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Había veces que por una u otra razón, habían profesores que daban clases en carreras distintas, tal vez de una materia de relleno o incluso de una materia en común, o cabía la posibilidad de que el docente estaba capacitado para dar ambas cátedras sin problema.

Y casualmente, a BeomGyu le tocó ver clases con un docente de TaeHyun.

Un alfa muy bien vestido, bien educado, y además, conocedor de varias ramas y capacitado para impartir clases de varias materias.

Pero la que ambos tenían en común, era matemáticas.

—Entonces... Tu terroncito de azúcar, tu copo de nieve... Tu rayo de sol, el humo de tu fuego...

—Es mi tarrito de miel, imbécil —corrigió el alfa abriendo su cuaderno, SooBin chasqueó la lengua haciendo un gesto con la mano.

—Bueno, tu queridísimo tarrito de miel te ignora.

—No me ignora, ayer incluso caminamos un rato por los pasillos, almorzamos juntos, nos escribimos... Pero creo que solo somos amigos —hizo una mueca, SooBin soltó una carcajada, golpeando la mesa abruptamente.

—¿¡Crees!? ¿Y qué quieres que sean entonces? —preguntó alzando las cejas, TaeHyun le dió una mirada antes de garabatear en su cuaderno.

SooBin sonrió, empujando sus lentes de pasta antes de hablar.

—Bueno, piensa como un conquistador... ¿Qué puedes darle? ¿Flores? Cualquier alfa puede darle flores, tienes que ser único, inigualable...

—Ve al grano —pidió alzando la mirada a la puerta, el profesor entró dando las buenas tardes, rápidamente empezando a decir cuál sería el tema de esa clase.

¿Característica de los profesores universitarios?

No pierden tiempo.

Todos entraron en un silencio sepulcral a escribir, algunos preguntar, incluso pidiendo al profesor uno que otro ejemplo más entendible.

O eso fue, hasta que tocaron la puerta con insistencia.

El profesor se apoyó del escritorio con un suspiro, mirando la puerta.

—Pase —concedió mirando al muchacho entrar con una hoja de examen, un omega.

TaeHyun alzó las cejas mirando a su destinado entrar con el ceño fruncido.

—Es él... —murmuró a su amigo, que observó al omega con el ceño fruncido.

—¿Un emo? ¿Es emo, TaeHyun?

—No es emo, imbécil.

—Explicame las cadenas del pantalón.

—No tiene nada que ver, es su estilo —chistó, rodando los ojos a su amigo que solo hizo una mueca de burla antes de ver al omega en frente de toda la clase— Se ve muy lindo... —murmuró recostando su mejilla en su mano derecha.

Por otro lado, BeomGyu dejó la hoja en el escritorio del profesor, cruzándose de brazos.

—Esta es la lista de todas las personas que no presentamos su dichoso examen hace rato, y disculpe que lo esté interrumpiendo-...

—¿Tú quién eres? —preguntó el profesor con afán de ofender, TaeHyun frunció el ceño.

BeomGyu arqueó una ceja.

—Soy Choi BeomGyu de administración de empresas, el delegado del salón B-7 y usted acaba de hacer un examen con solo cinco personas y pretende colocarnos cero a los que no presentamos porque estábamos en otra clase, es una-...

—No está en horario de reclamar, es la hora de clase de otra carrera y usted-...

—Tampoco fue su hora de dar el examen y aún así lo hizo, estaba fuera de su horario, y no solo de horas, días, ya que si no lo recuerda, su clase es mañana, no hoy, nosotros tenemos el horario ocupado y-...

—Entonces-...

—¿Me va a dejar hablar o no? —le preguntó en un tono altanero, cambiando su peso de pierna, sin importar el aula entera a sus espaldas, todos estaban en silencio.

El profesor frunció aún más el ceño.

—Le repito, que estaba fuera de su horario de clases, y dar un examen con cinco personas que por una razón u otra no entraron a la clase que correspondía es poco ético e injusto de su parte, el resto del aula estaba en clases de gestión de empresas, y así como usted pide ahora que yo respete su horario, usted también debe respetar el horario de nosotros, así que le pedimos que el examen se repita en el horario de clases indicado, porque fuimos más de la mitad del aula sin presentar y si usted conociera un poco de las reglas se cordinación, supiera que no se puede hacer una evaluación con menos de la mitad —habló, fuerte y claro, deslizando la hoja al profesor que se inclinó más al omega, tratando de intimidarlo.

—¿Usted acaso no respeta? ¿Que insinúa diciendo que si conociera un poco las reglas? Soy el profesor, y sus notas dependen de mi.

—Por eso mismo estoy aquí, porque las notas dependen de usted, si no, no se me pasaría por la cabeza tener que hablarle —contestó alzando un poco el mentón. El profesor soltó una risa.

—No voy a volver a presentar ese examen, yo estoy muy ocupado como para-...

—No me importa —negó de inmediato, alzando los hombros. El aula estaba tensa, en silencio.

—¿Qué dijo?

—Que no me importa —repitió más alto, el omega harto de toda esa situación— Si a usted no le importó presentar ese examen con tan poca ética a mí ni a nadie le interesa que usted esté ocupado.

—¡Larguese de aquí, ahora! ¡Ya! —le gritó al omega señalando la puerta. TaeHyun tuvo la necesidad de levantarse, sin gustarle ni un poco la actitud de ese protector con su tarrito de miel.

BeomGyu solamente rió tomando la hoja de nuevo.

—Claro que me voy... Voy directo a la coordinación de administración para resolver —mencionó tomando el manubrio, el profesor lo observó con mala cara.

—Ve que pueden hacer por ti —burló, con una actitud altanera.

BeomGyu se volteó con seguridad, mirando al hombre de pies a cabeza.

—Más que usted si pueden hacer —y sin más, salió de ahí dando un portazo.

Los alumnos se quedaron en silencio, sin querer hacer la más mínima mueca para no verse regañados por el hombre que luego de un suspiro y un refunfuño, siguió dando su clase.

TaeHyun dejó sus cosas a cargo de SooBin con rapidez, saliendo del aula sin alguna queja del profesor, ya era problema del alumno si salía o no salía a media clase.

El alfa volteó a ambos lados, sin saber muy bien dónde quedaba la coordinación de su destinado, aunque lo observó caminar con lentitud por el pasillo.

—¡Tarrito de miel! —llamó haciéndolo detenerse, BeomGyu volteó a verlo con un suspiro.

—No me digas así... —murmuró mirando al alfa pararse frente a él con una pequeña sonrisa.

—Ah, es que eres un dulce tarrito de miel, ¿No te das cuenta?

—¿Y cómo te digo a ti? ¿Tacita de café? Que ridículo —rió empezando a caminar con lentitud a la par del alfa que rió.

—No me molestaría —negó con la cabeza, BeomGyu arrugó la hoja que le había llevado al profesor, arrojándola a un cesto cercano— Estás... Estás muy molesto, ¿Cierto?  —preguntó deteniéndose en una ventana, ambos se apoyaron en el barandal.

—¿Cómo sabes?

—Pues... Era mi clase de matemáticas, y además, el tarrito de miel huele muy agrio —chistó, sacándole una sonrisa al omega.

Sintió su corazón más acelerado, algo de alivio al ver su sonrisa.

¿Era porque son destinados?

No, había algo más y TaeHyun lo sabía, el mismo BeomGyu lo sabía. Había algo que era aparte de la predestinación.

Aún así, ninguno comentó nada de ello en ese momento, aún no tenían esa confianza y además, no tenían una seguridad muy clara de sus sentimientos, era muy poco tiempo.

TaeHyun miró la mano llena de anillos del omega, la muñeca igual llena de algunas pulseras de colores oscuros.

Alzó su propia mano con valentía, dejándola sobre la del omega que dió un salto en su lugar, más no dijo nada del tacto. Solo era una mano encima de la otra, era sutil, inocente y tierno.

—Mañana no voy a venir —avisó el alfa mirando el paisaje, ambos siguieron hablando sin quitar sus manos de dónde estaban— Me van a apretar la ortodoncia y a pesar de que mis clases son justamente después de salir del odontólogo, los dientes me van a doler mucho así que no vendré.

—¿Y para qué me dices eso o qué? —preguntó el omega sin mover su mano y sin querer ver la cara del otro, aunque TaeHyun si lo observó, inclinádose un poco hacia él.

—Para que no me extrañes.

—Tsk, ¿Quién te extrañaría a ti, dientes de alambre? —preguntó apartando la mano y también todo su cuerpo de TaeHyun, sintiendo que estaban muy cerca— ¡Shu, shu! Ve a tu clase de matemáticas, mañana voy a ser el omega más feliz de ésta universidad —proclamó, caminando mientras el alfa lo veía con una pequeña sonrisa.

—Disfruta tu día mañana entonces.

—¡Incluso me haré una mascarilla de lo relajado que estaré!

—Ah, así te pones más bonito de lo que ya eres, mi tarrito de miel.

—¡Cállate! —chistó frunciendo el ceño, alejándose aún más, además de dar la espalda para seguir su camino, avergonzado por lo que había pasado hace minutos atrás.

“Me van a apretar la ortodoncia... Los dientes me dolerán mucho ” recordó las palabras del alfa, BeomGyu cruzó los brazos.

Según sabía de ortodoncia, los dientes no dolían solo un día, si no, varios, solamente que el primero era más intenso, y así le había confirmado su destinado, alias, dientes de alambre.

Entonces, pensó en que el alfa a pesar de que volvería a la universidad luego de un día de reposo, no podría comer cosas duras o que llevaran mucho esfuerzo para masticar, cómo carne o chicle.

Helado, o flan, natilla...

O pancakes, son suaves.

O tal vez jugo de frutas, alimenta mucho.

Tsk, ese dientes de alambre ya sabrá que comer, no es la primera vez que le pasa, tiene mucho tiempo con esa ortodoncia...

Aunque es un poco tarado.



















[...]



















Dos días después.





No quiero ni hablar. Pensó el alfa en el comedor, suspirando, sintiendo como los dientes le dolían a más no poder, incluso la cabeza llegó a dolerle hace horas.

Estaba solo, SooBin no había ido, después de todo al alfa no era que le interesaba mucho la carrera así que no era sorprendente que se saltara algunos días.

—Hola... —escuchó una voz muy conocida tras él, BeomGyu tomó asiento a su lado sin verlo a los ojos, escarbando su mochila.

—Hola, Gyu... —saludó aún más bajo, mirando al omega sacar dos envases de su mochila, dejando ambos frente a él.

—Come eso —ordenó señalando los envases.

TaeHyun sonrió ladeando la cabeza.

—¿Me como los envases?

—Que tarado eres, es que no tienes otro apodo que no sea tarado... —murmuró el omega abriendo los envases por él, mostrando una torre de pancakes con miel y en el otro envase de postre un flan con caramelo encima.

Todo blando e ideal para la situación del alfa.

—Si no te gusta... Pues no lo comas —murmuró el omega avergonzado, extendiendo un tenedor. TaeHyun lo tomó con entusiasmo.

—¿Cómo no me voy a comer algo que me dió mi tarrito de miel? —preguntó tomando un pedazo del pancake, masticando con cuidado bajo la atenta mirada de BeomGyu.

El omega se removió inquieto ante el silencio del otro, pensando que le habían quedado horribles, tal vez tuvo que dejar que su mamá los hiciera, o simplemente no llevarle nada.

—Está delicioso... Está muy rico, Gyu... —murmuró el alfa siguiendo con su comida, demostrando su gusto por medio de sonidos, aunque no era necesario, se notaba que le gustaban demasiado.

—Gracias —contestó el omega desviando la mirada a las personas que iban a todos lados, ignorando al alfa, que comía animado.

Aunque por debajo de la mesa, sus rodillas se estaban tocando.













































Creo que el pasado del TaeGyu se extenderá un capítulo más Jsjjusjs, son una pareja muy dulce desde sus inicios u.u

Nos vemos en el siguiente capítulo!

The_Dark_Diamond04

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