, solo estoy cuidando a mis hermanos.
El temperamental baja la cabeza, se siente herido, no es culpa suya ser como es y sin embargo se culpa.
Tan mal se siente que aunque no es la primera vez, desearía no ser él— Tu... Nunca has sentido algo por mi? —se atreve a preguntar.
—Yo? Sentir algo por ti?! No me hagas reír Raphael, deja de decir tonterías y mejor consentremonos en lo que tenemos que hacer, si?! —se acerca a la esquina para poder ver qué ocurre en el callejón de abajo pero parece estar vacío.
El menor no sabe que sentir, la forma en como Leonardo le dio poca importancia a sus sentimientos hizo que su pecho doliera, y en vez de seguir sintiendo más lástima por si mismo el rencor hacia el lider comienza a brotar.
Su cuerpo se calienta por la adrenalina de la irá, y sin pensarlo se abalanza sobre su acompañante cayendo ambos en el callejón oscuro.
—Qué te pasa?! —Grita el lider enojado mientras se incorpora.
Rápidamente su enojo desaparece cuando el de rojo lo avienta a la pared y lo acorrala.
Puede notar la furia en su mirada y eso lo hace sentir intimidado.
Raphael lo sujeta de los brazos y lo azota de espaldas contra la pared una y otra vez— Te odio Leonardo... No sabes cuánto te detesto... Desearía seguir con Destructor para poder torturarte —susurra con voz sería y grave.
—Tu, ni estando con Destructor podrías hacerme algo ¿O qué planeas hacer en un lugar como este? ¿Vas a besarme?! —exclama con burla pues el lugar es demaciado pequeño como para iniciar una pelea.
—Me estás... retando? Ja! Qué valiente, pero sé que solo lo haces por aparentar, escuché lo que la rata te dijo "Un lider no debe mostrarse débil" Pffff... solo espero que sigas el consejo porque te dejare sin caparazón...
El lider siente que escucha los susurros de la muerte y su corazón se acelera, pero no tiene intenciones de demostrar su miedo.
Aquel continua con los azotes y al mayor se le hace más difícil respirar gracias a la precion de la pared con sus pulmones; intenta safarse de su agarre pero las manos que lo aprezan parecen ser lo doble de fuertes que lo normal, pues el enojo saca a la luz a aquellos demonios.
El de ojos avellana al no poder contenerse más dirige un puñetazo a la cara del mayor y le da justo en el ojo, aún con la poca luz puede ver como un derrame ocular se hace presente en el lider, pero para él no significa nada así que comienza a golpearlo a puño cerrado.
Los puñetazos se combinan con patadas, y el mayor esta tan aturdido que no puede defenderse, no sabe que esperar— ¿El próximo será una patada o un puñetazo? —se pregunta.
En el callejón el único sonido que se escucha es el de una respiración agitada y golpes, como si alguien estuviera golpeando un saco de boxeo, o eso aparenta gracias a qué Leonardo no emite ni un quejido.
Se desploma en el suelo preocupado por no desmayarse pero a la vez resignado, pues si aquel violento ser continua con la agresión seguramente lo matará.
Ya no siente dolor, desde hace rato fue anesteciado por su cerebro— Morir en manos de mi hermano... Bueno, no es como si deseara morir de alguna otra manera —es lo único que cruza por su mente.
Levanta la cabeza y poza los ojos en el hiracundo.
El de cinta roja se detiene y retrocede un par de pasos sorprendido, no sabe cómo sentirse ahora, nunca imagino ver a Leonardo de esta forma: tan débil, impotente, sumiso y con esa mirada parece suplicar que se detenga, o que termine con él de una vez por todas.
Al parecer es lo que muy en el fondo deseaba ver, ya que es todo lo contrario a lo que suele ser el líder.
Vuelve a acercarse y se arrodilla frente aquel.
Leonardo puede notar el cambio drástico en la mirada del temperamental: pasa de ser una mirada de odio intenso, a una que debería pertenecer a un acosador sexual.
Las brillantes pupilas se hacen pequeñas y muy deseosas recorren su indefenso y maltratado cuerpo, haciendo que el terror regrese a sus negros ojos.
Raphael acerca su mano a la pierna llena de moretones, y el de cinta azul aún intenta alejarse recorriendose hacia atrás pero choca el caparazón con la pared.
El menor no puede evitar que una sonrisa se forme en su boca, y recorre sus manos apretando las musculosas piernas del líder.
—N-no planeabas matarme!? —dice con poca fuerza intentando alejar las manos de su cuerpo.
—Quiero disfrutarlo —susurra.
Con esa respuesta siente a su cuerpo temblar de miedo y cierra los ojos intentando no pensar en lo que ocurrirá.
—Tienes miedo? Estás temblando, te orinaras el caparazón? —pregunta con burla el de rojo— No se supone que un lider no demuestra debilidad??
Al escuchar esas palabras Leonardo abre los ojos de golpe e intenta recuperar sus fuerzas, quita de un manotazo las manos sobre sus piernas y con mucho esfuerzo logra ponerse de pie— No te tengo miedo —dice.
El temperamental lo mira sorprendido, no entiende de donde saco fuerza para levantarse pero sabe que no tiene la suficiente para defenderse.
Desata con disimulo una de las vendas que rodean su mano y se pone de pie frente al lider— ¿Seguro qué no tienes miedo? — de un rápido movimiento enreda aquellas débiles muñecas con sus vendas, con fuerza las amarra detrás de su caparazón y de una patada lo regresa al suelo— ¿No eras muy rudo Leo?
Un cruel plan se forma en su cabeza: que mejor forma de destrozar a un lider qué masacrando su orgullo, su honor, o peor aún, su dignidad.
Se agacha asta estar a la altura del de ojos negros y sin que nada lo detenga comienza a acariciar desvergonzadamente sus piernas y luego la parte baja de su plastron.
Leonardo solo puede mirar aterrado e incrédulo las manos que profanan su cuerpo— Detente Raphael!
—Porqué? No me digas qué esto te asusta?! —pasa sus manos entre los glúteos del mayor, y se siente tan exitado de al fin poder tocarlo que la parte baja de su plastron comienza a abultarse.
Con facilidad logra darle media vuelta al lider, dejándolo de rodillas mirando a la pared y con la retaguardia a su disposición.
—Qué crees que haces?! sueltame! —siente las manos del menor abriendo sus glúteos, se siente asqueado y con miedo de ser profanado no solo con las manos.
Abre los ojos con asombro al sentir algo humedeciendo su entrada.
—No sabes tan mal...
No puede creer que es la lengua de su hermano lo que se introduce por su entrada— Pero qué diablos te pasa??! —grita, pero se calla al ser azotado de cara contra el pavimento, lo que lo deja con el trasero a la altura perfecta para que el temperamental experimente.
Lágrimas de impotencia resbalan por su rostro y solo puede sentir como aquel dedo intenta entrar a su recto; no quiere quejarse y menos gritar de dolor, se siente tonto por la situación en la que se encuentra y por haber pensado que podía proteger a sus hermanos de aquel.
El temperamental lame sus dedos intentando lubricarlos para introducirlos en el recto del mayor.
Siente como se tensan los glúteos del de azul al lograr introducir el primer dedo, pero le molesta no oírlo quejarse— Porqué ya no gritas que me detenga? Acaso te está gustando? —pregunta pero no obtiene respuesta.
Se siente tan molesto que de un solo movimiento introduce otro dedo, pero tampoco obtiene lo que quiere, así que los mete lo más adentro que puede y los saca con brusquedad repitiendo varía veces las embestidas.
—Aaa!! Y-ya deja de hacerlo!!! —grita el mayor.
Escucha la voz quebrada de Leonardo y el saber que está llorando lo hace sentir satisfecho.
Mete de nuevo los dedos y comienza a moverlos adentro como si buscará algo en especial.
Escucha la agitada respiración del mayor pero no sabe si es por el llanto, el enojo o qué, pero al mirar aquella entrepierna puede ver como un bulto comienza a formarse, pone su mano libre en esa zona y la acaricia con delicadeza mientras lame y muerde los glúteos del líder.
Leonardo no puede evitar que su cuerpo reaccione, más lágrimas gotean de sus ojos y siente como aquel ayuda a su miembro a salir— Aah!!~
Sin querer suelta un escandaloso gemido a la hora de sentir su miembro erecto brotar.
El más verde abre los ojos sorprendido, no esperaba algo como eso pero ahora con más razón quiere continuar, desea escuchar los gemidos del mayor, quiere escucharlo gritar que pare con esa voz que daría a entender lo contrario.
Acorrala en su mano aquel pene y comienza a masturbarlo sin apartar sus dedos del recto del lider.
Puede sentir las contracciones apretando sus dedos y la pequeña protuberancia que hay adentro parece estar más inflamada, así que ahora sabe con certeza el lugar que debe tocar.
Leonardo jamás había sentido tanto placer en su vida, pero jamás se imagino que sería de esta manera, siente su miembro inflamado y palpitando apunto de expulsar su ser, pero intenta evitarlo.
El menor mete aquella colita en su boca y recorre cada parte con su lengua haciendo inevitables los suspiros del líder.
—HAah~ Hnmm~ AAAAH!!~
Aparta las manos del cuerpo del líder y retrocede un poco para divisar la escena del orgasmo del mayor.
Se siente aún más exitado al verlo choreando el semen sobre el pavimento, con su colita que parece no poder parar de moverse de un lado a otro y su dilata entrada contrayendose.
El menor saca por completo su miembro y de cuclillas se levanta un poco para estar al alcance de la entrada del mayor y poder penetrarlo.
—Aaaah!~
Gime con fuerza al sentir como el miembro del menor entra por completo de un solo movimiento y siente su entrada desgarrarse.
Tiene la boca abierta intentando tomar aire y no puede evitar que su saliva escurra por su boca.
—Uff~ Hum~
Suspira al sentir lo apretado que el interior del lider tiene a su pene, y lo sujeta de los glúteos para poder hacer más profundas sus embestidas.
Puede sientir la contracción de aquellos músculos por el dolor.
Le encanta escuchar esos gemidos descontrolados, y desearía que la pared fuera un enorme espejo pues sabe que se pierde de mucho al no poder ver aquella linda cara.
Una solución llega a su mente y con brusquedad gira al de ojos negros teniendo ahora a la vista sus expresiones.
Considera que es mucho mejor de lo que imagino al ver cómo gotas de sal aún recorren aquellas mejillas color carmesí, e hilos de saliva escurren por esa hermosa boca que emana vapor, pero lo que más le gusta es esa mirada: pues al parecer el placer ganó la batalla entre su miedo y ahora parece sentirse asqueado por gustarle la forma en que esta siendo usando su cuerpo.
El de cinta roja desata un poco las muñecas del lider, pero sin soltarlas o sabe que escapara, su intención es amarrarlas al frente pero como aquel no tiene suficientes fuerzas para forcejear logra hacerlo sin problemas.
Sujeta con fuerza aquellas piernas y las aserca lo más que puede al pecho del mayor, y en su mente se siente agredecido por ser Leonardo el más flexible de los cuatro.
—Aaah~ Haah~ Aahm~
La posición en la que lo tiene el temperamental hace que las embestidas lleguen aún más profundas en su interior, puede escuchar el sonido que crea su entrada al ser chocada con fuerza por aquel húmedo miembro, y sentir tanta fricción en su punto dulce hace inevitable que vuelva a eyacular dejando su propio plastron lleno de su semilla— Aaah!!~
Siente sus intestinos inflarse por la gran cantidad de semen que el menor suelta en su interior.
El alivio recorre su cuerpo pues cree que esto al fin termino.
Pero la preocupación regresa al ver que aquel miembro no deja de seguir erecto y vuelve a introducirse en su entrada.
Las embestidas son más rápidas y fuertes, y en vez de sentir el placer de hace unos momentos siente arder su recto por la fricción— P-para! Ya detente porfavor!! —no obtiene respuestas y solo puede mirar la cara de placer del menor, eso lo hace entender que aquel no se detendrá hasta que este completamente satisfecho— Solo tengo que aguantar hasta que termine —piensa resignado.
El de ojos claros mueve su cadera de atrás y adelante de la forma más rápida que puede, y se ayuda jalando al mismo tiempo al lider.
Jamás se sintió tan exitado apesar de todo lo ocurrido en su vida: Leonardo ha sido lo que más ha deseado desde que lo conoció, y como aquel siempre fue amable y a la vez con un carácter fuerte, seguro y firme; por ser algo tan complicado de alcanzar lo hacia anelarlo más.
Pero ahora teniéndo al lider de está forma no se le ocurren más formas de disfrutar el momento y solo sabe que se lo cojera hasta que ninguno de los dos pueda moverse.
Su mente está nublada por el placer.
Los gemidos, muecas de dolor y placer del mayor lo hacen perder aún más la cordura y se siente como una bestia apunto de devorar a su preza.
Recorre con sus manos todo el cuerpo amoratado del mayor y muerde sin piedad aquellas pantorrillas; sus manos llegan al cueyo que considera más que lindo y lo aprieta con un poco de fuerza.
El de cinta azul vuelve a sentir firme su miembro, no entiende como pudo volver a pasar, creía que no lo estaba disfrutando.
Las manos en su cueyo se cierran más y siente palpitar las arterias que llevan la sangre a su cerebro, siente la cabeza inflada por la falta de oxígeno, pero entre más se aprietan las manos: la vista se le hace borrosa, y por alguna razón se siente mareado: como si hubieran consumido alguna droga, o es lo que piensa pues nunca en su vida ha consumido sustancias nocivas— R-RAPHA!~ —la falta de oxígeno lo lleva a lo que la gente conoce como "anoxia" haciendo que su exitacion aumente gradualmente—HAA~ AAH~ RAPH!~ M-ME~... AAAAA!!!~
Vuelve a correrse: su pene se contrae al no poder secretar más semen y su entrada se dilata y se contrae al seguir siendo penetrada durante su orgasmo.
Su vista cada vez es más borrosa, tanto que ya no distingue aquellos hermosos ojos claros que tanto le gustan pero que jamás se atrevió a confesar— Raph...
El más verde termina eyaculando de nuevo en el interior del líder, su respiración es demaciado agitada y su cuerpo mezcla sudor con el de aquel.
Su rara cordura regresa y al ver los ojos cerrados del lider suelta su cueyo y son notorias sus manos en aquella mancha morada.
Con miedo pone su mano cerca de aquella nariz, y al no poder sentir su respiración se desespera— Leo? LEO?? LEO!!! Contéstame Leonardo!!! LEONARDO!!! —grita en sollozos abrazando el blando cuerpo de su amado.
El cielo llora con él, y él aún no puede creer lo que ha echo.
Desata las vendas de aquellas muñecas, y se pone de pie contemplando el cascarón del alma que más amo.
No sabe que hacer ¿Dónde dejará el cuerpo? ¿Qué le dirá al resto del equipo y a la rata? ¿Mentirá? ¿Podrá vivir tranquilo con ellos sabiendo que mato a su hermano más querido?
Su mente no puede pensar en más y camina a la alcantarilla esperando que todo sea solo un mal sueño, tiene la ilucion de que al volver: encontrará a Leonardo sonriendo con sus hermanos como de costumbre.
Su paso es lento, pues va recordando cada cosa que ama del líder.
Le suplica al dios del cual siempre dudo su existencia: que por favor escuche por primera vez sus ruegos, y que Leonardo se encuentre asalvo en la alcantarilla.
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Más de dos horas pasaron, y al cruzar por la entrada de la alcantarilla puede escuchar la televisión— Noticias de último momento. Una mujer de la calle x, encontró alado de su vivienda a un monstruo que al parecer está muerto.
Ella cuenta que no quiso salir al escuchar gritos, pero cuando nada se escucho salió y se encontró con esta aberración...
A simple vista se puede notar que murió asfixiado por las marcas que tiene en el cuello, y analizando sus manos podríamos decir que él mismo se asfixió pues tiene tres dedos al igual que las marcas...
Raphael al escuchar que lo que hizo está en las noticias y no fue solo un sueño intenta retroceder y correr hacia afuera, pero pisa una lata de soda que de seguro pertenece al más joven de los cuatro.
—Raphael! —grita la rata que esta sentada frente al televisor junto al resto de sus hijos.
El nombrado no pudo escapar y ahora tiene que hacerle frente al maestro.
Camina hasta estar cerca del respaldo del sillón y mantiene la mirada en el piso pues no puede mirarlo de frente.
—Deves explicarme lo que ocurrió... Leonardo... Es verdad lo que dicen las noticias?
—Splinter... Yo...
—Contesta! —grita con dolor en su voz.
—Si... Es verdad...
Los menores lo miran aterrados pues saben que Leonardo nunca se suicidaría, lo que significa que fue él el responsable de su muerte.
—Él... Era tu hermano, ellos... Son tus hermanos.
Tú ibas en la caja junto al resto cuando Oroku Saki dejó caer el mutageno sobre mi, pero solo pudo verte a ti, y te alejo de nosotros...
Leonardo lo sabía, y ahora...
Raphael, tu... Mataste a tu propia sangre...
Sus ojos muestran su sorpresa igual que los de los menores al escuchar las palabras de su padre.
Su culpa es aún más grande ¿Cómo pudo sentir todo eso por su propio hermano? ¿Cómo pudo hacer lo que hizo?
Ahora que sabe que Leonardo estaba al tanto sobre su hermandad entiende por qué no lo acepto como algo más, se siente aún más mal por haberlo forzado a satisfacer su cuerpo, y se siente aún peor por haberlo forzado a cometer el pecado que tanto evito.
Ahora cree entender porqué Dios no escuchó sus ruegos, pues sabe que un pecador con tantos antecedentes como él jamás será escuchado.
—Vete de aquí Raphael, y llevate todo lo que pueda recordarme tu existencia— ordena el maestro mientras las lágrimas escurren de sus ojos.
—Si... Señor —perdio el derecho de llamarle padre antes de obtenerlo y ahora hasta el de poder llamarlo maestro.
Los menores abrazan a su padre mientras lloran.
Leonardo era su hermano mayor, aquel que los protegía de todo mal... y ahora ya no estará ahí con ellos.
Ven al temperamental salir de la alcantarilla con la cabeza baja y un par de mantas en sus manos; se odian a si mismos por no haber protegido a su hermano de ese monstruo.
Pero el hubiera ya no existe.
Y ahora aún tenienose ellos tres, se sienten solos y muy vacíos.
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