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Había pasado toda la mañana acostado en el sillón, aceptando con amor y el corazón arrugado un plato de sopa instantánea que le hizo su esposo en la noche. El omega se le había dado en silencio antes de encerrarse en la habitación con Byeol.

Ya era el día siguiente en la tarde y Byeol dormía plácidamente en el pequeño nido que BeomGyu había hecho para él.

BeomGyu salió de la habitación luego de dormir a su bebé, TaeHyun se levantó de inmediato.

—Vamos a hablar —pidió el alfa jalando al omega hacia el sillón, dejándolo sentado, BeomGyu mantuvo cierta distancia.

El omega había estado callado, sin verlo mucho y apenas dándole respuestas cortas. Ambos habían tenido el suficiente tiempo para pensar las cosas, más que todo BeomGyu.

—Mi amor-...

—Voy a hablar yo, y no quiero que me interrumpas.

—De acuerdo.

—Yo merezco respeto, TaeHyun—empezó a hablar el omega sin mirarlo a los ojos, el alfa asintió jugando con sus dedos, BeomGyu cruzó los brazos— Y considero que como tu esposo merezco un respeto mayor que ciertas personas... Es una falta enorme de tu parte que me hayas hecho esto, yo estaba aquí tranquilo, confiando en ti y me duele y enoja muchísimo que si no fuera porque me mandaron el vídeo no hubiese sabido de esto y tú no me lo hubieras dicho —negó sintiendo la mirada de TaeHyun fija en él, aún así, no le dirigió la mirada— Y sé que estabas ebrio, sé que te pasaste con el alcohol, pero no siento que sea una justificación, porque si lo hiciste una vez, lo puedes hacer dos veces, y no sé si solamente lo besaste, no sé cuántas veces lo hiciste o hiciste algo más-...

—BeomGyu, yo no-...

—Me dijiste que Hansol estuvo pegado a ti toda la noche —lo cortó mirando a TaeHyun asentir— Tu no llegaste al club ebrio, Kang, tu pudiste haber puesto la distancia desde el primer momento, y si no lo hiciste fue por algo.

—¡N-nosotros quedamos en buenos términos tu lo sabes y-y... No ví mal bailar con un viejo amigo! ¡Le dije que tenía esposo y un hijo! Ha pasado mucho tiempo desde que lo ví, y-ya cada uno tiene su vida...

—¿Y tú crees que a ese arrastrado le importa eso? —preguntó sin poder entender la excusa que había puesto Kang, lo observó ahora sí, dándose cuenta de los ojos cristalizados del alfa— Tú pudiste haber puesto los límites y no lo hiciste, no hay excusas ahí, ¿Hansol fue un abusador? Si, fue un maldito abusador, pero eso no perdona que tú no hayas hecho nada al respecto, ¿Me quieres ver la cara de estúpido o qué te pasa? —preguntó, usando una grosería muy grande para su vocabulario típico, pero eso solo demostraba lo molesto e indignado estaba.

—No fue mi intención... Jamás lo haría...—murmuró con la voz entrecortada. No se sentía bien con la situación, no se sentía un buen esposo, ni alfa, ni persona.

El día que se casaron, TaeHyun se prometió a sí mismo nunca hacer llorar a su esposo, y tenerlo presente por sobre todas las cosas.

Había fallado después de tantos años manteniendo su promesa.

—Sea o no sea tu intención, TaeHyun, lo hiciste y lo hecho, hecho está. No pusiste límites, sea como sea no lo hiciste. En el vídeo empujas a Hansol, lo sé y veo que tú reacción no es gusto, pero dime, ¿Cómo quedó la confianza que habíamos creado? —preguntó mirando a TaeHyun morder su labio inferior, aguantando el llanto— No tengo porqué repetirte lo del respeto, no me veo y nunca me veré con la necesidad de tener que pedir o exigir algo que me merezco —finalizó, desviando la mirada cuando sintió sus ojos picar, hizo ademán de levantarse pero el alfa se aferró a su cintura, apoyando su cabeza en sus muslos.

—N-no, no, no te vayas, yo-... Lo siento, lo siento mucho... —eso era lo único que salía de los labios del Kang, en segundos BeomGyu tuvo al alfa llorando en su regazo, apretándolo entre sus brazos con fuerza— Yo jamás... Jamás te haría esto, yo lo juré, mi amor y perdóname... Perdóname por no poder cumplir mi propia promesa, p-pero-... —se quedó en silencio, aguantando un sollozo, BeomGyu evitó acariciarle el cabello— Te amo... Te amo mucho y jamás dejaré de amarte, te fallé y no sabes-... —soltó un sollozo, el omega pasó sus manos por su propia cara, apartando un par de lágrimas traicioneras, la situación era muy sentimental y ninguno de los dos eran de piedra.

Son humanos, con sentimientos.

—No sabes lo mucho que me odio en este momento... —murmuró alzando la cabeza para ver al omega que le mantuvo la mirada.

Entre toda esa situación, entre la molestia y la tristeza, BeomGyu sabía que el alfa no estaba diciendo mentiras.

—Disculpa... Discúlpame, por favor... —pidió una última vez con un nudo en la garganta que era notorio en su hablar. BeomGyu sorbió su nariz antes de jalarlo con suavidad hacia él, abrazando con lentitud al alfa que se aferró al omega con fuerza, llorando en su hombro.

BeomGyu apoyó su mejilla en el hombro de su esposo.

—Deja de llorar así... —murmuró llevando una mano a la cabeza del alfa que hipeó apretando aún más al omega en brazos. TaeHyun no se sentía bien anímicamente, su ánimo y seguridad estaban por el suelo— TaeHyun... Yo no te disculpo —negó el omega sintiendo las manos del alfa aferrarse a su ropa con fuerza, temblando en medio del llanto— Me siento mal, me siento traicionado, molesto y decaído, me hiciste sentir así con tus acciones y no es algo que pueda olvidar de la noche a la mañana —aclaró preocupándose un poco por el llanto tan estridente del alfa, le dolería la cabeza y podría convertirse en una horrible migraña.

TaeHyun volvió a balbucear sus disculpas, sintiendo al omega moverse de lado a lado para calmar ese llanto, tal y como hacía con Byeol.

BeomGyu había entendido muchas cosas, TaeHyun había hablado y había expresado sus emociones sin inhibiciones.

—Te amo, mi cielo... Te amo-...

—Quédate en el sillón —pidió el omega separándose del abrazo, TaeHyun se apresuró a acunar sus mejillas con afecto. BeomGyu sintió sus pulgares pasearse por la piel húmeda— No me toques —pidió con suavidad, el alfa de inmediato separó las manos.

Habían hablado como el alfa había pedido, habían llegado a conclusiones y respuestas.

Al día siguiente, volvieron a hablar.

El siguiente a ese, también lo hicieron.

El siguiente a ese, TaeHyun no estaba en la casa.

BeomGyu frunció el ceño mirando el sillón desordenado, buscó al alfa en la cocina, esos últimos días había encontrado a su esposo en la cocina, sirviendo el desayuno, almuerzo y cena.

El alfa se mantenía en silencio en esos momentos, sin dirigirle la mirada, estaba cabizbajo y trataba de acercarse a él disimuladamente.

BeomGyu seguía molesto claro está a pesar de la cantidad de conversaciones que habían tenido, así que él tampoco le dirigía la palabra al alfa.

Alzó la mirada cuando tocaron la puerta, pensó en SooBin, pensó en sus padres o en sus suegros, eran los únicos que podrían llegar por sorpresa.

¿TaeHyun?

Él tenía llave.

—Buenos dí-... —se quedó en silencio mirando al alfa extenderle un ramo con flores amarillas, era grande, unas treinta flores habría allí.

—No estoy tratando de sobornarte con flores —habló TaeHyun extendiendo aún más las flores al omega que las sostuvo con delicadeza, mirando el lazo amarillo que traía de decoración para sostener las flores y también el papel decorativo de color blanco— Pero creo... Que las acciones hacen más que las palabras —opinó mirando a su esposo en silencio, analizando las flores.

BeomGyu las presionó a su pecho un poco, haciéndose a un lado.

—Pasa —fue lo único que dijo, TaeHyun pasó en pijama, solo se había puesto los zapatos y salió, el alfa había hecho el pedido hace un día y la entrega era sumamente temprano, podía haberse vestido y llegar un poco más decente.

Pero su habitación actual era el sillón, y pasar a la habitación sin autorización de su esposo en esos momentos era una total negativa.

BeomGyu cerró la puerta a sus espaldas, aún mirando los tulipanes amarillos, debía ponerlos en agua para que no se marchitaran.

—Gracias.

No agradezcas lo que mereces —fue la respuesta de Kang mientras acomodaba el desastre que había dejado en el sillón, BeomGyu desapareció en la cocina esbozando una pequeña sonrisa cuando volvió a ver las flores.

Rascó un poco su cuello, sobre la marca.
P
Con toda esa situación, sentía la marca doler levemente, era obvio por el distanciamiento entre los dos además de los estados anímicos que manejaba cada uno.

—TaeHyun.

—Dime, mi cielo —habló de inmediato el alfa caminando hasta el omega que dejó diez flores en un jarrón especial, empezando a buscar otro para las otras diez, pensando en donde metería las diez sobrantes.

—¿Puedes... Vigilar a Byeol? Últimamente no llora al despertar y... Uh... Puede gatear y caerse, hice un nido pero me da miedo —explicó, TaeHyun asintió caminando hasta la habitación de ambos, Byeol había estado durmiendo ahí con el omega.

Entró con cautela, sin querer tomar asiento ni arrojarse a la cama para no invadir el espacio del omega, aún menos, su nido.

Por eso se quedó de pié, mirando a su hijo dormido.

Así fueron los últimos días, una semana entera había pasado y seguía durmiendo en el sillón a pesar de que empezaron a hablar más seguido.

Se sentía la distancia pero era un avance.

—Mañana hay que llevar a Byeol al chequeo —avisó el omega asomándose en la cocina, TaeHyun estaba lavando todos los platos de la cena.

—Claro, ¿A las ocho de la mañana? —preguntó recibiendo un asentimiento de su esposo que merodeó por el lugar, mirando las flores que le había dado su esposo, como si no llevaran días ahí.

Y eso era porque el omega se dedicó a cambiarles el agua esos días, cuidando de las flores.

El arrepentimiento de su esposo era real, no podría dudar de eso y jamás lo hizo, TaeHyun estaba arrepentido de lo que había pasado y se lo había dicho de todas las maneras que existían, y no conforme, se lo había hecho sentir con sus acciones. Había llorado a mares mientras le pedía perdón, y no iba siquiera a dudar en si era verdad o no, los sentimientos no se pueden esconder y puede que se puedan controlar, pero cuando la situación era tan intensa como esa, no había nada que pudiera manejar esas emociones.

TaeHyun tenía sus sentimientos a flor de piel y BeomGyu lo podía ver y sentir.

—¿Cómo está el bebé más lindo de mi consulta? —preguntó BaekHyun cuando Byeol entró en brazos del alfa al día siguiente, con un abrigo esponjoso que lo hacía verse como una bolita de nieve.

Byeol rió reconociendo a BaekHyun, su chupete blanco manteniéndose en su boca.

—¿Cómo está todo? Hace tiempo no venían —señaló tomando su equipo médico para empezar una revisión común al bebé que se dejó hacer, haciendo ruidos con su chupete mientras estaba cómodamente recostado en TaeHyun.

—Bien —contestaron los dos, BaekHyun alzó la mirada para verlos.

Había atendido desde el primer momento el embarazo de BeomGyu, ahora atendía al hijo de ambos. Era suficiente para conocerlos, además de que entre los tres habían creado una pequeña amistad a lo largo de ese camino, así que BaekHyun sabía que algo estaba pasando.

¿Era su problema?

No, no lo era.

—Uy, mamá y papá están peleados, que miedo, Byeol —le habló al bebé con voz aguda mientras lo tomaba en brazos para llevarlo al peso especial en dónde dejó al pequeño sentado, sujetando con una mano su costado y la otra manejando el aparato para tomar el peso del bebé— Seguramente es culpa de papá, ¿Cierto? —susurró BaekHyun a Byeol que rió poniendo ambas manos sobre su chupete, TaeHyun frunció el ceño, BeomGyu cruzó los brazos.

—BaekHyun, es revisar al bebé no chismear con el bebé —le reclamó al especialista que alzó los hombros.

—No me digas como hacer mi trabajo, mejor arregla tu matrimonio —lo acusó tomando otros aparatos, revisando al bebé entre juegos y risas.

—En eso estoy... —refunfuñó volteando a ver al omega que cruzó una pierna antes de desviar la mirada a otro lado.

En ese momento, el teléfono de TaeHyun sonó, avisando una llamada.

BeomGyu siguió viendo los cuadros del consultorio, a su bebé, a BaekHyun, a cualquier lado menos al remitente en el teléfono del alfa.

—Hola, HyeJin —saludó el alfa con el mismo tono de los últimos días, suave, bajo y decaído— Si... Estoy algo ocupado ahora con mi hijo, no voy a ir... No quiero, HyeJin... Si, diviértanse —y sin más, colgó el teléfono, dejandolo en su bolsillo.

BeomGyu trató de contener su pregunta, pero no pudo.

—¿Te invitaron a otra fiesta? —preguntó arqueando una ceja, TaeHyun negó.

—Es una reunión casual... En un local comercial, no sé la dirección pero son las mismas personas de la fiesta.

—Escríbele a HyeJin y dile que te pase la dirección y la hora de encuentro —pidió el omega sin verlo, levantándose de su lugar cuando observó que era ese momento de la consulta en dónde Byeol se volvía un mar de llanto.

El momento de la inyección.

—¿Qué? P-pero-...

—Y asegúrate de decirle que yo voy a ir —finalizó dándole una mirada a su esposo antes de ir con su cachorro.

Esa mirada...

Solo significaba una cosa.
























¿Qué les parece? ¿Qué creen que pasen?

Los amooo gracias por el apoyo!

The_Dark_Diamond04

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